Partida Rol por web

Thorn of Evil (+18)

[Wallas] Capítulo I ~ Reclutamiento inesperado

Cargando editor
25/07/2021, 03:16
Narración

 El viento frío se ceñiría sobre la aldea de Totus. Las ovejas habían sido guardadas, la leña recogida, y todos habrían regresado a sus hogares para abrigarse y así pasar la noche junto a sus familias. Tu caso no sería distinto, con la excepción de que más de disfrutar en familia disfrutabas únicamente del hogar que tenías en el orfanato, el cual con los sucesos anteriores había quedado prácticamente para ti solo. Aún con todas las negativas de la vida, habías logrado salir adelante a base de sudor y esfuerzo, y podías estar orgulloso de tener cada día comida sobre la mesa y buenos vecinos con los cuales contar… No obstante, el destino era cruel, y no dudaría en demostrártelo todas las veces que fuese necesario.

 Fuego, gritos, escombros de las casas volando por todas partes mezclándose con el ruido de los gritos de las personas y los rugidos de feroces bestias que invadian la ciudad cazando a las personas que, incapaces de defenderse, caían una tras otras. Aquellos monstruos despedazaban todo a su paso, y claramente no había nadie en el pueblo capaz de enfrentarles, dejándote como única opción intentar escapar para salvar tu vida a pesar de las graves heridas que ya habías conseguido únicamente saliendo del pueblo.

 -Vaya, vaya… Un escapista -comentó una voz infantil directamente en tu cabeza, momentos antes de que tropezases con algo que no estaba allí y acabases tirado en el suelo. Ahora junto a ti se encontraba un niño albino de ojos rojizos, con un gran cuerno sobresaliendo de la parte izquierda de su cabeza. -. Oohh, qué descubrimiento más interesante… ¿Acaso tú eres…?

 Pero antes de poder continuar hablando, su vista se alzaría hacia adelante momentos antes de saltar hacia atrás para apartarse de ti.

 -Fantástico, estás aquí también… -se quejó el niño cuernudo.

 Mientras apenas te mantenías consciente, una silueta pasaría cuidadosamente por encima de ti sin pisarte para colocarse entre ti y el chiquillo, siendo que haciendo un último esfuerzo por alzar la vista podrías distinguir a un hombre trajeado con sombrero, y entonces todo se teñiría de negro…

 El niño, el pueblo en llamas, las terribles criaturas que arrasaron con todo… Ahora no eran más que visiones fugaces a las cuales no lograbas encontrar significado. En tu mente residían los recuerdos de dos siluetas, dos personalidades conformadas por un chico y una chica, las cuales si bien sentías que eran importantes para ti no lograbas recordar el porqué. Así mismo, todo aquello que pudiste haberte lamentado perder también desapareció de tus recuerdos, haciendo que tu abrir de ojos fuese un abrupto despertar en el interior de un carruaje de mercader tirado por caballos. Estabas tumbado sobre una sábana a modo de colchón, y las vendas cubriendo gran parte de tu torso y brazos explicaban el terrible dolor de tu cuerpo. Al dar un vistazo hacia el conductor, verías una figura femenina que manejaba a los caballos con la vista al frente, dándote la espalda. Ciertamente tenías muchas preguntas: ¿cómo llegaste allí? ¿Quién era esa mujer? Más importante… ¿Quién eras tú exactamente…?

Cargando editor
25/07/2021, 04:59
Wallas

Todo había sucedido demasiado deprisa. Había estado ayudando con las labores en el pueblo durante la tarde y me disponía a dirigirme a mi hogar con las ganancias del día para aportar en el orfanato... pero entonces, el infierno se desato, las imágenes de muerte, de destrucción, los ruidos, causaría un gran impacto en mi, como la felicidad podía desvanecerse como si alguien soplara la frágil llama de una vela, era algo sorprendente y terrorífico. Todo sucedió demasiado rápido y con el dolor de mi alma, solo pude huir en pánico ignorando los gritos de suplicas, deseando con toda mi alma que alguien, quien sea, pudiese venir y ayudarnos, un héroe como el de las historias que de pequeño escuchaba, pero la vida es cruel y eso no sucedería, nadie vendría a salvarnos, ni a mi ni a nadie. 

