Partida Rol por web

La hylian no dice nada, pero que no diga nada, no significa que no de respuesta. Si era visitar a la princesa y entregarle un mensaje, sin problema, podian hacerlo. Ella iria, meneo la cabeza como asentimiento y... miro muy mal a Kukuru por lo materialista de su comentario. Si habia dinero, se venderia a si mismo.. a su modo, Kukuru era mas malvado que el malvado que iban a combatir... a lo mejor las Diosas no le consideraban digno y le pasaba algo... ese chico cada dia caia mas en el lado oscuro, apartandose de las cosas buenas y de la salvacion..casi era un caso perdido....

Hasta ese momento, todo lo que había en la vida de Yard era una buena sombra y su caña de pescar. No necesitaba más para ser feliz. Nunca había sentido curiosidad por otro estilo de vida, ni tampoc había sentido codicia ni ambición.

Sin embargo, las palabras del Gran Árbol Deku resonaban en su conciencia, despertando sensaciones desconocidas para él. A pesar de ser la primera vez que lo veía, sus palabras impregnaban de sabiduría todo cuanto tocaban. Si un ser tan sabio como ese confiaba en ellos, no podía estar equivocado. Aunque ellos no confiasen en sí mismos.

- Contad conmigo, Gran Árbol - dice respetuosamente, sintiendo la responsabilidad y la aventura fluir por sus venas.

La misión que se le encomienda en este momento es pequeña, pero cada parte deberá representar su papel si quieren que el mundo siga siendo tal y como lo conocen.

Kururu nota la mirada del Gran Árbol, aunque no puede ver sus ojos... la sensación no es reprochadora simplemente es como la mirada de alguien muy anciano que mira con cariño a un niño pequeño que no entiende lo que pasa...

-No hay recompensa por esta misión, joven hylian... o podría decir que la mayor recompensa es ayudar a salvar al mundo en el que vives...

Hace una pausa, como siempre...

-¿Qué pasaría si tu pueblo quedase sepultado por la oscuridad? ¿Y si tus padres, tus amigos, tu vecinos... todos, muriesen por ese mal que nos acecha? Decide en base a eso...

-¿¡Uh!?, ¿no hay recompensa? -dijo con exagerada sorpresa el muchacho- no tenía a la princesa Zelda por una paupérrima cortesana...

El chico miró al árbol, en silencio, mientras su voz ancestral inundaba su mente. Le resultaba bastante desconcertante la paciencia e indiferencia del árbol por sus ponzoñosos comentarios. Casi... lo ponía de los nervios. Una vez hubo acabado el muchacho puso los ojos en blanco. Bufó, levantándose un mechon del flequillo que caía sobre su frente y torció la boca en un gesto disgustado.

-Qué le vamos a hacer... al menos así me entretendré un rato, ¡khu, khu, khu!

La mirada de puro odio que desde mi posición echo a Kururu cuando habla de recompensas por la misión.
Yo asegurando que daría mi vida entera solo por intentar salvar a mi Padre y mi pueblo y familia y este maldito crío pensando en las riquezas... ¿de veras tiene corazón? ¿Tiene familia o amigos? Quizá no tenga y esa sea su razón para ser como es... pienso mientras le fulmino con la mirada, no sabiendo ya si enfadarme con él o sentir verdadera compasión.

- Si yo he de ir también en esta misión, Padre... ¿Cómo se supone que podré hacerlo? Moriría al salir del Bosque Kokiri, ¿no es así? - digo intentando sonar tranquila aunque la voz me tiembla en varias palabras sin poderlo evitar. No es fácil preguntar sobre si una puede librarse de ello o tendré una muerte segura en breve.

Por ahí si que no pasaba, Kukuru siempre habia sido un materialista (y siempre lo seria para desgracia del mundo), le habia reprendido muchas veces y sin exito, pero si dejaban de reprenderle, se creceria y pensaria que tenia razon

- Kukuru, ya estas con vueltas a lo mismo... ¿es que no tienes un grano de integridad?¿o solo conoces el egoismo? Apuntate a la mision de buena gana o vete...

Se giro a Falare, debia estar flipando pepinillos, menuda imagen debian estar dando... que verguenza ajena la forma de hacer de Kukuru:

-Espero que no nos juzgues a todos los Hylyans por su actitud...él es la excepcion...

