Partida Rol por web

La luz del día se había esfumado y en la oscuridad los tipos malos salen a jugar. Algo así escuchaste una vez, hace muchos años atrás, quizás era una tontería pensar en ello ahora, pero en tu soledad caminabas por el bosque alejándote de la ciudad de Dondonaire con paso firme. Habían sido unos días agotadores, pero lograste tu objetivo, eliminaste a las dos familias que te pidieron, y aunque perdiste un par de días oculto en las minas y entre los desechos mientras te buscaban cientos de guardias y ciudadanos enardecidos, lograste salir en una pieza, y sin la ayuda de aquel demonio horripilante. Ahora lejos de la ciudad, en la quietud de la noche, caes en cuenta que cada vez son mas frías, el invierno definitivamente se está acercando y las memorias de lo que habías hecho recaen sobre ti, no habías tenido tiempo como para pensar en ello hasta ahora. 

¿Por que tenían que morir esas personas? 

Preguntarte esas cosas no siempre trae cosas buenas, sin embargo, para alguien que aún tiene un corazón es casi inevitable, quizás deberías haber tenido una maestra diferente para ser una maquina de matar sin sentimientos, una simple herramienta, pero ese no era el caso para ti. Sientes un leve escalofrió que recorre tu espinazo, quizás no estabas tan solo como pensabas, puedes ver que a su propio ritmo, a unos cuantos metros de ti una figura se mueve en las sombras sin hacer ruidos, sus pisadas simplemente parecían etéreas, inexistentes... una persona que conoces bastante bien, y que hubiese sido imposible detectarla si no la conocieras. 

- Buen trabajo - Te dice la voz suave de Qi. 

No se molesto en mirarte, simplemente siguió andando, su voz con aquel eco espectral que la caracteriza resonó en tu mente, era difícil saber si realmente te felicitaba, pero no es una ocurrencia poco común. Incluso cuando separaron sus caminos cuando ya podías cuidar de ti mismo, a veces podías verla en las sombras, claro, no siempre estaba allí, pero a veces te miraba en silencio, y aunque le hablaras no respondería. Puedes ver que sus ojos están clavados en la brillante luna en los cielos, un prolongado silencio se extiende por un par de minutos a medida que se desplazan en la oscuridad, por suerte para ti, tus ojos estaban acostumbrados a este tipo de situaciones, así que no era difícil navegar en las sombras. Cuando finalmente en el bosque llegaron a un claro despejado, la mujer salio de entre las sombras, avanzando en tu dirección pero manteniéndose a unos seis metros de distancia de ti baja su mirada de los cielos hasta clavarse en tus ojos. Ahora que habías crecido, su cabeza a duras penas llegaba a tu pecho, pero aun así siempre te ha dado la impresión de que aún tienes que mirar hacia arriba para verla a la cara... 

- Aurelion - Exclama el ente que no debería existir, si le contaras a la gente que hablas con espíritus y demonios te creerían loco y se reirían de ti, al menos la mayoría lo haría - ¿Cansado?

Qi ladea un poco su cabeza y se sienta en el frondoso suelo del bosque, el pasto era mullido y fragante por las hierbas que crecían en medio de este. La chica junta las manos y una luz comienza a resplandecer, una pequeña llama azul flota hasta unos dos metros y el entorno a ustedes se ilumina... Tantas preguntas sin responder, aunque pasaran los años y las respuestas estuviesen al alcance tu tus manos, pareciera como si nunca las obtendrías. 

 Sin importar cuanto intentase convencerme de que lo que había hecho tenía un motivo que valía aquellas terribles acciones, el hecho de haber arrebatado la vida de esas familias no desaparecería de mi mente tan fácilmente, llevándome a vagar por aquel oscuro bosque en plena noche, sintiendo el abrazo del frío viento que traía consigo los recuerdos de los asesinatos...

 Recordándome también mis orígenes, y en lo que me estaba convirtiendo internamente, aquella presencia ganaría naturalmente mi atención y curiosidad... Aquella entidad que iba más allá de la comprensión de muchos, incluso aún a día de hoy de la mía, me acompañaba nuevamente en silencio desde la oscuridad, o tal vez fuese yo quién la acompañase a ella, era difícil decirlo...

 Aguardaría en silencio hasta llegar a aquel lugar donde finalmente se decidiría a presentarse ante mi. No recordaba cuando fue la última vez que me puse a pensar sobre todo lo que ha pasado desde mi "desaparición", pero percatarme específicamente en el hecho de que ya era considerablemente más alto que mi guardiana me decía que ya había pasado mucho tiempo, y que claramente ya no era el mismo que era cuando entré a aquella cueva... Pero todo eso ya lo sabía...

 -¿Física... o mentalmente...? -añadí a su pregunta, viendo como llenaría de luz el lugar para poder tener una mejor visión de ambos, momento en el que iría hacia uno de los árboles contrarios a ella para sentarme en el suelo y recostar la espalda en el tronco. -. Supongo que un poco de ambas... Los días que pasé oculto de los guardias me sirvieron para reflexionar y pensar sobre lo que estoy haciendo... -diciendo aquello, colocaría mis manos delante de mi para verlas detenidamente. -. Y por más que lo haga, nunca llegó a una conclusión clara... -añadí, cerrando los puños antes de dejar caer los brazos y relajar un poco el cuerpo, manteniendo las piernas extendidas y la cabeza caída hacia atrás, recostada también en el árbol. -. ¿Tú que opinas, Qi...?

