Partida Rol por web

En mitad de una gran sala iluminada con focos blancos y con un montón de armas en una pared se alinean presos, pobres almas capturadas para algún propósito oscuro.

En una pasarela encima de la sala son contemplados por guardias armados con rifles blaster y por una mujer que los contempla con desprecio.

-Sois escoria.- Os dice en voz normal, que se oye claramente en toda la sala, ya que ninguno de vuestros compañeros hace el más mínimo ruido.

-Aunque algunos de vosotros seréis aprovechables, ¡vamos a comprobarlo éstos días! Tomad cada uno un arma de la pared, en breve descubriremos quiénes son dignos de servir a mi señora, y ellos tendrán una oportunidad de participar de su gloria...-

Los prisioneros se acercan a la pared de un lado y empiezan a tomar todo tipo de objetos, vibrohachas, cuchillos, látigos, lanzas...

Delante de Janos dos chicas hablan...

-Hasta ayer nos hacían hacer ejercicio y mataban a los que se quejaban, pero creo que ésto tiene un cariz todavía más siniestro.- susurra la compañera de celda de Sasha en un tono que prácticamente sólo lo puede escuchar ella.

Janos oye por casualidad a las dos prisioneras a su lado mientras agita esperimentalmente la vibrohacha que ha elegido como arma, intentando encontrar su centro de gravedad y maldiciendo su suerte por centésima vez el hecho de no tener recuerdos, y por tanto no recordar si tenia alguna habilidad con una de las otras armas. Resignándose a intentar aprender durante la marcha, toma consuelo en el cuchillo escondido en su persona, que en caso de emergencia puede convertirse en su as en la manga.

Curioso sobre las prisioneras que, por sus palabras, llevan ya un tiempo en este lugar, debate consigo mismo sobre ir a hablar con ellas, pero al final decide no hacerlo. Al fin y al cabo podría tener que enfrentarse a ellas en breves momentos.

Todos los prisioneros se arman pero la mujer no parece satisfecha.

-¡Vamos, poneros todos a un lado! ¡Solo quiero a los más duros, a los más fuertes! ¡Todos tendréis que pasar una prueba para sobrevivir.-

En el otro lado de la sala se abre una puerta y unas figuras siniestras empiezan a entrar, son gente de dudosa catadura... podríais identificarlos como escoria galáctica, sacada de los niveles inferiores de Nar Shadaa o algún agujero similar.

Agarrando firmemente en sus manos la vibrohacha que dentro de poco se iba a convertir en lo único entre el y una muerte segura, Janos camina entre sus compañeros hasta colocarse en una fila tal como ordenaba la loca de la capucha. Antes de que la lucha empezara, se toma un momento en observar a sus contrincantes: ladrones, asesinos... o al menos eso se decía Janos a si mismo, intentando hacer todo lo posible para convencerse de que no tenia que dudar cuando llegara la hora de la pelea, luchando por acallar a la voz de su conciencia que le recordaba que tal vez no fueran todos malas personas, sino tan solo desafortunados como el.

- No te he dicho mi nombre, me llamo Sasha... y no te conviene estar cerca de mi - dijo muy seria. Luego añadió - Pero gracias por todo - Nunca le habían gustado nada las personas que hablaban de una manera tan abierta. Había aprendido a no fiarse de nadie más que de sí misma. Todo el mundo barría para casa y nadie se preocupaba salvo de sí mismo. Salvo la gente desesperada, la gente que había perdido todo. Esas personas, no se preocupaban ni siquiera por sí mismas.

- Eh, cara cortada. - gritó en dirección a la mujer encapuchada. Tenía un cuchillo en la mano que había tomado de un estante, tenía la hoja hacia afuera y lo mostraba en la palma de la mano. La otra descansaba sobre su cadera. - Sí tu, la de la capucha. Primero me haceis perder una apuesta, luego casi mato a una mujer porque de algun modo os metisteis en mi cabeza, me haceis perder a todas las personas que me importaban un poco, después me secuestrais, y ahora quieres que haga ¿que? Es que no me he enterado, me perdí el primer capítulo. ¿Qué señora es esa de la que hablas? ¿Tu novia? 

