Partida Rol por web

"The Last of Us: Un nuevo comienzo" (+18)

[CAPÍTULO 1] - Endure and Survive

Cargando editor
24/04/2023, 16:41
Sunny

Sunny se relajó un poco cuando Walker accedió a que ella le tratara la herida. Aún le quedaba algo de material sanitario si no se equivocaba. 

Entiendo, eres un lobo solitario— dijo, comenzando a tratarle la herida, haciendo un torniquete por encima y limpiando la misma para ver qué tipo de hemorragia era —. Pero, si estás dispuesto a aprender de una cría, puedo darte un par de consejos— sonrió amablemente. No obstante, la sorpresa se alojó en su rostro cuando él se ofreció a entrenarla —. Quid pro quo— comentó en latín, dando a entender que aceptaría sus enseñanzas y ella compartiría sus conocimientos con él para aumentar ambos las posibilidades de sobrevivir en aquel mundo que había dejado de ser amable con la humanidad.

Agradeció la ayuda de Liam, fuera para cortar una venda, presionar o simplemente alcanzarle el material necesario. El falsificador le transmitía una tranquilidad que la presencia de Oso amenazaba con derribar. Sobre todo cuando dio aquel sutil ultimátum.

Sunny miró a Chad, sin saber muy bien qué responder tanto a las palabras de Oso como las de Strickland. Sabía lo que quería el joven pero ahora mismo quizá les convenía formar parte de un grupo considerable, al margen del beneficio lucrativo. Además, estaban también Arthur, Liam y Vika. Ambos adolescentes los conocían y quizá era hora de mirar más allá de la sombra de F.E.D.R.A.

Cargando editor
24/04/2023, 17:15
Vika

No sé qué se traían entre manos Strickland y Oso pero debería de ser algo muy jugoso para que nos lo ofrecieran, aunque claro tanto en el caso de Barry como en el mío parecía que más que una oferta se trataba de una obligación para compensar lo de King Raül. Aún así, parecía que no teníamos mucho donde elegir: O nos íbamos y dábamos la espalda a lo que tenían en mente, asumiendo que había una deuda que pagar; o bien formábamos parte de aquello y pagábamos.

Miré hacia Barry y torcí el gesto. No, no me gustaba aquello pero ¿Acaso había alternativa? Además aún en el caso de que no hubiera una deuda que saldar, que aquellos dos estuvieran tan interesados no hacía más que arrojar la sensación de que tal y como había valorado Walker, se trataba de algo muy lucrativo.

- Espero que sea lo suficientemente "lucrativo" como para compensar lo de King y sacar tajada - comenté a Barry, mostrando mi interés en el negocio a expensas de obtener de cualquier otra forma la compensación a la deuda contraída. Que los demás se apuntaran, era buena señal. A saber lo que harían con cualquiera que no quisiera formar parte, dudaba mucho de que lo dejasen abandonar con vida el edificio.

Finalmente, me agradó escuchar que nos quería en el equipo y prefería que aceptásemos voluntariamente a ir obligados, sólo así se podía entender que la deuda fuera perdonada a poco que trabajásemos en la misión - Está bien, cuente conmigo.

El capo había empeñado su palabra delante de todos nosotros, podría parecer banal pero ya teníamos algo donde antes no había nada. 

Aún así el trabajo no debía de ser nada fácil a tenor de algunas expresiones utilizadas por Strickland - ¿riesgo máximo? ¿de qué estamos hablando? - pregunté más por curiosidad que por temor, acabábamos de liarla parda ahí fuera y parecía que no era nada en comparación con lo que estaba por venir.

Me sorprendió la excepción que hacía Miller con respecto a su adhesión a la misión - ¿niños? - Oso y Strickland, no parecían de esos tipos, aunque eran tiempos en donde era difícil poder asegurar nada. Miré a Sunny y Chad, no eran precisamente adultos pero esperaba que estuvieran dentro de igual modo, también Michelle, todos.

Cargando editor
24/04/2023, 23:50
Chad Franklin

Chad había permanecido silencioso durante el trayecto a los estudios Pinnacle, siempre cercano a Sunny en todo momento, tratando de verse frente al Jeff Strickland y el Oso no como a un crío menor de edad que podría ser considerado un lastre o estorbo, si no como un potencial y valioso activo para lo que ambos capos contrabandistas tuviesen entre manos realizar. Intuía que algo realmente grande se estaba fraguando entre bambalinas, y habiendo tomado la decisión definitiva de dejar atrás y para siempre las instalaciones de FE.D.R.A. junto a la muchacha pelirroja, al igual que semanas atrás hiciesen Riley y Ellie, no dudaría en abrirse camino.

Esta gente controla enteramente la QZ de Boston, y si nosotros dos vamos a partir de hoy a buscarnos la vida como podamos lejos de la vida de miseria que nos promete FE.D.R.A, más nos conviene ganarnos unos buenos apoyos. Riley siempre mencionó que ella particularmente se uniría a los Luciérnagas de Marlene una vez finalizase la Escuela Militar Preparatoria, convenciendo a Ellie de que le acompañase, pero también mencionó que buscar trabajar como chico de los recados para una de las bandas locales no era una mala opción. ¿Cómo estarán ese par? ¿Les estará yendo bien? Hace semanas que marcharon y nada hemos sabido nada de ellas...

El joven afroamericano podía ser todavía un adolescente, pero su edad no distaba en demasía de ese tal David. Incluso para cualquiera sería era obvio percatarse que Chad era un portento físico, un joven de envidiable complexión atlética que con muy poco sería capaz de abrirse camino en aquel mundo que les había tocado vivir pese a todavía ser inexperto. Lo que más temía era que no aceptasen a Sunny, quién definitivamente se veía bastante más escuálida y frágil, habida cuenta de las miradas que en un par de ocasiones le echó el Oso a la joven.

- Sunny, se que la simple idea que voy a mencionarte debe parecerte una completa locura, pero creo que jamás se nos brindará una oportunidad como esta... - le explicó el joven en un susurro de voz a su compañera, una vez accedieron al interior del piso franco y encontró una ocasión propicia para dialogar con ella. Sabes que de permanecer en la EMP, tarde o temprano nos largarán del lugar en cuanto cumplamos la mayoría de edad, como bien te dije. Solo unos pocos pueden hacer carrera allí dentro y optar a unos buenos puestos en el escalafón, mientras que el resto serán "recomendados" para realizar trabajos precarios y forzados a malvivir. ¿No acordamos que cuando tuviesemos oportunidad... - bajó todavía más la voz el joven recluta, echando un par de miradas indiscretas a un lado y otro - ...buscaríamos a los Luciérnagas o a algún grupo local con poder e influencia? ¡Esto es justo lo que necesitamos! ¡Debemos mostrarnos útiles y sacar lo mejor de nosotros! Necesitamos formar parte de todo esto.

Sunny jamás habría visto a Chad tan determinado y convencido de algo, en todos los años que habían compartido juntos. ¿Puede que se estuviese equivocando y proponiéndole meterse en algo que quizá les viniese grande? Era posible pero, ¿¡cuántas veces el muchacho había estado allí para ella y le había demostrado que solía tener un sexto sentido para esas cosas?

La suerte quizá estuvo de parte de ambos jóvenes, cuando se presentó la oportunidad de que Sunny demostrase sus puntos fuertes. Chad siempre había sabido que la joven era extremadamente inteligente y diestra, especialmente en todo aquello que tuviese que ver con conocimientos médicos y botánicos. La voluntad y decisión de practicarle los primeros auxilios al mercenario había sorprendido incluso al propio Chad, quién si bien dudó unos instantes al verse aquel hombre aparentemente tan duro, despiadado y salvaje, supo que con aquel gesto quizá había disipado ciertas dudas. Debía aprovechar el hecho de que incluso Walker se había ofrecido a enseñarle.

- Señor Strickland, Oso... - mencionó con visible determinación, sosteniéndoles la mirada a aquel par de hombres que tanto impondrían a cualquiera - Sunny y yo queremos formar parte de esto. - y antes si quiera de que la duda pudiese materializarse en la mente ellos, Chad se apresuró a continuar - Podemos vernos ciertamente jóvenes e inexpertos, pero le aseguro que difícilmente va a encontrar dentro de la QZ a alguien con el conocimiento y las habilidades médicas de Sunny. - señaló a su amiga, quién en esos momentos estaba practicándole un excelente vendaje a Walker, una vez ya le había limpiado previamente la herida - No solo eso, ha devorado decenas de libros e informes confidenciales de las patrullas de FE.D.R.A que exploraron nidos de infectados en el exterior... y les puedo asegurar que es de las que más entiende como funcionan y piensan esas cosas, creedme. Seguro que será de mucha ayuda ahí afuera, llegado el caso. - trató de demostrar la valía de Sunny, una vez escuchó la discusión interna de ambos líderes. En cuanto a mí... He batido varios récords de la Escuela Militar Preparatoria y muchos mencionan que podría haberme convertido en un atleta, si hubiese nacido un puñado de años atrás.

Por último, hoy mismo ambos ya nos hemos enfrentado a infectados dentro del Hospital Adjunto... - reveló Chad para sorpresa de más de uno - ...aunque perdimos al doctor Caleb en el proceso, aún estamos aquí para contarlo. ¿No debería contar?

