Partida Rol por web

The House of YES: Amenazas

Flashbacks Red & Blue

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01/10/2019, 22:58
Redmond Fox

Olía a productos químicos. Olía al hogar. 

Redmond llevaba solo unos días en la House of Yes y el taller estaba hecho un desastre. Es decir, tal y como le gustaba a él. Quizá aún quedara algún hueco libre en algún sitio, pero nada que no pudiera llenar de... cosas... con un poco más de esfuerzo. El sitio no era demasiado grande, pero sí lo suficiente como para tener sus caballetes, una mesa de dibujo, un sofá donde dormir, un par de armarios, una nevera para las cervezas... 

La luz era una mierda: había dos tristes ventanucos por donde se colaría algo de claridad de día, y eso era todo. En realidad, no le importaba. Prefería trabajar con luz artificial, y de noche. Así que, con que los ventanucos sirvieran para que se despejaran los vapores tóxicos, suficiente. El taller tenía luz, pero no era suficiente. Tendría que agenciarse un foco cuando nadie mirara. Había un montón.

Había una pequeña habitación contigua donde era posible montar un dormitorio estrecho. La verdad es que no entraría más que un catre diminuto, así que igual dedicaría el sitio a montar su taller alternativo. No necesitaba mucho espacio, pero sí necesitaba que fuera un sitio discreto...

Bueno, había tiempo aún para elegir cómo montarlo todo. Y aún tenía que abrir muchas cajas. Sospechaba que algunas de las cajas terminarían convirtiéndose en armarios a tiempo completo, porque, sinceramente, no habría sitio para todo. En un armario iba a dejar productos químicos, en otro libros encuadernados a mano (por él mismo) y en otr... ah, no había otro. Bueno, tiempo al tiempo.

Espejos. Necesitaba más espejos. De cuerpo entero, pequeños, medianos. Le darían más espacio a la habitación, aunque fuera una ilusión, pero oh, bueno, ¿quién dice qué es lo real?

Fue hasta la puerta, sacó un rotulador y comenzó a escribir en el quicio de la puerta. Una ristra de números. Cuidadosamente calculados. Combinando la geolocalización del lugar, la fecha en la que firmó el contrato (que vendría a ser el horóscopo de su taller; era Escorpio), el momento en el que pisó por primera vez aquí... bueno, todo era importante. Y no pasaba nada por dejar la puerta preparada.

Notas de juego

Cuando quiera, madame Blue.

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02/10/2019, 03:36
Vesper Blue Proctor

Había un sol divino y sutil como el de los cuadros de Monet en el cielo celeste ceniciento que podía distinguirse a través de los cristales del techo de esa parte del vivero, la inexistencia de nubes antes que desatar espasmos de admiración no hacía otra cosa que confirmar que estaban todas despedazadas por el firmamento, reducidas a su mínima y vaporosa expresión, embarrando lo que podría haber sido un espléndido e impoluto cielo azul.

Vesper sonrió desde su hamaca de tela a la concordancia del clima con su estado de ánimo y, como la coleccionista de imperfecciones que era, se dijo a sí misma que sin duda ese día pasaría algo sumamente interesante, algo que parecería diáfano pero que era una ilusión de perfección, y eso le gustaba. Las fantasías, después de todo, eran la sangre que daba forma a la realidad.

El ruido blanco del tocadisco girando sin reproducir ninguna pista de pronto fue interrumpido por un sonido irreproducible en su cabeza, que bien podía compararse a un grito mudo, y se sintió despertar de un sueño aún con los ojos abiertos. Estiró el brazo hacia la máquina de música y acomodó la aguja con ceremonia.

Dio un saltito de su hamaca con gracia de bailarina apenas comenzaron los primeros acordes y tomó el aspersor para rociar a sus queridas plantas mientras cantaba a viva voz:

They got a message from the Action Man
I'm happy, hope you're happy too
I've loved all I've needed, love
Sordid details following...

De pronto recordó, mientras apretaba el gatillo del aspersor sin cesar mojando a la pobre planta de más, que había que ir a saludar al nuevo porque le tocaba hacer de anfitriona esta vez  -y que lo había olvidado- ya que en ese momento estaba vacío el edificio. Bajó inmediatamente del cielo al infierno, descendiendo por las escaleras caracol de metal primero y por otras de cemento después, llegó a la planta baja y atravesó en diagonal el espacio silente y desierto del almacén, con sus telas colgantes, sus guirnaldas y los demás objetos que reinaban por el lugar en una caótica armonía, con la misma reverencia de quien entra a un templo.

