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Thorn of Evil (+18)

[Alanna] Capitulo I ~ El ladrón de flores

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01/10/2020, 13:01
Alanna

Tenía pulso, eso me hizo suspirar de alivio. Aunque no esperabasu despertar tan brusco y repentino.

Rápidamente me separé de ella, dándole un poco más de espacio del que habíamos tenido momentos antes, cuando le tomaba el pulso... Ella parecía tan confusa como lo estaba yo. De hecho, estaba casi segura de que tampoco sabía quién, o qué, le había atacado. Pero... estaba claro de que era un ataque predemitado.

No pude evitar observar como de su labio emanaba una pequeña gota de sangre que resbalaba hasta caer al suelo... Finalmente volví a mirar a sus ojos.

—No he visto nada —respondí sinceramente a la par que sacaba un pañuelo de tela blanco y se lo tendía para que lo usara en su herida—. Pero sí he escuchado una voz. Era monótona y fría. Sólo dijo un par de veces la palabra: "curioso", pero cuando me giré para mirar de quién se trataba, no había nadie. Luego, cuando entré en la habitación, ya estaba tumbada en el suelo...

Hice una pequeña pausa, y miré al suelo avergonzada.

—Siento no haber sido más rápida, Lady Daunt.

En cierto modo, me sentía culpable. Si tan sólo hubiera llegado un minuto antes, hubiera podido defenderla de lo que fuera que la había atacado... En cualquier caso, la miré preocupada.

—¿Hay alguien que quiere hacerte daño? —pregunté—. Julius te... pegó. ¿Crees que ha podido ser él?

Su rostro aún debía tener las marcas de las bofetadas. Dudé un poco, pero... finalmente llevé mi mano a su rostro con la intención de pasar mis dedos suavemente por ellas y observarlas mejor. ¿Estarían hinchadas? Sabía que una bofetada de una mano engalonada de anillos podía fácilmente quebrar parte del pómulo... o incluso llegar a fracturar el cráneo. Temía que fuera el caso...

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20/04/2021, 06:12
Daunt

 Aunque de por sí su recuperación sobre lo sucedido sería rápida, escucha como no habías visto nada le causaría más calma que preocupaciones, tomando aquel pañuelo que le ofrecías para limpiarse la sangre con cierta delicadeza antes de que sus ojos se abriesen como platos nuevamente al escuchar tu siguiente revelación.

 -¿Una voz? ¿No te ha resultado conocida de ninguna parte, por casualidad? -preguntó entonces cuando su curiosidad empezaba a superar nuevamente su sorpresa, siendo que aquella mujer tenía un don para superar las preocupaciones y volver a mostrarse tan confiada, tan misteriosa… -. No te preocupes por eso, no puedes simplemente estar en todas partes para salvar a las personas de todos sus problemas, y fuese lo que fuese no ha sido nada grave -aseguró mientras mantenía su mirada posada sobre ti, con una agradable sonrisa con la cual buscaba despejar cualquier sentimiento de culpa que pudieses tener en ese momento.

 Tras limpiarse la sangre, la bestia escucharía tus deducciones y preocupaciones, soltando entonces una pequeña risa ante la mención del noble abusador con el que la viste “charlar” en los jardines.

 -Oh, ¿ese hombre? No debes preocuparte por él: claramente es un peligro para quienes le hacen enfadar, pero nunca se atrevería a intentar hacerme verdadero daño a mí -declaró Daunt poco antes de permitir que acariciases una de sus mejillas con la yema de tus dedos. Realmente no había pasado mucho desde lo sucedido en los jardines, pero por lo menos la piel de la chica no mostraba inchaduras o marcas, siendo que cuando a cualquier otro unas bofetadas como esas podrían quedar resaltadas en su piel, en el caso de aquella bestia de cuerpo oscuro se disimulaba de buena manera. -. ¿Lo ves? No hay nada de qué preocuparse -aseguró antes de levantar una de sus manos para posarla suavemente sobre uno de los costados de tu rostro, siendo que a diferencia de ti que solo le tocaste con los dedos ella también colocaría la palma, como una caricia más que otra cosa. -. Más bien debería ser yo quién pregunté, si me lo permites… Me ha dado la sensación de que has deambulado mucho últimamente por el castillo. ¿Hay algo que te inquiete? -preguntó antes de apartar la mano, dejando caer ambas sobre el colchón para apoyar su peso en ellas de una manera un tanto relajada. -. No quiero gastar más tu tiempo, pero luego de que te preocupases tanto por mi lo menos que puedo hacer es escuchar tus propios problemas, si deseas contármelos...