¿Quién de los allí presentes podía decir lo mismo? Si bien algunos de los presentes habían sufrido en sus carnes el estallido inicial del Cordyceps y sufrido pérdidas, más de uno de los hombres de Jeff o el Oso jamás habían presenciado el ataque de un infectado. ¿Quién no les aseguraba que llegado el momento, se verían amedrentados y asustados? Sunny y Chad había sufrido aquel shock y desconcierto iniciales, pero lograron sobreponerse y actuar a fuerza de voluntad. 

 

Cargando editor
25/04/2023, 01:04
Ambientación

Sentado sobre una mesita auxiliar, cercana a la mesa de billar del centro de la estancia y atento a lo que allí se conversaba, Saint Andrés se decidió a intervenir, una vez varios de los muchachos dialogaron entre sí y acordaron una decisión colectiva y unánime. No solo afirmarían lo que resultaba una obviedad, que todos estaban dentro, si no que apoyaron al chaval afroamericano que acababa de intervenir.

- Jefe, Oso. - levantó la voz el mercenario que solía ser el portavoz del grupo en ese tipo de ocasiones -  Aunque nuestra respuesta era obvia ya desde el inicio, dado que has pedido que todos y cada uno nos posicionemos en todo este asunto, pues seremos claros al respecto. - y tras dar una última mirada de reojo a cada uno, asintiendo en conformidad, volvió la vista a Jeff - Todos estamos dentro de lo que se esté cociendo. No íbamos a quedarnos fuera.

Y aunque iba a mencionar que los putos críos sobraban en todo este asunto y que había que largarlos, lo cierto es que tras escuchar al chaval... ¿Chad eras? Y ver las habilidades medicas de la muchacha... - se meció unos instantes la perilla, para terminar asintiendo - Por mi parte no hay problema en que se nos unan. Supongo que todos empezamos más pronto que tarde, y si hasta viene el calzonazos de David...

- Eh, no me vengas con esas cabronazo. - se molestó el menor de los García por el comentario jocoso de Saint Andrés, que sacó un par de risas a más de uno - Oso, diles la verdad. ¿No he demostrado tenerlos bien puestos en el Giocomo's? Joder, no solo salté más de dos metros de azotea a azotea para salvarles el culo a la mayoría... ¡si no que le reventé una botella de licor en la cabeza al mastodonte del grupo de King!

Nicky Love soltó una buena risotada, recordando la escena posterior, relatando lo que siguió a continuación.

- ¡Ya lo creo que lo hiciste! Pero solo lograste cabrearlo, que te levantara por los aires como a un saco de patatas y que te lanzara contra los taburetes de de la barra, jajaja.

Dave Beltrán dedicaría una mirada seria y dura a los que discutían, especialmente a Saint Andrés y al menor de los García, instándoles a callar y centrarse en el asunto que les concernía. El silencio volvió a reinar en el lugar hasta que Nicky Love volvió a intervenir, todavía esbozando un sonrisa.

Jeff, Oso, yo también estoy dentro. - guiñó el ojo Love, realizando un par de estiramientos y lanzando algunos puñetazos al aire. Tanto para la pelea en el ring esta tarde, como para toda la movida posterior que estéis organizando. ¿Se paga bien, verdad? ¿De cuánto estamos hablando cuando decís que el negocio será "lucrativo"? Uno siempre tiene que mirar por sus intereses, ya me entiendeis... - expresó con naturalidad, demostrando que era una cuestión obvia que todos deseaban saber.

Definitivamente el ambiente había cambiado en el lugar, permitiéndose la inmensa mayoría bromear y rebajar la tensión. Con Walker habiendo aceptado el trabajo, y todos los hombres del Oso y Jeff por igual, ya solo restaba ver la decisión de Vika, Arthur, Liam Young y los hermanos MacLeod. ¿Terminarían aceptando como el resto de los presentes? Por pura lógica, el solo hecho de que les hubiesen invitado a acompañarles hasta allí implicaba que eran todos y cada uno de ellos activos importantes... Si se trataba de una incursión al exterior, ¿no implicaría que precisaban salir de la QZ por los túneles o empleando acreditaciones falsas? Liam era necesario. ¿No precisarían a caso exploradores y mercenarios diestros, a parte de los hombres con los que ya contaban? Era obvio que gente como Vika, Arthur y Walker eran necesarios. ¿Y los hermanos MacLeod? ¿Puede que el lugar al que debía ir estuviese un tanto alejado? ¿Y si el Oso y Jeff precisaban exactamente eso por parte de Barry?

Elliot le dedicó un susurro velado a Michelle, tratando de disipar sus posibles dudas e instándola a convencer a su hermano.

- Eh, Mich. Deberías quedarte a escuchar lo que tengo que decir, y ambos, - señaló también a Barry - formar parte de esto... Créeme cuando te digo que te interesa y mucho, saber que está sucediendo. En verdad todo lo que he descubierto ha sido... por ti.

 

 

Notas de juego

En este turno necesito que confirméis que formáis parte de esto (los que todavía no os habéis posicionado) antes de que Elliot relate la información que tiene en su haber. De momento ni Jeff ni el Oso han propuesto/mandado interrogar al rehén, por lo que continúa en la sala anexa férreamente custodiado por Pablo. Se le podría persuadir(interrogar) o torturar para que cante lo que pueda saber, con la respectiva tirada acorde.

Vika a cargado a cuestas el cadáver de King y está en la sala adyacente (por si le queréis sacar alguna utilidad, me especifiquéis en que sentido).

De forma opcional, se puede jugar al billar (1vs1 o 2vs2) y/o a las recreativas mientras hacéis tiempo, realizando tiradas enfrentadas de (DESTREZA + INTELIGENCIA)/2  los que decidan competir. Para Sunny y Chad las recreativas son algo que jamás habían visto ni jugado, por lo que necesitaríais que algún adulto os explique de que se trata (hay monedas viejas en el lateral de las máquinas).

Podéis usar la zona ajardinada de la azotea para hablar en privado entre vosotros, en caso de que alguno quiera conversar con alguien en concreto sin que la conversación sea oída por el resto.

Si tenéis alguna duda o precisáis alguna aclaración, sin problema os la resuelvo en privado o por el off.

Cargando editor
25/04/2023, 14:11
Jhon Walker

Tenemos un trato Sunny, se nota que eres lista y tienes lo necesario para salir adelante. - respondo accediendo ante la oferta de Sunny de compartir conocimiento conmigo y enseñarnos mutuamente.

Sabe hacer negocios, vaya cría, en verdad me impresiona, lo cual no es fácil. - pienso mientras mi rostro esboza una sonrisa sincera.

Tras la intervención de Chad, en la cuál, este último demostró que los tenía bien puestos, me planteo también tomarlo bajo mi tutela, pero primero, necesitaba ver de lo que era realmente capaz.

Voy escuchando a todos hablar y torciendo el gesto eventualmente cuando hacen alguna mención sobre los críos.

Que quede claro que esta niña tiene mi aval, en estas pocas horas ha demostrado ser digna de mi total confianza, es más, fue capaz de meterle una bala en el cráneo a un infectado recién nacido y si la ven, no muestra signos de depresión.

Así que, en lo que a mi respecta, ha demostrado tener lo necesario para sobrevivir allí fuera y quien diga lo contrario, ya puede irlo discutiendo conmigo que aún tengo ganas de estirar los músculos.

En cuanto al chaval, pues huevos no le faltan, así que me fío de él, al menos de momento. - sentencié poniendo en claro mi punto.

Me queda claro que ninguno de los dos va a dudar al momento de jalar del gatillo ni mucho menos va a devolver la papilla luego de enfriar a alguien.

Así que, yo responderé por ambos. - agrego con total seguridad.

Cargando editor
26/04/2023, 10:53
Barry "Fortuna" MacLeod

Aunque ya intuía que aquello no era más que la calma antes de la tormenta, llegar al piso franco había supuesto una pequeña liberación para todos. Solos o buscando compañía, unos y otros iban moviéndose por el piso, buscando su lugar.

Me llamó la atención la curiosa pareja que se formó entre Walker y la cría, Sunny. Había algo en ello que no terminaba de cuadrarme, y mucho menos de gustarme, sobre todo por parte de él. Puede que fuera que ya esperaba siempre lo peor de las personas, pero había conocido ya a más hijos de puta amantes de los niños de los que mi estómago soportaba. Sólo esperaba que lo que estaba presenciando no fuera por ahí.

Para mi sorpresa, tras no sólo mandar llevar al prisionero a otro cuarto sino a otro piso del bloque, con lo que nos asegurábamos de que no oyera nada, Oso se acercó a mí. Me puse tenso, no lo voy a negar, y es que había tenido siempre buena relación con él, sobre todo por el recuerdo de mi padre y los negocios que hacían, pero sabía que lo que había hecho le había contrariado. Aún así, sus palabras fueron conciliadoras, mostrando su deseo de echarme una mano pero también de que Michelle y yo participásemos en lo que tenía entre manos.

