Partida Rol por web

Tiempos Interesantes

Los Recovecos de la Mente

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26/01/2015, 20:36
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Mr. Smith (1)

Primero te sobreviene una sensación vaga e indefinida de falsedad, este hombre está acostumbrado a mentir. Es como una matrioska, esas tadicionales muñecas eslavas que van una dentro de otra, cada vez más pequeñas, capa tras capa de imágenes repetidas y superpuestas. Por supuesto John Smith no es su verdadero nombre, aunque hace tantos años que lo adoptó que apenas recuerda nada de su propia existencia previa. Es como si la mentira hubiera reemplazado a la realidad tanto tiempo que al final ha acabado por sustituirla, en tanto su verdadera esencia.

Si esto es la vida de un alto directivo corporativo, tampoco parece muy envidiable... hay soledad y frustración, un nivel de autoexigencia desmesurado, y muchos sentimientos de rivalidad y rencor. Puedes focalizar un profundo disgusto hacia el Dr. Mengele, está claro que no pueden verse. Sin embargo ha tenido que cederos ante las presiones de la corporación. Este hombre tiene mucho peso dentro de la Weyland-Yutani. Su relación personal con el propio Marcus Weyland le proporciona un poder difícil de mesurar... pero también percibes, muy en el fondo, ocultas hasta para sí mismo, algunas inseguridades acerca de si ese respaldo es incondicional o no. Cierto miedo a caer en desgracia.

Cuando el apretón de manos empieza a aflojarse, antes de perder el contacto, te apresuras a buscar información más concreta, algo relacionado con lo que pretende de vosotros. Y te viene un pensamiento reciente: ha ordenado a su replicante que cree unas identidades falsas para tí y para Lucy con las que pretende presentaros ante los demás miembros de la misión, empezando por el comandante de la nave en la que viaja, como unos asesores del servicio de seguridad del ONUG, dedicados al contraespionaje.

Bueno, no es tan distinto de lo que realmente hacéis, ni de lo que os acaba de anunciar en voz alta.

Al menos en eso no ha mentido.

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26/01/2015, 20:38
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Mr. Smith (2)

Una vez más percibes la muñeca rusa, capas concéntricas y superpuestas, como una cebolla, de conspiraciones y planes maquiavélicos, complejas maquinaciones y mucha ambición. Sobretodo eso, una ambición desatada. Pero también miedo a ser vícima a su vez de la manipulación de otros...

Y eso hace que a un tiempo ansíe hacer uso de tus capacidades... y las tema como a pocas cosas.

Precisamente como está ocurriendo ahora mismo. Como siempre sucede, el mayor temor de alguien que oculta cosas es ver descubiertos sus secretos... y esa trampa autoreferencial conlleva que instantáneamente piensen en ellos y por tanto te los revelen involuntariamente. Nunca falla, pues la naturaleza humana tiene siempre las mismas debilidades.

Y en este caso, el temor de Smith es que se desvelen detalles sobre su vida personal, empezando por su condición de homosexual y su relación amorosa oculta con cierto personaje de una desmesurada relevancia en su empresa. Nada más y nada menos que Marcus Weyland, el heredero de la dinastía fundadora de la Weyland-Yutani. Aunque también percibes que estos amoríos están pasando por un importante bache.

Hay genuino sentimiento, al menos por parte de Smith, cuyo verdadero nombre es Aristóteles Petros Papaloukas, miembro también de una famila muy adinerada asentada en la elitista ciudad orbital de Elysium... pero también hay dudas, celos y resentimiento. Y por encima de todo el temor, oculto hasta para sí mismo, de que este crucial encargo que le ha hecho personalmente Marcus no sea en realidad sino un medio para alejarle de su lado... cuando ha empezado a resultar inoportuno. Cuando Marcus ha contraído matrimonio con una mujer que ha de darle herederos legítimos para su magno imperio corporativo.

Si no fuese un ser profundamente egocéntrico e insensible al sufrimiento ajeno, Aris Papaloukas sería digno de lástima.

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26/01/2015, 20:39
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Comandante Adama

Cuando estrechas la mano del comandante William Adama la sensación que te sobreviene es... muy distinta a lo que estás habituado en la gente a la que lees. Y el cambio es agradable. Te resulta casi conmovedor reconocer a un hombre de principios, dedicado en cuerpo y alma a su carrera militar, pero desprovisto por completo de ambiciones personales y mezquinas. No, Adama no es como la mayoría de las personas que has conocido.

