Partida Rol por web

"The Last of Us: Un nuevo comienzo" (+18)

[PRÓLOGO] - When You’re Lost in the Darkness

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06/03/2023, 23:22
Michelle MacLeod

Demente. No había otra palabra que acudiera a mi cabeza en aquellos momentos para describir a aquel hombre. Quizás no había tratado de amenazarnos, pero dada su actitud y las maneras que empleaba, así me lo había parecido. La forma en la que se tomó mis palabras resultó del todo fuera de lugar, y es que no se le ocurrió otra cosa que hostigarme hablando de cosas que no comprendía a qué venían. Nuestro objetivo era salir de allí, no detener a FEDRA. Además, ¿estaba realmente capacitado ese hombre para usar explosivos en un lugar que no conocía? Tenía serias dudas al respecto.

Llegó a acercarse a mí incluso mientras no dejaba de atosigarme, considerando que pudiera agredirme, pero me mantuve en mi posición. No es que aquel tipo no me intimidara, y es que empezaba a temer de lo que fuera capaz, pero una de las cosas que había aprendido con tanta lección sobre supervivencia, era que no se debía mostrar miedo ante las bestias. Una de las cuestiones más delirantes resultó el que ni tan siquiera me dejó responderle, lanzando una pregunta tras otra, una frase tras otra, antes de terminar dirigiéndose a Liam. No pude evitar mirar a Sanders con cierto reproche cuando me vi liberada de aquel tipo, habiéndole parecido una excelente idea dedicarse a halagar a Walker mientras este me molestaba. Para colmo, tras ello se dedicó a hablar a favor de Jhon como si él hubiera sido el único en decir que debíamos movernos.

- Espero que alguien considere que una explosión que no esté bien calculada puede volverse en nuestra contra. – terminé por añadir sin dirigirme a nadie en particular, centrándome en si llegaba o no alguien siguiendo aquellas luces, tras haber ayudado a Sen a medicar a su hermano si así escogía hacerlo. – Sí, soy yo. – dije alzando lo justo la voz cuando tras volver a escuchar a Irina esta preguntó por mí.

Finalmente, comenzamos a avanzar, no tardando en encontrarnos con aquellas cuyas voces escuchábamos, habiéndose pronunciado también la otra mujer. Fue esta quien se apresuró a abrazar a Sen, alegrándose mucho de ver a los hermanos. Me quedé estupefacta ante el modo en el que actuó, dando un paso atrás justo en el momento en el que Irina afirmaba que no estaban infectadas y acudía a mí para que le ayudara a convencer al resto de que así era.

- Tranquilidad, si Irina dice que es así… Podéis creerla.  – dije en pos de que se apaciguara la situación, pues aquella joven le debía demasiado a mi madre y la tenía en gran estima, con lo que no concebía que pudiera mentirme en algo así. En mis palabras se apreciaría probablemente preocupación, pero por otros motivos, incluyendo uno sobre el que no tardaría en preguntar. - ¿Qué quiere decir que el hospital ha caído?

Continuamos avanzando, y llegamos al conducto de ventilación del hospital, terminando por llegar hasta mis oídos sonidos que no presagiaban nada bueno; y aun así, aquello no fue lo peor. Lo que parecía ser alguna especie de detonación se dejó escuchar desde la lejanía, pudiendo sentir además el temblor que provocó. Miré al resto alarmada entonces, para terminar mis ojos posándose en Irina.

- ¿En qué situación dejasteis a los demás? ¿Crees que tardarán mucho? Tenemos que irnos ya. FEDRA no tardará mucho en llegar. – le dije en seguida a la mujer, tras lo que me dispuse a sacar la pistola de la mochila, queriendo tenerla a mano por lo que pudiera pasar.

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07/03/2023, 00:05
Ambientación

Jeff Strickland había desarrollado, con el pasar de los años, una habilidad o talento excelso ya inherente en él, el cual le resultaba tan fácil de esgrimir y practicar como el mismo respirar. Los negocios se le daban bien, más que bien a decir verdad, pero era su capacidad de persuadir y convencer al resto de hacer lo que a Jeff le convenía, lo que más miedo daba a sus adversarios. Un palabra en el momento indicado, un susurro velado en el instante preciso, un gesto afable o una amenaza sutil exactamente cuando convenía, era un don temible. No por nada había logrado adquirir la posición o estatus social del que gozaba en la QZ. Posición que debía conservar a toda costa.

Sin embargo, como todo en esta vida, él era el primero que sabía y mantenía en mente días tras día, que cuando a uno las cosas mejor le iban, más posibilidades habían de que se confiase en exceso, lo cual podía derivar en su perdición, a caer desde lo más alto y perderlo absolutamente todo. Muchos otros poderosos, fuertes lideres mafiosos y capos contrabandistas mucho más duros y temibles físicamente, más hábiles y diestros con el uso de las armas, más crueles e imponentes frente al resto de lo que Jeff jamás sería, habían perecido o habían caído en desgracia. ¿Y por qué? Por qué no supieron prever lo que estaba por acontecer, anticiparse a los movimientos del resto, o simplemente ignoraron la oportunidad propicia cuando se les presentó, siendo otros como Donovan Peak o Robert Dawnes quienes la tomaron. 

El contenido del convoy de FEDRA iba a ser el que sin duda alguna determinase el futuro de la QZ, y Jeff quería tener inscrito a fuego su nombre en ese futuro. No podían adelantársele. No lo permitiría. Incluso a sabiendas que iba a ser una empresa harto  difícil el abandonar la seguridad y la buena vida dentro de la QZ de Boston, debiendo salir al exterior en persona y asumir riesgos, no podía desentenderse del asunto y enviar a otros. ¿Cómo si no iba a recordársele? ¿Cómo iba a confiar en otros que bien podían traicionarle o aliarse con la competencia? Debería ir a por ese convoy, pero lo haría preparado, al menos todo lo preparado que se podía en los tiempos que corrían.

Jimmy fue una de las primeras piezas a poner en movimiento sobre el tablero, siendo enviado al Giocomo's para transmitir un mensaje a su segundo. Era jovencito, negligente e irresponsable en alguna que otra ocasión, pero no iba a levantar sospechas de ser él el enviado y para encargos como ese, sabía comportarse.

La nana fue la segunda pieza que movilizar, un caballo que sabía saltar a cualquier parte y que controlaba muchas casillas desde el centro del tablero, siendo fundamental para mantener la influencia dentro del mercado negro. "Cuida de la nana y ella cuidará de ti, Jeff. No te arrepentirás." le habían aconsejado en multitud de ocasiones, siendo aquella una verdad como un templo.

En cuanto a Sully, era toda una torre, dura y rocosa, capaz de enrocar y hacer inexpugnables sus dominios. Solo con mucho tacto y buen hacer se podían lograr buenos negocios con aquel tipo que controlaba toda la compra-venta de armas de fuego en el mercado negro, pero en esta ocasión la "reina" Scherezade había ejercido presión y allanado el camino. ¿Sería suficiente como para debilitar su posición?

- Muchísimas gracias por preguntar, cielo. Estoy perfectamente, salvo los dolores de espalda fruto de la edad... pero vaya, nada que la nana no pueda sobrellevar. ¡Faltaría más!  - le sonrió con dulzura la nana Dina al capo contrabandista, después de que se interesase por su estado y le mencionase que iba a surtirle con más grano dentro de poco. Aquel era el mejor pago que podían hacerle, y la anciana sabía de sobra como compensarle - ¿Estás sediento? Eso tiene remedio! -  y recitando un texto bíblico, como solía ser habitual en la anciana, empezó a decir.

