Partida Rol por web

Tras el merecido descanso y el rebozado en el agua, los aventureros empacan de nuevo sus cosas, y sin esperar a que sus ropas se sequen del todo, comienzan a caminar siguiendo el norte, hacia el Pico Nevado, que se ve a lo lejos, aun pequeño.

El día se hace largo y, aunque las prendas mojadas les protegen del calor durante unas horas, pasan tanto o más calor que por la mañana. Por suerte la situación solo dura un par de horas porque poco a poco el sol se va poniendo por el oeste y les brinda la brisa nocturna.

Con el sol ocultándose y con el cuerpo cansado de tanto caminar, es mejor descansar. Con los últimos rayos de sol, Eldar consigue encontrar un buen sitio en el que descansar. Reúnen algo de leña y hacen una pequeña hoguera. Todos se sientan a su alrededor a comer alguna cosa y a relajarse tras la dura jornada.

De nuevo nos pusimos en marcha. Los picos helados quedaban aún muy lejos, pero la vista podía llegar a identificarlo por lo que no había riesgo de pérdida. Ya no haríamos más paradas hasta la noche.

Cuando el sol nos avisaba del paso de la noche, había que empezar a plantarse la idea de improvisar un campamento. La zona allí se mostraba aparentemente tranquila, por suerte pudimos encontrar un pequeño recodo lo suficientemente seguro para protegernos de la brisa helada que vendría de las montañas. Dejé caer el equipo, amontonándolo a un lado para descargar ese peso extra.

-Iré a buscar algo de leña.

Sin separarme demasiado, fuí a buscar algo de leña para prender. Y de paso, echar un vistazo por los alrededores.

Apenas pude disfrutar del frío que mis ropajes verdes cuando retomamos el camino, tan mojados como estaban apenas tardaron un par de minutos en volver a secarse para dejar paso al implacable sol, que parecía mirarnos complacido desde lo más alto, incidiendo sus rayos de lleno sobre nosotros con fuerza.

La tarde se me hizo eterna hasta que al fin el astro rey comenzó a ocultarse, dando paso a una brisa muy reconfortante. Pero mis pies me pedían un descanso a gritos, un ratito a remojo que no supe bien si podría concederles, y la propia Nyx hacía rato que yacía medio dormida sobre uno de mis hombros de puro cansancio. Al fin y al cabo ella, como yo, estaba acostumbrada a la vida en el Bosque, y por tanto también al clima del mismo.

- Muy bien. - dije ante el comentario de Eldar, antes de que le diera tiempo a desaparecer de mi vista.- Intenta averiguar si el río del mediodía no está lejos, por favor.
Necesito un baño y mis pies... un buen descanso.

Deja sus cosas en el lugar en el que han decidido pasar la noche y da unos pasos rápidos para ponerse a la altura de Eldar. Como aun no tienen leña, no pueden encender el fuego y cocinar así que su función en el campamento no es muy útil hasta que no esté hecha la hoguera.

-Espera! Voy contigo!

Luego se gira hacia Farale y sonríe.

-Buscaremos un riachuelo!

Pues si, un dia largo y duro. Eso de caminar tanto, como que no estaban acostumbrados. Apenas llevaban un par de dias de duro viaje.  Unas buenas agujetas era lo que tenia e irian a mas y mas. Pero bueno era lo que tocaba. La campiña y todo esos paisajes estaban muy bien pero pronto llegarian al frio norte. Frio, frio y frio. A Linnet no le gustaba el frio pero bueno tenia cosas que hacer en esos dias, como que vieran realemente a Kukuru como era (lo mala persona que era).

Linnet se da cuenta que no es Farale quien se levanta para ir al río sino que es quien le dice a Eldar que lo busque para después poder ir a remojarse un poco, tanto ella como los demás si es lo que quieren.

Así que para disimular que se ha levantado por equivocación, se sienta junto a Farale y Kara.