- Gracias por tus palabras, Oso, significan mucho. -Le agradecí asintiendo con seriedad- Escucharemos la oferta con atención.

Mientras Oso se reunía con Strickland, tuve ocasión de compartir unas palabras con Vika. Necesitaba pedirle disculpas por cómo le había hablado, y aunque ella decía comprenderlo, las disculpas en sí seguían siendo necesarias. Padre me había educado así, y mi carácter era de lo poco que me quedaba de él. Vika se lo había tomado bien, todo lo bien posible dadas las circunstancias, demasiado. Éramos familia, al fin y al cabo. No de sangre, claro, pero como si lo fuera para mí. No había mucha gente que me importase, pero si bien ella nunca estaría por delante de mi madre y mi hermana, tenía un tercer lugar indiscutible para mí. 

- ¿Michelle? Bien, supongo... -Respondí sin demasiada convicción, torciendo el gesto. Probablemente mi hermana distaba de estar bien después de todo lo que le estaba tocando vivir en un sólo día, aunque había demostrado saber aguantar como una campeona- Está siendo un día difícil para todos.

Fue entonces cuando, tras buscar un lugar donde poder tomar asiento, todo se precipitó y se fue a tomar por culo. No fue que sucediera una cosa, sino que se fue juntando mierda que me caía encima desde todas direcciones. Parecía que me iba a engullir, y que sólo podía bracear con fuerza esperando lograr salir a flote de aquellas arenas movedizas. No se salía a flote en arenas movedizas.

Michelle me preguntó por lo sucedido con Vika, pero confirmándole que las cosas estaban bien quise dejar para otro momento el explicarle lo que había sucedido. No obstante, ella sí me contó algo en voz baja. Era un problema serio, serio de cojones. Me quedé unos largos instantes con la mirada perdida, meditando sobre ello, aunque mi hermana se percataría de cómo mi respiración se volvía más y más profunda. Tenía que haber una solución, una salida, sólo que yo no era lo bastante listo para verla. Al menos, a tiempo. 

No era la primera vez que no llegaba a tiempo. 

Lejos de poder decirle nada que la ayudase, lo único que hice fue preguntarle, mientras pensaba en cómo sacarnos de aquel lío. Pero entonces Oso lanzó la bomba: podíamos irnos, pero si nos quedábamos y escuchábamos lo que contase el chaval, estaríamos obligados a participar. Suponía ir a ciegas, una puta locura. Lo único que nos decían era que era algo grande, y algo grande suponía buen botín, pero también mucho riesgo. Para colmo de males, Liam arrojó un par de preguntas cuyas respuestas terminarían siendo un jarro de agua fría sobre mí, sobre todo la referente a la localización. Implicaba salir al exterior, al peligroso exterior.

Un viaje al infierno.

Y no se trataba sólo de eso, como si fuera poco de por sí. Strickland, que había respondido a tales cuestiones, dejaba claro que consideraba que Vika y yo teníamos una deuda con él por lo de King. Crucé una mirada preocupada con Vika tras oírlo, pero negué con la cabeza despacio, negándome a decir nada. Jeff Strickland no era un hombre al que pudieras negar ni siquiera la evidencia, y aunque sabía que aquel mafioso no tenía razón, la razón no tenía nada que ver. Yo no le había quitado nada que le perteneciera: había capturado a King cuando se escapaba y no estaba en manos de nadie. Era mi prisionero, y de buen grado lo habría entregado de haber podido, pues venderlo era mi prerrogativa; al igual que matarlo si era necesario, como terminó siendo. Pero no podía decirle a Jeff Strickland que eso no era justo, porque el mundo no se guiaba ya por cosas como la justicia. Era únicamente una cuestión de poder, nada más. No nos conocíamos como para que hubiera respeto entre nosotros, esa era una carta que únicamente podía jugar con Oso. Era simple poder, el que tenía ese mafioso de hacer que lo pagase si lo desafiaba. Mi salida, nuestra salida, debía ser otra. 

Mis ojos se movieron inquietos por la sala, tamborileando nervisoo uno de mis pies contra el suelo, comprobando cómo unos y otros iban apuntándose abiertamente a aquella misión casi suicida. ¿Qué sabíamos? Que había que salir de la zona de cuarentena, y que había que enfrentarse a militares de FEDRA. ¿Qué pintaban los militares fuera de las zonas de cuarentena que regentaban? Ni puta idea, pero debía ser algo serio. Walker se apuntó el primero, pues le bastaba saber que le pagarían bien. No era una sorpresa para mí, no como esa confianza que se estaba granjeando con la chiquilla sin que terminase de entender el motivo. No me cuadraba con alguien tan frío e impasible como Walker. Arthur tan sólo exigió una condición, la cual me hizo enarcar una ceja. ¿De verdad habíamos llegado al extremo de tener que aclarar algo así? Seguramente sí, la humanidad se había hundido hasta ese punto.

- Nada es lo bastante lucrativo para que merezca la pena salir ahí fuera. -Repliqué a Vika por lo bajo, amargamente- Otra cosa es que la necesidad apriete, y no haya otra opción.

Por supuesto, Vika se terminó apuntando, lo que no me sorprendió. Nos habían encasquetado una deuda por la puta cara, y había que pagarla por cojones. Yo, sin embargo, no podía limitarme a pensar en eso, necesitaba una visión más... global. Eran demasiados problemas al mismo tiempo.

Los matones que estaban al servicio de Strickland se apuntaron a la tarea, para mi sorpresa. Lo cierto eras que pensaba que se quedarían con él a buen recaudo en la zona de cuarentena, y que el mafioso buscaba gente ajena a su organización para realizar el trabajo y así no arriesgar efectivos. Aquello era raro. Los dos adolescentes también se apuntaron, o más bien se apuntó Chad, mientras que a Sunny prácticamente la apuntó Walker, cuyo alegato acerca de la capacidad de ambos jóvenes para sobrevivir fuera de los muros me dio ganas de vomitar.

- Claro, como que sobrevivir ahí fuera es tan sólo una cuestión de pelotas... -Murmuré resoplando con desdén. No sabía qué aborrecía más, si lo que acababa de oír o el hecho de que yo mismo habría pronunciado palabras similares años atrás, con la arrogancia de la juventud... y la estupidez.

Esos chavales no sabían dónde se estaban metiendo. Probablemente creerían que haberse enfrentado a un par de infectados o que les hayan disparo un par de militares ya les había preparado para todo, y Walker parecía querer incentivar esa idea. Pero nada que uno viviera dentro de la zona de cuarentena te preparaba para lo que había ahí fuera: para correr por un túnel a ciegas, con una veintena de infectados tras tus talones, sin saber si habría una salida o tan sólo un muro de escombros; para ver impotente cómo se llevan a tus seres queridos a rastras, sabiendo que no los ven más que como carne que echar a un estofado. No menospreciaba a aquellos críos: nadie, absolutamente nadie estaba preparado para lo que había ahí fuera. Sólo para desear tener la suficiente suerte para que no te tocase. Pero la suerte siempre se acababa.

Suspiré, poniéndome en pie pesadamente mientras hacía un barrido por la habitación con la mirada, contando. Asumiendo que los capos no iban a arriesgarse a salir fuera de los muros, estábamos allí sobradamente más de diez personas para acometer lo que fuera que tenían en mente.Tomé la palabra tratando de hablar con calma, mientras exponía diferentes puntos de forma clara y usando las manos para acentuar mis palabras.

- Quiero para mi hermana la misma prerrogativa que para Vika y para mí. -Indiqué con seriedad, alternando mi mirada entre Oso y Strickland- Oiremos de qué va la cosa y, si no nos convence, nos quedaremos aquí dos días o lo que estiméis necesario para no poner en peligro vuestro negocio. -Expuse, dedicando una mirada a Michelle de medio lado. Bajo mi punto de vista, Vika debería haberse guardado esa carta también, ya que se le había ofrecido. Pero era mayorcita para tomar sus propias decisiones. También Michelle, pero aún tenía que velar por mi hermana pequeña- Si es razonable y está bien montado, quiero negociar el pago en privado. Puede terminar siendo... diferente al esperado. -Indiqué de forma críptica, observando a los dos mafiosos, especialmente a Oso-  Y por "bien montado" me refiero a evitar que un grupo tan numeroso se mueva en bloque por ahí fuera atrayendo la atención como los faros de un camión en plena noche. Somos mucha gente. -Demasiada, y eso atraía la atención, era una locura. Ahí fuera era mucho mejor moverse en pequeños grupos de muy pocas personas. Era más discreto, y permitía que los grupos diferentes siguieran rutas diferentes, aumentando las posibilidades de que al menos algunos llegasen a salvo.

Para la mayoría, aceptar un encargo como aquel se reducía a que "pagasen bien", pero mi hermana y yo teníamos necesidades especiales que satisfacer, así que sería necesario alcanzar un acuerdo justo, beneficioso para ambas partes como solía decir padre. Estaba dispuesto a saltarme todas mis promesas y regresar a mi pesadilla personal, y bien sabrían aquellos dos que tenía recursos que necesitaban, al menos si mis sospechas eran fundadas. Aunque puede que no supieran cuántos. Porque no creía que aquel golpe fuera a darse junto a los muros de la zona de cuarentena, sino bastante lejos, y eso requería saber moverse y contar con información, contactos y recursos varios para lograr ir y regresar.