Tu antigua guardiana te miro por unos instantes, luego su vista volvió a ascender hacia la luna, hacia las estrellas, los dos allí eran insignificantes frente a la visión celestial del cielo nocturno, lleno de astros y constelaciones, aquellas luces parecían quedar grabados en los ojos del espíritu, parecía estar pensando en tus palabras, lo que a veces generaba incómodos silencios, pero su percepción del tiempo es muy distinta a la tuya. 

- Dedicación - Exclama tras unos instantes - Convicción, no son fáciles de obtener - Sentencia finalmente, parecía un poco triste por unos momentos como si recordara algo trágico - Lo que yo piense, lo que yo quiera - Comienza a decir en voz suave como un susurro - No tiene importancia alguna. 

La luz que iluminaba su entorno se desvanece y el espíritu se pone en pie, caminando hasta tu posición, mirándote hacia abajo ya que te encontrabas sentado, a esta distancia podías oler claramente su olor tan característico... un olor dulce como el de las cerezas... 

- ¿Cual es la conclusión que buscas? ¿Que es lo que tu quieres? 

Podría ser por que ya eres mayor, pues ella nunca te había hecho preguntas de ese estilo, antes o se limitaba a responder de manera breve o te ignoraba. Al parecer le causa curiosidad tu confusión respecto a tu situación actual. Una frágil sonrisa se posa en los labios del espíritu. 

- Me recuerda a cuando eras una criatura pequeña, asustado y confundido, pero ahora solo estas confundido - Mira en otra dirección - Ya no eres divertido. 

 Debido al trato al que estaba acostumbrado de ella aquellos silencios espaciosos y vacíos no causaban en mi ningún sentimiento más allá de la curiosidad... Me preguntaba cual seria el punto de vista de aquel ente que tanto me acompañaba desde aquel día, que era lo que le motivaba a seguirme y actuar de esa forma... ¿Por qué era así...?

 Por supuesto, su respuesta no era algo que me esperase del todo, pero tampoco es como si me extrañase ya que al hablar lo hiciese como si su mente estuviese en otra parte, mucho más allá de lo que pudiese imaginar...

 Le seguiría entonces con la vista hasta tenerla delante de mi, observando su rostro mientras la escuchaba.

 -Solo quiero entender si lo que hago es lo correcto, si debo detenerme o ir más allá... -le respondí vagamente antes de agachar un poco la mirada para ver mis pies, siendo que aquel último comentario provocaría que alzase de nuevo la vista hacia ella. -. ¿Que te hace pensar que no lo estoy...? Claro que estoy asustado, asustado de no saber lo que estoy haciendo y lo que puede causar... Pero sigo adelante, ¿no? Que no lo exprese no significa que no lo sienta... -haciendo una leve pausa, me levantaría para acortar lo más posible la distancia con Qi y mirarla directamente a los ojos. -. ¿Que hay de ti...? ¿Sientes miedo de algo...? -una muy leve sonrisa se dibujaría entonces en mi rostro, no por intentar parecer confiado ni mucho menos intimidante, si no porque realmente ella tenía razón, las cosas habían cambiado mucho desde entonces...

Si fuera otra persona, quizás esto podría ser considerado hasta romántico, sin embargo cuando los ojos de la chica bajan de los cielos y se cruzan con los tuyos es como si una enorme barrera de hielo los separa, la luz de sus ojos estaba apagada, como si en cierto modo estuviese vacía, a escasos centímetros uno del otro 

- Temo a Ectzumandias tanto como el me teme a mi - Exclamo como si simplemente dijese un hecho, ante la mención de ese nombre se te viene a la mente una sala completamente blanca... uno de sus "espacios imaginarios"... la criatura sosteniendo los restos de lo que alguna vez fue un niño mientras masticaba, una escena que jamás podría ser olvidada en la mente de una persona, ese niño podrías haber sido tu si la persona enfrente tuyo no hubiese intervenido en aquel momento, su reconocimiento te toma por sorpresa, siempre has sabido que su relación era muy compleja y que evitaban hablarse cuando no era necesario, pero parece que hay veneno en el fondo de su pasado - Te comprendo - Dice tras su declaración, en este rato parecía que ni siquiera había cerrado las pestañas, como si fuera una intensa batalla del que pestañea pierde - Algún día yo dejare de ser yo misma - Te dice ladeando un poco el rostro - A veces pienso en que pasara conmigo, ¿moriré? ¿estaré encerrada? Ese día cada día está mas cerca a cada paso que doy, pensar en ello también me da miedo. 

Por fin rompen aquella cercanía cuando Qi da unos paso hacía atrás, puedes ver que algunos insectos luminosos se posan en su cuerpo, atraídos hacia ella. 

- Tus acciones tendrán una gran repercusión aunque no lo entiendas ahora - Sus palabras resuenan en tu mente - ¿Para bien? ¿Para mal? ¿Eso importa? ¿Te molesta haber eliminado a personas que vieron algo que no deberían haber visto? - La chica mira en otra dirección y sonríe, su sonrisa es como la de un ángel - ¿Saber eso te hace sentir mejor? ¿Te hace una mejor persona? - Pero sus ojos daban miedo, estaba tratando de entender tu línea de pensamiento, pero quizás ella no te comprenda del todo, después de todo no es tu madre - Si supieras lo que haces... ¿Intentarías matarme para evitarlo?