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20/04/2021, 21:39
Alanna

Me resultó especialmente curioso como, Lady Daunt... a pesar de haber estado a punto de ser asesinada, se mostraba de repente tan curiosa y optimista... ajena a cualquier preocupación. Otros, en su lugar, estarían encerrándose en habitaciones pétreas y pagando espadas que le protegieran.

Sin embargo, ella... se mostraba repentinamente tan inocente...

Pudo haberlo sido...

A pesar de que lo pensé cuando Lady Daunt trató de restar importancia al suceso al decir que no había sido grave, no lo pronuncié en palabras. Por el contrario, asentí con la cabeza... Después de todo, había sido enseñada a evitar contradecir las palabras de otras personas, especialmente cuando se trataban de superiores o nobles. Y, aunque Daunt no tenía tal título, sentía que no era correcto contradecirla...

—Por desgracia, nunca antes había escuchado una voz así —le respondí—. Sin embargo... era una voz extraña. Quiero decir, no es el tipo de voz que sea fácil olvidar, Lady Daunt: era monótona, y... escalofriante.

Me preguntaba cómo sería una persona así... con ese tono de voz.

En cualquier caso, mi cavilaciones dejaron paso a la sorpresa cuando, tras pasar mis dedos por sus magulladuras, noté que apenas estaban hinchadas... Sería difícil percatarse de que, momentos antes, Lady Daunt había recibido una bofetada. ¿Tan rápido había sanado? Era sorprendente...

Sin embargo, lo que no esperaba era que... la chica acariciara como respuesta mi rostro.

Por un segundo dudé. Hasta el momento, las únicas manos que habían tocado mi rostro lo habían hecho con el único propósito de dejar moratones e hinchazones mucho más profundos de los que pudiera tener Lady Daunt. Jamás había recibido una caricia que no fuera la mía propia... Quizás por eso, cuando noté el contacto de sus manos, me estremecí ligeramente... aunque no retiré el rostro, sino que me mantuve firme y quieta, permitiendo que pudiera acariciarlo.

A pesar de todo, era una sensación agradable, aunque me hacía sentir insegura...

—Son tiempos complicado —contesté, sin atreverme a revelarle la verdad de mis preocupaciones—. Y... la falta de actividad me vuelve inquieta, Lady Daunt. Desearía poder ayudar, y servir como Caballero...

Aún recordaba las palabras de Taalis: estos muros ya no son tan seguros como antes. Debía ser precavida y no denotar mis preocupaciones... Aunque creía que podía confiar en Lady Daunt, aún no lo conocía lo suficiente.

—Por favor, permítame que haga guardia esta noche en su habitación —le pedí, mirándola al rostro con gesto preocupado—. Temo que quien haya tratado de hacerle daño pueda volver a aparecer...

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28/04/2021, 04:03
Daunt

 La descripción que darías sobre aquella inusual voz dejaría a la bestia un tanto pensativa, siendo que incluso ella parecía incapaz de buscar una explicación clara sobre lo que pudo suceder.

 -Supongo que no deberías darle muchas vueltas, de momento. No es usual, ni mucho menos bueno, que alguien escuche voces repentinamente, por lo que consultaré a algunos contactos para ver si saben algo: tú mientras tanto intenta no pensar en eso -te pidió tras ofrecerse a darte una mano con el asunto, siendo que más allá de la curiosidad que tenía por saber sobre el asunto también parecía honestamente deseosa de ayudarte.

 Tu sutil reacción ante la caricia en el rostro provocaría una pequeña risa contenida en la mujer, quien sin mencionar nada al respecto acabaría apartando la mano mientras escuchaba tus palabras.

