Partida Rol por web

Tavin entró en el castillo acompañado por el fornido guerrero, que le llevó por unas escaleras de piedra que ascendían a la primera planta, allí el kender se quedó maravillado con los tapices y cuadros que adornaban los pasillos y las lámparas que pendían del techo.

El guerrero se detuvo en una de las puertas y tras golpearla suavemente la abrió. Tavin le escuchó decir.

-Mi señora, tengo conmigo a un kender que ha venido a hablar con usted

-Hazlo pasar, Mirko, -escuchó Tavin que dijo una voz femenina desde el interior

-Puedes pasar kender, -le dijo el humano abriéndole la puerta de par en par

La sala parecía un estudio con todo lujo de detalles, una enorme biblioteca ocupaba una de las paredes y la parte posterior del escritorio. En la otra parte de la sala había una chimenea encendida. Únicamente había una ventana que se encontraba semioculta por una cortina de color blanco. Sentada tras el escritorio, una humana de bellas facciones ataviada con un vestido morado y una diadema en el pelo dejó un pergamino que al parecer había estado leyendo en la mesa y tras esbozar una cálida sonrisa miró al kender.

-Saludos kender, soy Alyena, en que puedo ayudarte, -le saludó Alyena mientras se levantaba de la silla

Admirando toda la sala, con mi sonrisa particular relate de nuevo la historia...

hola señora, pues vera estabamos mi amigo Elendorn y yo en la posada El lucero del alba y bueno, el se tuvo que ir pero yo me quede hablando y hablando...De repente entro un caballero de Solamnia con un tunica blanca muy herido y con mucha sangre. Cambie mi semblante a algo de dureza al recordar perfectamente la escena...Yo intente ayudar claro, pero el hombre no me dejo me dijo que la buscara y le dijera que al tunica blanca le ataco un clerigo dorado...Y aqui esta el bueno de Tavin cumpliendo su mision. Quiere que me una a sus guerreros??? soy un luchador agerrido, comento enseñando los dientes en posicion de furia fingida...

El semblante de Alyena se ensombreció al escuchar las noticias que le traía el kender. Durante el relato, su mirada pasó del kender hasta el guerrero Mirko, que seguía atento las explicaciones de Tavin desde la puerta. Mirko se mantuvo callado pero su rostro reflejaba ira, se cruzó de brazos esperando órdenes.

Una vez que Tavin acabó de contar la historia del ataque al túnica blanca, Alyena caminó unos segundos pensativa por el estudio hasta acercarse a la ventana. Corrió la cortina y se quedó mirando a través de la ventana absorta en sus pensamientos. Tavin se acercó sin decir nada, comprendió que a Alyena le habían afectado las noticias que le había traído. El kender miró desde la distancia a la ventana y vio que la humana contemplaba a Lunitari, la enorme luna roja que se encontraba en su fase de plenitud. Finalmente Alyena volvió la vista hacia Mirko.

-Mirko, ve a la posada y reúne a aquellos que estén dispuestos a ayudarnos, si los clérigos han sido vistos debemos precipitar los acontecimientos, temo que sea ya demasiado tarde, -ordenó Alyena intentando parecer serena.

-Claro Alyena, enseguida vuelvo, -asintió Mirko saliendo del despacho con rapidez.

Una vez que Mirko se hubo marchado, Alyena puso su mano en gesto cariñoso en la cabeza del kender.

-¿Cual es tu nombre, pequeño?

-Tavin Dedosligeros, para servirla señora

-Es un placer, Tavin. Acompáñame, -dijo con amabilidad Alyena dirigiéndose hacia la puerta-, no es que vayas a unirte a mis guerreros, no te lo tomes a mal, pero solo tengo a Mirko y prefiere trabajar solo, los Caballeros de Solamnia no están bajo mis órdenes, únicamente somos... aliados por así decirlo. Sin embargo, tomaré en consideración tu predisposición a ayudarme. Si mis temores son ciertos es posible que tengas mucho que decir en toda esta historia...

Alyena condujo a Tavin por un pasillo hasta una sala donde un caballero de Solamnia se encontraba custodiando una puerta

-Tavin, he de solucionar unas cosas, vendré en un rato, quisiera que esperaras en esta sala hasta entonces.

-Claro Alyena, -dijo Tavin encantado con la amabilidad de Alyena.

-Caballero, -ahora Alyena se dirigió al Caballero que aguardaba en gran puerta de doble hoja-, dejo a este kender bajo su custodia, considerelo mi invitado de honor

-Eh... claro señora, -respondió el Caballero con un gesto de pavor en la cara al comprender que se iba a quedar un rato con el kender a solas. Acto seguido, el caballero abrió las enormes puertas que daban a una gran sala donde había una gran mesa alargada con un total de veinticuatro sillas colocadas alrededor

Tavin le dedicó una traviesa sonrisa al estupefacto caballero

Escucho agradecido las palabras de la dama y continuo detras de ella hasta llegar a la enorme sala

- Muchas gracias mi señora

Hola...Me llamo Tavin y tu? digo tendiendole mi pequeña mano...Ups tengo un poco de hambre y sed la carrera me ha abierto el apetito...me sente en una de las sillas comprobando su comodidad...Ay dios Elendorn...podria mandarle una carta diciendo que estoy aqui? me gustaria que estuviera conmigo es mi compañero y mi amigo.