Habías visto esta chica matar gente en varias ocasiones, sin ni una clase de esfuerzo, y si sus palabras antes tienen un poco de peso, ella presentaba una amenaza para ese demonio devorador de niños, sería como pararse delante de un tornado y pretender que no te arrastre, y aunque no sientas intención asesina de ella y tampoco te mira, no puedes evitar sentir un leve escalofrió. 

- ¿Escuchaste su voz ese día, no es cierto? - Nunca te habían hecho aquella pregunta. 

 Desde que les empecé a conocer mejor, al menos a Qi, podía decir con seguridad que la relación que había entre el demonio devora niños y mi mentora era muy... peculiar, como si fuesen dos partes de la misma moneda que nunca deberían cruzarse más de lo necesario... Aunque siendo honestos, temer a Ectzumandias no era algo sorprendente: eso solo demostraba que Qi, por más que escapase un poco de mi conocimiento, sentía al igual que todos algún sentimiento, por más que fuese mínimo...

 Dejándome llevar por sus palabras y la profundidad de sus ojos, escuché atentamente lo que la chica tenía que decir antes de que finalmente nuestras miradas se separasen, momento en el que podría relajar nuevamente la vista.

 -Entonces incluso tu tienes un final inevitable, ¿no? ¿Como es posible que ni tu tengas idea de que podría pasarte al final...? -suspirando levemente, cruzaría los brazos por encima de mi pecho. -. Sea lo que sea, saber que sientes miedo es bueno... Eso me hace saber que estás viva...

 Pero entonces, por más que su expresión pudiese ser inocente como sus palabras y sus intenciones, el tema que empezaba a tocar, y la manera en la que lo tocaba, no era precisamente de mi agrado.

 -No lo se... -respondí de manera un poco seca. -. Supongo que la muerte es mejor que algunas cosas, como ser victima de Ectz, pero yo no conocía a esas personas, aún en estos momentos no tengo idea de porqué les tuvo que pasar eso... -pero aquella última pregunta me caería como un balde de agua fría, provocando que me quedase en silencio durante unos segundos antes de añadir. -. Si lo supiera lo que hago, sabría decidir si valdría la pena matarte...

 Por más que en el fondo la consideraba la persona más cercana que tenía, era innegable que su naturaleza me causaba en muchas ocasiones la sensación de que me mataría mientras dormía, siendo que me hacía mucho la idea de que en el caso de tener que combatir a muerte seria ella quién reclamaría mi vida...

 -¿Uhm...? -su curiosidad por la voz que me metió en todo este mundo me causó una leve sorpresa, mirándola detenidamente con cierta curiosidad. -. ¿La voz...? Pasó hace tanto que ya casi lo había olvidado... Una voz que me llamaba hacia la cueva donde nos encontramos, si... Pero no eras tu, ¿verdad? ¿Entonces quién era la persona, o el ser, que me llamaba...?

- La voz de la creadora - Exclamo Qi soltando una pequeña risa, quizás lo mas semejante que la has escuchado de una carcajada en tu vida - Tu escuchaste por primera voz en la cueva, sin embargo, pudiste escuchar la voz de la creadora en aquel lugar, siendo tan insignificante... sabes... siempre me causo curiosidad por que la escuchaste en ese momento cuando no nos ha vuelto a hablar a ni uno mas... Un ser mucho mas allá de tu comprensión hablando directamente a ti... 

La criatura camina hacia ti y te toma de la mano, su mano es fría, totalmente opuesta a la calidez humana, se siente como el tacto del agua de un frió estanque en el bosque y con poco esfuerzo te hace levantar. 

- Salvación - Exclama el espíritu - Trabajamos por la salvación de pocos, a costa de muchos - Vuelve a reír nuevamente - Ven, ven conmigo y lo verás. 

Con un pequeño gesto te incita a seguirla aunque te suelta la mano, comienza a andar a un paso rápido, aunque no parece correr es como si sus pequeños pies bailaran por el mullido suelo del bosque, avanzando a una velocidad increíble, una velocidad que puedes seguir si te lo propones gracias a los años que estuviste con ella. Parece guiarte hacia el interior del bosque, pero no te lo ha ordenado, puedes dejarla ir o puedes seguirla... lo que si es seguro, tan pronto el espíritu comienza a alejarse, pareciese como si una burbuja que los rodeara se rompiera, pues comienzas a escuchar los gritos no muy lejos, en la misma dirección en la que avanza Qi con paso veloz, gritos y risas. 

 La manera en la que Qi me explicaba lo que había escuchado era cuanto menos... inusual, dándome a entender que ciertamente se trataba de un hecho extraño que escapaba de mis posibilidades de comprensión... Nuevamente...

 Sin saber que decir al respecto, siento el suave pero gélido tacto de su mano mientras me dice unas últimas palabras, invitándome nuevamente a seguirla a quién sabe donde... No sabía que planeaba, o exactamente a que se refería, pero si aquello me daría respuestas la seguiría hasta el fin del mundo.

 Sin dudarlo ni un segundo, empecé a perseguirla por aquel bosque abriéndome paso entre los árboles y sus ramas, como un mono que en una selva se desplazaba entre saltos y veloces pasos...