 -Es entendible. Muchos como tú se parten la espalda por hacerse un lugar entre los caballeros, y ser finalmente “libre” ha de ser un cambio inesperado. Pero deberías pensar en eso como una muestra de confianza: podrías ser enviada hacia distintas partes a hacer cosas, pero te tienen aquí, en el castillo, porque saben que si algo amenaza a la corona acudirás en su defensa. Tal vez muchos te envidian o te miren por encima, pero muchos otros te admiran y respetan, eso es seguro  -comentó con una ligera sonrisa de confianza en sus palabras, dirigiendo una mirada hacia la ventana antes de que te ofrecieras a hacer guardia en su habitación, lo que provocaría que volviera su atención a ti con una sutil expresión de sorpresa que rápidamente cambiaría a su natural sonrisa. -. Me halaga que alguien se preocupe tanto por mi en este lugar. En todo caso, si me niego no podrías dormir tranquila, ¿cierto? -dedujo con un tono bromista. -. No es como si pudiese rechazar la oferta: sabes que no tienes que pedirme permiso para prácticamente nada -después de todo, a pesar de la extraña influencia que creías tenía la bestia en el castillo, tu tenías un rango oficial que te ponía por encima de ella en muchos sentidos. -. Te esperaré esta noche. Ten cuidado tú también, ¿okey? Hay personas a las que hay que temer más que a muchas criaturas -añadió como un pequeño consejo.

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09/05/2021, 19:27
Alanna

Al escuchar sus palabras respecto a que... buscaría contactos para ayudarme con el tema de las voces dentro de mi cabeza, mis ojos se abrieron repentinamente y negué repetidamente con la cabeza y manos.

Me había entendido mal... ¡no era yo quien necesitaba ayuda! ¡Sino ella!

—Estoy bien, estoy bien, Lady Daunt —dije, tratando hacer notar que no era necesario consultar con nadie... para eso—. No soy yo de la que debe preocuparse, sino... de...

Usted...

Por alguna razón, incluso a pesar de haber estado a punto de ser asesinada... Lady Daunt no parecía estar preocupada. Más bien, parecía tomarse esto como una broma o algo similar. Cualquiera que nos viera hablando, pensaría que era yo quien había estado por un momento inconsciente, y ella quien trataba de tranquilizarme...

En cualquier caso, sus palabras posteriores hicieron que me sonrojara momentáneamente. ¿De verdad creía que había quienes me admiraban y respetaban? Nunca lo había pensado...

—No podré dormir tranquila si no estoy aquí... protegiéndola —comenté, contestando afirmativamente a una pregunta que Lady Daunt ya conocía su respuesta—. Tendré cuidado, pero... por favor, téngalo usted también.

Su última frase, sin embargo, me dejó pensativa durante un segundo...

¿Podían ser las personas más peligrosas que los monstruos? Desde mi misión de graduación como caballero, donde había presenciado como una banda local asesinaba y mutilaba a hombres, mujeres y niños bestia en pos de sacar beneficio económico... aquella pregunta había rondado en mi cabeza sin parar. Los monstruos, después de todo, sólo mataban para conseguir comida o para defenderse...

—¿Puedo... hacer algo más por usted, Lady Daunt?

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16/05/2021, 05:32
Daunt

 Aunque la mujer no diría nada más al respecto, sí que inclinaría muy ligeramente la cabeza a la vez que te dedicaba una sutil sonrisa cómplice al escuchar como te negabas a recibir su ayuda: parecía ser capaz de ver a través de ti y entender que te preocupabas mucho más por ella de lo que te preocupabas por ti.

 -Tendré todo el cuidado que pueda, te lo prometo -aseguró con una de sus sonrisas esperando que fuese suficiente para tranquilizar tus preocupaciones, aunque tenía claro que no sería así.

 Con aquella última advertencia, Daunt esperaba que tuvieras para pensar mientras llegaba la noche, y como no, continuarías expresando tus deseos de ayudarla como bien pudieses.

 -De momento no necesito nada. En unos minutos tengo que ir a atender unos asuntos, y seguramente tú también tienes los tuyos. Esperaré entonces a que vengas a hacer guardia en mi habitación en la noche. Honestamente, no me vendría mal algo de compañía para dormir -respondió con una última sonrisa, siendo que realmente no parecía necesitar de tus servicios de momento.