-Escucha Tavin, me han asignado la tarea de aguantarte hasta que Alyena regrese, cumpliré con mi trabajo, pero te agradecería que estuvieras este tiempo sin abrir la boca. No me gusta mucho hablar, y menos con un kender... Nada de cartas, en cuanto al apetito, tranquilo pronto se te pasará. Por cierto mi nombre es Gregor, -dijo el soldado algo descontento con la situación

A los cinco minutos después de que se marchara Alyena y viendo que el caballero no parecía tener muchas ganas de hablar empiezas a notar como el aburrimiento hace mella en tí, te dedicas a recorrer la sala observando los tapices y cuadros que adornan la sala, al igual que las vidrieras. El caballero únicamente te observa sin decir nada. Caes en la cuenta de que tienes el mapa que tenía el túnica blanca herido y le echas un vistazo, dándote cuenta de que el mapa señala un lugar en las montañas conocido como Alcazar de Dargaard.

En la sala además de la enorme puerta de entrada hay otra puerta más pequeña al otro extremo de la sala. Un leve gesto del caballero te da a entender que no va a permitir que te acerques mucho a ella.

Un pequeño bostezo cruzo mi rostro cuando cai en la cuenta del pequeño mapa me coloque en una silla y empeza a examinarlo...Tras sacar las diversas conclusiones, levante un momento la vista y observe un decorado tapiz con un extraño dibujo que obtuvo toda mi atencion de nuevo, recogi de nuevo el mapa y tras guardarlo cuidadosamente me encamine a observas los preciosos cuadros con detenimiento...

Sobre el mapa descubres que es un plano para encontrar el Alcázar de Dargaard en las montañas, pero además indica un sendero oculto en las montañas que lleva al interior del alcazar, pero evitando la entrada principal. Detrás del pergamino hay una anotación, pero está escrita en un idioma que no conoces, dirías que está escrito en Solámnico.

Las vitrinas que adornan la sala y por las que deduces que por el día debe entrar luz del exterior tienen colores variados y en la mayoria de ellas se representan caballeros ataviados con armaduras y varios signos solámnicos como son la rosa y el martín pescador. Los tapices describen batallas famosas de la historia de la caballería solámnica. El más grande de los cuadros representa al legendario Huma a lomos de un dragón plateado luchando contra los dragones de Takhisis. Sin embargo el cuadro que más llama tu atención es el de un castillo que tiene la forma de los pétalos de una rosa, sobre el dibujo aparece el símbolo de una rosa negra. Te quedas pensando un momento en el cuadro, pues sabes que se trata del Alcázar de Dargaard y el símbolo de la rosa negra hace referencia al antiguo caballero solámnico Soth, que fue castigado por los dioses por no evitar el cataclismo y que se convirtió en Lord Soth, el caballero de la rosa negra. Según dicen, el único ser en cuya presencia un kender puede llegar a sentir miedo.

Observas el cuadro con atención cuando escuchas al caballero solámnico que se acerca lentamente por detrás y se detiene cerca tuyo.

-Ese cuadro no debería estar en este castillo, Soth fue una verguenza para los caballeros de Solamnia. No sé porqué permiten que siga decorando esta sala, -dijo el caballero visiblemente enfadado 

Volvi a dar vueltas por la sala tras asimilar toda la informacion...Oiga Gregor, enserio se va a enfadar mucho mi amigo, seguro esta preocupado ya por mi paradero...tengo que decirle donde estoy. Por favorrrr. Mi cara se torno angelical y mis ojos suplicantes...

El rostro del caballero esboza una mínima sonrisa que da paso a un gesto más serio, cruzándose de brazos acaba por sentarse en una de las sillas.

-Sabes, me cuesta imaginar que alguien pueda estar preocupado por un kender. No te lo tomes a mal, pero seguro que tu amigo está tomando unas cervezas en alguna posada, celebrando que has salido a dar un paseo. Tampoco creo que Alyena te retenga mucho tiempo, así que deja de preocuparte y relájate.

Continuáis caminando por la avenida hasta que llegáis al castillo, podéis ver que esta rodeado por una muralla no excesivamente alta de donde colgaban algunas antorchas encendidas, cuyo fuego danzaba al ritmo de la fría brisa que se había levantado. En la parte frontal, una única verja abierta con un arco de piedra en el que rezaba una inscripción en solámnico cortaba la muralla circular y dos caballeros apostados flanqueaba la entrada al interior del recinto, armados con sendas alabardas. El castillo cuenta con tres estructuras siendo la parte más alta la estructura central construida en forma octogonal. De esta estructura partían las otras dos en forma triangular. Entre el castillo y la muralla se advertía una zona ajardinada y algunos pequeños edificios separados de la estructura principal.