 El sonido de los gritos y las risas mezclados con el viento chocando contra mi rostro solo abren más mi mente para estar listo cuando llegase el momento de ver lo que Qi me quería enseñar... ¿De que se trataba todo aquello...? ¿Por qué hacíamos esto...? ¿Valía realmente la pena...? Y si era así... ¿Por qué nunca me decían nada...?

 Incapaz de darle más vueltas por el temor de perderme nuevamente en mis pensamientos y que lo que llegase de mi fuese únicamente mi cuerpo vacío y sin pensamiento claro, cerré mi mente a la paranoia y continúe persiguiendo a mi mentora...

Qi te lleva hasta lo profundo del bosque, a medida que avanzan las risas y los gritos aumentaban en intensidad, parecía que algo totalmente desquiciado estaba sucediendo un poco mas adelante, poco antes de que estos se sientan demasiado cerca tu guía se detiene y te espera, frente a un frondoso sauce que te impide ver que hay mas adelante, esta te mira a los ojos, sus ojos parecen vacíos de emociones, sin embargo te sonríe y aparta las ramas del sauce con sus manos.

Frente a ti había una escena de demencia. Todo sucediendo a pocos metros de ti, pero daba la impresión que un oscuro e infinito abismo los separaba, como si sucediera en otra dimensión, dentro de un sueño o en otra realidad. 

Gente caminaba en círculos frente a una hoguera inmensa, desnudos, hombres y mujeres, en sus rostros podías notar dos cosas... el punto mas bajo de las emociones humanas y la locura, reían y cantaban en lenguas que no comprendes... aunque sus cuerpos estaban cubiertos de manchas de sangre fresca, era una marcha en círculos infinita, con brincos y volteretas de por medio. Mientras alrededor de ellos gente fornicaba como animales, con expresiones igual de desagradables que las que participaban en aquella reunión... cerca de ellos cadáveres mutilados, de niños, de ancianos, de adultos y de jóvenes por igual, con sus entrañas esparcidas por el suelo... aunque lo que mas te golpeo fue ver que algunos de esos lunáticos mordían los cuerpos y comían de las entrañas, la escena en resumen daba asco. Sobre la hoguera puedes ver una persona envuelta en llamas gritando y retorciéndose, era imposible que una persona aguantara eso, debería estar muerta hace rato. 

- Rituales oscuros - Aclara Qi - Esa persona seguirá consciente hasta que sus cenizas se esparzan y su cuerpo ya no exista - Ante ustedes esta escena se desenvolvía, aunque no parecía que los vieran - ¿Te gusta lo que ves? 

Puedes ver que mas allá, entre las sombras, se mueven figuras enormes y amenazantes... ¿magibestias quizás? Es decir esta banda de lunáticos controlan criaturas muy peligrosas. Hasta ti llega el desagradable olor a carne quemada, entrañas y sexo, una mezcla extraña. Pese a todo, Qi no parece tener intenciones de unirse al carnaval de locura frente a ustedes, suelta las ramas del sauce y te mira directo a los ojos nuevamente, separados por aquella cortina natural parecía que los separaran las paredes mundos totalmente opuestos. 

 Una vez reunido con Qi, me fijaría nuevamente en sus ojos con una mirada vaga y neutral, como si estuviese dispuesto a ver lo que sea que me quisiese enseñar al llevarme hasta ese lugar, pero ni todos los asesinatos que había llevado a cabo ni los encuentros con las bestias que escapaban de mi comprensión me podrían haber preparado para una escena como esa...

 Como si no fuese capaz de pestañear, mis ojos viajarían rápidamente entre cada individuo que formaba parte de aquel tétrico y desagradable ritual... Incluso con lo que había vivo hasta ahora tuve que hacer un esfuerzo considerable para retener mi estomago y evitar expulsar todo al ver la manera en la que esos caníbales se alimentaban, aunque en esos momentos estaba priorizando mi estabilidad mental a la física...

 -Yo... -por unos segundos fui incapaz de responder a mi mentora, siendo que permanecería casi paralizado contemplando la escena y los seres oscuros con los que los participantes estaban involucrados, momento en el que mi expresión cambiaría a una de completa ira y, a la vez, de impotencia. -. Es imposible, yo no... Los humanos no haríamos algo como eso... -en mis palabras se podía notar el tono de la duda, más intentaría disimularlo encarando firmemente a la cordera. -. ¿Por qué razón me enseñas esto...? ¿Acaso quieres que piense que soy como ellos...? He acabado con vidas de personas sin saber nada, te he visto asesinar sin piedad a gente que no he conocido nunca ni conoceré... ¿Por qué ahora que tenemos frente a nuestras narices algo como esto... no hacemos nada...? -la pregunta era clara: no me molestaba tanto el hecho de que, habiendo matado a personas de las que no sabía nada, no se me dijese nada para hacer al respecto de los miembros de esos rituales monstruosos... Lo que realmente estaba golpeando mi interior era el hecho de que me sentía incapaz de detenerles sin ordenes... Mi mente me decía que aquello era inhumano, pero... ¿Acaso era mi responsabilidad solucionarlo...? -. ¿Acaso... esta son el tipo de cosas que las personas no deben ver si quieren permanecer lejos de nuestra mira...? ¿Defendemos estos crueles actos...? -después de todo, comprendía para el tipo de personas, si se les podía llamar así, para los que trabajaba como miembro de aquella oscura organización llena de entes más allá de mi comprensión...

