Partida Rol por web

La voz te suena demasiado familiar. Quizás deberías ir a echar un vistazo ya que se ha callado.

A Razar se le cambia la cara

"Yo... creo que conozco esta voz" Y con paso ligero va hacia donde la ha oido. 

"Por la espada de Hildegarn" enuncio con fuerza

Amigo o enemigo, Razar - Pregunta Tharlathos mientras mira al clerigo
 

Cuando abres la puerta y te asomas al final de la calle la ves, confirmando tus sospechas:

 Allí está de pié dirigiendo una manada increiblemente grande de orcos hacia el hangar y l abatalla, como si nada hubiera pasado antes.

Dirijo al grupo hacia atrás, con la esperanza de que no nos haya visto, y me retiro

"P... ¿Pero que hace esta mujer haciendo ESTO?" pienso "Ella es Abraxas, ella fue quien me salvó en el pasado, cuando era tan niña que apenas podía levantar su pistola del suelo.  Ella fue mi inspiración para tomar las armas por quienes no pueden hacerlo"

"¿Que hace guiando a los orcos?" pienso, como si me hubieran arrancado el corazón y lo estuvieran aplastando ante mis ojos

Razar nos aparta a todos de las ventanas y se queda con una cara de espanto, como si hubiese visto un fantasma. Si dudarlo un momento me pongo delante de el y dandole una bofetada intento que vuelva en si.

-Razar *bofetada* tranquilo razar *2 bofetadas* Raazaaaaaaar! *bofetada* -tras haberle calentado la cara y puede que haberle quitado algun PG me dirijo al resto del grupo.

-Creo que lo hemos perdido...

"Shhh!" le digo a Golgo

"Ahi dentro hay una pistolera. Una heroina sin parangón... y está guiando a un millar de orcos"
"No tengo ni idea de que hace aquí. Quiero decir... es la última persona que me imaginaba doblegandose al mal!" 

"Y está a punto de mandar a la gente a la guerra, como si la que hubieramos liado en el hangar no hubiera ocurrido en absoluto"

Nuestra mision siempre ha sido una de decapitacion, le dice Tharlathos a Razar.

Mil orcos son una gota en el oceano que se estrellaran contra las murallas de Nolorun. Tras un suspiro, el elfo continua Debemos acabar con Laerguidor sobre todas las cosas, sin su lider que los gobierna con mano de hierro todos sus lugartenientes se dedicaran a luchar entre ellos por la carroña y los destruiremos facilmente.
 

Debemos volver intentar acceder al puente de mando de la nave voladora. Simplemente acabando los que esten en esa sala podremos desbaratar la invasion, afirma el elfo

"No lo entendeis... la que los lideraba, Abraxas, era un Paragón entre los humanos. No se dedicaba al bien y a ayudar al prójimo por honor, por esperar una recompensa o por mandato divino. No. Simplemente ayudaba a todos, sólo porque ella era asi. Porque le salía de dentro"

"Y verla al frente, guiando a los orcos hacia la guerra, por el Laerguidor..." Razar se queda sin palabras.

Jainas asiente a las palabras de Tharlatos.

- Olvídate de ella, Razar. Ahora nuestra misión es lidiar con Laerguidor. Reza a Hildegarn para que sobrevivamos a ese encuentro y si te escucha, entonces podrás dedicarte a lidiar o entender que pasa con Abraxas. Si ellos se mueven hacia el portal, nosotros deberíamos seguir, con cautela, a su retaguardia - afirma la maga roja.

Ok, vamos detras de ellos a una prudencial distancia, en cuanto podamos ir al puente del dirigible para acabar esto de todas maneras.

El elfo se gira a sus compañeros, de acuerdo todos ?

- De acuerdo. Te seguimos, "Jefe de exploradores" - comenta con humor la maga.

Golgo se pone firme ante las palabras de Thar como diciendo "siempre estoy listo" 

Dejando ventaja a la masa de orcos, el elfo se encamina en cabeza por los tejados. Esta vez parece que su paso es más firme y no hace tanto ruido como las veces anteriores

Tiro mi flecha con garfio y cuerda a un tejado. Uso la cuerda para trepar. En cuanto hayan subido todos por la cuerda la suelto y me la guardo

Jainas observa la cuerda y sabe que tiene escasas posibilidades de subir. Aun así no se arredra e intenta escalar. De no poder ser tendrán que tirar de ella.

- Ya había suficientes asignaturas en la academia como para incluir la de trepar - farfulla entre dientes sin lograrlo.