Partida Rol por web

-Ehhmmm no. Demasiado estecho. Supongo que la camara del reactor estara bien... No creo que vaya mucha gente por alli. - dije entonces, comenzando a caminar hacia alli. Aun habia muchos asuntos que deseaba tratar con ella y no sabia de cuanto tiempo disponiamos.

En su búsqueda de privacidad para poder mantener una conversación discreta, el agente Bester y Rogers acaban desembocando en la sala de crioestasis, un recinto que suele estar absolutamente desierto cuando no se requiere un tránsito bajo condiciones de hibernación...

- Aquí estará bien. - Acabó por afirmar el pequeño hombrecillo. No llegaba siquiera al hombro de Steve, y en cambio, parecía tener siempre esa capacidad de trasmitir a los demás que era capaz de controlar la situación pasara lo que pasara. Caminó por el lugar, observando las cámaras de crioestasis sin prestarles mucha atención. - ¿No cree? - Se giró hacia Rogers.

- Le he traido para hacerle un pequeño test. Nada fuera de lo común, que se realizará a varios miembros de la tripulación con el fin de ajustar y mejorar el ambiente social. Por favor, tome asiento en algún sitio. - Le señaló algunas de las cámaras criogénicas, tomando él mismo asiento en una donde tuviera al alcance, a Steve.

- ¿Podría subir una de las mangas hasta la altura del codo? El test es sencillo. Le tomaré el pulso y mientras, le enseñaré unas imágenes en unas cartulinas. Tras tres segundos observando la cartulina, la retiraré y deberá mirarme a los ojos contestando lo primero que le venga a la mente. ¿De acuerdo? - Sacó de uno de los bolsillos unas pequeñas láminas, del tamaño de las cartas que solía llevar -quizás fueran las mismas, quien sabía- y las barajó para acabar sacando la primera.

- Dígame. ¿Qué es lo que ve aquí? -

Frunzo el ceño ligeramente mientras me apoyo en una de las cámaras de crioéstasis y escucho al agente Bester. Cuando saca la cartulina, levanto ligeramente la ceja, sin mover el brazo lo más mínimo para permitirle que me tome el pulso.

- Una carta de un test de Rorschach - contesto sin la más mínima emoción. - ¿Me puede contar de qué va todo esto? Estoy bastante seguro que su tiempo es lo suficientemente valioso como para no querer perderlo haciéndome un análisis psicológico. Desde luego el mío lo es, teniendo en cuenta que estamos potencialmente arriesgando la vida de varios soldados mientras Riddick está en esa bodega.

En mi tono no hay ningún tipo de acritud, sino más bien algo de confusión. ¿Acaso Bester no sabe que ya he pasado varias veces por tests de este estilo? Después de todo, soy un soldado, es de esperar que alguien me haya considerado suficientemente apto como para llevar un arma, e incluso para comandar a un batallón de hombres armados. Si Bester quisiera los resultados de esos tests no tendría más que pedirselos a Smith (suponiéndo que éste quisiera compartirlos) o a Adama, que probablemente pueda acceder a ellos ya que, por mucho que yo no pertenezca a las fuerzas de la ONUG, he sido transferido a su unidad.

Sin embargo, el agente de la ONUG se ha mostrado en más de una ocasión como una persona con recursos, y el comandante le considera alguien de confianza, así que asumo que hay algún motivo detrás de todo esto. Sin embargo, después de varios días tratando con Riddick, preferiría tener una conversación directa sin tener que buscar dobles sentidos a las palabras, tanto de mi interlocutor como mías.

- De un test psicológico, Steve. - Contestó con total tranquilidad tras escuchar la respuesta a la primera carta mostrada. Por supuesto que sabía que allí, todos habían pasado test físicos, test psicológicos e incluso test de agrupación sociológica. Puro papeleo que, según su experiencia, no había servido de nada visto lo que había visto en lo que llevaba a bordo de la nave. Había pasado a fiarse solo de sus propias conclusiones, algo que todos deberían haber hecho nada más subir a aquella nave.