No sabía si Falare lo decía en broma o en serio. En cualquier caso, de forma inevitable, me llevó a pensar en la batalla amistosa en el agua y al instante esbocé una sonrisa a modo de respuesta; Claro que buscaría un riachuelo. Ya cuando iba a aligerar mis pasos, la dulce voz de Maron hizo que amainara mis movimientos y en seguida di media vuelta. Había decidido acompañarme, y la continua idea de buscar un riachuelo no hizo más que agrandar mi sonrisa. Alargué uno de mis brazos para buscar la mano de Maron, animándola a que se diera más prisa y cogiera mi mano. Por allí los baches eran muy habituales y podía tropezar en cualquier momento.

A continuación miré a Maron, con una sonrisa. Bien, mientras reunimos algo de leña por el camino intentaremos seguir la estela del riachuelo. ¿Os parece? A lo mejor con suerte nos queda cerca la parte final del río. Aprovechemos la escasa luz que nos queda y regresemos lo antes posible.

No había comido muchos desde que salí de la casa del abuelo de Kara, y las tripas comenzaban a hablar por si sólas. Nos pusimos a caminar, y de cuando en cuando me agachaba para reunir pequeñas ramas y troncos secos.Luego puedo ayudarte a preparar la comida, Maron.-

Coge la mano de Eldar cuando éste se la ofrece para ayudarla a caminar en terreno tan desigual como es ese. Sonríe ante el comentario del soldado. Sabe que Eldar quiere hacerla rabiar un poco y esas cosas así que no se lo toma a mal eso de que él diga esas cosas a la chica.

-Encontrar un río donde tomar un baño sería fantástico. Estoy muy cansada de tan larga caminata.

Recoge también ramas secas, observando que sean parecidas a las que recoge Eldar. Le ha acompañado para recoger leña, pero no tiene mucha idea que cuales son las ramas adecuadas para quemar.

-Si quieres ayudarme, dejaré que lo hagas.

Sonríe.

En el campamento se quedan sólo Farale, Kururu, Yard y Kara, que son los encargados de prepararlo todo para encender la hoguera nada más lleguen con la leña para prenderla.

-Que día más duro... espero que está noche podamos dormir... al menos no tendremos que arrastrar a Kururu... ya está aquí y seguro que no saldrá herido.

Con la caída del sol en el horizonte, el día comienza a refrescar y a hacer necesaria la presencia de una pequeña hoguera.

-Creo que deberíamos comenzar a escoger los ingredientes para la comida... quizá un poco de sopa nos iría bien... pero necesitamos agua.

Asiento ante las palabras de Kara pero no me hace gracia separarme del resto solamente para buscar agua cuando les pedí a los demás que me informaran si el riachuelo estaba cerca.
Me siento y abro mi mochila, luego pienso en la opción de tomar sopa, calentita antes de acostarnos, y estudio con detalle toda mochila que tengo a mano buscando ingredientes que pudieran servir para tal cena.

- Aquí tengo una zanahoria y varias ramitas de alguna especia, pero no hay mucho más para hacer una sopa. Tendrá que valer... - comento alzando las manos sujetando lo mencionado.- Esperemos a que regrese alguien y nos digan si el riachuelo está cerca. No es bueno separarnos, y menos ahora que el sol ya se desvanece.

Kururu se volvió hacia Kara ante el comentario sobre su eprsona.

-Tal vez debiera masacrarme un poco yo mismo... así no perderéis la práctica, ¡khuukhu, khu, khuu!

Se cubrió los dientes con una mano antes de girarse y rebuscar en su zurrón. Con la ténue luz del ocaso fue capaz de encontrar la bola de parafina y las mechas. También contaba con algunos fósforos... solo necesitaba unas estacas.

-Vuelvo enseguida, no me echéis de menos, ¡khu, khu, khu! -exclamó agitando una mano en el aire sin darse la vuelta al tiempo que se encaminaba hacia la penumbra.

El comentario que hizo del río me llevó inevitablemente a recordar el primer día que nos conocimos en las aguas termales. Allí disfrutamos de un divertido baño, en el cuál hubiese sido el " hazme reír " de todas las mujeres maduras si no hubiese sido por Maron y su maravillosa idea de la serpiente. Reí al saber que dejería meter mis torpes manos en su especialidad. Aunque sin duda sería un buen ayudante de cocina.

Miraba continuamente por el suelo para encontrar las mejores ramas y reunir la mejor yesca.