"A todos los sedientos: Venid a las aguas; y los que no tienen dinero, venid, comprad y comed. Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y leche. ¿Por qué gastáis el dinero en lo que no es pan, y vuestro trabajo en lo que no sacia? Oídme atentamente, y comed del bien, y se deleitará vuestra alma con grosura."

Y sacando del tenderete una bolsa, le entregó un par de botellas de destilado casero, que eran la envidia de todo el mercado negro, y de prácticamente toda la QZ de Boston.

- Puedes dar por hecho que moveré mis hilos para transmitir tu mensaje a los que has mencionado. No los he visto por aquí desde hace días, pero se quién y dónde podría encontrarlos. Yo me hago cargo, Jeff.

Antes de que se acercase a ver a Vane Sully, aquel viejo cascarrabias que difícilmente daba su brazo a torcer, ya fuese que te llamases Jeff Strickland, Donovan Peak, Robert Dawnes o la Santa Madre Teresa de Calcuta, la vieja nana le dedicó un último consejo al capo contrabandista.

- Hoy no está de muy buen humor. Me temo que ha recibido serias amenazas y que pretendían joderle el negocio, pero no se mucho más que eso. - le comunicó la anciana con rostro serio y preocupado a partes iguales - Creo que hoy necesita más a un amigo, que no a un socio comercial con el que realizar negocios, pero quizá si logras abordarle de buenas formas... y suavizarle el ánimo con una de mis botellas de destilado...

Notas de juego

Jeff, voy a requerirte una tirada de persuasión a dificultad 15 para lograr convencerle de hacer cualquier tipo de transacción (y necesitas urgentemente armar a tus hombres). Un buen roleo por tu parte, realizando un inteligente acercamiento a Sully puede otorgarte hasta un +2 de bonificación en la tirada.

Suerte y a ello!

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07/03/2023, 01:57
Ambientación

Real como la vida misma, y tal y como reza el dicho, de valientes está lleno el cementerio.

Las dudas de Sunny fueron más que razonables, una vez le franqueó el paso a la enfermera Oyuki. ¿Había hecho lo correcto abriendo la compuerta y permitiéndole el paso a la sala de Observación? Las acciones irreflexivas de la asiática, golpeando con contundencia la puerta una y otra vez, y gritando a pleno pulmón que le dejase pasar, habían alertado a varios de los infectados del fondo del pasillo, quienes no dudaron en correr como si no hubiese un mañana en dirección a la sala de Observación.

Para colmo de males, Abbot había condicionado a la pequeña pelirroja a quedarse atrás, debiendo sostener el empuje que los infectados ejercían sobre la puerta de entrada, mientras la recién llegada era aupada y salía airosa del complejo, salvaguardando por tanto su vida. ¿Era aquello justo? ¿Por qué razón la enfermera tenía más derecho o privilegio a salir de allí con vida? ¿Simplemente porque era una especialista? ¿No era la vida de Sunny lo suficientemente valiosa?

 En ocasiones la vida era injusta, más de lo que uno pudiese imaginar, y así debió sentirse la muchacha cuando sobre su cabeza escuchó el restallar de los cristales de la ventana, y como unas manos sobresalían y se extendían al máximo tratando de alcanzarla. Casi con total seguridad la adolescente creería que su vida estaba tocando a su fin, y no estaría mal encaminada de no ser por que el doctor Caleb Abbot, era de aquellos hombres que se aferraban al dicho.

" De valientes está el cementerio lleno"

Sin duda, levantarse y recorrer a la carrera la corta distancia que separaba a Sunny del conducto de ventilación, fue la peor de la experiencias vividas por la joven en toda su existencia. Nunca había pesado tanto las piernas, ni había sentido su cuerpo tan torpe y endeble, creyendo que de un momento a otro caería allí mismo, para ser devorada por los infectados que en aquellos instantes ya irrumpían en la sala de Observación. Ni si quiera tuvo tiempo a voltearse y mirar atrás, aunque no sería necesario aquello para vislumbrar en su mente lo que Abbot y Chad veían en esos instantes.

Chad estaba allí, tan cerca y a la vez tan lejos, gritándole a pleno pulmón que no desistiese, que corriese por su vida, que avanzase rauda sin importar qué, pero los oídos de Sunny estarían cerrados, solo viendo los labios de su preciado amigo moverse a cámara lenta.

Sí. 

Sunny sintió el roce de los dedos del infectado que le daba caza en su cabello bañado por el fuego. Sintió el aliento del infectado extremadamente cerca. Sintió que todo estaba perdido y que su esfuerzo sería en vano, aún cuando vio correr a Caleb Abbot en su dirección, escopeta en mano y apuntándole con el arma. Para cuando creyó que iba a colisionar con el fornido hombre, o quizá ser alcanzada por su disparo, puede que incluso cerrando durante un breve instante los ojos ante la inminente colisión, de pronto se vio siendo asida por la muñeca, y levantada por su querido amigo. Chad la sostenía en el aire, tirando de ella con fuerza para facilitarle el poder acceder por la estrecha apertura... y de pronto...

BANG!

El sonido atronador de un escopetazo lanzando los perdigones alcanzó a ambos jóvenes, quienes giraron el rostro hacia el origen de la detonación. A solo unos metros de distancia, vieron a Caleb Abbot majestuoso e imperial, como un superhéroe sacado de los comics de Marvel y DC, escopeta en mano. Le había volado la cabeza al primero de los infectados, uno de los cirujanos que habían practicado la cesárea de la embarazada, quién cayó pesadamente en el suelo, justo frente al otrora militar. Para cuando se dispuso a disparar por segunda vez, la infectada con el vientre abierto y las entrañas colgando se le lanzó cual jugador de Futbol Americano placando al contrincante, forzándolo a errar el disparo. No solo eso, los dientes de la infectada se hincaron en el antebrazo, momento en que el doctor gritó de dolor. Si bien logró sacársela de encima y estampar su cabeza contra el suelo reiteradas veces, hasta que dejó de moverse, para entonces ya sabía que se destino acababa de ser sellado.

- Sunny, Chad... - habló en voz baja, visiblemente destrozado interiormente y a punto de llorar a lágrima viva - ...lamento  mucho haberos puesto en peligro. No supe tomar las decisiones apropiadas, y sin quererlo, he arriesgado vuestras vidas una y otra vez. - y con aquello estaba refiriéndose a ingresar a la sala de curas y al almacén, para tomar suministros médicos de su interés, aún a sabiendas de que había un niño infectado en la sala de triage. También por haber atacado a Logan por la espalda hacia escasos minutos, que si bien al final no había salido mal la acción, perfectamente podría haber salido todo terriblemente mal. Finalmente por su última decisión, permitiendo que fuese la enfermera Oyuki y no Sunny, la que ingresase en primer lugar por el conducto de ventilación. ¿Le perdonarían? Confío en que no me lo tengáis en cuenta. 

El doctor Abbot tomó la escopeta y se la tendió a Sunny e inmediatamente recogió la escotilla para que Chad cerrase el conducto por el que huían. Era extremadamente improbable que algún infectado subiese hasta allí, pero más valía prevenir que les pudiesen dar caza.

- Sunny, creo que eres una joven extremadamente inteligente, esa es tu mayor virtud y lo que te hace especial... pero deberías ser un poco menos amable, menos valiente,... para evitar acabar como yo. Ser egoísta en ocasiones no es tan malo, si con ello logras sobrevivir. En eso deseo que te conviertas... en un una superviviente innata. Se que te irá bien y... y recuerda no cerrar los ojos cuando dispares. - le sonrió brevemente, dedicándole aquellas palabras de despedida - Chad, protege a Sunny incluso con tu propia vida como vienes haciendo. Ya eres un hombre, así que no dudes de ti mismo, y dalo todo por cuidar a los que más quieres.