Pero había algo más.

Guardó la primera carta con la mano derecha, mientras seguía midiendo el pulso con la mano derecha. - No debe preocuparse por Riddick. Sabe perfectamente que podría asesinar a todos esos guardias que ha dejado con él con total tranquilidad, pero aun así , no lo hará. - La frialdad y seguridad con la que hablaba sobre ese asunto. - Quizás pruebe a.... jugar con ellos. Provocarlos y medirlos, ya me entiende. - Sacó la segunda carta, mostrandosela.

- ¿Podría decirme que ve en esta carta? - Le preguntó, pero en aquel momento algo pasó. El Agente movió discretamente el dedo sobre la carta, mostrando algo escrito mientras movía la carta.

- Hay micros por todas partes -

Aquello estaba escrito con una letra diminuta, así como usando letras minúsuclas y una caligrafía más bien pobre. Todo diseñado para que si una cámara grabara aquello, sumado al movimiento del agente al mostrar el mensaje, fuera imposible identificar por terceros. Practicamente un solo segundo después de mostrar aquel mensaje, el agente Bester volvió a taparlo con total soltura y discrección, como si estuviera acomodando su presa sobre la carta. - Por favor, Steve. Necesito que se tome esto en serio y sea sincero con sus respuestas. ¿Podría decirme qué ve en esta carta? -

Frunzo el ceño y me encojo de hombros mientras estiro el brazo para que me tome el pulso. - Muy bien sigamos con esto... - digo mientras miro la carta.

- "Dos payasos jugando a palmitas" - contesto con cierto sarcasmo, claramente influenciado por mi situación actual. Aunque, obviamente, no estaba claro si la indirecta se refería a mi opinión sobre lo que estábamos haciendo aquí, mi relación con Riddick que parecía ocupar todo mi tiempo o incluso la unión de dos megacorporaciones en el crucero de la ONUG.

- De todas formas, señor Bester, estoy seguro de que sus habilidades son más que suficientes como para evaluarme psicológicamente sin recurrir a un test de hace varios siglos - comento. - De hecho, estoy bastante convencido de que ya lo ha hecho en más de una ocasión y, probablemente, aplique su propio método sobre todos los presentes en esta nave. - "Y, de hecho, sobre todos aquellos con los que cruza más de dos palabras".

Sin embargo, mientras hablo contraigo ligeramente los músculos del antebrazo, sabiendo que Bester notará perfectamente el movimiento mientras intenta tomarme el pulso. Ante la secuencia de contracciones cortas y largas, no debería tardar en darse cuenta de que pretendo comunicarme con él en Morse. Desgraciadamente, eso limita bastante la cantidad de información que puedo darle mientras disimulo hablando durante el test.

Q U I E N E S C U C H A ? C A M A R A S ?

- Espero que sea consciente que, aunque uno haya hecho este test mil veces, seguirá manteniendo el mismo patrón de respuestas que tuvo la primera vez. - Hizo una pausa, dejando entrever una diminuta sonrisa. - Lo que solo lo convierte en algo mucho más interesante. - Dejó la lámina sobre la mesa, boca abajo para tomar entre sus dedos, la segunda.

- ¿Y quien no tiene su propio método, Steve? - Le preguntó, mirandolo esta vez fijamente a los ojos. - Usted y yo no dejamos de ser la misma moneda, vista desde dos puntos opuestos. - Tomó la siguente lámina, tomandose algún tiempo para medir el pulso. - Pero este tipo de test, aunque arcaicos, siguen demostrando que son capaces de enseñarnos mucho más de lo que pueda imaginar a simple vista. - Le mostró una nueva tarjeta.