Corrí, escape por mi vida, como una cucaracha, me sentía avergonzado, pero luchando con mis propias lagrimas y deseo de regresar corrí hasta toparme con aquel niño. No lo había visto nunca, me daba miedo, no podía explicar su presencia en esté lugar, lo demás nuevamente, fue demasiado veloz para que pudiera procesarlo, la fatiga mental era tan grande que ya no tenía fuerzas ni para gritar, caí en la inconsciencia y me sumergí en un abismo de dudas y preguntas sin respuestas.

En mis sueños, vi gente ardiendo, gente siendo despedazada por criaturas... aunque no eran mas que sombras, penumbras, figuras sin rostro. La voz de aquel niño ya no tenía significado, no podía entender sus palabras aunque las escuchaba, la figura que aprecio después parecía mucho mas grande de lo que realmente era... ¿O siempre fue de ese tamaño? Dos figuras luminosas que despertaban un sentimiento cálido en mi interior, pero nada tenía sentido ¿Quiénes eran? ¿Que quieren conmigo? ¿Quien... quien diablos soy yo? 

Despierto tras aquella serie de pesadillas solo para darme cuenta que no recuerdo mucho... solo imágenes borrosas de una pesadilla... en un ¿Carro? No se exactamente en donde estoy o con quien estoy, me llevo una mano a la cara tratando de recordar, pero era inútil ¿Que había pasado? Miro a la única persona que veo, aquella mujer y pregunto con una sonrisa nerviosa en mi rostro.

- Disiculpa... ¿Quien eres? - ¿Y quien soy yo? - Pienso con amargura.

Notas de juego

Que buen inicio :D

Cargando editor
25/07/2021, 06:09
Narración

 Tu voz no provoca ninguna reacción en aquella chica, quién tras unos segundos voltearía a verte por encima del hombro con sus ojos color miel. Vestía con un conjunto bastante tradicional, con un Haori verde-azulado y un vestido blanco de tela ajustada por encima de las rodillas, ajustado con una cinta negra en el tronco que marcaba mejor su generosa y juvenil figura. Su cabello rubio blanquecino era sujetado por una cinta negra, del mismo color que la larga bufanda de puntas rasgadas que rodeaba su cuello y caía hacia atrás. No parecía ir armada, siendo que sus manos sujetaban con confianza las cuerdas del único caballo que tiraba del carro. 

 -... -contrarió a lo que esperarías de una situación como esa, la chica no te dedicaría ni una sola palabra, regresando su vista al camino segundos antes de tirar de las sogas para ordenar a los caballos que se detuviesen.

 Dado que el carro iba destapado por al frente, pues detrás tenía una sabana como todo buen carro mercantil que quería ocultar su mercancía de ojos peligrosos, encontrarías conque se habían detenido en la entrada de una ciudad, específicamente en el arco de una de sus murallas custodiadas por soldados equipados con armaduras medianamente ligeras y espadas.

 -¿A qué viene a Ferfued? -preguntó uno de los soldados mientras otros de los suyos empezaban a caminar alrededor del carro, como examinándolo con la mirada.

 Sin decir ni una sola palabra, la chica sacaría de una de sus mangas una bolsa de cuero que ofrecería al soldado que le dirigía la palabra. Luego de que el hombre la tomase y comprobase su contenido, uno que sonaba a monedas, el hombre haría un gesto al resto de guardias para que se apartasen, permitiendo así que la silenciosa chica pusiese de nuevo en marcha a los caballos hacia el interior de la ciudad.

 Grandes estructuras se alzarían a su alrededor mientras el carro se movía a través de las calles de aquella ciudad. Las personas iban de un lado a otro, y podías ver que muchas de las estructuras tenían carteles de establecimientos: tiendas, bares, tabernas, burdeles, casinos... Parecía que en cada esquina había un lugar distinto donde gastar o ganar dinero, dependiendo de que tan bueno fueses en una cosa u otra. Así mismo, se destacaban entre todas las demás una especie de castillo que sobresalía desde el centro de la ciudad, así como una enorme torre de al menos cincuenta metros de altura hacia el oeste.