 Por más que hubiese trabajado en ser capaz de soportar todo tipo de calamidades y horrores, ver a las propias personas de mi raza hacer cosas como esa era un duro golpe que me hacía cuestionarme muchas cosas...

Qi ladea un poco la cabeza tratando de procesar lo que tu le has dicho. Parece bastante tranquila, quizás entiende en parte que trates de negar esto, sin embargo, es lo que hay delante de ustedes. Mientras piensa se siguen escuchando las risas, los gritos y otros sonidos, muy claramente por la cercanía. 

- El mal arraigado en el subconsciente de la gente, es una enfermedad que consume a la gente de estas tierras, lentamente ha ido madurando hasta llegar a este punto - Contesta el ente espiritual - El temor a la muerte y el deseo de superioridad es lo que los ha llevado hasta este punto, es lo que queremos eliminar, pero para hacerlo una cantidad elevada de personas morirá - Sonríe - Estamos aquí para limpiar la basura que infesta este lugar. 

Sientes algo muy incomodo, notas a tus pies... ¿sombras? Algo parecido a una neblina, pero oscura merodea a vuestros pies, y una sensación extremadamente desagradable recorre toda tu espina vertebral, algo no está bien, pero tus afilados instintos te dicen que no estas en peligro inminente... en cambio... se produce un gran silencio al otro lado de las hojas del sauce que impiden la visión, pero notas que Qi cierra los ojos, como si no quisiera ver lo que está por suceder. 

- A veces hay que podar las cosas que se salen de lo planificado - Dice soltando una pequeña risita, los gritos no tardan en escucharse del otro lado del sauce.

Aquella presencia desagradable que sientes... no tardas mucho en reconocerla, aquel demonio que deseaba comerte cuando eras mas pequeño. Escuchas como algo mastica y de a poco se van agotando los gritos, el sonido de los huesos crujir y el de las entrañas ser disueltas es bastante escandaloso. 

- ¿Quieres ir a saludarle? - Pregunta Qi, aunque ella no parece tener ganas de ver a vuestro colega. 

 Por más que pudiese entender a lo que Qi quería llegar, no podía comprender realmente cómo las personas llegaban a ese punto por la desesperación… Nosotros cometiamos terribles actos para evitar peores, ¿pero aquello que tan diferente nos hacía de ellos…? ¿Qué tan diferente me hacía a mi de esas repugnantes personas que se hacían llamar humanos…?

 Fuese cual fuese la conclusión de aquel asunto, una desagradable sensación me llevaría a aquel escenario de mi pasado donde todo comenzó, un escalofrío que recorría todo mi cuerpo provocando un ligero entumecimiento en mis extremidades por acto de reflejo, más en el fondo sentía que aquella amenaza no era para mí…

 Los gritos al otro lado me hicieron abrir los ojos como platos durante breves segundos, entendiendo en un instante quién era el responsable de que las personas que antes bailaban entre sangre y extremidades ahora gritasen desesperadas...

 No tenía que ser un genio para entender lo que estaba sucediendo al otro lado, lo que aquella terrible criatura estaba llevando a cabo, lo que me encontraría si decidía echar un vistazo…

 - Ya tenías planeado esto, ¿verdad…? -pregunté dirigiendo una mirada a la cazadora antes de suspirar, preparándome mentalmente para avanzar ya fuese solo o acompañado. Hace poco acababa de presenciar una escena terrorífica que golpeaba en lo profundo de mi ser por el hecho de que era protagonizada por personas de mi misma raza, pero llegados a ese punto ya me sentía preparado para enfrentar de cara cualquier atrocidad que llevase a cabo aquella entidad oscura… Sin pensarlo mucho, apartaría los arbustos entre nosotros y me mostraría ante aquel visitante… -. Ectz...
 

El espíritu no te responde, se limita a negar con la cabeza pero no te impide el paso cuando decides apartar las hojas revelando una escena aun mas macabra. Era un autentico festín. De los restos de cenizas, oscuridad circundante, entrañas e inmundicias se formo una especie de masa... un cuerpo... que se asemejaba al del demonio, aunque bien sabes que no es su verdadero cuerpo es una especie de manifestación. De la escena anterior solo queda la persona en llamas que seguía en agonía mientras todos los demás habían desaparecido, todos excepto una chica que se retorcía desesperada contra el agarre de aquella manifestación gigantesca... de unos doce metros de altura. 

- Vaya - Exclama con su voz profunda que resuena por el bosque - ¿Tengo invitados en este banquete? ¿Quieres también un pedazo, joven humano? - Sientes que los ojos de aquella entidad se clavan en ti, como si penetraran tu alma. 

Sin esperar tu respuesta, se lleva a la boca la mitad inferior de la chica y de un mordisco la parte por la mitad, en cosa de segundos el cuerpo dejo de retorcerse, habiendo encontrado su final. El rostro de la mujer estaba contorsionado por el espanto y el sufrimiento. 

- Vaya - Exclama la criatura soltando una carcajada - Se me han acabado las meriendas - Lanza hacia arriba la mitad del cuerpo restante y desaparece en sus fauces - Pero conozco un pueblo cercano en donde podemos encontrar mas si comer es lo que quieres. 