- ¿Podría decirme que ve en esta carta? - Le mostró la carta durante unos segundos. Y como hizo la vez anterior, se limitó a apartar el dedo durante unos segundos para mostrar un nuevo mensaje. Y por su respuesta podía destilarse dos cosas, que o bien Bester era un hombre que preparaba todo con excesiva antelación y tenía muchas más láminas de lo que parecía, o que estaba adelantandose a las respuestas de Steve. Solo mostró el mensaje unos segundos, colocando la carta boca abajo para esperar... las dos respuestas.

Eso no lo sé, pero uno no puede arriesgarse. La pregunta es... ¿Cree en la libertad?

Aprieto los labios ligeramente, convirtiendo mi boca en poco más que una línea. La pregunta que leo no se puede contestar con un "sí" o un "no", así que no hago ningún amago de responderle de la misma forma que antes. En vez de ello, hilo mis palabras con la conversación anterior.

- Bueno, eso depende de la definición... - contesto. - Según como entienda ese "patrón de respuestas" podría aceptar que siempre se va a contestar de la misma forma. -  Bester me ha demostrado ser suficientemente inteligente como para saber que estoy contestando a su pregunta de forma indirecta. - Entiendo que hay gente que se fijaría en las manchas de esa carta y diría que ve "dos mujeres lavándose las manos en una fuente", mientras que otros darían más importancia a los espacios en blanco y contestarían que son "unas manos modelando un jarrón de arcilla en un torno"... Pero, ¿depende eso de la persona o de su entorno? Después de todo, si hacen la prueba en una habitación más luminosa, serán las manchas lo que destaquen, pero en un lugar con poca luz se verá mejor la parte clara de la figura. Es algo que todo soldado se ha planteado alguna vez cuando tiene que enfrentarse a un tirador enemigo: cómo jugar con la luz para deslumbrar o confundir a su oponente. - La siguiente pregunta sería hasta qué punto llega el entorno a definir a una persona, pero esa discusión nos llevaría mucho más tiempo del que estoy dispuesto a dedicar a esto, mientras espero que saque la siguiente carta. - Al final todo depende del color del cristal con que se mira, ¿no es así? - Añado, relacionando una vez más esta conversación con la anterior que tuve antes de llegar a la bodega.

"Dos caras de una misma moneda", pienso con un amago de sonrisa. "Empiezan a ser demasiadas caras opuestas."

- ¿Realmente piensa que somos caras opuestas de la misma moneda? - Pregunto. Al final en esta conversación Bester va a aprender tanto de mí como yo de él. - Tiendo a pensar que hay muchas más caras que tener en cuenta en todo esto y, por lo que he visto hasta ahora, no creo que usted y yo estemos demasiado separados el uno del otro, ¿no cree? - Dejo totalmente abierto el tamaño del poliedro figurado al que me estoy refiriendo, aunque me gustaría saber la estimación del agente de la ONUG, pues algo me dice que hay muchas más agendas ocultas de las que he tenido ocasión de intuir hasta el momento.

Podía deducirse tanto de las palabras de Steve como de sus gestos, sus pausas o incluso en los matices de sus analogías. Bester no varió un momento su gesto, ni tono de voz, ni modales. Esperaba una respuesta de la misma forma, pero entonces contestó de un modo muy distinto.

- Ni una cosa, ni la otra. Pero a su vez, ambas respuestas son correctas. Desde hace dos siglos la psicología no estudia la mente humana per se, si no más bien la relación de esta con el entorno. Así que lo que este test estudia es su relación con el entorno, y de esa relación, se puede deducir tanto qué hay dentro de su cabeza como qué le rodea. - Le explicó de forma puramente mecánica. Al menos hasta que suelta la frase de que todo depende del cristal con el que se mire. Se tomó una pausa, alzando la vista hacia él y sonrió ligeramente, negando con la cabeza. - Desde mi experiencia, solo hay una verdad. Pero cada uno la ve desde un ángulo distinto. -

- Todos somos la cara opuesta de cuantos nos rodean. Póngase al lado de cualquiera en esta nave, encontrará la mitad de similitudes con cualquiera -la misma moneda- y la mitad de cosas de las que dicrepan -la otra cara- Todo es una cuestión del punto de vista, Steve. - Aquello le estaba pareciendo de lo más divertido. - Todo es mucho más sencillo de lo que parece, todo podría resumirse en un puñado de frases, pero nadie se atreve a pronunciarlas. El ser humano es un animal cobarde por naturaleza. - Entonces sacó una nueva lámina, mostrandosela con las mismas maneras que las anteriores.