Todo el trayecto lo hizo cantando estrofas de diferentes canciones de modo que su voz melodiosa se elevaba y resonaba en el alto techo del antiguo depósito y hasta hacía un eco extraño en el que parecían varias voces simultáneamente. Finalmente, descendió hacia el sótano y al tiempo que lo hacía cantaba:

Here am I, flashing no color
Tall in this room overlooking the ocean
Here are we, one magical movement from Kether to Malkuth...

 

Hasta que al cantar -There are you, you drive like a demon from station to station*- se encontró de frente con el nuevo integrante en la puerta del... ¿estudio? A eso olía. Sonrió quizás demasiado enfáticamente y pestañeó rabiosa, casi mecánicamente, como le pasaba cuando algo la sorprendía y quería disimular. -Hola -dijo analizándolo sin sutileza con sus ojos azules y extendió la mano con el aspersor. La muchacha de no más de 20 años tenía puesto un jean gastado, una camiseta con las fases de la luna impresas e iba descalza -Soy Vesper Blue, tú debes ser el... -¿cómo le habían dicho que se llamaba?- Nuevo artista.

En ese momento se dio cuenta de que tenía el aspersor en la mano y lo cambió a la otra, luego extendió una mano fina y delicada con dedos largos pero las yemas estaban ligeramente ásperas. La muchacha echó furtivamente una mirada al interior, curiosa, y luego a él -Huele a gasolinera, ¿qué estás haciendo?

Notas de juego

*

Gracias caballero :-P

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02/10/2019, 10:56
Redmond Fox

La llegada de la chica descalza hizo que Red se detuviera en sus cálculos. Echó un vistazo a un reloj que tenía en la pared y memorizó la hora. Cerró el capuchón del rotulador y esperó pacientemente mientras la muchacha se decidía sobre en qué mano quería tener su aspersor. Cuando al fin lo hizo, estrecharon sus manos libres - Encantado, Blue. Yo soy Red. - dijo, con una media sonrisa. - Si encontramos al señor White, podemos formar la bandera de la libertad. - El contacto entre sus manos se mantuvo unos segundos más de lo que era tenido por decoroso en determinados círculos. Vesper tenía un apretón delicado y las manos del nuevo artista eran sorprendentemente cálidas.

Redmond llevaba puestos unos vaqueros negros y una camiseta gris con un dibujo indescifrable debajo de las numerosas manchas de pintura. Físicamente no era un tipo muy impresionante: de altura media, delgado, y de facciones angulosas. Su pelo estaba tenido de rojo y sus ojos eran... bien, no podía saberse por el momento; llevaba unas gafas redondas de espejo en las que Blue se veía reflejada.

- ¿A gasolinera? - añadió mirando hacia atrás. - No jodas, no puede ser para tanto. - Olisqueó el ambiente y se dio cuenta de que, puede (solo puede) que sí que se estuvieran acumulando una serie de olores no excesivamente saludables. - O sí. Espera, voy a intentar que nuestro primer encuentro no sea innecesariamente explosivo. - Se metió en el taller, dejó el rotulador en una mesa y cogió una silla para subirse y abrir los ventanucos. - Entra, no te quedes en la puerta. ¿Vienes a darme la bienvenida? Si es así, ¿dónde está el pastel de manzana? 

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02/10/2019, 20:25
Vesper Blue Proctor

El modo en que el nuevo la había llamado Blue le trajo un recuerdo de su infancia, la mano de su madre limpiándole la nariz después de una pelea en el colegio "-Dentro de poco no dolerá más baby Blue-", instintivamente se miró los nudillos como si todavía le estuvieran ardiendo. Su recuerdo le trajo a la memoria el pasaje de un libro en el que un asesino serial le preguntaba a una senadora si creía que cuando su hija estuviera muerta sentiría escozor en los pezones como cuando amamantaba; un milagro y una pesadilla era la memoria sensorial. La mano cálida de él la trajo de nuevo a la realidad y, algo confusa, expresó -Encantada Red.