Vuelve su atención hacia la persona maldita y toma aire, soplando, despidiendo una neblina púrpura, que olía a miles de cadáveres en descomposición. Un olor a entrañas, bilis y excremento. La persona dejo de moverse y fue devorada de un solo bocado, puedes escuchar la carne crujir en la boca del demonio. 

- Si no quieres terminar como Daunt o como estos miserables, no seas perezoso con tu trabajo muchacho - Exclama la criatura que comienza a desvanecerse como si nunca hubiese estado aquí, al parecer no le importabas en lo mas mínimo, como para ni siquiera querer escuchar tus respuestas, o quizás eso esté mal expresado, si que despiertas su interés, de seguro quiere saber como sabes, pero no lo intentaría con el espíritu a pocos metros detrás de ti. Una vez el avatar de aquella desagradable criatura desaparece, un silencio de ultratumba reina en el bosque. 

 A diferencia del primer vistazo a aquel escenario hace escasos momentos, encontrarme con aquella escena protagonizada por la representación de aquella bestia no causaría reacción en mi rostro más que una pura molestia y frialdad; el tiempo me había llevado a concluír que no podía mostrarme débil ante él, no podía mostrar nada en particular…

 Suponiendo desde el primer instante que ninguna de mis palabras serían escuchadas por aquella entidad, simplemente sería testigo de cómo terminaba con las vidas restantes en aquel claro maldito, topándome con un choque de sentimientos respecto a no saber como sentirme al respecto: Aquellas personas habían hecho atrocidades, y lo mejor que le pudo haber pasado al tributo era morir finalmente, pero… ¿De aquella manera…? ¿Las personas realmente podían merecer un destino tan cruel como ese…?

 -... -ni siquiera le dije una sola palabra más allá de su nombre al presentarme ante él, encontrando inútil intentar buscar respuestas en un individuo como él para el cual no era más que uno de sus muchos peones, o incluso menos…

 Me quedaría observando el silencio los restos que había dejado la masacre sin llegar a una conclusión en particular, los rituales oscuros de las personas y lo que terminó convirtiéndose en la merienda de Ectz… Todo me resultaba tan vago y confuso en estos momentos que incluso empezaba a dudar de mi propia humanidad…

 -Qi… -le dirigiría la palabra a la cordera mientras me daba la vuelta, dispuesto a acercarme para reunirme nuevamente con ella. -. Ectz ha mencionado un pueblo cercano donde comer… ¿Se trata de un nuevo trabajo…?

 Era impensable que luego de lo que acababa de suceder ahora me encontrase incluso mejor que antes, cuando había visto el ritual oscuro protagonizado por mi propia raza… En el fondo me sentía más en armonía con aquellos seres de la oscuridad, Ectz incluso, sintiendo que aquel tipo de actos resultaban de lo más natural y justificable viniendo de ellos… O al menos, era más natural a que lo hicieran otros humanos; seguramente solo era una forma de intentar convencerme de que yo era diferente… ¿Pero acaso tenía alguna importancia?

 -Creo que le he estado dando demasiadas vueltas a todo esto… Me vendría bien algo con lo que distraerme… -confesé, pensando que cualquier cosa que mantuviese distraída mi mente seria de utilidad en ese momento, incluso si se trataba de otro trabajo sucio...

El demonio vino y se fue, literalmente, sin dedicarle palabras al espíritu, con una fría indiferencia, aunque era palpable que mas que una fría indiferencia había un frió odio entre los dos, por lo que quizás fue mejor que no estuvieran tanto tiempo juntos. Si había o no había mayor significado en todo esto, era algo que ignoras, es demasiado complicado tratar con estas criaturas como para poder encontrarle sentido a todo esto. Finalmente cuando hablas con el espíritu esta ríe. 

- Ese no es un trabajo del que debas encargarte tu, Ectz hace lo que quiere, pero siguiendo ciertos parámetros, si estuviera por su cuenta de seguro ya estaría en medio de la capital causando estragos, pero se le ha impuesto que vaya paso a paso. 

Notas que en su mano se forman unas sombras que se sacuden con violencia, y de estas sombras se materializa una mascara que se coloca ocultando su rostro, sabes bien que el espíritu esta por partir. 

- Aurelion, no nos veremos en un tiempo - Exclama el espíritu señalando un hecho, no una posibilidad - No tengo permitido ir mas allá de estos bosques por ahora, y tengo cosas que encargarme hacia el sur, estarás por tu cuenta hasta nuevo aviso, pero si necesitas ayuda supongo que esa chica podría ayudarte - Seguramente refiriéndose a Daunt - Tu nuevo encargo es llegar a Tesban, en ese lugar te contactaran, no hay un tiempo especial que tengas que cumplir, pero estarás por tu cuenta esta vez. 

Las últimas palabras de la criatura cada vez se vuelven mas graves, notas que su tamaño va aumentando mientras las sombras la consumen, poco a poco su apariencia se torna en la de una criatura irreconocible, llegando hasta ti sus ansias de sangre, por lo que comprendes que los asuntos al sur no deben ser para nada agradables y seguramente no son para nada sencillos, solo una vez la habías visto adoptar esta forma mas parecida al fantasma de un enorme lobo, y perdiste la conciencia poco después pues eras solo un niño, pero en ese momento comprendiste que había sucedido algo peligroso, y ahora seguramente era algo bastante peligroso, pero no perdiste la conciencia esta vez. 

