Partida Rol por web

- Por supuesto, querido - contesta tu IA con tono cómico y adoptanto una inquietante familiaridad - Hablaste de hacer una pequeña travesura ¿no?

El asustado Peter Kavanagh consigue tranquilizarse lo suficiente como para reaccionar de forma racional:

- Debemos poner esto en conocimiento del puente ahora mismo...

Dice mientras pulsa un telecomunicador de la pared:

- Puente, aquí laboratorio científico, tenemos un... problema informático serio... por favor, envíen a alguien aquí para resolverlo... y que sea deprisa, por lo que más quieran...

Se le ve bastante sofocado, mientras la cuenta atrás ya va por la mitad...

—Oh, no creo que sea necesario —le dijo el doctor Baltar al asustado Kavanagh—. Da la casualidad de que soy informático.

Era una afirmación vacía, pues todo aquel que siguiese los debates holovisivos sobre los límites de la ciencia, tan habituales últimamente, sabría no sólo que era un ingeniero informático bastante sobresaliente, sino un férreo defensor de ampliar los horizontes de la ciencia hacia el desarrollo de sistemas inteligentes capaces de regular su aprendizaje y, por qué no, autoconscientes.

Se hizo un hueco amablemente entre el doctor Kavanagh y su terminal, empezando a teclear a gran velocidad toda suerte de comandos e instrucciones informáticas.

Pero lo que los científicos allí reunidos no podían saber es que las teclas que pulsaba confiado no iban a tener ningún efecto. Quizás decidiese agotar el tiempo de la cuenta atrás para ver que sorpresa había preparado Seis. O tal vez reiniciase el ordenador con normalidad para calmar a Kavanagh…

No, creo que esperaré, se dijo curioso. A no ser que aparezca Young, entonces lo arreglaré para dejarle en evidencia. 

Cuando la angustiosa cuenta atrás está apenas a diez segundos de llegar al final, irrumpe por la puerta uno de los oficiales de la Armada Estelar con una más que evidente expresión de disgusto en el semblante:

- ¿Pero puede saberse qué han hecho aquí? - exclama mientras se dirige corriendo a la terminal más cercana - Tienen suerte de que me hayan pasado el aviso justo cuando estaba en el camarote del personal, aquí al lado... ¿Cuándo demonios empezó esta cuenta atrás?

Con genuina preocupación en su voz, Peter contesta al oficial encargado de la seguridad informática:

- Ha empezado en un minuto y va en regresión, segundo a segundo - explica - Pero le aseguro que nadie ha tocado nada... ha saltado espontáneamente mientras estábamos conversando.

—La verdad es que me muero de ganas de ver qué sorpresa has preparado para el final, Seis, pero… ¿puedes pararlo? —le dijo mentalmente a la IA—. No quiero que Young sospeche demasiado. O al menos no de momento.

Además, así parecerá que he sido yo quién ha arreglado el tipo de problema informático qué él debería evitar que sucediera.

Era difícil de explicar por qué Gaius odiaba tanto a aquel individuo. Y más teniendo en cuenta que apenas le conocía. Quizás era su forma de hablar, o el modo en que se movía. O sencillamente era un odio primitivo y visceral que el ser humano alberga desde los albores de su existencia. El tipo de odio que uno se reserva para aquellos que le arrebatan lo que más quiere (o ha querido) en su vida.

Fuera como fuese no iba a desperdiciar una oportunidad para dejar en evidencia a aquel paleto presuntuoso. 

La cuenta atrás prosigue de forma implacable, hasta que de pronto, cuando el Oficial Young apenas está empezando a abrir los menús de autodiagnóstico del sistema... se detiene sin motivo aparente:

- Doce... Once... Diez... Nueve... Ocho... Siete... ... ... ...

Y entonces os envuelve un atronador silencio que no hace más que resaltar el desconcierto general.
 

El desarrollo de los acontecimientos no está contribuyendo para mejorar el humor del oficial Everett Youg...

- ¡Pero qué coj...! - controla su exabrupto y os mira con el ceño fruncido - Bien, está claro que esto no se ha detenido por mi causa, no he tenido tiempo de hacer nada...

Varios de los presentes muestran expresiones de alivio en el rostro, pero está claro que el responsable de la seguridad informática y las contramedidas electrónicas de la nave no comparte esa sensación.

- Vaya si voy a llegar hasta el fondo de todo esto... - murmura para sí mismo, mientras teclea como un poseso revisando los últimos programas ejecutados - Esto tiene que haber sido una intrusión en el sistema y desconocemos hasta dónde puede haber llegado - entonces alza la vista y os pregunta con tono imperioso - ¿Han visto si alguien conectaba un dispositivo de memoria externo a alguna terminal? ¿Alguien ha abandonado este laboratorio despues de iniciarse esa cuenta atrás?

La respuesta de Peter Kavanagh es casi inmediata, como si su capacidad para la delación saltase con un resorte:

- El Dr. Kern estaba allí al fondo, pero se esfumó en cuanto esto ha empezado...

Youn continúa tecleando aceleradamente mientras murmura entre dientes:

- Pues va a tener que responder a unas cuantas preguntas cuando le echemos la mano encima...