Se podía decir que había dos fuerzas pugnando en Vesper todo el tiempo, como en la mayoría de los seres humanos. Sin embargo, había ocasiones en que esa lucha se hacía patente a través de gestos, o en este caso, miradas. Aquel aspecto frágil, casi soñador que solía caracterizarla se borró de golpe con un solo parpadeo dando lugar a una mirada intensa y directa, y una sonrisa de lado que se reflejó en los anteojos espejados de Red, contenta con el resultado se permitió admirarse un poco más en esa superficie y se pasó un mechón de cabello negro por detrás de la oreja, coqueta.

Omitió el comentario patriota de él al que esbozó una sonrisa que podría considerarse irónica y comprensiva a la vez y se limitó a afirmar seductora -El violeta es mi color favorito... -luego se rió como quien hace una travesura y pasó a investigar aprovechando que él se había metido en el taller también, de modo que cuando la invitó a pasar ella estaba a poca distancia mirándolo todo como si pudiera absorber la esencia de lo que la rodeaba por los ojos. Quería ver los cuadros, decir que estaba intrigada era poco.

Dejó salir una risa y se tocó el rostro confusa para luego declarar con ironía -¡Oh, lo siento! ¿Acaso me puse la máscara de Martha Stewart otra vez? -dejó caer una breve pausa antes de agregar como ofrenda -Puedo ofrecerte una cerveza, algo de queso y un porro -hizo un gesto de disculpa con ambos brazos -Pero están arriba de todo. Sí, ya sé no digas nada, soy una pésima anfitriona.

Luego, viendo el desorden imperante preguntó -¿Qué estilo de pinturas haces?

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02/10/2019, 21:15
Redmond Fox

Le hizo mucha gracia cuando la chica se arregló el pelo fijándose en su propio reflejo sobre los cristales de sus gafas; muchas personas se sentían cohibidas, pero Blue no parecía de ese tipo de personas. Y eso le gustaba; ¿desafío? ¿coquetería? ¿un mundo interior del tamaño de una galaxia? Fuera lo que fuera, era interesante ver una reacción distinta a la habitual.

Mientras abría las ventanas (que se resistieron un poco), se rió ante el comentario sobre la cocinera. - No, la verdad es que no te pareces en nada a Martha Stewart... - Bajó de la silla y miró a Blue, mientras se llevaba la mano al mentón, en un exagerado gesto de reflexión. - ¿Cerveza, queso y porros...? Vaya, un auténtico desayuno continental, lo que recomiendan los médicos. Suena genial, si quitas el queso.

La pregunta sobre sus cuadros hizo que, lenta pero inexorablemente, como la deriva de los continentes, una gran sonrisa se desplegara en su rostro. - Esa es una pregunta cuya respuesta puede llevarnos mucho tiempo. Como todos los artistas, sean grandes o pequeños, lo que más me gusta es hablar de mí mismo. - dijo, con voz burlona. - Pero como igual tienes otras cosas que hacer, como liar porros o aprender a hacer tartas, trataré de ser breve. Ven, mira.

Se acercó a su caballete. En el lienzo se podía ver una escena a medio terminar: predominaba el azul y el negro, y una especie de corriente blanca que atravesaba el cuadro de lado a lado. La línea blanca se dividía en zarcillos que luego se coagulaban en formas que podían ser caras si te fijabas mucho. En la parte central una figura roja parecía volar, acercándose al espectador. Podía ser una escena ambientada en el espacio y daba la impresión de que la figura huía de algo.

- Esta aún no está terminada, hay que mejorar la profundidad... y mira, ese de ahí - señaló la figura roja. - está huyendo. De algo monstruoso. Pero no puedo dibujar aquello de lo que huye, tengo que lograr que se intuya su presencia, pero que no se muestre. Que el que lo vea lo intuya. Si no lo logro, el cuadro es una mierda. Pero creo que lo lograré.

Señaló hacia un montón de cuadros en un rincón. - Y ahí tienes cuadros impresionistas, abstractos, surrealistas, cubistas, coño, hasta habrá alguno realista... bocetos a carbón, collages, acuarela, y hasta uno dibujado con una tinta que hace que haya partes que solo se puede ver con luz ultravioleta. - Se encogió de hombros. - De todo. Estoy buscando mi estilo. A lo mejor mañana hago un bodegón con queso y cervezas... Bueno, y a ti, ¿te gusta pintar?