- ¿Qué ve en esta carta? - Preguntó, mientras realizaba aquel juego de dedos en el cual dejaba ver una frase que rápidamente, volvía a ocultar.

¿Para quien trabaja, Señor Rogers?

Asiento ante sus palabras. - Demasiados ángulos - comento casi con desesperación. A menudo se aprenden las cosas asumiendo que el mundo es blanco o negro, pero pronto todo el mundo aprende que en realidad todo es una inmensa escala de grises y ni el blanco ni el negro existen en la realidad más allá de la simple teoría. - Pero si realmente todo puede resumirse en un puñado de frases, sin duda su capacidad de síntesis es muy superior a la mía, señor Bester.

Observo la carta con desgana, algo aburrido de todo esto sin tener muy claro dónde quiere llegar el agente de la ONUG, ni por qué se ha saltado dos de las imágenes intermedias del test.

- "Una polilla abriendo una cremallera" - contesto, nuevamente con doble sentido. - La pregunta debería ser qué es lo que está cubierto bajo esa cremallera... Independientemente de los puntos de vista, siempre hay algo sobre lo que nos falta información y, por tanto, somos incapaces de responder. Después de todo, nuestros puntos de vista están limitados por nuestra percepción y ésta rara vez es completa. - Me encojo de hombros.

- De todas formas, toda esta filosofía se escapa de mi ámbito de conocimiento. Después de todo soy un hombre de acción, señor Bester, - aunque en los últimos tiempos no lo parece, ciertamente - y creo que a las personas hay que juzgarlas por lo que hacen, no por lo que dicen... Y mucho menos en base a lo que les pueda sugerir una determinada imagen.

- Tantos como observadores. - Dijo con tranquilidad el menudo hombre, quien parecía divertirse tanto con aquello como interesante le parecía. - El mundo es un lugar mucho más simple de lo que pueda pensar el observador medio. Ese es mi trabajo, observar. Y puedo asegurarle que puede... agrupar con unas pequeñas diferencias a la mayoría de grupos dentro de unos cánones prestablecidos. - Era una cuestión no solo de práctica, además de pragmatismo.

Al escuchar su respuesta sobre la carta, no puede evitar sonreir ampliamente. El test acierta mucho más de lo que Steve pueda pensar, y mira la carta con cierta curiosidad él mismo comprobando la carta mostrada, antes de taparla. - Que interesante. - Añadió mientras Steve hablaba. - Aunque me pregunto "quien" es la polilla. - Añadió como si fuera un comentario puramente aleatorio... o no.

- Para no ser la filosofía y la psicología parte de su ámbito principal, lo veo muy puesto en el tema. Debo añadir que me sorprende, si se me permite el comentario personal. - Esta vez no mostró carta alguna. Posiblemente, ya tenía lo que estaba buscando. - Se destila mucha más información desde lo que se dice a lo que se hace, que solo de lo que se hace, o solo se dice. Sea una imagen, sea una promesa, sea un ejemplo. Me temo que hemos terminado, Steve. Muchas gracias por su tiempo. - Guardó unos segundos de silencio. - Parece que Riddick se ha portado bien. No escucho la alarma. -

Me encojo de hombros ante el comentario de la polilla. - Me temo que eso está aún por ver, señor Bester - comento. Sin embargo, frunzo ligeramente el ceño, no muy contento por todo lo que se ha dicho en esta sala o, mejor dicho, por todo lo que no se ha dicho.