Los sonidos de más infectados llegando al lugar determinaron el fin de la conversación. 

- Marchad. 

- Tiradas (6)
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07/03/2023, 03:59
Jhon Walker

No cobro, lo que cobro, sin justificación, si digo que puedo hacer algo, es porque puedo hacerlo, volar un túnel o meterle una bala en el cráneo a alguien, son cosas sencillas si tienes práctica. - respondo ante el comentario de Michelle.

Cuestionas mis ideas y no tienes un plan, vaya que eres lista niña, en fin. Era algo simple una carga en el punto angular y todo el arco se venía abajo, los de F.E.D.R.A. no serían un problema y habrían desistido.

Muchos recursos, recompensa mínima, el oficial iba a ordenar retirada. - pienso mientras avanzo con tranquilidad.

Este grupo había traído buenas noticias, los de F.E.D.R.A. estaban jodidos, pero al parecer la niña quería saber más.

De momento, lo único que me interesaba saber era donde estaba el dichoso ducto de ventilación para colar una granada por allí y cerrarlo en caso de ser necesario.

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07/03/2023, 19:30
Sunny

Sunny tenía los ojos desorbitados mientras veía cómo Oyuki era aupada para salvarse mientras ella sostenía con su escaso peso la puerta que separaba a los infectados de ellos. Buscó a Chad con la mirada, aterrorizada. Intentó decir "lo siento" pero apenas le salió un murmullo ininteligible. 

Y aún sabiendo que todo estaba perdido, la joven corrió hacia su mejor amigo, en cuyos brazos siempre se sintió a salvo... pero el peso del miedo era un lastre que frenaba cada paso de la pelirroja, impidiendo que alcanzara a Chad mientras los infectados se acercaban por su espalda.

La piel de su nuca se erizó al sentir la cercanía de la amenaza, el roce de los dedos del infectado en sus cabellos, los guturales quejidos, incluso su aliento presagio de muerte. Vio a Abbot correr hacia ella arma en mano pero creía que ya era demasiado tarde, que no lo lograría. Cerró los ojos, temiendo el final sin detener su carrera, cuando sintió una mano familiar apresando su muñeca y tirando de ella hasta prácticamente alzarla por encima del suelo —¡Chad!— exclamó con mirada vidriosa al ver cómo su amigo intentaba ayudarla a subir, momento en el que Sunny se agarró con la otra mano al borde del conducto para impulsarse. Quiso abrazar al chico en cuanto logró el ascenso, pero el disparo la sobresaltó atrayendo su atención. 

Sunny vio al doctor sosteniendo la escopeta y con el infectado que la había perseguido muerto a sus pies, pero el peligro no había terminado —¡Cuidado doctor!— exclamó al ver a la mujer de la cesárea abalanzarse sobre Abbot, temiendo por la vida del ex militar. No podía hacer nada, ni siquiera pensó en aquel momento en decirle a Chad que disparase con su rifle, algo que más tarde se echaría en cara a sí misma. Todo fue muy rápido, pero la tensión no dejaba respirar a la joven, impotente, viendo cómo Caleb se enfrentaba a la infectada hasta acabar con ella.

El silencio que prosiguió a la escena era casi sepulcral, Sunny mirando a Chad y a Caleb, hasta que un estremecimiento recorrió su cuerpo al ver la mirada del buen doctor. Leyó la expresión del buen doctor, sintiendo un creciente nudo en su pecho, pero negándose a aceptar lo que podía significar... hasta que él se disculpó y la joven lo supo mientras cogía la escopeta que le tendía.

No...— musitó con lágrimas que empezaban a precipitarse por sus mejillas —No, no, no...— continuó negando, dejando la escopeta a su lado mientras Chad cerraba la rejilla —¡Doctor!— exclamó, destrozada. Le había salvado la vida, arriesgándose y, ¿para qué? ¿Acaso el destino se había impuesto y Abbot estaba desde un principio condenado a encontrar su final en manos de los infectados? Sunny no podía aceptarlo.

Sus dedos se aferraron a la rejilla, mirando al ex militar sin poder dejar de llorar —Lo siento, lo siento mucho...— sollozó, sin poder apartarse de la rejilla y apoyando la frente en esta mientras sus iris verdes, enrojecidos por el llanto, se encontraban con los ojos azules de Abbot —N-no permita... no deje que se trans...— no le salían las palabras. Sorbió por la nariz y alzó la mirada hacia el falso techo de la sala, apretando los labios —Usted decide, doctor— tragó saliva, soltando el aire de golpe luego —. G-gracias.

Probablemente sólo Chad podría apartarla de la rejilla mientras Sunny se despedía del doctor aunque quisiera no dejarlo solo en su final. Morir solo... esa era una de las cosas que la joven más temía.

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08/03/2023, 10:35
Barry "Fortuna" MacLeod

Hubo fortuna. Joder, cómo odiaba esa palabra. Vika contaba, en la caja de herramientas que había pillado de la caja fuerte, con otra herramienta con la que cortar aquellos alambres que conformaban la alambrada que nos separaba de escapar. Entre los dos, dándonos toda la prisa posible, fuimos uno a uno cortando cada sección, hasta abrir una grieta lo bastante amplia para que un hombre adulto y corpulento pudiera pasar. Seguramente, Vika hubiera logrado cruzar mucho antes, ya que era relativamente delgada. Como lo era su hermana. Pero teníamos que cruzar otros que abultábamos más.

Con la reja abierta, intenté que los demás cruzasen antes que yo, por una cuestión de estrategia y, por qué no decirlo, de inconsciencia. La misma inconsciencia que me había llevado a adquirir ese sobrenombre, "Fortuna", por las muchas veces que había arriesgado más de la cuenta. En aquella ocasión, sin embargo, me decía a mí mismo que era más una cuestión de practicidad, aunque eso sólo sirvió para que Vika y Arthur se me adelantasen. Bull, demasiado recio y terco para hacerle cambiar de opinión fácilmente, prácticamente me obligó a cruzar antes que él. Tal vez por su cabeza pasaran ideas demasiado parecidas a las mías. Tal vez ambos estábamos un poco locos, en el fondo. Demasiado para el mundo en que nos había tocado vivir.

El caso es que me lancé a través de la apertura en la alambrada, arrastrándome por los suelos mientras los demás comenzaban a disparar. Todo lo que buscaba era llegar al otro lado, apartarme y abrir hueco para que Bull pudiera seguirme, puede que incluso ponerme en pie y sujetar el machete con suficiente firmeza para afrontar la hipotética llegada de los perros, si es que llegaban a cruzar la alambrada. No fui consciente de lo que pasaba tras de mí, antes de oír a Arthur avisḉandome de algo, y miré sobre mi hombro a tiempo de vislumbrar a uno de los canes abalanzándose contra mi posición. Vi apenas la sombra que se me echaba encima, y traté de apartarme girando hacia un lado, tratando de evitar el impacto inicial y sus colmillos para, con fortuna, incorporarme y hacer frente al animal.

Dios, cómo odiaba esa puta palabra.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Todo mi post depende de lo que Vika haga antes que yo, pero como no se cuándo va a poder postear (y otras veces lo ha hecho justo antes de la actualización), para no retrasar las cosas dejo el post hecho con sus tiradas. Si Vika dispara al chucho o le tira una granada o lo que sea, evitando que se me eche encima, mis tiradas quedarían invalidadas. Si no, pues ahí las dejo.