Esperaba que Falare fuera comprensiva y abierta de mente y no se quedara con la anecdota que representaba Kukuru, que supiera ver mas alla de esa mala influencia...

Esperaba la respuesta de Padre aguantádome las ganas de llorar cuando la muchacha más habladora se giras hacia mí y me sorbo los mocos sonoramente para escucharla. Sonrío ante sus palabras y respondo sin eliminar la sonrisa de mis labios aunque no es un momento muy dado a ello:
- No te preocupes... Ya me he percatado de que él no es de buen corazón. He oído demasiadas buenas historias sobre hylians a lo largo de mis 51 años para olvidarlas ahora en unos minutos solo por un desagracedido jóven de dicha raza.

Dicho esto me volví a girar un poco para mirar de frente a Padre, aún esperando asustada la respuesta que suponía habría de darme sobre mi futuro más inmediato.

Permaneció apartado, con una mano cruzada a la espalda y la otra extendida frente a sus labios, ocultando una sonrisilla. Pese a todo una risita débil aún podía escucharse si se agudizaba bien el oído.

-... khuuuu, khu, khu...

Sus ojos miraban furtivos a la imponente figura del árbol, a la espera de sus palabras.

Una ramita llena de hojas verdes cae a los pies de Falare desde la copa del Gran Árbol Deku.

-Hierbe estas hojas y después filtra el brebaje para obtener una pócima en la que estará un pedacito de mi energía... con ella podrás llegar al castillo de Hyrule y hablar con la Princesa... ella podrá hacer mas por ti...

Todos notan la sensación de estar siendo observados por el Gran Árbol Deku.

-Ahora partid cuanto antes... no hay tiempo que perder... La paz de este mundo depende de vosotros y de lo rápido que entreguéis el mensaje a la Princesa...

Mi visión se vuelve borrosa mientras espero la respuesta de Padre, que finalmente llega y parece más alentadora de lo que en un principio esperaba.
Tomo entre mis pequeñas manos la rama con hojas de perfecto verde que el Gran Árbol ha dejado caer de una de sus ramas para mí. Me siento tan afortunada que me entran las prisas.

- Gracias, Padre. No te defraudaré y trataré de protegeros a ti y a todos mis hermanos en tanto como me sea posible. - respondo mirando al enorme árbol con algunas pequeñas lágrimas luchando por salir de mis ojos.
Aprieto fuerte mis manos para que no se escape el más mínimo calor de esas hojas y me giro dispuesta a volver a casa.

- Me voy a casa a hervir esto y después marchar. Quienes quieran acompañarme que me sigan ahora. A quienes decidáis no ayudarme a mí y mi padre en esta misión simplemente os mostraré el camino de salida una vez crucemos de vuelta el laberinto del Bosque. - digo mirando a todos y cada uno de los hylians allí presentes. Sonrío por, quizá, última vez a mi Padre y me dispongo a volver a abrirme paso entre los caminos del laberíntico bosque que termina en mi hogar.

Kururu avanzó un paso, inclinándose de nuevo en perfecta reverencia al árbol.

-Gran Deku, sire, este mundo en que vivimos está poblado por infinidad de criaturas, muchas de ellas no muy amigables... -dijo con una amplia y gentil sonrisa, alzando su mirada al venerable anciano- ya que tan generosamente nos ofrecéis este maravilloso viaje, ¿no podríais ayudarnos también de algún modo para que este no resulte un reto excesivamente emocionante?

Pasando de Kukuru, cuando Falare se giro, Linnet decidio que iria con ella, era comenzar un extraño viaje.. y peligroso. Solo antes de irse, hizo una extraña reverencia al Gran y Anciano Deku..esperaba que se lo tomara a bien, ella iria pero no podia hablar por los otros..la mayoria de hilians eran buenas personas y no dudaria en ayudar.

Mientras iban hacia casa de Falare, Linnet se pone a su lado y..bueno queria hablar un poco, solo por no pensar en las terribles revlaciones de Deku:

-Falare...¿hemos mostrado la debida deferencia hacia el Gran Arbol Deku? Desconocemos el protocolo kokiri...y me he perdido, esto va demasiado deprisa...¿esas hierbas exactamente para que son?

Hablaba por hablar, tendrian que hacer muchas cosas juntas...¿o estaria llegando a ser bastante cotilla y molesta para la kokiri? Era bastante mas menuda en altura que ella misma...

