Partida Rol por web

Farale, con su experta visión entrenada en el bosque, consigue ver a una figura que se oculta a la sombra de uno de los edificios laterales de la plaza, también en una isla y conectada a la misma con un puente de piedra. Parece que está haciendo como señales. Kururu consigue ver que la sombra es una figura humana que les hace gestos para que se acerquen rápidamente a ella.

Mira a Falare, intrigado. Parece que ella también ha percibido algo y, teniendo en cuenta que los de su especie tienen los sentidos más agudizados, sería conveniente tenerla en cuenta. Siguió la mirada de la pequeña kokiri hasta un edificio cercano, donde al poco rato también él pudo percatarse de que una silueta, en apariencia humana, les hacía señas para que se acercasen. El hylian miró al resto del grupo, inquisitivo.

Pego un respingo cuando mi concentración es invadida por las pregutas susurradas de Yard, pero sin girarme y agudizando más la vista le respondo en susurros:
- Hay alguien en aquel edificio... - comienzo a decir.- Y parece que nos está haciendo señas para que vayamos.

Asiento hacia la nada y echo a andar en dirección a la silueta esperando escuchar tras de mí los pasos del resto siguiéndome mientras digo aún en voz algo baja:
- Es la primera muestra de vida que vemos por aquí y parece humano, así que habrá que tratar de averiguar quién es y por qué está todo tan vacío.

Kururu caminó tras la pequeña, llevando la mano cerca del zurrón por si tenía que hacer uso de algún otro artilugio...

-Tú no has oído nunca eso de "más vale solo que mal acompaña..." -dijo un tanto desdeñoso el chico pero su voz se le truncó sin llegar a terminar la frase.

Miró, boquiabierto, su costado. Allí no estaba el zurrón, ¡había desaparecido!

Alarmado miró a su alrededor para ver si se le había caido al suelo, pero no estaba ni en la pequeña plaza ni en el camino que llevaba a la plataforma del portal. "¡No puede ser!", pensó nervioso, "lo tenía cuando salimos del portal... ". En ese momento sus ojos se abrieron como platos, imbuidos por el dolor de la comprensión. Había caído al vacío cuando Kara casi lo mata del susto. Debido al shock del momento no se había dado cuenta de que lo había perdido.
Kururu miró atrás hacia Kara y tan solo pudo esbozar una ridícula expresión pesarosa. "Kara... ahí dentro tenía artículos de la tienda de más de mil rupias...", pensó desolado. Solo de imaginar que su pequeña fortuna se precipitaba infinitamente hacia la nada le revolvía el estómago.
Cabizbajo siguió a la kokiri a encontrarse con el primer ser vivo que topaban en aquel mundo.

Yard miró intrigado a Kururu, que daba vueltas sin parar, como buscando algo. Pero ahora él también podía ver el puntito minúsculo que se movía en la lejanía y les llamaba. Frunció el ceño, incómodo.

- Esto es muy extraño... Será mejor que tengamos cuidado -dijo.

Pero no había más remedio que tratar de averiguar quién o qué era aquella persona, y por qué parecía tener tanto interés en que se aproximasen a él... o ella. Yard comenzó a seguir a Falare, mirando al resto de miembros del grupo. Tenían que permanecer juntos.

Más vale que no sea una trampa...

Kara hace una mueca y le pide disculpas con la mirada. Luego se da cuenta que los otros ya han comenzado a avanzar hacia un punto sombrío, en el que dicen que hay alguien o algo así.

Todos avanzan y llegan hasta la persona que les está haciendo señas. La figura encapuchada, comienza a caminar con rapidez aunque siempre mirando hacia atrás para ver si le están siguiendo... seguramente no quiere hablar en un sitio tan público como ese... y eso hace que tengan una sensación aun mayor de inseguridad... parece que algo está pasando en ese mundo.

Kururu seguía con buen ritmo a la figura misteriosa. No sabe el por qué pero no le inspira una mala sensación... sin embargo no debe confiarse, pues bien podría tratarse de una burdo ardid para eliminarlos (aunque de haber querido cargarselos ya podrían haberlo hecho hace un buen rato, nada más salir del portal).

De todas formas él nunca confiaba, era algo inherente en su personalidad.

Procuraba permanecer el segundo junto a Yard en su persecución, mirando de vez en cuando hacia atrás para asegurarse de que Kara no se pierde.

- Vaya, parece que sí quiere que le sigamos a alguna parte... susurro al observar que, una vez nos acercamos lo suficiente, la silueta oculta por las sombras se mueve nuevamente mientras vigila que vayamos tras sus pasos.

Sin abrir de nuevo la boca procedo a continuar siguiendo a la única persona que hemos visto desde que cruzamos el Espejo, mientras me aseguro de que mis compañeros caminan a mi lado. Tampoco es malo mostrar una ligera confianza ciega de vez en cuando, pienso aunque soy consciente de que tampoco puedo fiarme del todo de quien sea.

Yard no podía hacer mucho más que mantenerse cerca del grupo y andar con mil ojos, fijándose bien en todo lo que les rodeaba. Quizá cuando aquella figura misteriosa se decidiese a hablar podrían averiguar algo, pero hasta entonces...