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08/03/2023, 17:30
Liam Young

Aquella situación comenzaba a estresar al falsificador. Tanta discusión en un momento tan delicado era como un señuelo para los soldados. Michelle trató de comunicarse con los recién llegados de manera eficiente y Liam trató de seguirla ya que aquella intersección les confería un punto visual para ser detectados desde varios ángulos.

Había que ponerse en marcha, de aquello hasta el mercenario estaba de acuerdo. Pero para ser espoleados en su movimiento, Un sonido hacía sospechar que los soldados ya estaban ocupándose de la puerta de seguridad. Para ello habrían extinguido el incendio.

A pesar de haber oído la voz de la joven Sunny, no la veía, así que aún debían estar entretenidos en el acceso al túnel. Confiaba que no tuviera problemas. Por ello, trató de consultar a Irina, pero MacLeod como si le hubiera leído la mente preguntó por el resto. Liam escuchó atentamente.

Notas de juego

Sorry, agobiado de trabajo.

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08/03/2023, 23:38
Vika

Por suerte ambos teníamos cortafríos, la herramienta idónea para deshacerse de la alambrada. Y así fue, aquellas especie de tijeras reforzadas cortaban el alambre como si fuera papel. En pocos segundos conseguimos hacer un auténtico estropicio a aquella valla, a través del cual pudimos pasar al otro lado, no sin esfuerzo. 

Pero la cosa no era sólo atravesar la verja sino también evitar los colmillos de los perros que se nos venían encima. seguramente auspiciados tras el gas del supermercado y también porque éramos los del rastro anterior. Y porqué no negarlo, los perros cuando huelen un rastro no lo olvidan, se enfrascan en darte caza y para ellos no existe la marcha atrás una vez que emprenden la persecución. Así fue como se nos echaron encima.

Por suerte yo había sido rápida y crucé al otro lado con suma facilidad. También porque no tuve que esperar a nadie, odiaba hacerlo. Ya al otro lado, me di cuenta de lo que estaba por ocurrir: Primero los perros y más a lo lejos acabarían apareciendo los soldados de FEDRA. Había que prepararse. Supuse que entre Miller, Barry y Bull se harían cargo de los dos perros, así que, mientras yo fui preparando las granadas de fragmentación, malo sería que nos centráramos exclusivamente en escapar de los perros y al final acábasemos acribillados por una mala previsión de la estrategia a seguir. No, debía ser precavida, los perros eran la vanguardia, pero había tropa más detrás y ésos no necesitaban acercarse tanto para hacernos daño.

Fueron los gritos de Miller los que me hicieron preocuparme, ¿sería que tres hombres no eran suficientes para acabar con la amenaza perruna? 

Entre las cosas que llevaba encima, también estaba el cocktail molotov que había garrapiñado en la herrería de Bull. ¿Cuál gastar, las granadas o la botella? Incluso podía darle un botellazo al perro, sí al perro que estaba atacando a Barry, aunque podía ser una mala idea, imagínate que acaba incendiado él también. Sería una pésima ocurrencia. 

Seguí con las granadas y preparando el molotov, esperaba darles un buen recibimiento a los soldados de FEDRA,

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08/03/2023, 23:44
Jefferson Strickland
Sólo para el director

Vaya vaya, buenos días, señor Sully... - dije, tras retirar la cortina que daba entrada al comercio de Vane Sully, de profesión contrabandista de armas, y acceder al sitio sin pedir ni esperar concesión de permiso. Eso si, lo hice con la mejor de mis sonrisas. Una de esas que no sabes si el que te la muestra está fumado, puesto de crack o que está a punto a descerrajar un tiro en plena cocorota. 

Sully no, él no pensaría que era gratuita, ni mucho menos que Jeff Strickland, todo un jefazo, se dignara a venir en persona. Si lo hacía, debía tener una buena razón... y por supuesto no estaba loco. Esa sonrisa podía no augurar nada bueno.

¿Cómo estás? He oído que tu señora está delicada de... salud, ¿cierto? ¿puedo hacer algo por vosotros? - pregunté mostrando un claro y sincero interés... en apariencia. Nota del autor: ains, el arte de la ambigüedad.

A la vez que preguntaba, y notando con satisfacción que mi pregunta dejaba un tanto desconcertado al bueno de Vane, tomé asiento frente a él, y puse sobre una mesita una botella del increiblemente delicioso destilado de Nana, tomaba dos vasos y los llenaba. A la vez, saqué de la americana sendos puros habanos y, presto, ofrecí uno a mi interlocutor (aunque aun no había pronunciado una sola palabra) y encendí el otro. Tomé un vaso, lo alcé y, mirando a Vane a los ojos, dije - slàinte.

Había escuchado esa palabra por ahí. No sabía que carajo significaba. Solo... solo me gustó. Y de vez en cuando, la soltaba, que pareciera que uno tenía mundo.

Entonces... ¿la señora Sully, se encuentra mejor?

Los negocios eran lo que me habían traído a este tugurio. Me producía una total indiferencia si la señora Sully estaba mejor o si por el contrario estaba tragándose sus propios vómitos. Si disfrutaba montando a Vane o si fingía sus orgasmos. Era un hijo de puta listo, sabía que todo esto no era más que una conversación introductoria... la chicha vendría después. Y yo sabía que él lo sabía pero, y he aquí lo cojonudo de la historia, ambos fingíamos que nos importaba. Al fin y al cabo, lo estaba invitando a copa y puro. Además... de manera sutil, dejé ver la otra botella que guardaba, claro indicativo que Vane Sully sería el próximo dueño. 

- Tiradas (1)
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09/03/2023, 00:02
Ambientación

La tristeza y desasosiego penetraron hasta lo más hondo del alma de Chad Franklin y la joven Sunny, cuando desde el interior del conducto de ventilación, colocada ya la rejilla, escucharon atentos las últimas palabras de despedida que les dedicaría el doctor Abbot antes de ser dejado atrás, por petición expresa de su persona. Por tratar de salvarles la vida había terminado siendo mordido en el antebrazo por uno de los infectados, y sabiendo el funesto destino que le aguardaba allí solo, no deseando poner en riesgo sus vidas ni terminar transformándose en una de esas cosas, simplemente se alejó unos metros hasta llegar a la altura del cadáver de Logan, el cual registró en mayor profundidad. Justo cuando más infectados alcanzaron la sala de Observación y fueron en busca de su presa, Caleb Abbot sonreiría complacido ante su nuevo hallazgo, una pistola Magnum 9mm, que amartilló justo a tiempo y apuntó hacia su sien, apretando el gatillo en el preciso instante en que se le abalanzaron encima. La sangre y sesos que salieron salpicando evidenciaron, no solo que había pasado a mejor vida, si no que jamás se convertiría en una de esas cosas.

Chad Franklin y Sunny

Chad no pudo contener más sus emociones, derramando lágrimas desde las cuencas de sus ojos, que rodarían prestas por sus mejillas y bordeando la comisura de sus labios, pero sabiendo que no podían permanecer más tiempo allí parados, tiró de la manga de la chaqueta de su compañera para instarle a salir de allí hacia la galería de mantenimiento a la que ya habrían acudido las enfermeras Irina y Oyuki.