 -... -y la chica continuaba sin decir nada, con la vista puesta en el camino.

Notas de juego

 Gracias. Espero tenerte enganchada ;)

Cargando editor
26/07/2021, 03:37
Wallas

El intercambio entre los guardias y la chica me pareció curioso cuanto menos, me pregunto para mi mismo si es algo rutinario, quizás pagaba para poder pasar, todo esto es nuevo y raro para mi... o quizás sea algo conocido pero no consigo recordarlo, intentar pensar en ello hace que la cabeza me duela. Supongo, que no me queda otra opción que esperar a que ella hable conmigo o ver si llegamos con mas gente.

- ¿Quizás ella no pueda hablar? Alguien alguna vez me dijo... que hay gente que no puede hablar pero... no logro recordar que persona me lo dijo... 

Observo en silencio el recorrido, hay mucha gente y muchos lugares que no recuerdo, posiblemente nadie me conozca o quizás si, de todas maneras todo me causa mucha curiosidad, como si siempre hubiese tenido deseo de ver todas estas cosas, todos estos lugares nuevos, cuantas cosas interesantes pueden haber por descubrir... es algo que nace de mi interior, de mi corazón, es algo que me hace querer esforzarme. 

- No se que lugar es este, pero es bastante grande... 

En cierto sentido, me es un tanto intimidante, no lo sabía pero al haber crecido en un lugar rural y pequeño, estar en una ciudad me era un poco sobrecogedor, no puedo evitar sentirme pequeño si hay tanta gente y edificios grandes. 

Notas de juego

Si, me tienes enganchada a la historia n_n

Cargando editor
08/08/2021, 01:36
Narración

 Tenías un pensamiento acertado al pensar que aquella chica no podría hablar, o simplemente no era muy habladora, pues sin importar lo que comentases está no te dedicaba respuesta alguna, apenas y una mirada de reojo antes de volver a concentrarse en el camino: aún con su silencio, al menos podrías disfrutar del recorrido por las calles de aquella ciudad hasta que detuvo el carro mercantil frente a un establecimiento. Aquella chica bajaría de de su asiento y adelantaría a los caballos para atar las correas de estos a unos postes colocados en la entrada de aquella posada: era una estructura de dos pisos construida con buena madera, pintada con un tono oscuro que ya había aclarado con el paso de los años y decorada con algunas flores en la entrada y poco más: a los lados de la puerta habían un par de vitrinas de cristal a través de las cuales se podía ver el interior del local, al cual la chica te invitaría con un gesto de mano antes de entrar.

 No podías decirlo con seguridad, pero debía ser alrededor de la hora del almuerzo, puesto que las personas presentes que ocupaban algunas mesas del establecimiento se encontraban comiendo y charlando. El sitio tenía un espacio bastante aceptable, y la decoración en general era cálida y acogedora, siendo uno de esos sitios que describirías como "baratos pero cómodos".

 Sin desviar su mirada de la barra, la chica que te había traído se acercaría al dueño del lugar.

 -Oh, Sakura, ¿lo de siempre? -el hombre al otro lado de la barra destacaba por su baja estatura en comparación a la media de los hombres, con arrugas en el rostro que señalaban una edad avanzada así como una calva que se habría por encima de su cabeza, dejando cabello únicamente por los lados.

 Destacando nuevamente por su silencio, la tal Sakura buscaría nuevamente en sus mangas para sacar esta vez diez monedas de cobre, las cuales dejaría sobre la barra delante del hombre mientras le miraba.

 -Hmm... -el tabernero tomaría las monedas y las examinaría momentáneamente, mostrando una agradable sonrisa antes de meterlas en su bolsillo y sacar de debajo de la barra una llave que entregaría a la chica. -. Toda tuya -le comentó antes de finalmente fijarse en ti, dedicándote una agradable sonrisa. -. A ti no te conozco, ¿eres nuevo por aquí?