Cree en lo que representa, aunque no es ciego y durante todos sus largos años de carrera ha ido acumulando decepciones y amarguras que le habían llevado incluso a solicitar su retirada anticipada del servicio activo. No soportaba más ser testigo de los tejemanejes de las megacorporaciones y la pusilánime actitud contemplativa del ONUG. Aunque esa jubilación voluntaria no le trajo la paz, sino una mayor frustración.

Percibes también el dolor por grandes pérdidas personales, como el fallecimiento de su esposa por un cancer cuando él estaba destinado en una lejana órbita de Plutón, o la muerte de su hijo mayor en el accidente de una lanzadera militar que pilotaba. Y el reciente enfrentamiento con el menor cuando se ha alistado entre los colonos que embarcarán en el Gift of God, la nave de tránsito que encarna las esperanzas del Proyecto Tau-Ceti.

Por eso está Adama aquí, para conjurar la amenaza sobre su única familia viva, aunque sabe que aun si lo logra, cuando partan los perderá para siempre...

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26/01/2015, 20:42
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Dra. Laura Roslin

Una vez más, vuestras pieles se tocan y tu conciencia se imbuye en la suya sin que lo perciba. La doctora Laura Roslin es una mujer inteligente y perspicaz, así que no puedes profundizar demasiado en su esencia para no ponerla en alerta. Aunque sí puedes llegar a ver que bajo su imagen de ser alguien altruista y reivindicativo también se esconden otras cosas: una notable ambición personal, cierto sentimiento de frustración ante barreras que han limitado su proyección profesional... y una gran capacidad de manipulación de cuantos la rodean para alcanzar sus objetivos.

Vaya con la doctora...

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26/01/2015, 20:44
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Meredith Vickers

Alfred Bester empieza a leer a la joven asistente personal de la consejera Wray, manteniendo un enlace mental permanente con Lucy... cuando de pronto ocurre algo del todo inesperado, que no habíais visto venir de ninguna manera: ¡está presentando resistencia!.

Tenéis claro que no es una dotada como vosotros, pero de algún modo está siendo capaz de plantar cara a vuestra sonda mental y si bien posiblemente podríais llegar a superarla, desde luego no le pasaría desapercibido. Tal vez haya recibido entrenamiento PSI para no ser vulnerable a vuestro don, o puede que se deba a alguna otra causa, pero si queréis seguir adelante con esto tendréis que darlo todo...y aun así, es posible que os pusiérais en evidencia.

Aunque por ahora sólo habéis tenido un contacto muy superficial, lo más probable es que si os retiráis y evitáis nuevos contactos por un tiempo, no acabe de tener claro lo que ha ocurrido...

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26/01/2015, 20:45
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Alferez Everett Young

El contacto con Everett Young ha sido muy breve, por lo que no habéis podido captar demasiada información. Pero con lo que percibís en un primer momento, no cuesta imaginar el resto: se trata de un militar de carrera con un perfil técnico, especializado en seguridad informática, una disciplina que requiere un cierto grado de obsesión por el control. Todo debe estar sometido a su vigilancia para que las cosas vayan bien. Lo contrario no es aceptable.

Young es un oficial competente pero también un hombre presuntuoso, con un alto concepto de sí mismo, cosa que le hace menospreciar a veces a otros, para situarse por encima. Un caso muy particular viene determinado por su antipatía hacia los ingenieros informáticos ajenos a la academia de la Armada Colonial, a los que considera insoportablemente pedantes y unos vagos que se pierden en naderías accesorias. Y eso en el mejor de los casos, cuando no son delincuentes informáticos, como esos sobrevalorados hackers a los que sabe mantener a raya.

Por otro lado, Young es un genuino bon vivant. Un hombre apuesto y con una sólida carrera por delante, sofisticado y seductor… se tiene por todo un gran partido para cualquier jovencita apetecible con la que se encuentra, y la verdad es que no le va mal en el terreno amoroso. Intenta llevar a la práctica aquel viejo dicho de “un amor en cada puerto”.

Pero claro, el tren de vida al que se ha habituado no es fácil de llevar. Incluso contando con un sueldo decente como oficial, algunos lujos de los que no le gusta privarse escapan a las posibilidades de su economía. Por eso se ha metido, aun a regañadientes, en el mercado del ocio electrónico, diseñando programas de recreo mediante interfaz neuronal y vendiéndolos al mejor postor, para costearse sus pequeños vicios. Y una vez más, no le ha ido mal.