Enfermeras Irina y Oyuki

Sorpresa mayúscula sería, tanto para Chad como para Sunny, el vislumbrar a un nutrido grupo de supervivientes a parte de las dos enfermeras en el túnel al que llegaron atravesando el conducto, ni más ni menos que otras seis personas. Ambos reconocerían de inmediato a Liam Young, al que bien le podían agradecer en esos instantes que en su día le mencionase a Sunny aquel particular acceso por el que acababan de salvaguardar sus vidas, aunque no fue el único rostro reconocible. Tras Liam Young la muchacha pelirroja distinguiría a la doctora Sen Athens, correspondiendo al abrazo que la enfermera Oyuki le profesaba en aquel preciso instante, y de la cual recordaba que en al menos una ocasión le había atendido las heridas sufridas dentro de la Escuela Militar Preparatoria. Además de ello había otro joven oriental que muy posiblemente fuese el hermano de Sen, tanto por su cercanía y cierto parecido físico, una joven que parecía bastante cercana a Irina, y a otros dos hombres a los que jamás había visto con anterioridad.

Sen Athens, Ryu Athens, Michelle MacLeod, Liam Young, John Walker y Kyle Sanders

Irina rompió el silencio en cuanto vio aparecer a Chad y a Sunny por el conducto, quienes se sorprenderían por la multitud allí presente, apresurándose a informarles de la situación en la que se encontraban, y poner en contexto a todas las partes.

- Chad, Sunny, no os alertéis por ver a tanta gente. - expresó con cordialidad, ofreciéndose a ayudarles a incorporarse, a medida que salían del estrecho conducto - Ella es mi amiga Michelle MacLeod, también vive en la zona 3 de la QZ - hizo una rápida presentación - Y ellos dos son los hermanos Athens, ¿Te recuerdas de la doctora Sen? Creo que alguna vez vino y te atendió algunas magulla... - algo malo sucedía -  Oye, ¿estás bien? ¿Y el doctor...?

Solo entonces se percataría de lo afectados que estaban Sunny y Chad, rostros compungidos y miradas perdidas en la nada, incluso lágrimas derramándose por sus mejillas. Irina desvió la mirada hacia el conducto, otra vez a Sunny, otra vez al conducto... y tras comprobar que nadie más salía del interior, tragó saliva y negó con la cabeza una y otra vez, no pudiendo creer lo que Chad no tardaría en confirmar.

- Ha sido mordido... - expresó en voz baja, imposibilitado de levantar la vista y mirar a la joven enfermera directamente a los ojos - Los infectados entraron en la sala de Observación y... - Chad tragó saliva y se calló durante unos instantes. Era harto complicado expresar con palabras lo que acababa de suceder, y no sabiendo bien por donde empezar, buscó el apoyo de Sunny para explicar en detallo lo sucedido. Joder, no pudimos hacer nada para ayudarle. La barra metálica que colocamos en la puerta cedió por el empuje de los infectados, incluso estalló la ventanilla y a punto estuvieron de aplastar a Sunny. Ella corrió hacia el conducto sin echar la vista atrás, pero todo parecía indicar que no iba a lograrlo... y el doctor... joder, el doctor, para evitar que se abalanzasen sobre ella y la mordiesen, decidió correr a socorrerla y los detuvo en seco. Vi como disparaba la escopeta y le volaba la cabeza al primero, y como con la culata trató de detener a otro pero... - silencio sepulcral - pero terminaron mordiéndole, joder. - lamentó completamente dolido, amagando una vez sollozos quedos, y el empezar a llorar a lágrima viva de un momento a otro - (snif) (snif) Yo pude aupar a Sunny a tiempo hasta el conducto, gracias al tiempo que nos consiguió,... pero el doctor, una vez consciente de la mordida en el antebrazo, decidió quedarse atrás y... (snif, snif)

El joven recluta no pudo continuar, debiendo ser Sunny la que prosiguiese con las últimas palabras y posteriores acciones del hombre, del valiente héroe que había optado por salvaguardar la integridad de otros, antes que la suya propia. ¿Cuánta gente quedaba así en aquellos tiempos?

 

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08/03/2023, 19:08
Ryu Athens

-No te preocupes, Michelle -respondió Ryu a la mujer agradeciendo con un asentimiento de cabeza que al menos hubiera considerado prestarle algo. En esas circunstancias, la mujer tenía razón: Ryu prefería quedarse con el machete, así que no tenía nada por lo que protestar. Por supuesto, tampoco pretendía mendigar un arma a Walker, menos con la actitud que este mantenía. Lo miró realmente de mala manera cuando sugirió a su hermana cómo actuar respecto a lo de su pierna; no necesitaba la ayuda de alguien así.

Indistintamente de lo que pasaba, agradeció a Michelle y a su hermana por ayudarlo le aplicaran el calmante o no. No pudo evitar ver de mala manera tampoco a Sanders al ponerse en la posición de Walker. El hombre le parecía un lunático de temer, al menos desde su perspectiva. Ryu comenzaba a perder la paciencia, y el dolor no ayudaba.

La llegada de Oyuki fue algo que lo alivió un poco. Se permitió sonreírle un poco, aunque se veía tenso. Por su parte, no apuntó a nadie con un arma, y claro que intercedió si alguien lo hizo. Pero la situación no daría para conversar mucho más, pues FEDRA parecía estar pisando sus pasos. Miró a su hermana y se quedó en silencio, esperando la respuesta de Irina. En ese punto, Ryu no quería poner la vida de su hermana en riesgo por esperar a alguien más.

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09/03/2023, 01:31
Ambientación

Oyuki decidió intervenir y aportar más datos a lo sucedido, una vez Sunny y Chad explicaron sus recientes vivencias. La oriental sabía bastante de la situación dentro del Hospital Adjunto de FE.D.R.A, desde que se iniciase el levantamiento de la milicia insurgente de los Luciérnagas.

- Esta mañana vinimos temprano a trabajar al Hospital como de costumbre, y tanto a Irina como a mí nos ordenaron preparar todo el instrumental que los dos cirujanos al cargo usarían en el quirófano 2. - expresó con un marcado acento oriental, pero muy correcto y fácilmente entendible para todos - Al parecer, de entre los recién llegados  a la QZ, algunos de ellos infectados, había una mujer embarazada de casi ocho meses... y por lo que escuchamos de uno de los guardias de seguridad, el escáner ya había revelado estar infectada por Cordyceps. - reveló para sorpresa de muchos, aunque también lo había sido para ella misma hacia escasa media hora - Lo se, suena a completa locura. A nosotras también nos lo parecía, y gran parte del personal médico estaba en contra de practicar esa cesárea inducida, pero la jefa médica y algunos Altos Mandos concluyeron que era una oportunidad única. De salvarse el feto iban a controlar sus vitales en todo momento. Teorizaban con que quizá podría haber sido expuesto en muy bajas concentraciones frente al patógeno, y quizá de ese modo, fuese posible que se adquiriese cierta inmunidad... 

El caso es que se produjo un ataque en el exterior por parte de los Luciérnagas cuando estábamos ya en plena intervención, con la paciente sedada y siendo monitorizadas sus constantes en todo momento, ataque que nos pilló completamente por sorpresa y sin mucho margen de maniobra si queríamos salvar al bebé. A penas tuve tiempo de informar desde la estación de radio de nuestra precaria situación, siendo Sen y Ryu quienes escucharon nuestra petición de auxilio.

Minutos después sonaron todas las alarmas y supimos que los Luciérnagas acababan de irrumpir en el complejo de FE.D.R.A., accediendo también al Hospital en el que nos encontrábamos, y uno de los asaltantes mencionó que la mujer embarazada y otro niño recién llegado eran parte de su familia, y que no iba a consentir que se le practicase cesárea alguna. Los asaltantes nos amenazaron, golpearon y mantuvieron secuestradas como rehenes, justo cuando íbamos por el pasillo en busca de algunas bolsas de sangre... incluso acabaron asesinando a uno de los celadores que se les opuso... - y mirando a Irina, confirmó los peores augurios -  ...sí, a Marko. No se si llamar suerte al hecho de que no nos encontrásemos junto a los cirujanos, que todavía seguían atendiendo dentro del quirófano a la mujer y al bebé, cuando nos tomaron a ambas como rehenes. Parece que algo fortuito debió ocurrir entonces allí dentro, porque posteriormente vi a los dos cirujanos y a la mujer embarazada con el vientre todavía abierto y desparramándose las entrañas, salir del quirófano a la carrera ya transformados y buscando morder tanto a los Luciérnagas del pasillo como a los soldados de FE.D.R.A que acababan de llegar... El Hospital Adjunto ha caído.