 Por otro lado, tú aún tenías algunas cosas que investigar por el castillo, aunque no eran realmente parte de tu obligación, era más bien una investigación que bien podías hacer o dejarla pasar a la espera de su desarrollo. Fuese lo que fuese, era tu decisión escoger.

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30/05/2021, 22:16
Alanna

Asentí con la cabeza, conforme con que aceptara tener cuidado. Aunque, por la sonrisa, no sabía hasta que punto me lo decía porque de verdad pensaba tener cuidado, o sólo para tratar de tranquilizarme... Fuera como fuese, su siguiente constetación hizo que me preparara para salir de su habitación. Después de todo, yo también tenía asuntos que atender.

—Al anochecer volveré a su habitación, Lady Daunt —contesté finalmente—. En cualquier caso, si necesita de mí... mande a alguien a avisarme, y vendré tan rápido como pueda.

Hice una pequeña inclinación de torso...

—Espero que tenga un buen día.

Y, tras ello, y si Lady Daunt no tenía nada más que contarme, saldría de la habitación para darle la privacidad necesaria para que se preparara para los quehaceres del día.

Por mi parte, yo bajé las escaleras aún preocupada... pero con la intención de seguir investigando los jardines. Quizás, durante el paseo por ellos, pudiera tener la calma para pensar en lo que había ocurrido... y quizás incluso descubrir algo más de mi misión principal...

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31/05/2021, 02:40
Daunt

 -Te tendré al tanto de cualquier novedad -aseguró la mujer con una de sus sonrisas antes de añadir. -. Te esperaré con ansias -y de cierta manera juguetona, te guiñaría el ojo y te despediría con la mano.

 Ciertamente, no era un misterio el porque tantas personas en el castillo le consideraban alguien extraña: su confianza era muy alta, y siempre habían incógnitas sobre sus intenciones...

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31/05/2021, 02:54
Narración

 Volverías entonce a aquellos hostiles pasillos del castillo, donde a pensar de sentirse la seguridad como en ninguna otra parte de la ciudad para ti te era imposible sentirte acogida. Las miradas, los comentarios a tus espaldas... Casi hasta parecía que era apropósito, como si aquellos caballeros esperasen que sus actos causasen algo en ti. Por suerte, tenías personas cuyas opiniones te importaban más, como lo era tu mentora.

 Una vez en los jardines, te darías cuenta de que habían más guardias de lo usual en los alrededores, siendo que no tendrías que caminar mucho para encontrar al motivo de tanta seguridad.

 -Oh, Alanna, que bueno que apareces, justo te estaba buscando -mencionó aquel hombre de cabello rubio y extravagantes ropajes. Su expresión era agradable y cálida, y transmitía unos aires de confianza y tranquilidad propios de alguien humilde que no tenía problemas de los cuales preocuparse. Se trataba de William, el tercero de los príncipes. -. ¿Podemos hablar un momento? -tratándose de él, obviamente no tenías opción...

 El príncipe te llevaría con el más adentro del jardín, a una parte que a pesar de también estar protegida por los guardias les daba un poco más de privacidad en cuanto a estos. A su vez, durante el breve recorrido, no habrías visto al jardinero en ninguna parte, siendo que seguramente se estaría encargando de otra parte del jardín.

 -El jardinero me comentó que estabas interesada en ayudar a capturar al responsable del robo de las flores -aunque algo te pudo haber hecho preocuparte por como podría reaccionar el príncipe al enterarse de que te estabas metiendo en uno de sus asuntos de los cuales no muchos parecían estar enterados, el hombre continuaba sereno y sin señales de estar enfadado. -. Es bueno tener caballeros tan dedicados a ser de ayuda. Con todo el movimiento político sobre el trono tengo difícil saber en quien confiar -reveló soltando una leve risa de honestidad. -. Me viene como anillo al dedo que seas tú, porqué creo que finalmente hemos encontrado al responsable, y sabemos donde encontrarlo, pero si alguien como Sir Bedivere va a hacerse cargo podría llamar demasiado la atención... Supongo que sabrás que el tema de esas floras ha de manejarse con discreción, ¿no? -para ser uno de los nobles más importantes del castillo, y alguien cuya reputación podría verse muy perjudicada si se corría la voz sobre su orden de plantar aquellas polémicas flores, el hombre depositaba mucha confianza en ti, la marginada entre los caballeros. -. ¿Puedo confiarte la misión de ir a por él y traérmelo a los calabozos?