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03/10/2019, 19:52
Vesper Blue Proctor

Si no lo logro, el cuadro es una mierda. Pero creo que lo lograré.

-Estás tan determinado que lo lograrás sin duda -deslizó convencida.

El cuadro le había encantado a Blue, y a Vesper, primero analizó la composición cromática, luego evaluó la elección subjetiva de esos colores y se preguntó por su simbología para el pintor. Extendió la mano hacia el lienzo y la detuvo a exactamente 5 centímetros de este, su mirada se perdió en los colores y más allá, en la impronta. Como un gato que al desperezarse abre sus almohadillas estiró y contrajo sus dedos un par de veces, despertándolos de una siesta, cerró los ojos y ladeó la cabeza como quien recibe una caricia: sintió la oleada de una vibración indefinida en su manifestación pero certera en su origen, un impulso de energía, el eco de un estallido, y nada más... Era misteriosa como su creador. -Hmm, qué intenso -suspiró, le había gustado mucho más ahora.

Alejó la mano espiando por el rabillo del ojo si Red se había inquietado o qué reacción había tenido esbozando una sonrisa que tenía mucho de pícara malignidad. Luego dio un giro divertida y se puso a trastear en el rincón en donde él le había dicho que había más obras, las repasó una a una con su mirada contemplativa mientras lo escuchaba hablar.

-Me gustaría pintar, pero no tengo ese don -suspiró sonriendo suavemente, concesiva -Admiro mucho a todos los que pueden plasmar una parte de sí en su arte y darla al mundo -acotó, por si hacía falta. Ante la pregunta implícita de qué hacía ella allí  se encogió de hombros -Soy la cocinera -dijo pero se notaba a leguas que era una broma, después decidió que ya estaba bien de tontear no fuera cosa de que Red pensara que le faltaba el respeto.

Se paró con las manos en jarra en las caderas y luego se apartó el cabello de la cara echándolo hacia atrás con la mano, se volteó para mirarlo de frente -Oficialmente, soy actriz y performer, organizo happenings e instalaciones con otros artistas, hago pequeñas escenas teatrales o declamo poesía los días de talleres -explicó haciendo un gesto circular con su mano nívea -Extraoficialmente, ayudo con la organización, en la barra, en la cocina... -se rió como si la hubieran pillado en una travesura -Al final resulta que sí soy un poco Martha Stewart.

Luego juntó los dedos índices de ambas manos y sonrió enigmáticamente -También leo la fortuna y el tarot los días de eventos, pero es un secreto y nadie, salvo los que viven en este sacrosanto lugar, lo saben -le advertí.

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03/10/2019, 23:35
Redmond Fox

Redmond había aprovechado el momento en el que la señorita Vesper examinaba el cuadro para examinarla a ella. Exudaba una cierta inocencia, pero no era ingenua. Estaba segura de su posición pero su energía no era agresiva. Fluía como el agua. Y no había pisado nada que le hubiera podido hacer daño en sus pies descalzos (y había varias cosas que podrían haberlo hecho), porque dominaba este lugar, era parte de ella. Le gustaba esa fuer...

... y entonces hizo lo del cuadro. Al principio solo lo había mirado, pero después, ¡oh! ¿qué es lo que había hecho después? No era una afectada pose, no había burla, había sinceridad en su gesto al cerrar los ojos... y Red había podido, por unos segundos, detectar... ¿qué? Había sido algo más que una conexión (eso lo habría podido sentir) entre la mujer y la obra, había sido... algo más primordial. ¿Se había llevado la esencia del cuadro? Lo miró, casi esperando que algo ya no estuviera allí, y luego miró a la joven, y luego de nuevo al cuadro (parecía todo en orden) y vio que Blue lo espiaba por el rabillo del ojo.

Alejó la mano espiando por el rabillo del ojo si Red se había inquietado o qué reacción había tenido esbozando una sonrisa que tenía mucho de pícara malignidad.

Red había subido instintivamente su mano derecha hasta taparse la boca. Con un gesto lento; pero lo había hecho. Se escondía detrás de sus gafas y de su mano, porque esta chica podía ver

Y entonces, una mirada traviesa por parte de Blue, y el momento pasó. 