-Lo del baño... Me pregunté mientras hacíamos tal tarea. ¿Es una proposición antes de hacer la cena? Con el suficiente montón de leña para pasar la noche ya sólo quedaba volver sobre nuestros pasos y encender la hoguera. Aunque antes había que saber la distancia que nos separaba de un refrescante río. Podemos dejarlo aquí amontonado y luego volvemos a recogerlo, así no cargamos con el peso mientras buscamos ese río...

Sonreí, y le tendí la mano de nuevo. Bien. Espero que sepas defenderme de los posibles fantasmas que nos encontremos por el camino.- Susurré para dar ese toque fantasmagórico al ambiente. Sin duda, sólo trataba de asustar a Maron con una pequeña broma mientras buscábamos cualquier riachuelo que nos refrescara antes de ir a dormir. O porque no, antes de preparar la cena.

Se sonroja un poco ante esa insinuación. La verdad es que ella no lo ha dicho en ese aspecto, pero ha caido en la cuenta que probablemente con sus palabras haya hecho entender eso. Tampoco es que sea una mala idea, pero le da mucha vergüenza pensar en esas cosas. Por suerte entre la oscuridad que comienza a ganar terreno y la leña que lleva en brazos, seguro que no se le ha notado mucho.

-Podría serlo... - sonríe un poco tímida, como es ella. 

Asiente a lo de dejar la leña bien amontonada para ir a buscar el río sin impedimentos. Deja la madera junto a la de él y coge su mano para caminar en busca del agua. Pero cuando escucha lo de los fantasmas, se asusta, aunque no quiere que él se de cuenta de eso.

-Cla... claro! yo lucharé conta los... los fantasmas!

Los alrededores parecen solo poblados por matojos que se levantan 50 cm del suelo. Algunos árboles desperdigados por aquí y por allí y que con las sombras parecen más tétricos de lo que realmente son. No parece como si hubiesen fantasmas, pero casi. Mal momento para hacer bromas sobre esas cosas.

El sol cada vez está más oculto entre las montañas.

Eché una mirada hacia detrás para no perder detalle de la zona, cuando ví la distancia entre nosotros y el montón de ramas apiladas pensé que aquellos troncos podían servir como un buen punto de referencia para la vuelta. Al volver la mirada al frente pasé página y dí paso a otro pensamiento, aquel del hipotético baño antes de preparar la cena. Me parecía mucho más fácil proponerlo, que hacerlo, ya que si me encontraba a sólas con ella los nervios podían tracionarme. Pero decidí no darle más vueltas a la cabeza al asunto. Sólo había sido un comentario que había dejado al aire, y sólo tenía que dejarme llevar, ser como era... Y no tenía dudas de que si acabábamos sumergidos en el agua, el ambiente nos regalaría un momento mágico, nos dejaría llevar el uno por el otro para que todo saliese perfecto y bonito.

Aunque el ambiente no parecía ayudar en demasía;

-¿Sí? Estoy deseando ver como la Caballero Maron lucha por salvar al gran guerrero de las garras de un poderoso fantasma diabólico. Por supuesto yo me había puesto como el " gran guerrero " de aquella historia imaginaria. Con una sonrisa, oteaba los alrededores y todo me parecía estar demasiado tranquilo y silencioso. No me gustaba. Y se lo hice saber a Maron con un tono de voz más serio.

No deberíamos tardar demasiado en volver, ¿de acuerdo? Todo esto está demasiado silencioso.- Mi mano la sujetaba más fuerte que al principio. No iba a pasar nada, pero tampoco sabíamos qué podíamos encontrarnos en un terreno como aquel. Castigué la mirada, y agudizé los sentidos para poder orientarme y dedudir o escuchar el sonido del agua.

No hay nada extraño en la zona... salvo el silencio que parece gobernar allí. Por suerte, el sentido de la percepción de Eldar está bastante desarrollado y comienza a percibir sonidos... los típicos sonidos de la noche... y como un murmullo, el sonido del agua caer... 

Aun no se ve nada que indique la presencia de los saltos de agua, pero quizá tengan suerte ya que la luna comienza a despuntar por el Este, regalándoles una luz plateada.