- Algún día nos volveremos a encontrar.... 

Y dicho esto el abominable espíritu salio disparado a una velocidad increíble hacia el sur. 

Ahora solo, ante una escena macabra, tenías una misión nueva como habías deseado, aunque solo también estabas encerrado con tus pensamientos... En fin. Tesban no esta muy lejos de este lugar, quizás unos dos tres días de caminata, el camino no debería estar a mas de media hora, aunque te das cuenta de que pronto amanecerá. 

 Nunca dejaba de interesarme la extraña relación que mantenía mi mentora con el demonio devorador de humanos, y de todo lo que pudiese llevarse a la boca con sabor a carne. Ciertamente siempre me había resultado extraño que un ser tan poderoso como lo era Ectz no hiciese estragos por todo el continente, pero era la presencia de Qi lo que me hacía pensar que la cordera tenía algo que ver, o que se trataba de que había alguien más incluso por encima de ellos dos...

 -Uhm... -sin decir nada, escucharía con atención el aviso que me daría la chica mientras ocultaba su rostro con aquella máscara tan característica. Era extraño el sentimiento que me recorría al pensar en que me enviaron solo a una misión: ya había realizado varios prácticamente en solitario, pero incluso en los momentos más ocultos podía imaginarme la presencia de Qi cerca incluso si realmente no estuviese allí. Pensar que realmente me dejarían sin supervisión me hacía darme cuenta de lo mucho que había cambiado desde el inicio, pero despertaba en mí preocupaciones sobre lo que pudiese hacer…

 Cuando era más joven seguramente todas aquellas visiones de muerte que estaba presenciando tan continuamente me hubieran provocado un shock y un trauma permanente, pero mi expresión no cambiaba en lo absoluto al ver como Qi se convertía en aquella bestia salvaje…

 -...Eso espero, Qi… -dije al aire en voz baja una vez el espíritu había abandonado el lugar.

 Tenía muchas preguntas, muchos problemas internos, muchas cuestiones que debían resolverse tarde o temprano si no quería perder la cordura… Pero en esos instantes no servía de nada debatir en solitario cosas que escapaban de mi comprensión.

 Me dirigiría al lugar donde antes ardía en eterna agonía el cuerpo de aquel hombre cuyo rastro había sido borrado por la criatura de la oscuridad, decidiendo realizar un rezo en aquella sangrienta escena para que el alma de aquel desafortunado individuo descanse en paz luego de su terrible agonía, aunque no es que fuese demasiado religioso o tuviese a alguien en específico a quién rezarle; eran más que todos simples palabras vacías que se perderían en el viento, con la esperanza de ser oídas por quién sea que estuviese escuchando, si es que existía alguien así…

 Sin perder más tiempo, emprendería mi viaje hacia Tesban cargando con todos mis pesares y pecados sobre la espalda, dispuesto a aprovechar el frío y la oscuridad de la noche para moverme y la luz y calidez del día para descansar en donde encontrase algo de sombra...

La caminata por el bosque en lo que quedaba de noche fue bastante tranquila. Puede que una persona normal se asustaría de andar solo por un bosque, especialmente si colinda con los bosques del sur, hogar de toda clase de criaturas de pesadillas, sin embargo tu no eras una persona normal, y por ello la tranquilidad que ofrecía el bosque de noche era perfecta para ti, quizás sea que conoces personas que asustan mas que un lobo o un monstruo... habían pocas criaturas en este lado del mundo que podrían suponer algo de lo que realmente preocuparse, pero encontrarlas era realmente improbable. Así paso tu noche, con una simple caminata, y cuando por fin salió el sol, pudiste descansar a la sombra de un gran árbol... 

Duermes por una cantidad casi indeterminada de horas pero no sueñas con nada en especial, o quizás no lo recuerdas simplemente, pero cuando abres los ojos asumes que debe ser pasado el medio día. El sonido del trinar de las aves te despierta, el lugar ahora con luz revela sus encantos. Los antiguos árboles, cubiertos por esponjosas capas de musgo enormes setas crecen por todos lados, aunque no parecen ser muy buenas como para un bocado, pese a que no parecen ser venenosas parecen ser demasiado viejas, de seguro serían muy duras y estarían llenas de esporas. El camino principal debería estar no muy lejos de tu posición, si este lugar se ha mantenido así es por que no muchos se aventuran a entrar al bosque por temor y prejuicio de lo que pueda salir con intenciones de devorarles.

El lugar era muy pacifico, o lo sería, si es que no sintieras la tierra bajo tu cuerpo vibrar... era totalmente claro lo que estaba pasando no muy lejos de tu posición, una batalla estaba tomando lugar... una violenta explosión sacude nuevamente el suelo y los gritos de unos hombres no tarda en llegar a tus oídos. 

 Aunque se podría resumir con una noche tranquila sin complicaciones luego de haberme separado de Qi, los pensamientos me continuarían invadiendo aún cuando intentaba escapar de ellos, siendo que finalmente mi mente podría descansar con el salir del sol y la sombra de un árbol bajo el cual descansar.

 Como si el tiempo dormido no significase nada, recordaría al abrir los ojos como en el pasado soñaba con aventuras que vivir, metas que alcanzar, deseos que conseguir, todos y cada uno de ellos acompañados por esas dos personas que habían marcado mi vida incluso luego de habernos separado, pero ahora… No soñaba nada, o no era nada que valiese la pena recordar.