Claro que toda esa serie de éxitos no han hecho mucho por enseñarle humildad…

 

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16/02/2015, 19:09
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El contacto con los marines coloniales ha sido muy breve, algo casi fugaz… y además Bester está centrando toda su atención en la inminente entrevista con el preso extraído de la penitenciaría orbital de máxima seguridad, al famoso terrorista espacial conocido como Riddick, el Chacal. Por eso las impresiones que ha podido extraer de los dos militares a los que acaba de estrechar la mano son apenas un burdo y somero esbozo de su personalidad…

El primero, Ronald Greer, es definitivamente un buscavidas, lo que cualquiera definiría como un garbanzo negro que se ha colado en el cocido de la marina colonial. Procede de los suburbios de la vieja Tierra, estuvo metido en problemas con las bandas, con tráfico de drogas y de bienes robados… y servir en el ejército fue una salida para él, cuando las cosas allí abajo se le fueron de las manos. Aunque no cabe duda de que es un tipo con agallas y recursos, de los que no se arrugan cuando se desata la violencia.

Por el contrario el otro, Karl Agathon, es harina de otro costal. Hijo de funcionarios del ONUG pertenecientes a la asfixiada clase media, entró en la marina colonial para poder obtener la titulación como piloto de lanzaderas, con expectativas de trabajar en el sector privado cuando acabase su servicio de una década. Pero después se dejó convencer por un suboficial para reengancharse para un segundo periodo de servicio, bajo el argumento de que necesitaban precisamente a gente como él, con cabeza y sensata, con educación y principios, para sacar adelante un cuerpo de marines que se estaba llenando de chusma.

Si los mejores se iban tras un único periodo, sólo les quedarían los maleantes que huyen de su turbio pasado… y pobre favor iba a hacer un cuerpo militar así a la colonización espacial.

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20/02/2015, 20:20
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Riddick, el Chacal

Riddick, el famoso terrorista rebelde, el asesino de masas, también conocido con el ominoso sobrenombre de “Chacal” desde un sangriento incidente en los suburbios de la colonia minera de Syrtis Major, en Marte, en la que aparecieron despellejados y colgados en cruces toda una serie de cuerpos, primero individuos sospechosos de colaborar con los rebeldes, luego varios de los miembros de la élite de los cuerpos de seguridad del gobernador Cohagen, llamados vulgarmente Ghekos. Todo aquello fue un asunto muy turbio que no se ha querido difundir en los medios oficiales, pero que es conocido en la Umbra como el “Jueves de Cruces”.

Estáis ante un individuo que ha decidido declarar unilateralmente una guerra sin tregua al sistema, a las MegaCorporaciones que dominan el mundo. Una guerra sangrienta y salvaje, empleando para ello todos los medios a su alcance… combatiendo mediante técnicas de guerrilla urbana, extorsión, amenazas, razias y vendettas, recurriendo a actos terroristas selectivos o indiscriminados… Para el Chacal y los suyos esto es obviamente un enfrentamiento imposible, por lo desigual de las fuerzas: es pretender plantarle cara a un leviatán de proporciones sobrehumanas. Pero no por eso van a rendirse, porque la rendición simplemente nunca fue una posibilidad. No es una opción. Tanto les da enfrentarse a un ejército casi infinito...

Percibes con claridad la brutal dicotomía: la furia asesina desbocada, junto a la gélida frialdad para planificar cerebralmente sus acciones. La implacable crueldad del asesino, junto al profundo dolor por la dramática situación que viven los suyos, los parias y desposeídos, no sólo de las colonias sino de la vieja Tierra. Ves como odia y como ama, es sin duda un hombre de extremos, un temperamento terrible, iracundo pero a la vez calculador, capaz de actuar con premeditación y esperando al momento adecuado para dar el golpe…

Eso ha sido justo lo que le hace tan peligroso. Por eso ha tenido éxito donde otros no.