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04/07/2021, 17:37
Alanna

Mientras caminaba, mi mente estaba centrada en tratar de buscar una explicación a todo lo acontecido durante el día. Desde el misterioso robo de las flores hasta lo que acababa de ocurrir en los apostentos de Lady Daunt. Aun así, mis oídos captaron los cuchicheos y burlas que dedicaban hacia mí aquellos caballeros con los que me cruzaba en mi camino hacia los jardines. Burlas y cuchicheos que había aprendido a ignorar con el paso del tiempo y a los que no les di ninguna importancia.

El único momento en el que la concentración se esfumó fue cuando, al llegar a mi destino, vi a la comitiva del Príncipe, y al propio Príncipe, en los jardines.

—Su Alteza Real —incliné mi torso, en un ceremonial saludo, tal como la academia militar me había enseñado a hacer cuando estaba en presencia de algún miembro de la realeza—, será un honor.

No tenía otra opción después de todo. Si el Príncipe quería hablar conmigo, era inviable negarme. Tampoco se me pasó por la mente hacerlo, incluso aunque fuera especialmente sospechoso que viniera a mi encuentro tan presto como había comenzado a investigar en aquel asunto.

Del jardinero, por el contario, no había ni rastro...

¿Hasta qué punto podía revelarle al Príncipe de mis intenciones con aquella investigación? Como Caballero, mi deber era proteger al Rey y al Reino. Era una mera herramienta cuya vida estaba sentenciada únicamente a aquel cometido. Sin embargo, a veces, para proteger al Rey y al Reino había que se precavida, incluso con los miembros más cercanos a éstos...

—Por supuesto, guardaré discreción Alteza —contesté.

Sus palabras, sin embargo, me sorprendieron... sorpresa que oculté evitando hacer cualquier mínimo gesto.

¿Habían descubierto ya de quién se trataba? ¿No sería entonces más fácil enviar a un pequeño grupo de la guardia a capturarlo inmediatamente? ¿Por qué yo?

—Lo traeré a su calabozo —de nuevo, no tenía opción y en mi código ético como caballero ni siquiera podía pensar en rechazar aquella petición.

Así pues... solo me quedaba aguardar, pacientemente, a que me diera los datos de quien se trataba...

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09/07/2021, 22:52
Narración

 Escuchar como no solo asegurabas que guardarías discreción al tema, sino que aceptabas sin dudarlo visiblemente, dibujaría una amable sonrisa de satisfacción en el príncipe, quién proseguiría con lo que tenía que decir.

 -Muy bien, Alanna. El responsable se encuentra en una vieja casa del distrito exterior, en el sur. Si la información que nos dio el informante es correcta, allí encontrarás todas las pruebas que demuestran su crimen, por lo que incluso si alguien le presta atención a tu entrada tendrás a mano conque defenderte de malas miradas -aseguró el príncipe, siendo que era bien sabido que muchas personas podían considerar que algunos arrestos por parte de los caballeros eran injustificados debido a aquellos que abusaban de su poder. -. Cuento contigo -añadió posando una mano sobre tu hombro a modo de apoyo antes de dedicarte una sonrisa. -. Pondré a tu cargo a un par de soldados de confianza por si los necesitas. No dudes en hacer lo que haga falta por atrapar a ese criminal.

 Y así pues, el príncipe se retiraría y tendrías unos minutos para prepararte con lo que necesitases para tu visita a los suburbios de la ciudad. Al salir a la entrada del castillo, encontrarías al par de guardias que el príncipe había mencionado, ambos los cuales realizarían una respetuosa reverencia como muestra de que estaban a tu servicio, aunque en sus caras no se les veía precisamente alegres por ello. Así mismo, estando al aire libre, sentirías aquella suave corriente de viento remover tus cabellos: no sabrías describirlo, pero la sensación te traía confianza y tranquilidad.