Cargando editor
16/08/2021, 22:24
Wallas

Seguir a la chica era algo misterioso, en parte algunos podrían considerarlo algo misterioso, pero para mi era algo nuevo, desconocido y extraño, sin una identidad clara, me aferraba a la idea de que posiblemente ella sea una pista para determinar quien soy en realidad, cuando está entra al establecimiento la sigo mientras observo todo a mi alrededor, parecía una especie de cantina o taberna. Observo el intercambio entre el que parecía ser el dueño del local y la chica que seguía, parecían conocerse de antes y por unos momentos tuve la esperanza de que el me conociera, sin embargo, cuando este pregunta por mi identidad me cruzo de brazos por unos muy breves instantes reflexiono sobre que decir.

- Creo que si - Exclamo con una sonrisa amable también, parecía ser un buen hombre, pero solo era una primera impresión, no tenía un modo real de afirmar lo que pensaba - Encantado de conocerle - Exclamo rascándome la cabeza. 

Realmente no estoy del todo seguro, casi podría afirmar que mi nombre es Wallas, pero no podría decir si está incompleto, si tengo un apellido o no, o si solo es una idea mía, la idea me perturba un poco, pero aparto esos pensamientos mientras observo el lugar, parece no ser algo ostentoso, pero realmente me daba una sensación agradable, como si fuese un lugar en el que se pudiese estar seguro. 

- Sakura... ese es el nombre está chica - Me llamo Wallas - Respondo con un poco de duda en la voz, pero sin perder el buen humor - Me pregunto, ¿Que hacemos aquí?

Notas de juego

Que misterioso todo jajaja

PD: Disculpa, revisé y note que no se había guardado el mensaje que había dejado antes u.u

Cargando editor
25/08/2021, 03:33
Narración

 Si bien tu respuesta inicial dejaría un tanto confundido al hombre, pues era difícil que alguien no supiese si era nuevo en una ciudad, no le daría vueltas innecesarias al tema.

 -El gusto es mío -respondió con natural amabilidad, dedicándote una agradable sonrisa antes de ponerse a secar unas jarras de cerveza con un pañuelo.

 En ese momento, sin decir ni una sola palabra ni hacerte ningún gesto, Sakura empezaría a caminar hacia las escaleras en forma de caracol que había al lado contrario a la puerta de entrada, siendo que por mero instinto le acabarías siguiendo al segundo piso de aquel establecimiento, donde un pasillo con varias puertas a los laterales les esperaría. La chica avanzaría un par de puertas, y llegando a las del fondo abriría la que estaba a mano derecha con la llave, entrando y dejando que entrases detrás de ella dejando en tus manos el cerrar o no la puerta, algo que teniendo en cuenta el lugar era mejor hacer.

 Aunque no recordabas haber pisado una posada antes, podías decir que aquel lugar tenía lo que usualmente había en ellas: una cama, una ventana que daba a la calle, una mesa de noche, algunas estanterías vacías, un jarrón con unas flores para decorar... El lugar estaba lo suficientemente cuidado para ser acogedor y seguro, aunque claramente no estaba como nuevo.

 -... -mientras te dedicabas a mirar la habitación, al voltear a ver a Sakura, te encontrarías conque la chica había soltado la cinta que rodeaba su torso para poder quitarse el Haori y dejarlo caer al suelo, tras lo cual también se abriría el vestido qipao y haría lo mismo, desnudándose mientras te daba la espalda dejando al descubierto su cuerpo de tez clara únicamente cubierto por unas bragas blancas sin ningún diseño y unas vendas alrededor del pecho a modo de top improvisado. Lo único que la chica habría dejado sobre el colchón y no el suelo serian la bufanda y la cinta que usaba en la cabeza, siendo que ahora llevaba el cabello suelto. -. ... -la chica volteó a verte, sin ninguna expresión que delatase verguenza o cualquier otro sentimiento, dirigiendo entonces su mirada hacia la otra puerta de la habitación que daba con el baño, siendo que se dirigiría hacia allí sin decirte absolutamente nada, cerrando la puerta detrás de sí y yéndose a refrescar sin haber colocado el seguro.

 Así tal cual, te había dejado en la habitación. Ella haría sus cosas en el baño, pero no te había dicho absolutamente nada sobre lo que tenías que hacer tú... ¿Tal vez quería que esperases? ¿Qué te fueses? ¿Que entrases con ella...? En todo caso, la decisión era tuya, y es que la puerta de la habitación que había pagado estaba abierta para ti.