Y es un sujeto muy singular. Piensa de un modo distinto, no lineal, casi compulsivo, llevado por un instinto al que obedece sin dudar. Por eso muchos no son capaces de predecir sus planes, como el aquel que le hizo famoso por encima de cualquier otra cosa. Planificó minuciosamente el asalto a una lanzadera de transporte de personal corporativo vacía y voló hacia el espacio abierto… entonces simuló una avería, secuestró un crucero de recreo y les hizo creer que pensaba pedir un rescate por su pasaje, perteneciente a la élite de la sociedad a la que tanto detesta. Así les hizo perder un tiempo precioso regateando las posibles condiciones, intentando negociar mientras preparaban una operación que los liberase. Pero en realidad Riddick nunca tuvo intención alguna de intercambiar sus prisioneros. Nunca esperó obtener beneficio de esa situación supuestamente tan favorable… salvo darles una lección que sin duda recordarían bien.

Una que hablaba de sufrimiento y de dolor, de vulnerabilidad y de venganza.

Intentas profundizar un poco más en la torturada psique de este sujeto, pero enseguida te deslizas en un terreno casi onírico que te hace dudar por un instante de su estabilidad mental, te rodean paisajes de fantasía, en planetas ficticios en los que se enfrenta a pesadillas alienígenas con forma de bestias depredadoras. Hasta que te das cuenta de que no está loco, esto son las vivencias que le indujeron durante el sueño de la crioestasis, allá en Himalia. Aquello no era una prisión, sino una penitenciaría: un centro de penitencia, de castigo.

Las palizas físicas se continuaban con sofisticadas torturas mentales mediante la inducción de pesadillas manipuladas por una tecnología diseñada específicamente para ese cometido, intentando llevar a los presos al punto de ruptura, aquel en que sus estructuras de personalidad se derrumban definitivamente. Nunca habíais oído de nada similar, pero con gente como el Dr. Mengele al frente de los departamentos científicos de las MegaCorporaciones tampoco os resulta tan difícil de creer.

Pero este hombre en particular no se derrumbó, porque es un superviviente. Su capacidad de resiliencia es asombrosa. Su terquedad, casi absurda. Riddick nunca se rinde. Morirá luchando, pero jamás cederá.

Y eso… puede que sea incluso útil para otro tipo de rebelde que planea su propia revolución.

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26/02/2015, 20:16
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Capitán Steve Rogers

Una vez te pones a ello, concentrándote y focalizando tu poder, no te cuesta demasiado superar las barreras de su psique, sin que ni siquiera lo perciba. Tu entrenamiento PSI ha sido intensivo y constante durante toda tu infancia y juventud… y eso ahora da sus frutos.

Pero no debes confiarte, todavía te falta mucho para alcanzar el grado de sofisticación del Agente Bester… y tal vez ante una personalidad más compleja o retorcida no lo tuvieras fácil. Sin embargo el capitán Steve Rogers es transparente para ti… aunque cualquier cosa menos simple.

Al leerle, las sorpresas se suceden en una secuencia casi abrumadora. Primero, cuando reconoces las asombrosas semejanzas con tu pasado, pues también él nació de una probeta. Es un humano modificado genéticamente, aunque en su caso lo que pretendían potenciar era el físico, hasta convertirlo en poco menos que un super-hombre. Y luego descubres un reflejo distorsionado de tu propia infancia, percibes el duro y constante entrenamiento militar que debía convertirlo en un supersoldado… pero aquí sus vivencias difieren notablemente de las tuyas, su formación fue estricta pero estaba impregnada de un fuerte sentimiento de pertenencia al colectivo, de sana camaradería, que le inculcó la hermandad de las armas.

Y no hay ni por asomo ese total aislamiento y la paranoide supervisión electrónica, no están los continuos castigos, ni el rechazo. No hay suspicacias. Ni odio. Eso hace que durante un instante casi le odies, o tal vez sea sólo envidia… o la amargura por la sensación de injusticia, por el agravio comparativo. Aunque debes recordarte que él no es responsable de tus vivencias.

Además, si te paras a pensarlo detenidamente tiene bastante sentido. A vosotros, los dotados, los homo mentis, como os define Alfred Bester, os temen por ser diferentes. Mientras alguien como Rogers está mejorado, hasta alcanzar literalmente la perfección humana… pero no es tan distinto cualitativamente de ellos. Y por supuesto, si quieres crear un soldado eficiente no te interesa que se sienta como un esclavo, sino instilar en él unos valores de lealtad y sentido del deber.