 Gracias a las indicaciones dadas previamente por el príncipe atravesarías el distrito interior de la ciudad tomando un atajo por el barrio rojo, siendo que a esas horas no había tanta actividad como claramente tenía todas las noches y por lo tanto podías evitar ser vista por la mayor cantidad de personas posibles. Salir de la muralla interior no tendría problemas, pues los guardias allí presentes te reconocerían y te dejarían salir sin ninguna pregunta, permitiéndote así llegar a los suburbios y luego buscar la casa en cuestión.

 En un sector humilde de la ciudad, sin llegar a considerar pobre, recorrerías las calles hasta llegar a una casa que bien podría estar escondida entre todas las demás, tratándose de una estructura de una sola planta, con rasgos de necesitar una remodelacion de ser posible pero aún siendo capaz de sobrevivir unos años.

 Había una puerta de madera y un par de ventanas de madera, todas cerradas desde dentro naturalmente. No habían muchas personas presentes en los alrededores, por no decir que ninguna, por lo que de momento no parecías tener que preocuparte porque alguien te viese interrumpir en casa de un criminal: aunque claro, la manera en la que entrarías seria decisión tuya.

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26/07/2021, 21:19
Alanna

Sabía que, a pesar de la impecable reverencia, aquellos guardias no disfrutaban acompañándome en aquella misión. A pesar de todo, contesté a sus reverencias con un cortés y educado gesto de conformidad con la cabeza.

En cualquier caso, en el momento en el que llegué a la vieja casa, les solicité que aguardaran pacientemente.

—Vigilad las posibles salidas de la casa —les indiqué—. Si observáis algún movimiento extraño, avisadme.

Antes de irrumpir a la fuerza en aquel domicilio, quería darle un atento vistazo a su alrededor en búsqueda de un lugar por el que entrar... Las ventanas, y puertas, permanecían firmemente cerradas. Debería echarlas abajo si no encontraba nada mejor... y, sinceramente, prefería hacerlo de forma más sutil.

Además, por alguna razón me sentía confiada. Quizás fuera por el aire acariciando mi rostro, que me provocaba una sensación de calma... Daba igual lo que hiciera, si aquel soplo de brisa fresca recorría mi piel, me sentía más liviana y suave... hasta el punto de hacerme sentir que podría incluso trepar por la cornisa en caso de que hubiera algún resquicio por el que entrar en el techo.

Después de todo, aquella casa era de una sola planta. No debía haber mucha caída del techo al suelo...

Notas de juego

Busco algún resquicio de la casa por la que pueda entrar. Además, investigo un poco los alrededores por si descubo algo raro.

Si hace falta tirada, avísame máster.

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06/08/2021, 06:43
Narración

 Los guardias asentirían a tus órdenes, yendo a patrullar los alrededores en busca de salidas disimulando el que lo hacían con mala gana por venir de ti.

 Ciertamente, las ventanas y puertas estaban lo suficientemente aseguradas para que tirarlas requiriese de algo más que “sutileza”, pero al subir al techo de la casa encontrarías una pequeña trampilla que llevaba al interior, siendo que podrías comunicar lo que quisieras a los guardias desde tu posición antes de adentrarte en aquel lugar.

 La trampilla daba directamente con una escalera que bajaba un par de metros hasta pisar directamente el suelo de una de las habitaciones de la casa, tratándose de una pequeña habitación estrecha con estanterías y mesas repletas de tazones, bolsas, utensilios varios que cualquiera tendría en su casa pero que aquella persona había decidido amontonar allí en lugar de buscarles otro puesto, siendo que en el lugar había otra puerta que podías abrir desde tu lado sin ningún problema.

 Al salir de aquella pequeña habitación, llegarías a una sala común ocupada por otra multitud de mesas y estanterías, siendo que desde el suelo hasta estos muebles de madera se extendían distintas plantas, así como papeles regados por todas partes, aunque todo suficientemente acomodado para que no hubiese dificultades para moverse por el lugar. Más allá de todas las plantas que habían, te percatarías de un un horrible olor a muerto que inundaría tu nariz poco después de haber abierto la puerta: había algo podrido en aquella habitación, y el olor se había concentrado.