Se repuso hasta cierto punto. Logró decir cosas banales sobre su estilo de dibujo y recuperó la compostura mientras Blue repasaba sus cuadros y le hablaba de sus obligaciones en la House of Yes. Para cuando la chica se dio la vuelta y le miró de frente, Red ya tenía sus manos a la espalda y la miraba seriamente. La referencia a Martha Stewart, sin embargo, le hizo sonreír de nuevo.

También leo la fortuna y el tarot los días de eventos, pero es un secreto y nadie, salvo los que viven en este sacrosanto lugar, lo saben

- Aaah. - dijo, con el tono de alguien que comparte una revelación - Lo es, ¿verdad? Sacrosanto. - Inclinó levemente la cabeza, como queriendo examinar a la mujer desde un ángulo distinto. Desde todos los ángulos, en cierto modo.

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04/10/2019, 12:41
Vesper Blue Proctor

¡Vesper Blue, tú y tus ganas de hacerte la gallita! ¿Tenías que mostrarle al nuevo que eras especial, no? ¿No te podías contener...? ¿no podías fijarte en las vibraciones de la pintura sin hacer todo este circo? Resoplé. De todos modos iba a enterarse tarde o temprano, ¿Por qué retrasarlo? Además el cuadro es especial... y él también. Es decir, míralo.

La forma en la que se cubrió la boca con la mano me dio un subidón de placer que no pude disimular e inspiré más fuerte de lo normal como si pudiera extraer esa sensación del aire. Mis ojos hicieron una circunvalación por el lugar, hablamos un poco más y luego noté que había cambiado su porte a uno menos relajado, ¿Estaba nervioso? Bueno, al menos se rió con mi chiste... Uff, querido, si supieras más cosas de mí estarías aterrado. O excitado. O ambos.

Sin embargo, su pregunta me puso nerviosa, había una connotación que no lograba cazar del todo y temía equivocarme dándole una percepción errónea con mi respuesta. Nuevamente, Vesper Blue se había metido en algo más grande que ella y que no tenía idea de cómo manejar... Cuándo aprenderé. Yo solo quería ver al monstruo que él se imaginaba... pensé lamentándome, pero no, no me lamentaba por mis actos, si no por no lograr mi cometido.

Logré contestar, tratando de no sonar dubitativa -Lo es, al menos para mí -aunque por mi expresión estaba dejando en claro que había algo que se me escapa. -No sé si tenemos la misma concepción de qué es un lugar sagrado -me expliqué y volví a acomodarme el cabello, finalmente señalé hacia la puerta -¿Quieres subir? Por la cerveza, digo -comencé a caminar hacia la puerta de salida pero a mitad de camino me detuve y movida por la culpa acoté -Lo siento, no quise asustarte... De veras.

Y seguí mi camino.

Notas de juego

Aviso que intercalo primera y tercera persona al escribir dependiendo de qué quiero mostrar del PJ, si te molesta me lo dices :-)

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04/10/2019, 13:53
Redmond Fox

- Blue - dijo, con un tono cuidadoso, lo suficientemente alto como para que no pudiera ignorarlo, pero no imperioso. No se había movido del centro de su taller y la mujer estaba a punto de salir. Podría incluso fingir que no le había escuchado y hacerlo...

Notas de juego

Ningún problema con el salto de primera a tercera persona. Muy interesante.

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04/10/2019, 21:00
Vesper Blue Proctor

Iba a salir de la habitación pero al escuchar su voz me detuve en seco, ¿Acaso lo había roto de alguna manera que ignoraba? Qué mal, porque no tenía idea de cómo arreglarlo. Volví sobre mis pasos y lo miré confusa y ligeramente preocupada -¿Qué te pasa? -pregunté y me incliné para observarlo como él se había inclinado antes para mirarme. -¿Te sientes bien? -inquirí luego tratando de ser útil -¿Te puedo ayudar en algo?

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04/10/2019, 22:02
Redmond Fox

- No, no, tranquila. - dijo Red, sonriendo. - Ahora soy yo el que debería preguntar si te he asustado. - Se quitó las gafas con tranquilidad y se las limpió usando el borde de su camiseta como improvisado paño. Sus ojos eran de un color que Vesper Blue no había visto nunca: marrones... pero con un matiz rojizo. No eran normales. - Espero que no. Tú tampoco me has asustado antes, solo me has sorprendido. No todos los días conozco a alguien con tu... sensibilidad

Mantenía la sonrisa, y miraba a Blue con unos ojos que eran tremendamente inquisitivos. Examinaba a la mujer, la analizaba, y puede que no lo hiciera del todo adrede, sino que no tuviera elección: que ese fuera el modo en el que se relacionaba con el mundo. Con todo el mundo. 