-Está bien, me gusta ese espíritu de pelea... ¡Ya sabéis chicos, quinientos créditos por cabeza! ¡Pero si me traéis la de la chillona esa os doy mil!.-

Como un maremoto, todos la escoria galáctica que tenéis delante se abalanza a conseguir uno de los valiosos trofeos y todos los prisioneros se encuentran peleando por sus vidas.

Un gran aparta a sus competidores más cercanos y se abalanza sobre Sasha, mientras dos rodianos armados con lanzas de energía se tiran a por Janos, y la rubia compañera de Sasha tiene aún menos suerte cuando un trandoshano con un vibrofilo se dirije a sacarle las entrañas.

-Y yo soy Diria, ¿pero ahora tenemos cosas más preocupantes! ¡Quieres no cabrear a la loca de arriba!.-

-¿Porque siempre me toca lo peor a mi?-exclama Janos frustrado ante la nueva injusticia.- !Vale que yo no tengo compañero, pero se supone que tu cabeza vale mas!-grita a Sasha y Diria antes de lanzarse al combate.

Con todas sus anteriores dudas sobre la verdadera naturaleza de sus enemigos olvidadas, y ahora completamente seguro de que son todos escoria sin escrupulos, Janos avanza hacía los dos Rodianos que se dirigen hacía el y, con un fuerte giro de su brazo, lanza un veloz tajo contra el primer Rodiano, que al ser mas veloz que su compañero se encuentra mas cercano a el.

Sasha se preparó

- Maldita sea. Tengo un mal presentimiento sobre ésto. - dijo Sasha cuando el Gran se abalanzó sobre ella - ¡Es injusto! ¡Él tiene un ojo más, lo lógico sería que luchara con un brazo menos!.

El combate estaba a punto de comenzar, parecía que aquello iba a ser una auténtica batalla campal... tenía que hacerse con un maldito blaster.

Sasha miró a su alrededor un segundo antes de combatir por su vida. Buscaba un arma que fuese mejor que el horrible cuchillo que tenía en la mano.

Janos siente que la furia llena sus venas y golpea brutalmente al Rodiano, con tal suerte de que la hoja entra por el antrebrazo derecho y no se detiene hasta partir en dos al alienígena. Primero el brazo y luego la parte superior del cuerpo caen al suelo mientras Janos se pone perdido de sangre verde.

Sasha chilla de impotencia pero lanza un tajo defensivo al Gran golpeando su enorme barriga, y el atacante no pierde todos sus órganos internos, gracias a la armadura corporal que lleva, aún así el ser de tres ojos, queda muy malherido.

-¡Muere muere muere!-grita mientras se sujeta las tripas con una mano y trata de arrancarle la cara a Sasha con la garra de combate que lleva en la otra.

Por otro lado el rodiano ve horrorizado como su hermano muere a manos de Janos y se aparta, temeroso de lo que pueda pasar, para clavar su lanza en el costado de un pobre desgraciado que lucha al lado de Sasha.

- ¡Pero será posible! ¡Grupo de zánganos suicidas! - Sasha saltó a un lado esquivando el ataque del gran y preparándose para atacarle de nuevo y acabar con él - ¡¿No sería mejor que en vez de enfrentarnos entre nosotros, nos enfrentaramos a ellas?! ¡Somos más! ¡Y tenemos armas!

Diria y el Trandoshano caen al suelo en un abrazo mortal luchando por el control del vibrofilo mientras Sasha esquiva sin problemas el ataque del herido Gran.

-Niñata ¡A mí me contrataron para hacer ésto y rajar gente como tú! ¡Y me gusta!-

A su alrededor todo tipo de gente lucha y muere, en un caos de cuerpos que caen y sangre que salpica.

- Creo que te has equivocado de bando, ojitos. - dijo Sasha volviendo a girar en el aire para clavar de nuevo el vibrofilo en el cuerpo del gran.

Tengo que salvar a Diria. O morirá como los demás.

No es que le cayera especialmente bien. Pero al menos había sido amable con ella, y eso ya era de agradecer.

Después de conseguir mantener el equilibrio mientras balanceaba el gran hacha de milagro, Janos se da cuenta de que ese arma no era para el. Una mirada rápida a la pared de las armas le confirma sus sospechas, que esta demasiado lejos como para coger otra en pleno combate, así que se resigna a soltar el hacha y, sacado su cuchillo, lanzarse hacía el cuello del Rodiano restante.