 Justo entonces, el sonido de otra puerta llamaría tu atención, siendo que aparte de la puerta de la entrada y la del cuarto de cosas por el cual llegaste había otra que seguramente llevase a la habitación de la casa, desde la cual salía un hombre de estatura media, aunque aparentaba menos al ir algo encorvado. Usaba gruesas capas de ropa que cubrían todo su cuerpo, con guantes y botas así como una capucha y un pañuelo hasta la nariz dejando al descubierto únicamente sus ojos y frente.

 -¿¡Q-Qué haces aquí!? -se alarmó de inmediato, buscando hacer distancia contigo sin quitarte la vista de encima, llevando la mano instintivamente hacia detrás de la cintura como si fuese armado, aunque podrías asegurar que sin importar que arma sacase no tendrías problemas para hacerte cargo de él.

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15/08/2021, 21:05
Alanna

Olía a muerto por allá donde andaba. Sin duda, en aquel lugar ocurría algo extraño, por lo que su Alteza no debía estar del todo equivocado. Sin embargo, ¿qué habría ocurrido? ¿Habrían asesinado a alguien? El olor a podredumbre podía tratarse de muchas posibilidades: comida en mal estado, animales muertos... No tenía por qué significar un asesinato, sin embargo... para descubrirlo con certeza, debía adentrarme más en la casa hasta descubrirlo.

Fuera como fuese, tras dar algunos pasos en el interior, me topé directamente con un hombre oculto casi completamente tras su vestimenta...

—¿Eres el propietario de esta casa?

Intenté ganar algo de tiempo con aquella tonta pregunta... mientras escuchaba la pregunta, y respondía, yo miré tras él comprobando qué diversas salidas de escape podía tener. Por supuesto, no se me había pasado por desapercibido su gesto... Tenía un arma, posiblemente un cuchillo o algo similar.

—Tranquilo, no quiero hacerte daño.

Sin miedo, avancé hacia él... aunque lentamente. No quería alertarlo, ni que huyera... prefería apresarlo sin darle oportunidad a escapar...

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25/08/2021, 02:26
Narración

 -¿¡Y-Y eso a ti qué te importa!? -respondió claramente de mala gana, dirigiendo velozmente miradas alrededor como si buscase si había alguien más aparte de ti. A pesar de parecer altamente nervioso y atento a cada cosa, lo que naturalmente le hacía perder atención a otras, reaccionaría de inmediato ante tu pacifico intento de avance. -. ¡N-No te acerques! -gritó nuevamente. -. T-Te ha enviado él, ¿verdad? ¡S-Sabía que el príncipe querría silenciarme, pero no me falta mucho tiempo! ¡U-Un poco más y podré desenmascarar su conspiración contra el emperador! -empezó a declarar el hombre, revelando lo que ocultaba en su espalda al sacar la mano: un reloj de bolsillo. Poseía un diseño elegante, pero el estado del material y la cantidad de polvo que llevaba encima decían mucho del cuidado que se le había dado, siendo que ni siquiera llevaba la cadena para sujetar el reloj: seguramente alguna vez perteneció a algún noble, pero ya no era más que una barajita -. S-Solo unos minutos más... ¡U-Unos minutos más y todo habrá acabado!

 En ese momento, empezarías a retroceder en tu memoria y lo que sabías: el tema del ladrón de flores había sido extraño por la manera en la que había sucedido en la ciudad, pero no había cobrado verdadera importancia hasta que las flores que empezaron a desaparecer fueron del castillo, y nada más que un tipo muy especial que el príncipe se había asegurado de que algunos ni siquiera supiesen estaban allí. Una flor con un terrible olor...

 -¡T-Tú serás la siguiente! ¡E-En unos minutos... los guardias entrarán, y te capturarán! -aseguró el hombre, empezando a escucharte un tanto desesperado e histérico. -. ¿¡C-Crees que trabajas para gente justa!? ¡No te imaginas lo que se mueve entre las sombras! T-Todo esto acabará pronto, lo se... S-Solo necesito un poco más de tiempo...

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15/09/2021, 21:36
Alanna

Tiempo...