Ahora quedaba todo un poco más claro. Mientras los cirujanos y las enfermeras que les acompañaban le habían estado practicando una cesárea a una mujer embarazada e infectada recientemente por Cordyceps, el ataque de la milicia a las instalaciones de FE.D.R.A, incluido el Hospital Adjunto, se había producido. La infectada embarazada habría mordido a alguno de los cirujanos dentro del laboratorio mientras Irina y Oyuki habían salido a por reemplazos de bolsas de sangre, infectándose todos los de dentro del laboratorio salvo ellas dos. En los pasillos, los insurgentes habrían secuestrado a las dos jóvenes enfermeras y a un celador, mientras buscaban a la embarazada y a uno de los pequeños infectados, y puede que tras abrir la puerta del quirófano para detener la cesárea, los infectados de dentro hubiesen salido mordiendo a cuantos se les interpusiese.

Restaba decir que durante todo el caos, Sunny, Chad y las dos enfermeras había logrado salir del Hospital por el conducto de ventilación, pero el doctor Abbot había terminado sacrificándose por el bien del resto.

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09/03/2023, 01:49
Kyle Sanders

Kyle Sanders había escuchado toda la historia sin perder detalle, y aunque había sido francamente esclarecedor, no dejaban de estar en serios problemas allí abajo. Chad y Sunny no estaban al tanto de que aquel grupo que acababan de encontrar estaba siendo perseguido por todo un escuadrón de FE.D.R.A, al ser confundidos como insurgentes de la facción de los Luciérnagas.

- Me temo que si aguardamos más tiempo aquí sin movilizarnos hacia alguno de los accesos, en breves seremos blanco fácil para los que viene detrás nuestra dándonos caza... - mencionó sin mayores rodeos, señalando la ruta por la que estarían llegando los soldados de FE.D.R.A. Señor Young, ¿puede guiarnos hacia el exterior hasta esa salida que mencionó con anterioridad, cercana al Giocomo's? De veras me estoy poniendo de los nervios, y dudo que pueda soportar un ataque más de ansiedad...

A todo esto, soy Kyle Sanders. Siento vuestra reciente pérdida. - les expresó tanto a Chad y Sunny, como a la joven Irina, quién recordó como escasos minutos atrás el doctor la había salvado de ser agredida sexualmente por uno de los maniáticos secuestradores, quién no solo era un insurgente, si no un depredador. De seguro ese doctor debía ser un gran hombre.

Notas de juego

Último post en esta escena del Prólogo, reaccionando a lo sucedido, antes de pasar al capítulo 1. ;)

Salvo que alguno exprese lo contrario y desee marchar por otra ruta alternativa, en la próxima actualización espero narrar vuestra llegada al Giocomo's.

¡Este fin de semana os repartiré varios puntos extras en habilidades por vuestro gran desempeño en esta primera escena! ¡Oficialmente podéis celebrar haber sobrevivido al prólogo! (que para algunos no ha sido nada fácil xDDDD)

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09/03/2023, 02:56
Ambientación

Bull no esperó que el perro de presa fuese a ser tan rápido y escurridizo, impidiéndole precisar el escopetazo que pasó a escasos centímetros del cuerpo del animal. Errado el primer disparo, a penas tuvo tiempo de reaccionar antes que la bestia se le echase encima, rodando ambos por el suelo una vez le mordió en el antebrazo izquierdo. El dolor era horrendo y francamente insufrible, y entrenado como estaba el chucho para no soltar prenda una vez realizada la mordida, Bull se las vio muy putas, con perdón de la palabra, para librarse de la presa que le ejercían. 

Por suerte, el hombre pudo revolverse en el suelo, y no sin esfuerzo, llevar su mano derecha hacia el interior de su bota, de donde sacó un cuchillo hasta entonces oculto. Solo un par de cuchilladas en el abdomen del perro fueron suficientes para acabar con su vida, profiriendo un quejido lastimero el animal antes de yacer inerte, pero para cuando el herrero trató de incorporarse del suelo e ir a recoger su escopeta, las voces de los soldados aproximándose raudos le hicieron desistir de sus intenciones. Más valía perder un arma y poner tierra de por medio, que no arriesgar a quedar expuesto frente al enemigo.

- Joder, tengo inutilizado el brazo izquierdo... - masculló Bull mientras cruzaba al otro lado de la alambrada, transpirando como si no hubiese un mañana, y mostrándose más débil y pálido de lo normal, pese al color oscuro de su piel. La herida era horrorosa y cruenta, con un trozo de carne colgando y parte del hueso expuesto. - Mi mujer me va a cortar las pelotas cuando vea este estropicio... - sonrió de forma irónica, quizá tratando de suavizar la situación ante las reacciones de más de uno de los presentes. Corred, ya los tenemos encima.

El otro de los perros había sufrido un destino similar a su congénere, siendo alcanzado por Miller de un certero disparo, que si bien el tirador había creído errar al levantarse una pequeña nube de polvo en el suelo, realmente se debía a que la bala, tras atravesar el cuerpo, había impactado en tierra. El can continuó un par de metros por la misma inercia que llevaba, pero ya fuese por el mismo disparo o por el letal machetazo que recibió por parte de Barry tras alcanzar su posición, lo cierto era que el rottweiler negro había pasado a mejor vida.

- ¡Qué hijos de puta! - se escuchó maldecir al primero de los soldados en aparecer tras escalar la zanja, quién observó desde la distancia como ambos perros eran simples cadáveres yaciendo en el suelo, muy cerca de la verja metálica, y como en aquellos instantes Barry, Vika, Arthur y Bull ya corrían al encuentro de Eddy, quién les aguardaba a medio camino entre la verja metálica y el murete de piedra. ¡Markus, esos cabrones han matado a los perros! 

Más a lo lejos, el grito desgarrador del otro soldado dejó en shock al militar que había tomado la iniciativa de seguir a los perros a la carrera, cruzando la zanja. No podía creer lo que sus oídos escuchaban.

- ¡DONALD! ¡DISPÁRALES Y VENGA A NUESTRO CAMARADA! ¡ESOS PUTOS LUCIÉRNAGAS HAN DEGOLLADO COMO SI FUESE UN CERDO A HOWES! ¡NO, JODER! ¡NO PUEDE SER! - se escuchó desde la distancia los lamentos del soldado que acababa de descubrir el fiambre frente a la compuerta metálica.

No había señales del francotirador, ya fuese por la razón que fuese. Puede que estuviese tomando posición, puede que ya estuviese apuntando a alguno de los objetivos en silencio y escondido entre los escombros. ¿Qué harían Arthur, Barry, Bull y Vika? ¿Correr como si no hubiese un mañana, tratando de zigzaguear durante la carrera, buscando evitar las ráfagas del enemigo? ¿Responder fuego con fuego, aunque eso implicase la posible llegada del resto? ¿Lanzaría Vika alguna de las granadas de fragmentación o prendería con el zippo el cóctel molotov que acababa de improvisar con la botella de whisky y el paño?