Cargando editor
29/08/2021, 07:52
Wallas

Tras seguir a mi acompañante hasta la habitación, cierro la puerta tras de mi, por algún motivo no me siento lo suficientemente confiado como para dejar abierto, algo me dice, a nivel de instinto que hay peligros desconocidos allí afuera, quizás tenga algo que ver con mis recuerdos perdidos o quizás no, era imposible decirlo realmente, aunque honestamente una puerta de madera no es una gran protección, da algo de seguridad, al menos a la mente. 

Cuando la chica se comienza a desnudar me quedo perplejo por unos instantes, nunca había visto tanto de la piel desnuda de una chica, eso lo puedo sentir por como se me acelera el pulso, pero cuando me mira de esa forma inexpresiva salgo de mi embelesamiento, aquello me había tomado por sorpresa.

- Lo siento, no espiaré - Exclamo volteando en otra dirección.

Cuando siento que cierra la puerta tras ella me siento en el borde la cama y suelto un suspiro, no se como reaccionar a ella, su silencio de alguna forma es expresivo, pero no tiene sentido alguno, quizás no pueda hablar. Aunque honestamente en el fondo de mi mente quisiera ver mas de aquella chica, no se si es el momento, la ocasión, no se si tenemos alguna relación o no, al menos el posadero no parecía conocerme. Lo que creo saber, es que creo que no me criaron para espiar a chicas en el baño ni para ser un sinvergüenza. 

- Supongo que la esperaré - Pienso mientras medito en mi situación - Si entro donde está ella solo arriesgaría a molestarla... la verdad es que todo esto me confunde. 

Cargando editor
18/09/2021, 23:19
Narración

 La chica no mostraría ninguna reacción a tu amable gesto de darte la vuelta, así como a tu afirmación de no espiar, dirigiéndose naturalmente al baño para poder asearse mientras esperabas.

 Los minutos irían pasando, y poco a poco te podrías ir percatando más del ruido que la calle, que inevitablemente acabaría llamando tu atención a la ventana para ver un poco del exterior mientras esperabas que Sakura saliese.

 La calle de roca era recorrida por una buena cantidad de personas que iban en distintas direcciones, muchas pasaban de largo al toparse con otras y algunas se detenían a hablar con conocidos, sin mencionar los numerosos carros mercantiles o carruajes, no demasiado elegantes, que circulaban tirados por caballos. En la entrada de una casa no muy lejana de la taberna una pareja peleaba y gritaba cosas que apuntaba a una separación, en otro lado un hombre daba de comer a unos gatos en un callejón, en una esquina una mujer con ropas exóticas y reveladoras realizaba una pintoresca danza sobre una alfombra mientras la gente le iba dejando algo de dinero y se quedaba a verla danzar... No tenías recuerdos de aquel lugar, pero ciertamente sabías identificar una ciudad viva cuando la veías.

 Hablando de vida y movidas, también serias testigos de como un trío de soldados equipados con armaduras ligeras y espadas guardadas en su cinturón llegaban corriendo hacia la taberna. Segundos después, el sonido de la puerta abriéndose, y siendo detenida por el seguro, llamaría tu atención.

 -Ah, tiene seguro... -y repentinamente, un hombre la abriría desde el otro lado con la fuerza suficiente para romper el pestillo, entrando rápidamente a la habitación y cerrando detrás de si apoyando su espalda en la puerta. -. Uff... Listo, aquí debo estar segu... -y entonces, se percató de que estabas allí.

 Aquel sujeto trajeado guardaría silencio durante algunos segundos, unos que bien se podrían describir como incomodos, antes de retirarse el sombrero y dedicarte una amable sonrisa.

 -Elias Kazama, un gusto, amigo mío -se presentó como si nada.

 Se trataba de un sujeto delgado de cabello verde lima, con ojos amarillentos que acompañaba con unos labios delgados y una nariz puntiaguda. Usaba una gabardina negra larga así como una camisa de mangas largas blanca con un chaleco negro encima, con su respectivo pantalón y zapatos de punta, algo muy elegante pero a su vez casual.