- ¿Estamos de acuerdo? -Quise saber cuanto antes, esperando que las condiciones les parecieran razonables, dentro de la tensión del momento, a ambos mafiosos.

Cargando editor
26/04/2023, 10:56
Barry "Fortuna" MacLeod

Me habría gustado tener tiempo y facilidades para hablar largo y tendido con mi hermana acerca de lo que me acababa de confesar. Lamentablemente, las cosas eran como eran, y no como nos gustaría. No teníamos tiempo, era necesario dar una respuesta a aquella gente y el marrón en que estábamos metidos era descomunal. Si hubiera sabido algo de aquel asunto antes, no sabía qué habría propuesto. Si me lo hubiera dicho antes de salir de casa esa mañana, si lo hubiera dicho cuando nos juntamos en aquel almacén, antes de salir al tiroteo... Pero ahora las cartas estaban echadas, y posiblemente no quedase más remedio que tirar para adelante.

- ¿Cómo les pasas la información, en persona? -Pregunté en voz baja, con la mirada puesta en las distintas intervenciones que se sucedían ante nosotros, y que evitaban que nadie se fijase en nuestra conversación- ¿A cuánto asciende la deuda?

Cargando editor
26/04/2023, 19:37
Michelle MacLeod

A decir verdad, me habría quedado más tranquila si mi hermano me hubiera pegado cuatro gritos al confesarle aquello que tanto me había costado, y que no debería haber sabido; algo que me torturaría más adelante ante cómo se desarrollarían las cosas.

Durante unos largos momentos, Barry se quedó callado, con la mirada perdida y pudiendo terminar por notar cómo su respiración era profunda. Podía permanecer relativamente quieto, pero su interior no debía estar para nada calmado. Había terminado agachando mi mirada, consternada, cuando escuché sus preguntas y giré mi rostro hacia él; dándome cuenta de que su mirada vagaba por la sala.

- Suelo tratar con uno de sus hombres, que es quien me da los medicamente para mamá. Bueno, se trata de una mujer, Mellers. – le hice saber a mi hermano, apartando mi mirada de él para dejar que esta también paseara por el lugar mientras trataba de mostrar un semblante sereno. - Unas 150 BMG o 15 cartillas de racionamiento. – comencé a responderle en lo relativo a la deuda. – Tengo algo ahorrado, pero… Lo necesitamos para seguir saliendo adelante.

Dejé ahí mis palabras, al menos por el momento, y es que además de que la situación no permitía que nos explayáramos mucho, Strickland, el jefazo de entre los mafiosos, tomó la palabra para dirigirse a todos nosotros.

Cargando editor
26/04/2023, 19:39
Michelle MacLeod

Tras una breve introducción, Jeff Strickland comenzó a abordar aquel asunto por el que muchos ya esperarían. Me sorprendió el modo en el que trataba este, hablando de vivir aventuras, quizás añorando otros tiempos en los que poseía una vitalidad que le permitía arriesgar más. Pero lo que más me impactó, como no podía ser de otra manera, fue la revelación en torno a Barry y Vika. Si no queríamos involucrarnos en aquello, podíamos retirarnos ya mismo, pero ellos dos contaban con la licencia de poder quedarse a escuchar lo que tenían que proponer; pero no se trataba de una amable concesión. El líder mafioso enjaretó una deuda a ambos para mi sorpresa y preocupación, una de la que prometía liberarles si participaban en aquello que se iba a exponer, aunque terminara por no salir bien.

Miré acongojada tanto a mi hermano como a Vika, quien se había convertido en una especie de mentora para mí, además de considerarla como de la familia. Temía que ella se enrolara en aquello, viéndola muy capaz de hacerlo, y ante el mutismo de mi hermano, también temí que él lo hiciera; que aquello que tanto tiempo había evitado, fuera algo hacia lo que pensaba lanzarse.

Nerviosa, estuve a punto de ponerme en pie para dirigirme a Strickland, pero apenas levanté el culo del asiento antes de regresar a él con un suspiro lleno de frustración. Mi hermano no tardó en mostrar signos de nerviosismo también, pero aun así no pude evitar soltar aquellas palabras que ni siquiera pensé.

- Joder, Barry, dime que no… - susurré con impotencia.

Compartidos unos pocos detalles sobre aquella misión a emprender, los presentes fueron pronunciándose al respecto, incluida Vika; compartiendo poco antes algunas palabras con Barry en voz baja. Ella estaba acostumbrada a salir allí fuera, además tenía una deuda que saldar con esa gente, pero… Eso no hacía que su bienestar dejara de preocuparme. Hasta los adolescentes parecían apuntarse, haciendo que me preguntara aún más entonces de qué iría todo aquello, ¿quizás no se trataba de algo tan inaccesible? Aun no siendo así, aun siendo algo en lo que pudiera participar para solucionar parte de nuestros problemas… No terminaba de ver cómo podía emprender aquel encargo segura de no empeorar las cosas.

Casi como si estuviera leyendo mis pensamientos, Elliot me habló entonces en voz baja sobre la participación en lo que fuera que iba a contar. No sólo me instaba a escuchar lo que tenía que decir y a participar en todo aquello, creyendo que mi hermano también debía hacerlo, sino que parecía muy seguro de que me convenía oírlo.

- Pero quedarme a escuchar implica ya unirme a todo esto… - respondí dubitativa, sin que Elliot hubiera acabado de hablar. Fue entonces cuando me dijo que todo aquello lo había descubierto por mí, abriéndose mis ojos como platos e inclinándome hacia él, bajando aún más la voz si cabía. - ¿Lo sabes? – pregunté en referencia a aquello que mantenía oculto y no había revelado a nadie, pero se trataba de Elliot Hudson… - Claro que lo sabes, ¿cómo no ibas a saberlo? – comenté con una media sonrisa llena de resignación, y es que la información era su principal negocio. – Ya sabes lo complicada que es la situación entonces.

Apreté los labios tras aquella afirmación, bajando mi mirada un momento antes de volver a alzarla. Una idea empezaba a fraguarse en mi cabeza, pero no sabía aún si sería posible.

- ¿De verdad crees que sería capaz de algo así? – pregunté a Hudson, pues así lo parecía por sus palabras, y él sí contaba con toda la información. – No soy como mi hermano… De hecho dudo que nadie me hubiera hecho venir si no fuera por él.

Tenía intención de compartir algunas palabras más con Elliot, mientras ambos seguíamos además en la medida de lo posible lo que unos y otros decían, pero entonces Barry se puso en pie. Me faltó el aliento por un momento, aunque esto no se prolongó demasiado. No quería que mi hermano se implicara en aquello, pero en el fondo, una pequeña parte de mí, sabía que Barry encontraría la fuerza y la determinación para ello si creía poder solucionar algo con eso. Pero no sólo dejó en el aire la posibilidad de participar en aquella incursión que nos llevaría fuera de la zona de cuarentena, sino que solicitaba para mí la misma concesión que para Vika y para él, dando a entender junto a la mirada que me lanzó que no trataría de impedir que yo participara; debía tener muy claro que nada de lo que me dijera me impediría algo así si me lo proponía. Además, Barry también pidió de una serie de condiciones entre las que una llamó especialmente mi atención.

¿Un pago diferente al esperado? No se referirá a...

Cargando editor
26/04/2023, 23:54
Jefferson Strickland

A ver, señores, damas… pequeños… tal vez no me haya explicado bien y por ellos les pido disculpas. El negocio es muy lucrativo, y cuando oigáis los detalles, os parecerá tan claro como… como los jodidos pozos de las Fairy Pools. Puede que incluso siente las bases de un nuevo orden en la QZ, por lo que no solo será una cuestión de sacar algo de tajada para unos días o semanas, según cada cual, si no de situarse en la nueva… realidad. Y no les estoy vendiendo la moto, algunos ya me conocéis, y si no, conocéis al Oso, él puede corroborar todo lo que estoy diciendo.

Pero, por otro lado, siendo sincero, todo esto es, y ya seguro que lo han adivinado, es porque les necesito. Todos y cada uno de ustedes tiene una habilidad, una… digamos que cada cual aporta un valor añadido. Es por eso que desearía que se unieran, voluntariamente.

Entonces comenzaron las preguntas, algunas se podían responder en este momento, y otras no.

¿Niños, dice, Miller? Eso que significa, he visto mocosos con más sentido común que hombres hechos y derechos, y eso es algo difícil de encontrar. Aquellos que “echan huevos” sin más, acaban siendo champiñones, en el mejor de los casos. No soy partidario de mezclarlos en estos… monkey business, pero tampoco lo voy a impedir. Al final será su decisión. No toleraré que nadie se sobrepase con ninguno de ellos, en cualquier sentido, si es eso lo que le preocupa. Cualquier miembro del equipo tiene los mismos derechos, las mismas obligaciones, en función del riesgo de la tarea encomendada, cobrará más o menos, ese será, por decirlo de algún modo, el único privilegio.

Vika entonces se sumó, al igual que Walker. Tal vez eso creara tendencia, o tal vez no. Pero al menos, la banda iba configurándose.