La primera de las ráfagas del fusil de asalto del soldado Donald impactarían en tierra, levantando polvo en el proceso, a pocos metros de donde se encontraban. La dificultad de la acción, incluso para un experto militar, era sumamente complicada debido al alcance todavía lejano de los objetivos y a que se desplazaban cambiando de posición en todo momento, pero no tardaría el FEDRA en ajustar las desviaciones y quizá mejorar su puntería, amén de que a no muy tardar recibiría refuerzos que le secundarían. ¿No sería pan comido para un francotirador experimentado, apuntar y abatirles como a títeres sin cabeza?

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

El soldado Donald os ha visto y ha abierto fuego, aunque por la distancia ha fallado la ráfaga de su fusil de asalto. La dificultad para impactar a alguien al azar se reducirá 2 puntos en cada turno. (actual 20, próxima actualización 18)

Si alguno quiere dispararle, debería girarse y apuntar, deteniendo su avance. Para impactar al soldado es necesario obtener éxito en una tirada armas de fuego a dificultad 20.

En el caso de Vika, puede lanzar un cóctel molotov o alguna de las granadas de fragmentación. La tirada sería lanzar sin indicar dificultad (dado medio) y no perdería su tirada de atletismo, al estar preparando previamente el cóctel molotov o grabadas.

Pifia - te detona la granada o te prendes a ti misma con el cóctel molotov (2D6 de daño)

Un valor menor a 10 (que no sea pifia) implica que la granada o cóctel molotov se queda a medio camino entre vosotros y el soldado. La detonación levanta una columna de polvo (granada) o humo (coctel), y hay 1D4 posibilidades distintas:

1 = la onda expansiva os afecta a vosotros (1D6 de daño) pero impide visión entre ambos bandos

2= la onda expansiva afecta al soldado (1D6 de daño) e impide visión entre ambos bandos

3= la onda expansiva no afecta a nadie pero impide visión entre ambos bandos

4= la onda expansiva no afecta a nadie y no impide visión entre ambos bandos

Un valor superior o igual a 10 (que no sea crítico) implica que la granada o cóctel molotov alcanza a su objetivo, impactando al soldado enemigo y prendiéndole fuego. Recibe 2D6 de daño. Además levanta una columna de polvo o humo que impide la visión entre ambos bandos 1 turno.

Crítico - Muerte instantánea del soldado enemigo + columna humo o polvo durante 2 turnos.

Podéis correr hacia el murete de piedra con atletismo sin indicar dificultad, precisando llegar a la suma total de 20 puntos para recorrer toda la distancia.

Ej. Barry lanza atletismo y obtiene un valor de 12, para el siguiente turno, alcanzaría el murete con solo obtener un 8.

Ej2. Bull lanza atletismo y obtiene un valor de 7, para el siguiente turno todavía le restaría 13 para llegar al murete de piedra. Si saca un 8, se suman las dos tiradas... 7+8=15, por lo que para el tercer turno precisaría obtener un 5.

Pifia implica que no se avanza, crítico implica que se recorre todo el recorrido (o ayudas a un compañero +3 a cada uno en la tirada).

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09/03/2023, 03:46
El Oso

 Por la forma es la que se estaba desenvolviendo la pelea, las cosas parecían bastante empatadas; incluso con un ligero tono a favor para los muchachos del Oso. Era cierto que David había sido arrojado como un saco de patatas sobre Nicky Love, que Konrad tenía la cara hecha un verdadero desastre y que Pablo necesitó la asistencia de su jefe; pero por lo menos ellos no tenían a dos de sus miembros casi convulsionando en el suelo.

- Mierda, algunos de estos muchachos no se van a levantar en un largo tiempo...

 Konrad y Love habían dado una excelente impresión frente a la gente de Donovan, quienes se lo pensarían dos veces antes de venir a tocar los cojones en zonas enemigas.

 Por lo menos eso esperaba El Oso, pero luego de ayudar a Pablo, su mano derecha apuntó contra King Raúl. Quien con completa impunidad sacaba su cuchillo con la intención de arremeter contra el capo enemigo en segundos. El Oso tenía que admitir que se le escapó un aliento al ver esa imagen: él dado vuelta, indefenso, listo para que aquel desgraciado le cercenase la garganta y le dejase desparramado en el suelo, ahogándose en su propia sangre. Por suerte, El Oso tenía un ángel guardián en forma de escuadrón de FE.D.R.A. que le salvó de tal destino.

 Rápidamente toda pelea culminó y todo golpe se paró en seco ante la llegada de las autoridades. Esa era la idea original de toda aquella riña, si bien no esperaba que volaran tantos dientes en el proceso. Con un par de palabras tranquilas de Luigi y un soborno de King, nadie se metió en problemas. Pero El Oso había conseguido lo querido, y ahora King Raúl se tenía que retirar con la cola entre las patas. Dándose el lujo de increpar por última vez a su paralelo criminal.

 Hacía mucho tiempo que El Oso no sentía el calor de la pelea de frente, mucho menos el riesgo a la muerte tan cerca. Años de dedicarse a las tareas administrativas y de querer evitar guerras entre bandas. Pero se venían tiempos diferentes, todo estaba cambiando. Y si El Oso tenía que ponerle el pecho a las situaciones a la par de sus hombres... bueno, por algo es un oso.

- ¡Vuelve a visitarnos en esta hermosa zona, King! La próxima vez seremos incluso más amables...

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09/03/2023, 10:36
Barry "Fortuna" MacLeod

Me resultó imposible saber, a ciencia cierta, si el puto animal seguía siendo un peligro cuando el machete le abrió el cuello con todas las fuerzas que fui capaz de imprimirle. Antes de que me apartase de su trayectoria, rodando por el suelo hasta medio incorporarme, parecía haber recibido un disparo que le atravesó de lado a lado, impactando en el suelo con una pequeña nube de tierra y polvo. Aún así, yo también llevaba mi propia inercia, y no tuve ni tiempo ni ganas de arriesgarme, así que golpeé con fuerza para comprobar que, tras arrancar la hoja ensangrentada de la carne, el perro estaba muerto.

Al otro lado de la alambrada, Bull había tenido peor suerte. El otro chucho se le había echado encima y, antes de que el rudo forjador diera cuenta de él con su cuchillo, le dejó un buen estropicio en el brazo. Mientras se arrastraba por el hueco abierto en la alambrada, nos instó a poner tierra de por medio, aunque no habría sido necesario igualmente. Apenas hubo cruzado, los primeros gritos en la distancia dejaban claro que no teníamos tiempo que perder. Los soldados se nos echaban encima, y por mi parte al menos enfrentarlos no era una opción. No tenía la más mínima intención, ni tampoco esperanzas de éxito, de entablar un tiroteo con ellos.

- ¡Sin mirar atrás! -Grité a los demás, apresurándome a coger el asa de mi mochila con fuerza para comenzar a correr- ¡Corred por vuestras vidas!

La mochila pesaba bastante, y los bultos se movían dándome sacudidas a un lado y otro con cada zancada, de modo que no tuve la impresión de estar avanzando tan rápido como podía llegar a hacerlo. Pero sólo podía apretar los dientes y esforzarme al máximo para salir de allí y alcanzar un lugar seguro. No creía que los soldados cruzasen para perseguirnos más allá de la alambrada, o eso quería creer. Sólo teníamos que salir de su zona de tiro. Un poco más, un poco más...

- Tiradas (1)

Notas de juego

Justo como en el ejemplo XD

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09/03/2023, 11:25
Arthur Miller

-Ah -Fue todo lo que pudo decir cuando el perro al que disparó yace muerte y laxo en el suelo, resulta que sí le impactó.