Yard camina junto a los demás, tranquilamente. Sus grandes pasos hacen que sus movimientos parezcan gráciles y lentos.

- Debemos darnos prisa...

"La paz de este mundo depende de vosotros". Las palabras del Gran Árbol Deku resuenan en su cabeza como si fueran mágicas. Parecen un lento y desesperado minueto.

Miro a la muchacha habladora del grupo cuando se dirige a mí. Me cae bien, parece que incluso es la que más ha mostrado el mismo miedo que yo al oír las palabras de Padre.

- No te preocupes. Padre es comprensivo con todos... - le respondo haciendo una pausa para señalar a Kururu con la mirada y añadir en un tono más bajo-: Aunque a ese hylian más le valdría morderse la lengua de vez en cuando.

- Yo estoy tan perdida como tú, como vosotros, lo creáis o no. Pero al despertar esta mañana ya noté algo extraño, una sensación en el fondo de mi ser me decía que algo iba mal y las palabras del Gran Deku solo han confirmado mis sospechas. Para mí va tan deprisa como para vosotros, incluso más si me permites decirlo, pues arriesgo mi vida saliendo de mi hogar. Los kokiris somos niños eternos pues llegados a una edad nos estancamos... y si salimos de nuestro Bosque morimos sin remedio. Pero estoy dispuesta a dejar mi pellejo en el camino si logro salvar la vida de mi Padre y mis hermanos... - digo mostrándome todo lo seria que puedo, concienciándome a mí misma a marchas forzadas de ello y demostrando que para mí tampoco ha sido fácil aceptar este reto.

Y mientras la conversación se lleva a cabo, sigo caminando sin perderme en dirección a mi casa.

El Árbol Deku parece que se ha quedado dormido y no contesta a Kururu... eso quiere decir que ya ha dicho todo lo que tenia que decir y que no piensa abrir la boca mas de lo necesario.

Kara sigue a los demás... bastante asustada ya que aunque ella pueda cazar animales para la subsistencia no se ve capaz de ir a pelear con otro ser... aunque si es verdad que si lo hace, sería para salvar al mundo de ese mal que les acecha...

-Estoy asustada, pero... no quiero quedarme de brazos cruzados...

-Bueno, entonces tendremos que esforzarnos de verdad y hacer lo que podamos... es un placer que vengas con nosotros, Falare, asi podemos conocernos mejor... y podras contarnos mas cosas del Hero del Tiempo... puede ser...una inspiracion

Su risa habia sido un poco nerviosa pero ¿porque?¿por el destino de Falare o por el peligro que se enfrentaban?No habia reparado en Kara, teniendo a Kukuru por alli, molestando.Y bueno... ¿como debian tratar a Falare? Tenia mas años que ellos pero  ¿èra mas madura?¿jugaria el rol de hermana mayor?¿Quien los iba a mantener unidos? Dudas, dudas y mas dudas... Solo podian seguir a Falare a su casa y ver que hacia alli...

Viendo que no obtenía respuesta, el muchacho alzó la cabeza para mirar al venerable... cual sería su desconcierto al ver que este había vuelto a su letargo, dejándolo sin contestación.

-¿¡Uh!? -exclamó el muchacho, paralizado en aquella pose reverencial.

El chico se enderezó de nuevo. Estaba visto que no habría más "ayudas" por parte del árbol sagrado. Tendría que encargarse él mismo...

-Para ser tan sabio creo que no acertado muy bien a la hora de escoger a sus héroes... -dijo con un tono agudo e incisivo- yo me vuelvo a la aldea. ¡No, por favor!, no ahce falta que me indiquéis la salida... conozco el camino.

Habló el muchacho con fingida modestia. Después se retiró a la espesura del bosque, de regreso al hogar de los Hylians...

Al oír a Kururu decir que se va a la aldea, levanta la cabeza y lo mira con ojos de preocupación... corre hacia él antes de que se vaya y lo retiene por el brazo...

-También te vas a ir? Cómo Lager?

Lo mira con ojos tristes... cada vez son menos y eso le hace sentir algo sola y mas en esos momento...

SObresaltado mira a la muchacha, que lo perfora con aquellos ojos cristalinos. Su tez se ruboriza levemente y una suave risilla nerviosa brota de entre sus labios, que tapa con presteza con la mano.

-¡Khuuuuuu, khu, khu, khuuuuuuuu...!