Vaya, hijo – dije, dirigiéndome a Chad – agradezco tu ofrecimiento, y lo acepto. No obstante, recuerda mis palabras sobre los huevos. Tendrás tu función, y te ceñirás a ello. Nada de jugarse el bigote de manera gratuita. De valientes descerebrados están las cloacas llenas.

Fui asintiendo conforme los hombres se iban apuntando. Me gustaba eso, y lo respetaba. Por mucho que fuesen mis asalariados, y que sus funciones incluyeran el famoso “si, bwuana” a todo lo que se les decía, adoraba cuando lo hacían voluntariamente.

Concedido, Barry – dije, tras la intervención del señor MacLeod – y no solo eso, sino que se os tratará como iguales. Aquí no habrá clanes, ni clases… una vez dentro, se estará con todas las consecuencias, no habrá posibilidad de rajarse, y os encontraréis bajo el paraguas de la Strickland Inc., eso puede significar mucho, o no significar un carajo. Y no, puedes estar tranquilo, no seremos putos lemmings en busca de un botín, como dije, cada cual tendrá su función, y todo será cuidadosamente planificado, no habrá más movidas como la antes en el callejón.

Bien, joder, tengo la boca seca de tanto hablar… quien no quiera oír el resto, ya puede largarse a jugar al billar o a tocarse. ¿Beltrán? Dile a Pablo que traiga a nuestro amigo, es hora de comenzar el recital.

Cargando editor
27/04/2023, 11:22
Liam Young

Algo se activó en la mente de Liam al oír al mercenario adiestrar a Sunny. Sobre todo, al responder afirmativamente a la joven a la propuesta de intercambio de conocimientos. En el fondo sabía que alguien con la personalidad sociópata como Walker daba la impresión de tener mas opciones de sobrevivir en un mundo como el que debían vivir. Aunque Liam se negaba a creerlo. Quizá fueran otras fuerzas humanas las que había conseguido convertir a los bárbaros en una sociedad civilizada. A pesar del cierto desagrado, nada podía hacer. El falsificador no era pariente de la muchacha y debía dejar que escogiera su camino. No medió en el asunto y desvió su mirada hacia el mafioso, pues había llegado el momento de sumarse a la iniciativa.

Tras las palabras de Strickland, se sintió como si hubiera comprado el tónico milagroso de un charlatán. Al parecer, debían formar parte de una empresa que les otorgaría algo así como la tierra prometida en aquellos tiempos apocalípticos. Ese hombre parecía soñar con ser el nuevo monarca de la zona de cuarentena. Y se le veía con el entusiasmo y determinación de llegar a conseguirlo a cualquier precio. Si eso ocurriera, era necesario haber elegido el camino correcto. Así pues, manteniendo el perfil bajo que había llevado hasta aquel momento, se pronunció en cuanto pudo hablar. Varios de los presentes daban su parecer de manera positiva, aunque algunos a regañadientes. Y es que aunque quisiera dar el aspecto serlo, aquello no era una votación democrática.

- Si se valora mi participación, yo también quisiera formar parte de la iniciativa - Dijo escuetamente. Y esperó acontecimientos. Había máquinas recreativas de cuando era joven e incluso un billar, pero en aquella situación, de aparente calma, era en realidad uno de los momentos en los que tomaría una de las decisiones mas complejas de su vida. No había lugar para la diversión. Al menos por el momento.

Cargando editor
27/04/2023, 22:46
Vika

Cada cual interpretaba a su manera las palabras de Oso sobre "negocio lucrativo", pero de por sí estaba clara la finalidad de aquel discurso, buscaba motivar y animar a los oyentes a unirse a la causa, a la misión a través de la cual obtendríamos una recompensa generosa.

Strickland vino a darle una vuelta de tuerca más, en un tono más suave, con perfil moderado, vino a invitarnos a todos, sin distinción de clase, clan o tribu. Sin duda nos necesitaban, de ahí que mostrara guiños a todos, estaba claro que el éxito de la misión pasaba por reagrupar habilidades y allí estábamos quienes las teníamos; era una oportunidad.

De entre los presentes, fue Barry quien objetó condiciones, lo podía entender, allí estaba su hermana pero aparte Barry era un hombre afectado por un trauma - no tiene porqué salir siempre mal, aquello no tiene porqué repetirse - conocía y en parte también me afectó sólo que de manera distinta lo ocurrido - te necesitamos, nadie conduce como tú - miré con el rabillo del ojo a Walker y Miller, eran similares y a la vez distintos pero se podían agrupar muy bien - además eres insustituible. Haces que todo parezca fácil - la mañana había sido lo suficientemente intensa para demostrarles a todos que el grupo con el que había llegado hasta allí era de lo más capaz.

Los MacLeod tenían secretitos, no escuché lo que se contaban pero vi la cara de preocupación de Barry tras escuchar a su hermana. Sin duda había algo importante, y podía ser nefasto tratar de completar una misión teniendo la cabeza lejos. Juzgué no preguntarle nada, no era el momento.

Aparte Fortuna MacLeod persuadió a los jefazos sobre lo que estaba dispuesto a aceptar y lo que no. Sin duda tenía carácter y pensaba en más que su propio ombligo, como un hermano mayor protegería y cuidaría de Michelle y hasta de mí. Asentí a todo lo que proponía, era un buen negociador.

Parecía que todos los presentes nos sumábamos al proyecto, ahora tan sólo hacía falta conocerlo. Para ello, Strickland mandó traer al prisionero. Al parecer nos iba a relatar todo lo que sabía, eso o habría que sacárselo.

- Señor Strickland, he traído a King Raül hasta aquí - lo había cargado como si aún estuviera vivo. Le había colocado un saco en la cabeza y lo tenía en otra habitación, como si fuera otro prisionero más - creo que podría sernos útil en el interrogatorio. Si el prisionero ve que no nos andamos con contemplaciones con el segundo de Donovan, igual se toma más en serio su función de revelarnos todo, hasta los más mínimos detalles de la operación.

Cargando editor
28/04/2023, 01:34
Jhon Walker

Conforme escuchaba a Vika, no pude evitar negar con la cabeza, hasta que finalmente decidí ponerme en pie y caminar hacia ella.

Una vez salvada la distancia que nos separaba, coloque mi mano sobre su hombro y con expresión amable sonrío.

Si tu le muestras ese cadáver semi decapitado a nuestro informante, lo más probable es que se acojone y no hable.

Vika, sabes que te aprecio muchísimo, algunos podrían llegar a pensar que te quiero, dada la familiaridad con la que te hablo, y es por ello que creo necesario señalarte que estás confundiendo las cosas.

Nuestro informante no tiene nada que ver con el chaval de Donóvan, y, si lo entendí bien, él vino al Oso por voluntad propia y está más que dispuesto a colaborar por voluntad propia. - digo mientras me dispongo a tomar la carga de Vika para que ella pudiera ponerse cómoda.

¿Me permites ayudarte con el bulto?

Cargando editor
28/04/2023, 11:38
Sunny

Chad tenía razón... en parte. Sunny sabía que no estaba hecha para la vida militar en la escuela de F.E.D.R.A., quizá como profesora en un futuro, pero no para estar en primera línea. Eso la asustaba bastante, aunque la joven había demostrado más de una vez que por mucho que cayera, se volvía a levantar.

Lo más doloroso para ella era que ni siquiera se había podido despedir de Russell. Era lo más parecido a una figura paternal, siempre cuidando de ella y alimentando su potencial y su intelecto. Además, Sunny había conocido a su madre a través de los recuerdos de Russell, y no dejaba de pensar que él no aprobaría que se marchara así como así, pues sabía que ella le importaba. ¿La buscaría al enterarse de su desaparición? ¿Tanto cómo para abandonar al QZ? Una parte de ella deseaba que así fuera.

Chad decidió por ella y Sunny resopló, aún con dudas en la mente. La intervención de su compañero le resultó un poco presuntuosa, pero que Walker la avalara la hizo apretar los labios. 

Cuando Strickland habló, a la pelirroja le pareció que tenía demasiada confianza en sí mismo y ambición. No le agradó, pero no podía dejar solo a Chad. Así que suspiró y se levantó.

Puedo hablar por mí misma— dijo, algo nerviosa, mirando con sus enormes ojos verdes alternativamente al Oso y a su jefe —. Lo mío es el conocimiento y la información, no la acción. He estudiado y practicado primeros auxilios, sí, y supervivencia básica y botánica. También he elaborado mi propio, digamos, "bestiario"— hizo comillas con los dedos —sobre los infectados. Puedo además compartir información de FEDRA, sus cargos, sus modus operandi, y de otras organizaciones, como la banda de Donovan, por ejemplo...— apretó los labios tras humedecérselos con cierto nerviosismo —Si me aceptan, será suya, pero necesitaré algunas cosas para poder ser útil, como suministros médicos y... ¿sería posible conseguir un escáner? El cordyceps tiene más formas de contagio además de por mordedura.