- Nos lleve donde nos lleve, al menos será un sitio resguardado -comentó para tratar de animarse un poco.

Tras varios minutos la sombra se introduce en una casa y espera a que ellos entren para cerrar la puerta y dejar atrás el silencio de sepulcral de la calle. Viste de negro completamente, salvo por los grabados que son blancos y de un color luminoso, como verde. Lleva la cara oculta tras una tela blanca con símbolos en negro.

Habla con los 4 chicos.

-Llegáis en mal momento, pues la Princesa ha sido capturada y retenida. El mal ha cruzado a este mundo.

No puedo evitar sentirme algo nerviosa cuando la puerta se cierra a nuestras espaldas, y más aún cuando la persona, que ahora puedo ver que viste con ropas oscuras y extrañas, nos habla.

- ¿La Princesa del Crepúsculo ha sido capturada? - pregunto alarmada ante las palabras del desconocido. Se suponía que ella era quien sabía de nuestro viaje y que nos ayudaría con la misión que se nos ha encomendado.- ¿Y tú quién eres? ¿De la guardia de la Princesa?

Aquella figura misteriosa no le inspiraba ninguna confianza a Yard... pero cuando cerró la puerta a espaldas del grupo fue todavía peor.

- ¡Eh! -exclamó alarmado, dando un paso al frente.

Sin embargo, se paró cuando Farale hizo aquellas preguntas. Esperó a que su guía contestara, pero sin dejar de mirarle ceñudo y desconfiado.

Kururu reaccionó de forma similar a Yard una vez su extraño anfitrión, pero más disimuladamente. Su mano se deslizó instintivamente de nuevo hacia el costado donde debería encontrarse su zurrón. Procuró no darle importancia a ese detalle y lo dejó pasar con un leve suspiro.

-No me digas... y tú eres el rezagado que debe capturar a los héroes recien llegados, ¿verdad? -inquirió mordaz y de brazos cruzados en respuesta a las palabras de aquél individuo.

El muchacho se fijó más detenidamente en la indumentaria del hombre... o cosa. Era evrdaderamente peculiar.

-Curioso atuendo, caballero, ¿es algún tipo de moda local?

El sujeto les mira... bueno, ellos lo notan pues no pueden ver sus ojos. Se nota como resopla y mueve la cabeza un poco indignado por su falta de respeto.

-Soy uno de los sacerdotes, uno de los sabios de este mundo. La Princesa logro sacarme del Palacio antes de fuese sellado.

Ahora mira a Kururu por esa impertinencia. Si es que como osa hablarle a él así, cuando sus pintas no son las mejores.

-Deberías hablar con más respeto. Un día acabarás perdiendo la lengua.

El chico miró con cierto desdén al supuesto sacerdote, con la boca torcida y de brazos cruzados, pero no dijo una palabra. No se sabía si callaba por respeto o por precaución...

Yard no se fiaba de aquél personaje. Desde luego, el aspecto que exhibía no es que ayudara a ello... Le miraba con el ceño fruncido, y sus ojos iban de la extraña máscara a la puerta cerrada.

- Es curioso que hable de respeto alguien que no muestra su rostro -comentó, desafiante-. Bueno... si esa Princesa te ha salvado de ser capturado, lo mejor es que nos digas con qué fin lo ha hecho. Seguro que le serás más útil si nos lo explicas todo, y no sólo te limitas a enzarzarte en un duelo dialéctico con Kururu... Eso, te lo aseguro, no tiene ningún futuro.

Normalmente, Yard no era tan arisco y menos en una situación que no controlaba. Pero le preocupaba la seguridad del grupo en ese mundo, y sobre todo la de Falare y Kara.

Uno de los sabios... como el Gran Árbol Deku... pienso mientras en mi rostro parece querer asomar una peqieña sonrisa de alivio*. Asiento tras escuchar sus primeras palabras con una nueva luz brillando en mis ojos: esperanza.

Pero después el tono con que se dirije a Kururu me pone nerviosa sin siquiera darme cuenta y, a pesar de que soy sin duda la más pequeña y frágil del grupo, me adelanto hacia la figura de ese supuesto sacerdote. En mi corazón siento como si debiera proteger a Kururu, como si él fuera una pieza del puzzle de mi vida, al igual que lo son todos los kokiris, mis hermanos, que esperarán verme regresar habiendo salvado lo que queda de puro en estos mundos.

- Sabemos que un día la lengua de este jóven será castigada, pero por el momento no es necesario enzarzarse en discusiones cuando el mundo está en semejante peligro. - le digo mientras entrecierro los ojos tratando de ver su rostro en la oscuridad, después de que Yard se adelantase a mis palabras.- Díganos qué hemos de hacer pues supongo que la Princesa estaba al tanto de nuestra llegada tarde o temprano...

-Sólo hay una forma de llegar...

Se acerca a una ventana y la abre con cuidado, señalando hacia la base de la isla flotante donde se encuentra el palacio. Es difícil de ver, pero se aprecia una pequeña entrada... aunque solo se ve porque él os ha indicado como llegar.

-Yo puedo llevaros hasta allí.

Vuelve a cerrar la ventana a toda prisa.