Y ese es el resultado final. No solo un combatiente superior, sino un verdadero emblema que la Weyland-Yutani ha utilizado astutamente como carta de presentación ante el ONUG, convirtiéndolo en una suerte de embajador ante los políticos que tienen que valorar las ventajas de favorecer esas investigaciones. Como si no fuese suficiente tenerlos comprados. Percibes con claridad la operación de lavado de cara de la MegaCorporación, cuando ofrecía los servicios de su soldado mejorado para colaborar de forma puntual en las misiones oficiales asumidas en conjunto con el gobierno. No es sólo un militar. Es un símbolo para ellos.

Sin embargo, lo cierto es que Steve Rogers no alberga doblez alguna, cree firmemente en el sistema de valores que se supone debe encarnar, tiene un férreo código del honor, es un hombre honesto y fiel a su palabra.

Aunque en su fuero interno, empieza a cuestionarse cosas…

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06/05/2015, 20:29
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Sargento Pentecost

Cuando estrechas la recia manaza del sargento Stacker Pentecost este devuelve el apretón con firmeza y mirándote a los ojos. Si hubiera querido podría haberte roto la mano, pero ha controlado muy bien su fuerza para hacerla perceptible, pero sin sobrepasar lo cortés.

Sin embargo tras esa demostración de poderío físico percibes cierta violencia contenida. Posiblemente eso sea lo que mejor define a este hombre, un patente esfuerzo para que la férrea disciplina castrense que se ha impuesto durante toda su vida no permita desbordar una rabia interior que está ahí escondida, acechante, amenazando con liberarse…

Bajo el cálido y amable manto de un suboficial accesible y muy próximo a sus hombres, capaz de hacer que estos le vean casi como una figura paternal, a la que respetan y obedecen pero en la que también confían, alguien a quién aprecian sinceramente… se oculta un hombre lleno de rencor hacia el mundo, hacia la vida que le ha tocado vivir, que busca refugio en ese sentimiento de camaradería para poder contar con una falsa familia en la Marina Colonial.

Porque su verdadera familia ya no le pertenece. Su esposa le dejó por otro ante las prolongadas ausencias que implicaba estar destinado en una nave espacial siempre lejana, alegó que había ejercido violencia verbal contra ella y le dieron enseguida la custodia de sus dos niñas, que han crecido sin apenas contacto con su padre. Nunca le puso la mano encima a su ex-esposa, algo obvio pues un hombretón con su físico y entrenamiento le hubiera causado lesiones muy severas… pero por perder los nervios en un par de ocasiones los abogados le alejaron de su familia para siempre. Al principio los visitaba en los escasos periodos de permiso en que recalaba en la vieja Tierra, pero cuando se fueron a vivir a Elysium con el nuevo marido que se había buscado su "ex", un agente comercial corporativo, la cosa se hizo completamente insostenible. Stacker no podía permitirse pagar ni una noche de hotel allá arriba para visitar a sus hijas… y no iba a hacerlas descender hasta los suburbios del planeta, donde la contaminación hacía necesaria una mascarilla de oxígeno para salir a las calles.

Pentecost siempre ha sido un hombre resolutivo, un tipo muy directo, que afronta los problemas cara a cara sin dejarse amedrentar… pero ante una situación como esta no supo qué demonios hacer. No había solución, ellas habían pasado a otro nivel y el no era capaz de seguirlas hasta allí, ni por supuesto las forzaría a descender a su miseria. De modo que renunció a sus hijas. Para siempre.

Y se refugió en lo único que le quedaba: su trabajo, la Marina Colonial. Con los años este hombre se ha dejado llevar tanto por esa impostada familiaridad y camaradería con los marines bajo su mando, esa sagrada hermandad con los compañeros de armas que se juegan la vida junto a ti… que ha acabado por creérsela. Cuida a sus hombres, se preocupa por su bienestar, los aprecia sinceramente e incluso asumiría sacrificios personales por ellos, hasta el extremo de arriesgar su carrera profesional para ayudar a alguno. O incluso su vida, si se da la ocasión en combate.

Pero es que no tiene a nadie más en el mundo.

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06/05/2015, 21:22
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Soldado Ochoa

David Telford Ochoa es un sujeto muy peculiar. No te ha hecho falta ni “leerle” para saberlo, bastaba con observar su modo de comportarse según unos valores que lo diferencian del resto de marines coloniales. Para empezar es bastante mayor que el resto, tiene edad y experiencia para ser un suboficial, pero no ha mostrado interés alguno en ascender en la escala de mando.