A continuación le veis abrir un canal para comunicarse con el puente y con los pasillos de la cubierta superior, pues según su localizador el comandante Adama está dirigiéndose al ascensor en este momento:

- Aquí Young, el problema ha sido controlado por el momento, aunque todavía no conozco su verdadero alcance - y añade - Recomiendo localizar e interrogar al Dr. Kern.

Observe la escena, cruzado de brazos, con una mano sobre mi mejilla izquierda, en un gesto de absoluta incredulidad. ¿De verdad era tan difícil no liarla el primer día?

Dejé que Baltar y el tal Young se encargaran de la situación, negando, cuando hablaron de la posibilidad de que hubiera sido Kern- Permitidme que dude que haya sido él. Más bien es posible que ahora mismo esté buscando el agujero más profundo de esta nave para esconderse en él. - dije, con una seguridad aplastante, dejando de manifiesto la obviedad, y dejando en una elipsis la parte en la que ademas añadia que dudaba mucho que las habilidades de Kern fueran tantas.

Entonces miré a Young, con aire interrogante- ¿Podria al menos decirnos que habría ocurrido si hubiera llegado a cero? - dije, con cierta curiosidad, intentando saber cuan cerca había estado de perder mi valiosa vida.
 

El Oficial de Seguridad Informática menea la cabeza con desgana y una sonrisa cínica se dibuja en su rostro:

- Pues siceramente, no creo que hubiese ocurrido nada más allá de que, en el peor de los casos, se colgase todo el sistema y luego tuviésemos que reiniciarlo - comenta con pragmatismo - Aquí no tenemos cargas explosivas para activar la autodestrucción de la nave ¿sabe?

Y luego continúa ya para sí mismo, mientras sigue trasteando con el teclado...

- Lo que me temo es que todo esto haya sido una distracción, mientras estaban haciendo algún otro tipo de ataque... y voy a tener que investigar a fondo esa probabilidad.

Gaius retiró las manos del teclado y sonrió visiblemente satisfecho cuando la cuenta atrás hubo terminado. Se dirigió entonces junto al doctor Kavanagh y escuchó atento el diagnóstico del técnico. 

Era curioso que Young ni siquiera hubiera reparado en él. Y lo más gracioso de todo es que el doctor Kern era quien iba a pagar el precio de su pequeña travesura. Pobre desgraciado, pensó maliciosamente.

Young seguía hablando, no se sabía muy bien si consigo mismo o con los presentes. Parecía realmente preocupado por el incidente que acaba de tener lugar. Y Gaius se alegraba enormemente de la desazón del jefe de sistemas.  

—Pobre iluso, se cree que tiene alguna posibilidad contra ti, Seis —le dijo mentalmente al Bibliotecario—. Buen trabajo, por cierto. Me has animado bastante. 

Quizás no debería animarla a que siga comportándose de manera tan autónoma. De hecho, técnicamente, ni siquiera era necesario decirla que le había animado.

Este pequeño experimento me está afectando más de lo que creía posible, se dijo. ¿A dónde terminaría llevándole?

Varias horas después del incidente del laboratorio y de los sucesos acontecidos en el puente de mando, el Doctor Baltar regresó de nuevo al laboratorio. Era hora de investigar a fondo. 

Bien, pensaba Gaius mientras se aproximaba a uno de los terminales del laboratorio, finjamos que estamos trabajando un poco para evitar sospechas.

Lo que en principio no iba a ser más que una travesura acabó comprometiendo todos los protocolos de seguridad de la nave. Sin duda tendría que tener más cuidado en ocasiones futuras. O quizás no. Tal vez podría aprovecharse de la situación y mejorar su posición en aquel maldito crucero.

Respiró hondo mientras tecleaba algunos comandos en el terminal para ver su estado.

Sí, definitivamente aprovecharse sería lo mejor.    

Agachado en una postura bastante incómoda, especialmente para alguien de su corpulencia, Tyrol comenta en con tono de vieja camaradería a Young:

- De momento no estoy encontrando nada raro por aquí - y añade bromeando - Eres consciente de que todo esto va a ser una completa pérdida de tiempo ¿verdad?

Cuando entra Gaius Baltar asoma un instante tras oír sus pasos y luego vuelve a lo suyo, saludando con la cabeza metida en el mueble de soporte, por lo que su voz resuena algo cavernosa:

- Muy buenas, Dr. Baltar - hace un informal gesto con la única mano que tiene libre - Procure instalarse en las terminales del fondo si tiene que hacer algo, se lo ruego, por aquí andamos un poco justos de espacio...

Gaius sonrió al jefe y asintió con la cabeza.

—Descuide, señor Tyrol, les dejo trabajar tranquilos.

Entonces se dirigió a uno de los terminales del fondo y, tras arrancarlo, empezó a operar en el mismo. Si el incidente del doctor Kern había sido un ataque al sistema, tendría que haber algún rastro. 

El doctor Baltar entra en el sistema y empieza a revisar los protocolos de seguridad. Está seguro de que Seis no ha dejado ningún rastro, o no al menos fuera del terminal “atacado”. Pero examinar minuciosamente los protocolos de seguridad le daría una buena pista sobre la competencia técnica del oficial Young.

—Seis, querida —le dice a la IA—, ¿podrías monitorizar los movimientos de Young? No creo que averigüe nada, pero no nos vendría mal saber qué anda haciendo.