El otro perro también es abatido pero no hay tiempo para celebrar nada, tenemos a Bull herido, desarmado y nos llega la primera lluvia de balas. No tenemos necesidad ni probabilidad de éxito en un tiroteo contra FEDRA. Una retirada es la mejor opción, la única opción.

Comenzamos a correr una vez más por nuestras vidas y en la camino ayudo un poco a Bull a aligerar el paso que tiene que estar pasándolo francamente mal y me preocupa que se desangre que su rastro de gotas de sangre juegue en nuestra cuenta, pero lo prioritario eran las balas.

-Corred, vamos.   

- Tiradas (1)
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09/03/2023, 13:13
Jhon Walker

Detenidos de nuevo y ahora con más gente que parecía estar alterada. - ¿Acaso no muere gente todos los días? ¿Por qué tanto jaleo por los muertos del hospital ellos sólo se nos adelantaron?

¡Venga muévanse tortugas! Tenemos infectados a un lado y a un escuadrón de la muerte de F.E.D.R.A. detrás. Tal vez... sólo tal vez.... Nah, es demasiado riesgo sin un temporizador y si lo hago no faltará un gañán que quiera meterme una bala en el cráneo por dejar inutilizados todos los túneles. - pienso mientras descarto la idea de llevar a cabo una alegre reunión entre los infectados del hospital y sus antiguos compañeros de F.E.D.R.A.

Sanders, no empieces de nuevo, que no tenemos tiempo para lidiar con tus crisis, menos ahora que esos bastardos ya abrieron la puerta. - digo en tono cortante mientras continúo la marcha reparando en que un miembro del otro grupo habló sobre un infectado.

Sólo en ese momento mi rostro cambia y se torna bastante agresivo, pero al continuar con la historia, simplemente paso del asunto y continúo avanzando.

Sabía que los de F.E.D.R.A. eran idiotas, pero nunca imaginé que tanto, perdieron un hospital por no gastar una puta bala y un galón de gasolina. - comento ante la historia de la embarazada.

Media hora, ¿Quién fue el idiota que creyó que ese procedimiento era viable? En fin no interesa seguro ya está muerto también. - agrego con la más absoluta indiferencia.

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09/03/2023, 15:46
Sunny

Sunny observó cómo Abbot optaba por el camino correcto, pero no por ello el más fácil. La joven desvió la mirada al escuchar el disparo, rompiendo a llorar y cubriéndose el rostro con ambas manos hasta que sintió que alguien le tiraba de la manga de su chaqueta, obligándose a seguir a su amigo y siendo incapaz de mirar atrás.

Las lágrimas marcaban amplios surcos en las mejillas de la pelirroja cuando salieron por el otro extremo del conducto, en la galería de mantenimiento. Cuál fue su sorpresa al ver allí a poco más de media docena de personas, aunque algunos rostros le eran conocidos —Sen, Liam... ¿qué hacéis aquí?— preguntó, algo confundida, pero Irina se adelantó para tranquilizarlos. La quinceañera apretó los labios cuando les preguntó por Abbot, cerrando los ojos con fuerza y negando con la cabeza. Sunny terminó por sentarse en el suelo al sentir que las piernas le temblaban, rodeándose las rodillas con los brazos y limpiándose de vez en cuando las lágrimas con uno de ellos mientras Chad contaba lo sucedido. 

Durante parte del relato del chico, la pelirroja miró a Oyuki apretando la mandíbula e incluso con cierta dureza en la mirada. De no ser por ella, que atrajo la atención primero de los infectados y luego escapó dejando sola a una chiquilla conteniendo la puerta, tal vez Abbot seguiría vivo.

... y se quitó la vida— terminó Sunny, sorbiendo por la nariz antes de resoplar. Al menos habían quedado en paz, ya que ella le salvó la vida en primer lugar al doctor. Sin embargo, era una pérdida que no sabía afrontar en aquellos momentos.

Oyuki entonces empezó a narrar lo sucedido: la cesárea a la mujer infectada, el asalto del grupo de los luciérnagas a las instalaciones... pero Sunny apenas podía mirarla. 

El niño... vi cómo lo escaneaban en la sala de triaje— dijo la joven cuando la enfermera acabó —. Vi cómo el aparato se ponía naranja y cómo, tras saltar la alarma, atacó al guardia que lo custodiaba. Luego el doctor... A-abbot y yo— tragó saliva —fuimos a por suministros médicos y el guardia lo atacó. Logré saltar sobre él y apuñalarlo, pero el niño nos oyó y corrió hacia nosotros... no tuve otra elección y... le disparé— miró a Chad y luego a Irina —. Luego fuimos testigos de cómo los luciérnagas os retenían, y lo que vino después— que era lo que ya había contado Oyuki. Al terminar, Sunny se frotó los brazos, de pronto sentía frío a pesar de su chaqueta.

Uno de los hombres tomó la palabra y la adolescente asintió con la cabeza, no podían quedarse allí, pero... ¿a dónde irían? —Sunny, y este es Chad— señaló a su amigo cuando Kyle se presentó —. Pero... nosotros somos reclutas de FEDRA— miró a Chad, preocupada, ignorando lo que decía aquel otro tipo de barba —. ¿No deberíamos quedarnos en un lugar seguro? Se supone que no debemos abandonar las instalaciones...

No obstante, Sunny acompañaría al resto si Chad lo hacía. No sabía en qué situación se encontraba el edificio ni los peligros que podrían encontrarse, y quizá un grupo grande tendría más probabilidades de sobrevivir.

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09/03/2023, 18:14
Liam Young

La situación que contaban los recién llegados era realmente dramática y similares a los vividos por Liam en los momentos del estallido. Miles de personas perdieron la vida de forma cruel. Familiares atacándose entre ellos. Y la terrible sensación de no poder encontrar un lugar para ponerse a salvo. Liam notó como su frente se perlaba de sudor con el recuerdo. El tal Abbot había sabido tomar la decisión mas eficiente en momentos caóticos. Sin duda alguien con la cabeza fría.

La joven Sunny por fin entró en escena junto con Chad, visiblemente afectados por el suceso. Dios, eran tan jóvenes y ya tenían experiencias que les marcarían de por vida. El alma del falsificador se le cayó a los pies. A la pregunta de la joven Liam respondió: - Como ves, también estamos huyendo - En su mente se formaron las palabras ¿No te dije que no usaras estos túneles? No son siempre seguros... Pero no habría mejor situación que la actual para hacer uso de ellos. En el fondo, Liam valoraba la actitud curiosa y resolutiva de la muchacha. Gracias a ella había conseguido documentación relevante que falsificar de F.E.D.R.A.

Las palabras de John, aunque con la misma humanidad de un frigorífico, no estaban carentes de fundamento. O abandonaban aquel lugar o se sumarían a la lista de los abatidos.

- Es momento de irse. Todo el mundo atento. Salgamos de estas cloacas y ya nos organizaremos mejor en la superficie. En marcha -

Si nada lo impedía, Liam se pondría en marcha, asegurándose de que Sunny permaneciera en el centro del grupo para recibir mejor protección. También se fijó en si en la huida había conseguido equipo, con un vistazo rápido a sus pertenencias. - Si el hospital ha caído, el sector 3 será acribillado indiscriminadamente por los soldados para evitar perder la zona de cuarentena. Quizá, una vez en el sector 5 lo mejor sea conseguir salir de la ciudad. Pero vayamos paso a paso. Chica, ¿Tienes máscara anti gas? Te dije que siempre tuvieras una a mano -  En caso negativo, El falsificador extraería la suya de la mochila y se la entregaría a Sunny.

Apuntando con la linterna y pistola en mano, prosiguió la marcha. - Ya no andamos lejos de la salida. No bajéis la guardia -