Y eso es porque experimentó una vivencia que le transformó. Una epifanía. Un trance místico y espiritual que lo cambia todo para siempre. Él lo llama “el momento de ser tocado por Dios”.

Sucedió durante una misión en Deimos, uno de los satélites de Marte, en que perseguían operaciones de contrabando. La información sobre su objetivo resultó no ser del todo exacta y el escuadrón del que formaba parte cayó en una emboscada bajo fuego cruzado. Desde el primer momento recibió una herida menor, pero su traje de vacío resultó dañado e iba perdiendo presión peligrosamente, mientras seguían inmovilizados bajo fuego enemigo. Sobrevivió a duras penas gracias a que sellaron la fuga como pudieron y sus compañeros de armas le fueron proporcionando suplementos de oxígeno que podían resultar vitales en un futuro inmediato… aunque por fortuna fueron rescatados a tiempo por la llegada de refuerzos.

Y aquella experiencia cercana a la muerte, cuando cada inhalación parecía la última, le hizo percibir la presencia divina en el mundo, en el generoso esfuerzo de sus camaradas, dispuestos a asumir un riesgo manifiesto para no dejar a nadie atrás, en su propia voluntad de vivir…

Cuando se recuperó abrazó la fe en la Iglesia Renacida y ya no la ha abandonado nunca.

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06/05/2015, 21:33
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Soldado Ford

Aiden Ford es un producto de su tiempo y su lugar. Nació en los suburbios, hijo de una madre drogadicta y por supuesto de padre desconocido. Se crió en el barrio, metido en peleas de bandas y tráfico de estupefacientes a pequeña escala. Su historia no difiere gran cosa de la de muchos otros que como él parecen abocados a la delincuencia y a una muerte temprana.

Pero Aiden no sólo era fuerte, rápido y decidido, además era un flipado de las armas y de las artes marciales. Por eso en cuanto tuvo edad para ello, acudió a las oficinas de reclutamiento de la Marina Colonial una vez tras otra, hasta que finalmente acertó a ir "limpio" y le admitieron.

Tal vez no fuera un individuo demasiado maduro, ni tampoco muy centrado, pero tenía voluntad y entusiasmo. Además superaba ampliamente el baremo de requerimientos físicos. Con eso basta para lo que buscan.

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06/05/2015, 22:00
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Primer Oficial Tigh

El mayor Saúl Tigh es sin duda un tipo complejo. Muy complicado. Y autodestructivo.

Posee grandes virtudes, como la capacidad de liderazgo, la sangre fría y un valor casi temerario, pero vienen acompañadas también de grandes defectos, empezando por un temperamento iracundo que le ha acarreado grandes problemas a lo largo de su carrera. Por no hablar de la pasión por el riesgo, la ludopatía o las múltiples adicciones que lleva arrastrando durante décadas…

Él mismo es perfectamente consciente de que si no hubiera sido por el constante respaldo de su gran amigo William Adama, que ha respondido siempre por él en los momentos clave, su vida habría sido mucho peor, abocado por méritos propios a una espiral descendente de degradación. Por eso le es leal de una forma absoluta e incondicional. Literalmente, mataría y moriría por él.

Profundizar más en sus recuerdos, en sus experiencias vitales, es un ejercicio bastante desagradable.

La relación con las megacorporaciones siempre ha sido conflictiva, detesta febrilmente el sometimiento del ONUG, y por extensión de la Armada Estelar, a los intereses económicos que dominan el mundo. Pero a diferencia de Adama él no pretende restituir nada al lugar que debería ocupar, tiene muy claro que a estas alturas nadie puede arreglar las cosas. El idealista es su gran amigo, Saúl es simplemente un individuo resentido y vengativo. Con bastantes problemas para controlar sus impulsos violentos. Así que lo de Ganímedes fue más bien una forma de dar salida a sus malas pulgas que una estrategia premeditada. Hubiera ordenado disparar las armas nucleares del Spektor sin dudarlo un solo segundo. A la mierda con todo.