Tavin empezaba a notar que el aburrimiento hacía mella en él, comenzó a sopesar la posibilidad de contarle a Gregor sus aventuras por Krynn y como conoció a Elendorn en el barco, pero quizá al caballero no le gustara la historia, y acabara por llevarle a la cámara de tortura.

Hola Elendorn...no sabes lo que me ha pasado, yo me quede en la posada como me dijiste pero entro un tunica blanca herido y me mandaron al castillo para avisar a la Dama....y tu que haces aqui? no me dejaban ir a buscarte...estas bien???? me acerque rapidamente a el sonriente me alegraba mucho verle de nuevo...Vienes con gente nueva,son tus amigos?

Si es una larga historia como veo ques estas aqui te lo conte tengo que ver a Lady Alyena para cumplir con mi mision y estos buenos amigos  tambiem,el humano se llama Tordek y el enano con mal humor pero con buen corazón( lo digo con una sonrisa en la boca pero sin animo de ofender) se llama Tajpuk pues amigos os presneto a mi amigo Kender Tavin.

El humano sigue al caballero por toda la ciudad. Entran en el castillo y les hacen esperar en una sala. Un caballero y un kender se encuentran en la misma. Parece que el elfo y el kender se conocen y comienzan a dialogar. El elfo presenta a sus nuevos compañeros, así que andando un paso al frente, el humano contesta. Como bien a dicho el elfo, mi nombre es Tordek. Encantado Tavin. ¿Así que estabas en la posada dónde el túnica blanca fue llevado? ¿Qué sabes del asunto?

ahhh pues no mucho, nada entro y estaba lleno lleno de sangre...y claro tratamos de contener la herida pero no podiamos, niego profundamente con la cabeza...asi que me dijo el caballero que viniera corriendo a avisar a lady alyena...y aqui me trajo ella despues de avisarla y sabeis que dijo...que era su invitado...digo hinchando mi pequeño pecho...asi que esperemosla juntos sois mis invitados pasad....luciendo una de mis angelicales sonrisas...

Mientras os dedicais a presentaros os interrumpe el quejido de la puerta al abrirse, en ese momento, Mirko aparece seguido por una mujer humana que viste un exquisito vestido de color morado, a juego con los destellos del mismo color que emite su larga cabellera negra, la cual adorna con una diadema dorada. La mujer os parece a todos muy hermosa y a excepción del kender es la primera vez que la véis, deduciendo que se trata de la famosa lady Alyena.

Nada más entrar, Alyena os dedica un saludo inclinando levemente la cabeza y una sonrisa, la cual notais que es algo forzada, pues lo que más muestra su rostro además de su belleza es un semblante lleno de preocupación. Igualmente observáis que Mirko muestra en su rostro la misma preocupación. Mirko se queda la puerta y Alyena se dirige al caballero de solamnia que se mantenía callado en la sala. Sin necesidad de cruzar palabras, Alyena indica al caballero que puede abandonar la sala y éste tras hacer una reverencia a Alyena, sale por la puerta acompañado únicamente del sonido de sus botas contra el suelo de mármol.

Una vez se marcha el caballero, Alyena os observa intentando suavizar su gesto de preocupación

-Buenas noches caballeros, soy Alyena, es para mí un placer recibiros en el castillo de Kalaman, por favor, siéntense donde estén más cómodos, -os ofrece Alyena señalando con su brazo la enorme mesa central de la sala.

Acto seguido, se dirige a Mirko

-Mirko, por favor, ve a buscar a Gadaner, el sabrá que hacer

-Claro, milady, -responde Mirko abandonando el también la sala

El enano resopla un poco de descanso cuando al fin ve a Alyena. Le parece bastante atractiva. Se "arregla el paquete" y se acaricia la barba con su mano intentándosela arreglar un poco, aun que el molor a cerbeza sigue presente.

Da un paso al frente hacia Alyena. Hace una pequeña inclinación e cabeza que deriva en u movimiento extraño de cabeza.

Alyena, soy Tajpuk de los Rocadura, este es un mensaje para usted. Gracias a los dioses ha llegado, y bueno... ataques de draconianos y esas cosas que pasan. Acaricia levemente el mango de su hacha asintiendo con la cabeza. Luego le alarga la nota. Esto es para usted del clan Rocadura, y ya sabe, si necesita algo haré lo que pueda ya sabe, estoy para servir.

Se urga la oreja mirando para otro lado.

Mi señora se encuentra bien?¿, la cojo de la mano derecha acercandola a su trono, o silla sientese sientese, comienzo a urgar en mi mochila? ummm en unos de mis viajes me enseñaros algo que consistia en hechar unas hierbas al agua y resultaba muy tranquilizante si eso hare le parece?.