Cargando editor
28/04/2023, 17:02
Vika

Perpleja me quedé cuando escuché el comentario que me dedicaba Walker - no, a ver... para nada voy a mostrarle un cadáver, no lo he venido cargando desde la plaza para proponer ahora algo tan burdo - ¿En serio había dicho que me conocía para pasar a describirme como alguien tan ingenua? - me he tomado la molestia de ponerle un saco en la cabeza y traerlo hasta aquí simulando que no estaba muerto, Walker. El informante no sabe que King Raül lo está y vamos a jugar esa baza - no acababa de entender cómo alguien se había hecho a la imagen de que mostrarle un cadáver al detenido iba a incentivarle a hablar ¿Acaso habría que cortarlo en pedacitos delante de él? No acababa de ver lo que se había imaginado. El informante era el tipo por el que King Raül había levantado toda aquella polvareda, lo quería recuperar - podemos esperar a ver si el informante colabora de buena voluntad y, en el caso de que se guarde un as en la manga o no quiera darnos toda la información, entonces podemos utilizar a King Raül - vamos que, les daba la primacía de utilizar el método que más les guste para interrogarlo y en el caso de que, el prisionero se resistiera o presentara oposición, entonces utilizar el cadáver aparentando que estuviera vivo para hacerle hablar.

- Barry, puedo hablar contigo... a solas - allí estaban ocurriendo demasiadas cosas como para ventilarlas todas con prisa, lo más prudente sería establecer una línea de acción o aclarar algunos puntos antes de que fueran irreversibles o nos condicionasen. Me levanté y antes de que trajeran al prisionero me aparté a una de las paredes más apartadas de la estancia.

Notas de juego

vale, me acaban de sacar del error, estaba confundiendo al prisionero con el informante. Edito y formateo el post.

Cargando editor
29/04/2023, 23:58
Vika

A lo largo de la mañana habíamos tenido tanto coincidencias como disensiones. Ahora a la espera de escuchar todos los detalles del "negocio lucrativo" del que hablan tanto Oso como Strickland y ante los gestos de preocupación que leo en el rostro de Barry después de que éste hablara con su hermana, aprovecho para en una zona apartada de la estancia en la que nos encontramos, poder conversar con él.

- Si Michelle necesita ayuda, puedes contar conmigo. Es más, si es una cuestión de dinero, no tendría problema en dividir lo que pueda ganar y echaros una mano - aún no sabía de qué se trataba "el negocio" pero si era cuantificable y podía ayudar a Barry o a su familia, lo haría - bah, qué demonios. Si necesitas mi parte, te la cedo toda - si me apuntaba a la misión no era sólo por saldar deudas sino sobretodo por explorar la zona, y no el dinero.

Pero había más, Fortuna se preocupaba también por mí, se comportaba como si tuviera un hermano mayor - oye, sé que salir ahí fuera te trae malos recuerdos. Pero tú eres más fuerte que todo eso, Barry - miré al resto de los que iban a componer el grupo para la misión, había gente que la conocía de vista, otros los había tratado y sabía que eran de fiar o más bien fiables, competentes - te conozco, Barry "Fortuna" MacLeod, ella estaría orgullosa de ver quien eres. Te daría ánimos y seguro que te recriminaría ese escepticismo. No tiene porqué salir mal - de presentarse la misión con más peligros que expectativas, estaba seguro de que se abortaría. Pero quería creer que no era así, que las probabilidades de éxito eran mayores que las de fracaso.

Antes de dar por terminada la conversación y volver - Ah, otra cosa - no quería que el tiempo me pillara los dedos - te aprecio, aprecio todo lo que haces, por mí y por los demás. Haces que este mundo merezca la pena. Aunque creo que en el fondo, es otra cosa...Barry, yo...me gustaría... me gustaría que... - lo llevaba valorando ya unas semanas, no sabía cuándo podría ser el momento. Pero ahora, ante la inmediatez de la misión, no quería dejarlo pasar.

Vi a Strickland avisar a uno de sus hombres para que acercaran al informante. Joder, siempre nos cogía el tiempo.

 

Cargando editor
30/04/2023, 06:14
El Oso

 El Oso se mantenía atento a lo que decían los demás, rascándose la barbilla y descansando un poco las piernas, que habían sido muy ejercitadas ese día. Estaba callado, contemplativo, expectante de las respuestas. La verdad era que le gustaría que todo el mundo diera el positivo y ya; pero sabía que debía ser difícil aceptar un trabajo a ciegas sin saber de qué se trata de antemano. Sin embargo, eran las condiciones que Strickland y él habían acordado. Después de todo, un poco de confianza era necesaria para crear un buen equipo.

 La conversación sobre incorporar jóvenes y adolescentes quedó zanjada con los comentarios de Strickland y sus hombres. El Oso había insinuado sus reticencias, pero bociferarlas le hubiese convertido en un hipócrita. Después de todo, uno de sus hombres de mayor confianza era un chaval un poco menos joven que Sunny y Chad. David era un crío en muchos aspectos, y formaba parte de la banda con total naturalidad.

- A David definitivamente hoy le han crecido un poco los cojones... de no ser por él y la vía de escape que generó, hubiéramos lamentado más perdidas. E incluso no tendríamos con nosotros a nuestro preciado informante... supongo que no hay argumento en contra de que se unan a nuestra causa, chavales... se les tratará como a los demás y se les pagará acorde a sus servicios, como a todos. También se les brindaran las herramientas que se necesiten, si es que lo suyo son más cuestiones médicas o de información... nunca viene mal...

 Strickland continuó con la venta de aquella misión a aquel grupo de mercenarios, logrando meter a casi todomundo en la bolsa; más allá de algunas clausulas y asteriscos que surgirían después, parecía que todo estaba en orden. Los mercenarios, gente labrada a base de contratos y oportunidades, seguramente sabían oler un Santo Grial cuando aparecía uno en el medio de toda la mierda de Boston.

- En cuanto a la cuestión de pagas, Walker, Love, luego les doy lo suyo por el día de hoy... y lo que se viene, bueno... les puedo asegurar a todos que van a quedar más que contentos. Miller, creo que quedas tu por confirmarnos tu participación. Pero te puedo asegurar que no vas a tener que matar a ningún chico ni nada por el estilo. No se si nos conoces tanto, pero Strickland Inc. tiene límites que no cruza...

 A ciencia cierta, era difícil decir si El Oso realmente estaba dictando una ley de oro de la organización criminal o simplemente creaba un lema en el momento para tranquilizar a Arthur. Por lo menos el hombre consiguió que le confirmasen que no lastimaría a ningún menor. Luego, Vika ofreció hacer algo con el rehén, jugando con la carta del cuerpo de King Raúl que nadie le había pedido que trajese. El capo mafioso todavía tenía una jaqueca provocada por la escena de Vika y Barry; y si bien con Barry ya había hecho las paces por los años de trabajo, con Vika le costaba más escuchar su voz.

- ¡La tortura a ese muchacho puede esperar, joder! O me encargaré de hacerlo yo hoy a la noche, a base de patadas en la nuca hasta el amanecer. Me da igual... Ahora, Elliot, escupe todo. Tienes mi permiso. Desde. El. Principio.

Cargando editor
01/05/2023, 00:24
Ambientación

Chad agradeció el voto de confianza que se les estaba dando tanto a él como a Sunny, aliviado de poder conformar parte de todo aquello. Lamentó interiormente haber tomado la decisión casi de forma unilateral, sin aguardar una respuesta clara y definitiva por parte de su amiga pelirroja, pero respiró mucho más desahogado cuando advirtió que lejos de mirarle con mala cara, la muchacha aportó su granito de arena al dirigirse al resto.

Todos y cada uno de los presentes fueron dando su asentimiento, con más o con menos condiciones o prerrogativas previas, hasta que llegado el momento, llegando a un consenso las partes implicadas, fue tiempo de que Elliot expusiese lo que tuviese que decir. Cierto era que Jeff Strickland deseaba sonsacarle más información al prisionero de Donovan, pero realmente aquello podía esperar a que el informante revelase lo que había descubierto.

- Muy bien, empezaré por el principio, Oso. - se aclaró la garganta el joven informante, carraspeando un par de veces antes de iniciar su exposición - Supongo que varios de vosotros os estaréis preguntando quién diantres soy yo, y que demonios he averiguado de tan suma importancia, como para que el mismísimo Donovan Peak envíe hasta su lugarteniente y buena parte de sus hombres, para darme caza y tratar de silenciarme por toda la QZ, precisando acudir al señor Strickland y el Oso para obtener protección. - tragó saliva un instante, para de inmediato apretar los puños y continuar - Mi nombre es Elliot Hudson, y desde hace ya tiempo me dedico entre otras cosas al tráfico de información dentro de la QZ. A veces en solitario, otras en compañía de mi socia aquí presente, - dirigió su mirada a Michelle MacLeod - nos hemos dedicado ambos a tomar encargos en los que nuestros contratistas nos pagaban una módica suma en BGMs o cartillas de racionamiento por seguirle la pista a un objetivo concreto e informar a nuestro cliente de todos sus movimientos, sin levantar sospechas en el objetivo ni exponer nuestras actividades. No es un negocio excesivamente lucrativo, pero sí es mejor que malvivir día tras día desescombrando las calles, limpiando las alcantarillas o retirando las pintadas de los Luciérnagas por unas míseras cartillas, los pocos días en que FE.D.R.A decide ofrecer algo. - y aquella era una realidad que ninguno podía negar. Pasar hambre y necesidad, además ver recortadas las cartillas de racionamiento sin justificación alguna, eran el pan de cada día. ¿Cómo se podía criticar que algunos jóvenes supervivientes buscasen otras formas de subsistir dentro de la QZ? Al menos ellos, dentro del riesgo que entrañaba su labor, no asesinaban a nadie...