 Me levantaría del suelo antes de realizar algunos estiramientos con tal de despertar mi cuerpo cuanto antes, haciendo tronar algunos de mis huesos hasta relajarme y sentirme preparado para otro día de caminata. Disfrutaba mucho del ambiente nocturno y su tranquilidad, más aquel día me había brindado una visión más hermosa de aquel bosque que, en su espesura, ocultaba una belleza natural que pocos podrían apreciar, una que solo se alcanzaba con el tiempo, sin intervención de males ajenos… O eso pensaba yo hasta que sentí el suelo sacudirse y escuché una explosión no demasiado lejos, seguida por gritos de hombres y lo que se podría resumir con una batalla.

 Tenía trabajo que hacer, pero Qi había especificado que no tenía que llegar en un tiempo fijo. Si me iba sin más seguramente podría recorrer una buena distancia antes del anochecer, pero… Mi conciencia, si es que aún quedaba alguna que respetase, no me perdonaría dejar atrás a quienes estuvieran en peligro. No era un justiciero, no era un salvador, pero me dispondría a dirigirme al lugar del ruido con el fin de asomarme a ver que pasa, y dependiendo de las conclusiones que saqué seguramente intervendría...

Decides proceder pero con cautela, primero analizar y después evaluar si actuar o no, probablemente Qi aprobaría tu forma de actuar, nunca está de sobra ser precavido después de todo. A medida que te acercas al camino, las sacudidas de tierra y los gritos que le acompañan crecen en intensidad. No tardas mas de dos minutos en poder apreciar la escena que se estaba desenvolviendo delante de tus ojos a unos treinta metros de distancia...

El camino en esta parte del bosque no era especialmente amplio, es mas, podría decirse que esta en bastante mal estado, pues no es muy relevante para el imperio. En dicho camino, ahora con bastante agujeros, habían cinco cadáveres aplastados por una colosal criatura de unos ocho metros de altura, su cuerpo por completo parecía estar hecho de rocas y portaba un pilar que usaba como maza en una de sus manos, las victimas de dicho monstruo era lo que parecía ser una caravana mercante. Si bien no sabes exactamente que es esa criatura pues es la primera vez que la vez, tienes claro que es una magibestia. 

- ¡Aaaah! - Grita un hombre regordete en pánico al ver que todos los guardaespaldas que habían contratado han muerto, intentando salir corriendo abandonando sus cosas, pero es aporreado por el gigante, provocando que salga despedido varios metros en el aire y que caiga como una marioneta a la cual le cortaron los hilos. 

Aun quedaban unas seis personas vivas, pero parecían ser todos civiles. La criatura no emitía mas sonidos que los que provocaba al moverse y un leve crujir, lo que para algunos podría resultar aún mas terrorífico que una criatura que gruñe, esto era pura ansia asesina, una matanza sin sentido aparente y unilateral, uno de los supervivientes toma una lanza y emite un grito de batalla, al parecer resignándose a morir aquí, pero su valiente intento no dura mucho, pues la lanza se rompe en mil pedazos al impactar contra aquella bestia, su piel parecía ser demasiado dura, si es que se le puede considerar piel, entonces la criatura procede a darle una pata, un acto bastante simple, pero nada mas su pie impactar con el hombre, se escucha el crujir de sus huesos y una gran cantidad de sangre es vomitada por el hombre, el cual sale disparado unos cuantos metros hasta impactar con un árbol. 

La criatura parecía aun no haber percibido tu presencia en el lugar, pero... ¿te enfrentarías a una cosa así? Parecía no estar esforzándose en lo mas mínimo para acabar con aquellas personas, era un simple acto mecanizado, y por otro lado, tus ojos no eran inexpertos como para saber que esa cosa no es para tomársela a la ligera, pero sientes, como si hubiese algo mas, como si la escena fuese mas grande de lo que aparenta, algo no terminaba de encajar. 

 Mis instintos me decían que sea lo que sea que provocaba los gritos era algo que claramente valía aquel ruido de terror provocado por las personas, y una vez asomándome en la escena podría comprobar que, ciertamente, se trataba de algo terrible y significativamente peligroso...

 Simples humanos que nunca habían tenido un entrenamiento más allá de lo que necesitaban para sobrevivir nunca podrían contra un ser como ese, mucho menos aquel regordete que parecía ser el vendedor que había contratado a todos esos hombres y, por lo tanto, quién les había llevado indirectamente a sus tumbas...

 -Uhm... -en silencio, meditaría respecto a la escena y como se estaba desarrollando. La magibestia parecía tener una afinidad a la tierra, a la piedra para ser más específicos, así como tampoco parecía ser precisamente inteligente o expresiva...

 Vista la escena por encima parecía el ataque de una bestia salvaje sobre unos inocentes pueblerinos que iban de paso, pero en mi interior algo me decía que aquello significaba mucho más... ¿Pero qué podía ser...? No sabría decirlo ahora que lo tenía enfrente...

 Decido a tomarme un poco más de tiempo para ver la escena, continuaría en mi escondite observando que harían los cinco supervivientes restantes. No se debía ser un genio para saber como acabaría incluso si intentaban huir, pero no estaba de más tomarse algo de tiempo antes de tomar una decisión ahora que no me afectaba directamente... Porque son simples humanos desconocidos, ¿no?