Quizás el bien de mayor valor, pues... si lo perdías, jamás volvería... Y, sin embargo, el más infravalorado pues pocos parecían ser consciente de ello. Y, aun así, era eso lo que él me pedía: tiempo... minutos... segundos... ¿Para desenmascarar al Príncipe? O tal vez para buscar una oportunidad de huir... A pesar de la insistencia de sus palabras, no podía confiar claramente en una opción ni en otra.

Y, sin embargo, pese a lo que mi código ético y marcial me imponía, yo tampoco confiaba en las palabras del Príncipe...

—¿Quieres tiempo? —le pregunté, acercándome a él pese a su advertencia—. Yo te lo daré. Demuéstrame que el Príncipe conspira contra el Emperador, y protegeré tu vida.

Alcé mis manos ligeramente, tratando de tranquilizarle...

—Demuéstramelo...

Y... si era verdad. Y si mi intuición era cierta, y el Príncipe ocultaba algo... ¿qué podría hacer yo?

Sabía que lo más sencillo era acabar con aquel hombre y cumplir con la misión que me había encomendado. Sin embargo, si aquel hombre decía la verdad... ¿no ponía en riesgo la vida del Emperador y, por consiguiente, la seguridad del Reino? ¿No era aquello lo que había jurado defender con mi vida al convertirme en Caballero?

—¡Hazlo! —le ordené en un tono de voz tan autoritario que pocos tendrían el valor de replicarme.

No pensaba faltar a mi deber. Quería descubrirlo... costase lo que costase.

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18/09/2021, 22:38
Narración

 -¿Q-Qué...? -el hombre no pudo evitar su sorpresa al escuchar tu propuesta, retrocediendo lo poco que pudo cuando te vio avanzar antes de que soltases aquella imponente orden, siendo que de haber mentido ahora estaba en un gran aprieto. -. Tú no eres como el resto, ¿cierto...? ¡V-Ven conmigo!

 Y empezando a caminar entre las estanterías de la habitación, dándote la espalda mientras avanzaba a cierto paso acelerado que tu no te podías permitir por temor a tirar algo y acabar causando quién sabe que desastre con tantas plantas y frascos, más por suerte aquel sujeto no se alejaría mucho de ti antes de detenerse junto a una mesa ligeramente apartada del resto, pues no era como que hubiese mucho espacio en el lugar como para apartar algo correctamente del resto.

 Sobre la mesa había una gran maceta cubierta por otra más pequeña, siendo que podías ver que la de abajo estaba llena de tierra sobre la cual habría crecido una espesa capa de musgo. Guardando el arma que antes había enseñado para defenderse, el hombre tomaría la maceta de arriba, y la levantaría cuidadosamente para mostrar lo que guardaba. Justo entonces, el olor que te había invadido se intensificaría, al punto de que tuviste que hacer un esfuerzo sobrehumano para no vomitar allí mismo, pero eso no te distraería de un par de flores que sobresalían del musgo, siendo ambas de un color verde desagradable.

 -¿Conoce las Cinton, señorita? -preguntó el hombre, quién presentaba ciertos rasgos de ansiedad y nerviosismo al estar moviéndose cada tanto sin razón aparente. -. Recientemente he comprado los servicios de diversos ladrones para conseguir flora de toda la ciudad, pero un día una mujer me trajo una de estás a casa sin yo pedirlo... El olor es terrible, y tengo que usar el pañuelo para soportarlo... Juraría que debe haber una mano cortada dentro de la tierra, pero no me he atrevido a revisar: no quiero que la flor se marchite sin haber hecho lo que la mujer me dijo, es la única oportunidad para evitar que el príncipe lleve a cabo su plan: ¡su plan de matar al emperador! -aseguró antes de tapar de nuevo las flores con la otra maceta, aunque eso no serviría para reducir el olor que ya invadía toda la habitación. -. S-Solo debo esperar, c-cuidar la flor un poco más de quienes la quieren... ¡Y-Y entonces el príncipe no podrá hacer nada!

 Justo entonces, alguien empezó a golpear la puerta.

 -¡Somos guardias del emperador! ¡Tenemos motivos para pensar que aquí vive un ladrón que robó propiedad del castillo! ¡Abra la puerta! -gritó desde el otro lado uno de los soldados que te había acompañado. Tal parece que confiar el trabajo a una mujer no era lo suyo...