El pintor se puso de nuevo las gafas. De algún modo, la intensidad de la sala bajó. Pero no del todo: Vesper se enfrentaba de nuevo a su reflejo, pero ahora sabía que, al otro lado de los espejos en los que ahora se contemplaba, la mirada seguía allí.

- Te acepto esa cerveza. Puede que hasta el queso. Subo en un momento y te busco, tengo que dejar esto un poquito apañado, ¿ok?

La verdad es que todo el taller era un desastre, pero uno en el que Red parecía encajar. Allí estaba, y allí, de algún modo, pertenecía.

Notas de juego

Por mí podemos cerrar aquí, a menos que quieras que subamos a tu invernadero y sigamos un ratito. 

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04/10/2019, 22:47
Vesper Blue Proctor

-No me asustaste -repuso inmediatamente, tan rápido que se notaba que era mentira. Una sonrisa acompañó la expresión de sorpresa del rostro de Vesper al verle los ojos, ya se estaba preguntando cuándo se dejaría ver. Luego se puso a pensar, qué peculiar... Quizás tendría que tener más cuidado con quien se hacía la chulita. -Ni yo a alguien con tus ojos -respondió con simpleza pero visiblemente intrigada, como si estuvieran hablando de características de lo más normales; sin darse cuenta le hizo una caidita de ojos y se vio repentinamente reflejada en los anteojos de nuevo. Inmediatamente se ruborizó y se puso seria, se dio vuelta con cierta violencia -Claro -dijo resueltamente y trató de borrar las expresiones que se le estaban escapando por la cara, caminó hacia la puerta y luego de detenerse y echarle una mirada a lo que el pintor había escrito se preguntó si podría volver a entrar la próxima vez. -Te espero -musitó y se marchó sin más.

Notas de juego

Cerremos :-) A menos que quieras que se intercambien más secretos, porque ella le preguntará por sus ojos XD

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05/10/2019, 00:28
Redmond Fox

Red se quedó un instante solo, en el centro de su taller. Reflexionó sobre lo que había pasado. Esto era un lugar sacrosanto, Blue lo había definido muy bien; un santuario para gente especial, que veía el mundo de otro modo. Un templo donde se veneraba el Arte. Y un lugar que podía servir para abrir las puertas de la percepción de tantos otros.

Oh, las posibilidades. Las conexiones. El modo en el que las distintas piezas podrían combinarse entre sí, el potencial. Era casi erótico. 

Y, claro está, los sueños.

Muchos de los cuadros de Redmod se basaban en cosas que soñaba. Miró el cuadro a medio terminar que había encandilado a Blue. El gigante rojo se le había aparecido en una pesadilla, huyendo de una explosión que había devorado el horizonte. Y cuando la luz de la explosión se hizo menos aterradoramente brillante, Redmond vio, por un instante, las formas grotescas que había más allá...

Un escalofrío le recorrió el cuerpo. Sabía que debía borrar la imagen de su mente lo antes posible o no podría concentrarse en todo el día. Y la única forma que tenía de hacerlo era soltar esa imagen en el cuadro. Dejarla allí, contenida. Pero, ¿debía plasmar lo que había visto? Hasta su mera insinuación en un cuadro podría ser devastadora para una mente no preparada...

Apartó el pensamiento un instante. Tenía que comer queso y beber cerveza.

Se quitó la camisa. Sabía que tenía una limpia por algún lado, en alguna caja aún cerrada. Cogió un cutter y, con cuidado, abrió un par de ellas. En la primera encontró algo de ropa, pero nada que le gustara. En la siguiente, cuadros; pequeños retratos y bocetos. 

Aaah...

Sonrió. Repasó un par de cuadros y al fin encontró el que buscaba. Volvió a sentir un escalofrío mientras lo sacaba de la caja y lo desenvolvía.

Eran dos simples ojos azules, rodeados de cuatro símbolos: los cuatro palos de una baraja.

Notas de juego

Y, ahora sí, cerramos. Muchas gracias, me ha encantado el tema :D

De los ojos de Red hablaremos en otra ocasión 8)