Sonrío ante su comentario de la filosofía.

- Ya hemos hablado de Sun Tzu - le digo recordando nuestra conversación al salir de la bodega de carga - y parte de sus teorías sólo se pueden comprender desde el contexto histórico del Taoismo. Como estábamos diciendo, sin un contexto en el que poder entender un determinado punto de vista, las palabras no son más que palabras... - Añado en referencia a nuestra conversación. - Sin embargo, discrepo con usted: el lenguaje corporal da mucha más información que las palabras - de nuevo, desde el punto de vista de un luchador entrenado, la aseveración parece tener más base que una simple opinión, aunque de nuevo depende de la perspectiva. - Todo el mundo puede mentir... unos con más facilidad que otros, pero al final son sus acciones las que acaban validando o desmintiendo las palabras. - Pienso un momento, recordando las palabras exactas. - Verba volant...

Me levanto finalmente y me dirijo de vuelta hacia el pasillo, sujetando la puerta para dejar paso al agente de la ONUG.

- Si no lo hubiera hecho, es probable que sea demasiado pronto para que suene la alarma - comento en relación a Riddick. - Pero sigo pensando que es más listo que eso... - Cierro la puerta al salir. - De todas formas, como le decía antes, me temo que si quiere hablar con Riddick tendré que estar presente. Sin intervenir en su conversación, por supuesto...

- Su discrepancia esta condicionada a un fallo de comprensión. - Dijo con total tranquilidad, poniendose en pie mientras se ponía los guantes, y guardando las cartas en uno de los bolsillos. - Es normal pensar que aquello que se dice es únicamente referente a lo que se pronuncia de forma verbal. Pero hay otras formas de comunicación. - Añadió con una diminuta sonrisa.

- Y se destila más de alguien que miente y actúa, que de alguien que sólo actúa. Al menos sabes que además de lo que es capaz, es un mentiroso. - Dijo, destapando entonces lo que quería decir con las frases anteriores. - Aun así me da la sensación de que pensamos cosas similares, y usamos palabras distintas. Ya sabe: una realidad, muchos puntos de vista. - Acabó por añadir mientras le sujetaba la puerta, asintiendo como forma de agradecimiento silencioso.

- La gente de esta nave teme a ese hombre, cuando no se dan cuenta que más importante que temer, es comprender. Conforme, podrá estar delante. Seguramente saquemos más en claro de lo que pueda imaginar.

Asiento a las palabras de Bester, después de todo no es la primera vez que nos ocurre; también después del interrogatorio de Riddick en la bodega coincidimos en que compartíamos en parte nuestra visión a pesar de expresarla de formas aparentemente distintas.

- De acuerdo entonces - digo sin mostrarme de acuerdo a su aseveración sobre el prisionero. Después de todo, está muy en línea con mi sugerencia anterior a Adama para desmitificar al recluso frente a la tripulación. - Volvamos a la bodega - le digo a Bester emprendiendo el camino hacia allí.

Alfred Bester apenas tiene que concentrarse para enviar un imperioso pensamiento:

- Lucy, reúnete conmigo en la cámara de crioestasis.

Llamó mentalmente a su pupila, y se dispuso a hacer tiempo mientras esperaba.

Tras unos minutos apareció Lucy. Miró a todos lados asegurándose de que estaban solos, y se dirigió a Alfred.

- ¿Has descubierto algo nuevo? - le preguntó telequinéticamente.

- He descubierto que te has dedicado a sabotear la nave. ¿Por que? -

-¿Cómo?¿De qué estás hablando, Bester?- le preguntó sorprendida a su mentor.

- Tienen pruebas de que has estado haciendo sabotajes en la nave. He negado la evidencia pero quiero saber si es verdad. Necesito que seas totalmente sincera conmigo, Lucy. Si no has sido tu, tendré que dar con quien esta incriminandote. Si has sido tu, necesito saber por que. -