- El caso es que recientemente noté que mi compañera estaba distinta, mucho más seria y preocupada de lo habitual, como si realmente estuviese metida en serios problemas, difíciles de afrontar - reveló con cierto pesar y preocupación, clavando la mirada en Michelle apesadumbrado - Mich, aunque fingiste estar bien y sonreías cuando nos reuníamos, te conozco demasiado bien para saber que algo iba mal estas últimas semanas... y que muy probablemente te guardaste para ti misma tus preocupaciones y problemas, para no implicarme o simplemente por no desear depender de nadie...

Lo cierto es que no tuve el valor de enfrentarte y pedirte que me hablases de ello, probablemente por miedo a incomodarte, lo cual quizá me llevó a cometer un grave error por mi parte... - se disculpó con la joven a la que tenía en muy alta estima, quién sabe si ocultando sentimientos que iban más allá de la simple amistad - yo... terminé siguiéndote en más de una ocasión para saber que es lo que tanto te preocupaba, descubriendo no solo la crítica condición de tu madre, si no el hecho de que estabas siendo chantajeada por Donovan Peak, entiendo que por información relevante que le resultase beneficiosa para sus fines, a cambio de los suministros médicos tan necesarios e imprescindibles.

Se que fui egoísta, pero de verdad no quería que dependieses de ese malnacido y estuvieses en la tesitura de verte chantajeada día tras día, viéndote incrementar la deuda y cayendo más y más bajo su red. Hoy quizá debiendo informar de esto, mañana quizá forzada traicionar a alguien o exponiendo tu propia vida, vete a saber si dentro de muy poco incluso, ejem, forzada a entregar tu cuerpo...apretó los puños con fuerza Elliot y susurró por lo bajo, cabizbajo e impotente, imaginando una escena que jamás querría presenciar en vida, y que bien sabía el cabrón de Donovan ya haría valorado a futuro, en el preciso instantes en que aceptó los términos de la joven. ¿A caso no había descubierto Elliot toda índole de negocios turbios que se llevaba entre manos aquel malnacido?

Sí, investigué a Donovan Peak estos últimos dos días. Deseaba encontrarle algún punto débil, algo con lo que quizá, no se, ya me entiendes, cambiar las tornas y volver la situación a nuestro favor... - Elliot se quedó callado, sabiendo que nada de lo que había hecho ayudaría a su compañera, si no más bien todo lo contrario. Se sentía un completo idiota, por muy buenas que hubiesen sido sus intenciones - ...sacarte del embrollo en el que te estabas metiendo, a expensas de tu hermano y de... mí.

Se estaba extendiendo en el relato más de o estrictamente necesario, decidiendo ir al meollo del asunto, aquello por lo que todos ahora estaban atentos y que bien valía la vida del joven Elliot.

 

- Por lo que he podido averiguar estos días, Donovan es un líder contrabandista que tiene bajo su control toda una extensa red de contrabando, no solo de importación mercancías variadas en plan alimentos o productos de primera necesidad, si no de trata de personas, armas y narcóticos. Me colé en uno de sus despachos, allá en los almacenes del muelle 3, sin que nadie advirtiese de mi presencia, y descubrí que muy pronto llegará a la QZ de Boston un convoy repleto de armas y suministros médicos, de un valor incalculable. No solo escuché parcialmente la conversación que mantuvo con otro tipo, un tal Robert Downes, si no que terminé robando una guía de carreteras con la ruta marcada del convoy y los puntos críticos... Donovan y Robert tiene pensado asaltar el cargamento de FE.D.R.A antes de que llegue a Boston, y según dijeron, de lograrlo se convertirán en dueños de toda la QZ repartiendo el cargamento a partes iguales.

 

No obstante, Elliot se permitió sonreir tras su último comentario, revelando algo más de sumo interés. tal y como había hecho con el Oso en el Giocomo's.

- Eso es lo pactado entre ambas partes... Pero lo curioso es que... una vez el señor Downes marchó del despacho, escuché susurrar al propio Donovan Peak que traicionaría a su socio comercial, una vez ya no le fuese de utilidad...

Tras aquello, Elliot le pidió al Oso que mostrase parcialmente algunas de las hojas que le entregó de la guía de carreteras, con parte de la ruta del convoy trazada en bolígrafo y ciertas anotaciones en cuanto al cargamento que se transportaba y lugares en los que realizarían un alto, para que todos pudiesen constatar que no iba de farol. Obviamente el chico había asegurado su integridad física y que no pudiesen deshacerse de él tras revelar tan sustancial información, arrancando algunas de las hojas de la guía, precisamente las más críticas (puede que memorizándolas y no llevándolas consigo). De ir el Oso y los suyos a por dicho convoy, deberían contar con la presencia de Elliot, y muy probablemente de Barry y Michelle MacLeod, como le había pedido al oso con anterioridad.

- Por cierto, acabo de recordar un detalle importante de la conversación entre Donovan Peak Y Robert Downes... Mencionó Robert que iría a visitar a alguien en el mercado negro para obtener armas con las que asaltar el convoy, aunque no recuerdo a quién mencionó. - comunicó el informante, tratando de hacer memoria pero negando con la cabeza - Donovan por su parte afirmó que se encargaría de obtener un transporte alternativo con el que cargar parte del contenido del convoy de FE.D.R.A.

Al parecer no deberían usar los camiones de FE.D.R.A por algún motivo en particular que no soy capaz de deducir. 

Finalizada la explicación de Elliot, cualquiera podría cuestionarle sobre algo en concreto de lo allí expuesto, para tras aquello, ser el momento propicio para que trajesen al prisionero frente al grupo y llevar a cabo el interrogatorio. ¿Qué sabría aquel desgraciado de todo lo hablado? ¿Merecía si quiera mantenerle con vida?

 

Cargando editor
01/05/2023, 13:04
Barry "Fortuna" MacLeod
Si bien esperaba que fuera Oso quien se pronunciase sobre mis peticiones, que podrían haberse tomado por "exigencias", terminaría siendo Strickland quien respondiera dando por bueno lo que pedía para mi hermana y para la negociación posterior sobre la tajada que pudiéramos sacar de todo aquello. En aquellos momentos, tan sólo tenía claro lo que necesitábamos, pero no lo que realmente terminaría siendo una vez que Elliot revelase lo que los mafiosos se traían entre manos.
 
Michelle ya sospechaba lo que pasaba por mi mente antes incluso de que me pusiera en pie para tomar la palabra. Mi hermana era lista, más que yo seguramente, y me conocía lo suficiente. Estaba claro que la situación nos desbordaba, resultaba completamente desesperada, y exigiría medidas tan desesperadas que terminaría teniendo que saltarme todas las promesas que me había hecho a mí mismo. Y lo haría porque no me quedaba más remedio, porque la vida y el futuro de las dos personas que más amaba estaban en juego. Eso era, posiblemente, lo único que me quedaba, mi razón para no abandonar este mundo malgastando el coste de una bala.
 
Tomé asiento, aceptando la palabra de Jeff Strickland. No conocía en profundidad a aquel capo, no como a Oso, pero por el momento se estaba comportando como alguien con quien se podía tratar, a pesar de la diferencia de autoridad y poder. Me gustaba tratar con gente así, de ese perfil. Padre trataba con gente que le superaba en nivel con mucha facilidad, siempre hablando de cara y con honestidad, y eso le había servido bien toda su vida. Me gustaba pensar que a mí también me serviría.
 
Fue tras tomar asiento de nuevo que Vika trató de animarme, transmitirme algo de esa confianza que me era arrebatada cada vez que pensaba en lo que había tras aquellos muros. No, no tenía por qué repetirse lo que había vivido en aquella ocasión en concreto, la última, pero la simple posibilidad hacía que se me helase la sangre. No sería capaz de pasar de nuevo por algo así. Y sin embargo, ahí estaba, dispuesto a afrontarlo de nuevo por pura desesperación. Una triste y resignada sonrisa afloró a mis labios cuando mencionó mi forma de conducir, aunque se esfumó cuando me definió como insustituible.
 
- ¿Q-que parezca fácil...? -No entendía a qué se refería. Nada parecía nunca sencillo, ni siquiera cuando se lograba esquivar la muerte varias veces seguidas como habíamos hecho en aquel día. Aún así, agradecí el apoyo de la hermana de Gina, una de las pocas personas en este mundo que me importaban, además de mi familia.
 