Barrunta de una forma difusa que aquel incidente fue el desencadenante del fin, la retirada del servicio de su nave, la jubilación anticipada para todos los mandos y el paso al olvido. Recabaron en la jodida Elysium, esa Estación Orbital Residencial de lujo obsceno, pues tras tantas décadas de servicio en la Armada el ONUG coloca a los suyos, pero para él no fue más que enviarle a una debacle enólica sin fin, que casi le hunde en el olvido…

Luego está todo lo referente a su desastroso matrimonio, sazonado con infidelidades, reconciliaciones, grandes borracheras en común y terribles peleas. La cosa acabó hace unos meses, cuando pilló a su esposa en la cama con un joven oficial. Y es que ya no estaba ausente nueve meses al año en algún lugar remoto del Sistema Solar. Saúl sacó a relucir lo peor de su temperamento y envió al muchacho a cuidados intensivos. Era de buena familia y esa vez Adama casi no logra sacarle del embrollo, pero claro, todos los implicados prefirieron eludir el escándalo así que la cosa acabó enterrándose. Hasta la próxima, claro…

De no haber ido Will a reclutarlo para esta misión, igual ya ni estaba en este mundo.

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12/05/2015, 21:27
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Comandante Susumo Kodai

Al estrechar la mano al anciano militar retirado éste responde con firmeza, casi inconscientemente. Y conserva una fuerza sorprendente en su apretón. Pero lo más remarcable es la oleada de ira contenida, resentimiento e intensa frustración que te invade.

Susumo Kodai es un militar de carrera, alguien que ha dedicado toda su existencia a servir en la Armada Estelar… sólo para ser testigo de cómo poco a poco los valores que defendía se han ido difuminando hasta desaparecer, enterrados bajo la ineficacia de la burocracia y el papeleo. Pero hay mucho más que eso, este hombre derrotado cree percibir una deriva nociva y premeditada en el gobierno unificado de las naciones unidas, el ONUG, destinada a inhabilitarla de facto, a minar su capacidad de resolución... hasta anularla. Una especie de golpe de estado encubierto, orquestado por las grandes megacorporaciones que le han arrebatado todo el poder.

Por eso intentó oponerse a esa tendencia, a esa evolución de los tiempos… aunque la única consecuencia real fue su marginación social, se convirtió en una figura incómoda ante los altos mandos de la Armada Estelar. Eso frustró su ascenso al almirantazgo, le apartó de su prometido sillón en la cúpula de los veteranos con una hoja de servicio impecable. Le advirtieron, le dijeron que fuese más discreto, que cejase en sus continuas protestas y reclamaciones, en esa actitud tan poco colaboradora para con los asesores corporativos y los políticos que trataban con ellos… pero Kodai se negó a ceder.

Para él era más importante conservar su integridad y su independencia que cualquier nuevo ascenso…

Y como era de esperar, le jubilaron con todos los honores, enviaron al desguace el Crucero de Combate que comandaba, el glorioso Yamato, con la excusa de que estaba obsoleto… y le condenaron al olvido en una existencia cómoda y lujosa pero absolutamente marginal.

Un retiro dorado, en la estación orbital residencial de Elysium.

Debían estar locos si pensaron que aceptaría algo semejante. Tan pronto como pudo se enroló en la primera nave civil que partía de nuevo al espacio. Si no podía volar con la Armada Colonial, lo haría como oficial de la marina mercante. Escogió una de las corporaciones menores para, como mínimo, no tener que trabajar para las grandes. En realidad le daba igual lo que tuviese que hacer, o el destino de sus viajes, lo único que pretendía era pasar sus últimos años de vida en el espacio.

La vida que ha llevado le ha ido exiliando inexorablemente de la vieja Tierra, ya nada le retiene allí...

Su esposa falleció hace mucho, apenas compartió con ella cinco o seis años de convivencia real de sus dos décadas de matrimonio. Siempre había una misión en los confines del Sistema Solar que reclamaba su presencia. Es la vida del oficial de la Armada Estelar, ambos conocían esa realidad así que no tiene derecho a lamentarse.

Quiso el destino que su único hijo, también militar, muriese en combate en uno de los escasos enfrentamientos armados de la era espacial, enfrentándose a un grupo de contrabandistas que tomaron rehenes en el remoto planeta enano de Makemake. Una medalla póstuma y ningún cuerpo al que dar sepultura. Pero eso también formaba parte del deber de un soldado.