Sin embargo, en ese momento la propia Vika se enzarzó en una corta y accidentada discusión con Walker, en que ambos parecían haber entendido ciertas cosas a medias. Nada que no pudieran solventar entre ellos, en cualquier caso. Y es que Vika parecía haber confundido al informante con el prisionero de la banda de Donovan; mientras que Walker parecía creer que Vika tenía intención de mostrar un cadáver al chaval para que hablase. A mí, aunque me parecía ligeramente retorcido, no se me antojaba una mala baza a jugar. Si hacíamos creer al prisionero que King seguía vivo, y que sólo uno de los dos saldría con vida de aquello en función de lo que contase, podría funcionar. O decirle que soltase prenda, y que si no coincidía con lo que King hubiera contado, lo mataríamos. Parecían buenas opciones, aunque yo no es que fuera demasiado bueno en eso de torturar. Lo que sí entendía era que el mundo se había vuelto demasiado asqueroso como para despreciar ese tipo de cosas.
 
- ¿Hm? Oh, sí, claro... Espera un momento. -Indiqué a Vika, que me pidió que nos apartásemos un instante, pues había algo que quería hablar a solas. Antes de levantarme, abrí mi mochila y saqué un par de cosas para dárselas a mi hermana. La primera de ellas, una lata de comida en conserva, de entre lo que había encontrado en el alijo de la tienda que tantos quebraderos de cabeza nos había causado- Toma, come algo. Necesitas reponer fuerzas. -Le dije mientras le tendía la lata, que por suerte tenía abrefácil. Acto seguido, y no sin dudarlo un instante, saqué también un papel doblado- Y ésto también... Lo he encontrado hoy, junto con todas estas cosas de papá. Querrás leerlo.
 
Miré a mi hermana a los ojos un breve instante, pero fui consciente de la expresión que tendría en mi rostro. La pena por la pérdida se reflejaría seguramente de forma clara, algo que no me hacía demasiada gracia, así que suspirando cerré de nuevo la mochila y me levanté con pesadez para apartarme unos pasos y ver qué era lo que Vika quería comentarme.
 
La conversación con Vika fue breve, pues no contábamos con tiempo. Quería darme ánimos, y puede que en el fondo lo lograse, al menos en parte. Pero también quería saber qué pasaba, pues se hacía evidente que había algo. No podía negar que me emocionó ver lo dispuesta que estaba a ayudar, y aunque tuve tiempo de ponerla en antecedentes de lo que pasaba, la conversación se vio interrumpida de un modo que me dejó ciertamente confundido, debiendo regresar a tomar asiento para escuchar lo que el tal Elliot tenía que decir.
 
Y habló, joder que si habló. Habló incluso más de la cuenta, no sólo de sí mismo y a qué se dedicaba, sino también de Michelle. Sabía que mi hermana tenía sus negocios, todos los teníamos, pues los chanchullos eran la única forma de sobrevivir en la zona de cuarentena. Lo que no sabía era en qué consistían con exactitud, ni que estaba asociada con ese. Sin embargo, lo que más me afectó fue saber que él se había percatado de que a Michelle le pasaba algo desde hacía semanas, mientras que yo, gilipollas de mí, no me había dado cuenta de nada.
 
- Semanas... -Mascullé con desagrado, el mismo que causaba la bilis en la garganta cuando uno vomitaba con el estómago vacío. Aquel chaval se había dado cuenta hacía semanas y había estado haciendo todo lo posible por ayudarla, y yo no me había enterado de una mierda.
 
Muy bien, Barry, eres de gran ayuda...
 
Elliot, de hecho, se había tomado muchas molestias por aquel asunto. Demasiadas, quizás. ¿Puede que sí hubiera algo que Michelle tuviera que contar sobre él? ¿Había algo entre ellos, aparte de una asociación comercial? Era lo de menos en un momento como aquel, sobre todo cuando el chaval habló del problema de Michelle con Donovan en términos muy distintos a los que mi hermana había empleado.
 
- ¿Chantaje? -Murmuré mirando a mi hermana de reojo- Me hablaste de una deuda, no de chantaje...
 
Pero Elliot siguió hablando. Estaba claro que al chaval le gustaba hablar, o no era capaz de dejar de hacerlo. Mi rostro se fue endureciendo, como mis puños cerrados mientras seguía exponiendo el problema de Michelle públicamente, con sus posibles consecuencias a futuro. Hasta el punto de que hubo un momento en que me vi obligado a carraspear, cortando sus palabras, que ya de por sí comenzaban a perder su fuerza, haciéndole un gesto con la mano en mi cuello para que cortase de una vez lo que estaba diciendo. Lo último que me faltaba para redondear el día era tener que imaginarme a Michelle siendo obligada a tener sexo con nadie, o qué cojones, que esa idea se expusiera públicamente delante de toda esa gente. El chaval tendría toda la buena intención del mundo, pero el mismo tacto que un bulldozer.
 
Enarqué una ceja cuando me nombró. ¿A expensas suya y mía? No terminaba de entender qué pretendía decir, pero lo único que se me ocurrió fue que pretendiera obtener información de cuándo y dónde poder encontrarle a solas, o con insuficiente protección como para poder acabar con él. ¿Un trabajo para dos, esa era su idea? Si se trataba de eso, que no podía estar seguro, al chaval no le faltaban pelotas. Y si no, en cualquier caso, también. Y lo más seguro era que, de haberse dado el caso, yo hubiera aceptado hacerlo. Aunque no era tan sencillo.
 
De todos modos, lo que Elliot había averiguado era algo muy diferente. Donovan tenía datos de la llegada de un convoy extremadamente importante de material. Armas y suministros médicos. Me enderecé al oír aquello, interesado de forma muy particular. De hecho, desvié mi mirada un instante hacia Strickland y Oso, recordando cómo el primero había hablado de que lo que teníamos entre manos podía cambiar la jerarquía de poder de la zona de cuarentena, o algo así. Debía de tratarse de una cantidad de material tan grande que quien la tuviera en su poder tendría toda la influencia posible entre los muros.
 
- ¿Cuándo es "muy pronto"? ¿Con qué margen de tiempo contamos? -Pregunté mientras sacaba el mapa de papá que había encontrado ese mismo día, comparando el territorio que abarcaba con los planos que se estaban exponiendo, por ver si coincidía lo suficiente para sernos útil- Entiendo que el hecho de que te llevases esos planos no les impide seguir con su plan. Tendrán copias, o forma de recuperar la información de su fuente original... ¿La idea es asaltar nosotros el convoy de FEDRA, o esperar a que lo hagan ellos y luego arrebatárselo? -Pregunté a los dos jefes, calibrando nuestras posibilidades mientras regresaba la vista al mapa, asintiendo pensativo- Puede hacerse, sí... -Murmuré, de forma que seguramente tan sólo Michelle y Vika me oirían claramente- Pero Donovan sabe que tenemos esa información, así que asumirá que podemos intentar algo así.
 
Tenía algunas ideas, pero sin saber qué tenían en mente los jefes, no parecía el momento de elucubrar a lo loco. No era lo mismo asaltar a los militares y correr el riesgo de ser emboscados por Donovan a nuestro regreso, que ser nosotros los que emboscásemos a la gente de Donovan. En el primer caso, lo importante sería entorpecer a Donovan lo más posible: averiguar de dónde pensaba sacar un vehículo e inutilizarlo antes de su partida, por ejemplo, y buscar una ruta alternativa para regresar. No pude evitar pensar en Hathaway. Por un módico pago, el bueno de Troy podía dejarnos pernoctar en su refugio con el cargamento. Siempre me había llevado bien con él, así que estaba seguro de poder conseguir su ayuda, y de ese modo nos desviaríamos de las rutas más esperables y podríamos retrasar el regreso unos días, incluso dejar el cargamento allí y buscar a los hombres de Donovan moviéndonos de forma más ligera. Emboscar a los emboscadores, por así decirlo. Aunque había algo más que me interesaba saber.
 
- ¿Sabes si Donovan pensaba ocuparse del asunto personalmente, Elliot? -Pregunté a conciencia, mirando al informante fijamente. De un modo u otro, iba a necesitar ocuparme de que ese hijo de puta dejase de ser un problema para mi hermana.
Cargando editor
01/05/2023, 13:06
Barry "Fortuna" MacLeod

 

12/09/2028 

Querido Barry:

Nunca sabré si algún día acudirás a este lugar sin que te acompañe, pero si resulta ser el caso por las circunstancias que sean, quiero que sepas que he reservado para ti algunas armas y munición, y las llaves del camión que usamos para las expediciones. Todo ello está en la planta de arriba, dentro de la caja fuerte que encontrarás tras el espejo roto... la combinación de la caja es la fecha de aniversario de tu madre y mía.

Se el hombre del que siempre me he sentido orgulloso, y cuida de tu madre, de tu hermana Michelle y de tu querida Gina a la que tanto aprecio le tengo, considerándola como bien sabes parte de nuestra familia, y como si fuese mi propia hija. Aunque todavía no os lo haya dicho, porque soy terco de narices y me gusta hacerme el duro, quiero que sepas que os doy mi bendición. No seas imbécil y atesora con tu vida ese encanto de mujer.

Cuando regresemos de esta expedición, abriremos la botella de vino que he reservado para la ocasión. Tu madre y yo morimos de ganas de sostener entre nuestros brazos a nuestro nieto. ¿A qué esperas?

Con cariño.

Conner MacLeod