Sin embargo, lo que no puede perdonar es que perviertan los valores morales que justifican todo ese sacrificio. Los políticos que se dejan comprar, las corporaciones que gobiernan en la sombra con su sucio dinero, los grises burócratas que les hacen el trabajo. Si pudiera, se alzaría en armas contra ellos. Una de las pocas cosas que lamenta es no haberlo hecho cuando tenía una nave de guerra bajo su mando, aunque sabe que hubiera fracasado…

Tampoco le hubiese importado demasiado. Sería una muerte mejor que la que le espera ahora, aunque al menos piensa despedirse de este mundo en el espacio profundo, al que ha consagrado toda su existencia. Por eso lleva años sin volver a la Tierra, llegando a un acuerdo con los capitanes mercantes que vienen a relevarle para cambiar sus turnos de servicio. Generalmente aceptan, creyendo estarse aprovechando de un viejo loco que chochea. Pero en realidad le están haciendo el mayor de los favores. Le regalan más meses en el espacio.

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20/05/2015, 21:11
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Rodney Meredith McKay

Sin duda es un científico brillante. La genialidad encarnada. Pero por desgracia vive su existencia bajo la tiranía de un ego hipertrófico, de un complejo de superioridad casi patológico, dominado por un concepto de sí mismo como “divo” que le hace del todo insufrible para cuantos le rodean. Y por tanto, blanco de todo tipo de antipatías y enemistades.

Sus habilidades sociales son nulas, su capacidad de empatía desconocida, fracasa incluso ante la más elemental de las formas de interacción con otros seres humanos… y eso hace que no sea muy difícil imaginar que toda esa pretendidamente “abrumadora superioridad” no sea más que un torpe mecanismo de defensa ante el rechazo sistemático. Resulta irónico que alguien tan inteligente sea incapaz de gestionar mejor sus respuestas a la frustración, pero donde cualquier otro es capaz de adaptarse, McKay se aísla cada vez más en su burbuja intelectual, concentrándose en la resolución de retos conceptuales, de dilemas científicos, e ignorando las dificultades a las que se enfrenta diariamente, rodeado de gente que le detesta. Pero que muchas veces deben supeditarse a sus incontestables méritos académicos.

O al menos, así ha sido su vida hasta que se ha producido el milagro.

Porque ahora, recientemente, Rodney ha visto toda su existencia revolucionada, vuelta del revés como un calcetín, maravillosa e inesperadamente. Porque se ha enamorado.

De una forma loca y apasionada, como un adolescente. Y de una mujer espectacular que encima parece corresponderle sin ambages, una Venus que le ha proporcionado un nuevo rumbo a su monótona vida, por muy elevado que fuera el concepto que siempre ha tenido de sí mismo.

Lógicamente al principio desconfió, era muy extraño que una real hembra como esa se pusiera en sus brazos sin objecciones, sin plantear la menor resistencia. Es decir, claro que él es el brillantísimo Dr. McKay, futuro premio nobel de física, una figura con un destino manifiesto en los anales de la ciencia, que será reconocida en tiempos venideros como uno de los más grandes… pero hasta el presente, el universo se había empecinado en ignorar su grandeza. O al menos la mitad del universo que constituía el sexo opuesto. Eran demasiado triviales para darse cuenta de su atractivo.

Sin embargo, ha sido intimar un poco con Meredith Vickers y ver hechas realidad todos esas cosas que siempre se repetía tras cada fracaso amoroso. Que todo era cuestión de tiempo, aguardar un poco más hasta conocer a la mujer apropiada, la que fuera capaz de reconocer al instante su genialidad y quedar prendada de sus indudables virtudes.

Luego, conforme ha ido descubriendo algunos secretos sobre ella, ha empezado a hacerse cargo en un pequeño rincón apartado de su cerebro, uno que todavía conserva la capacidad necesaria para un pensamiento analítico, entre la tormenta de emociones y hormonas que le embarga… de que ella seguramente estaba buscando de forma desesperada una mente científica como la suya, alguien con el talento necesario para entenderla, para desvelar su misterio, para ayudarla.

Porque menudos secretos se traía la muchacha… todo un reto para la ciencia.

Es toda una suerte que diese con alguien como él, porque lo más seguro es que ningún otro estuviese a la altura de un reto semejante. Todo tiene sentido viéndolo así, ella ha sabido reconocer a su paladín en el mejor científico de la humanidad. Luego es absolutamente cierto, ella sabe apreciar sus méritos.

Y por eso la quiere más que nunca. No hay duda, están hechos el uno para el otro...

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23/05/2015, 19:02
Cronoregistro

Tyrol Henderson

Desde luego, Henderson es uno de esos hombres responsables y sufridos, que asumen las cosas buenas y malas de la vida como llegan, sin quejarse. Las quejas no cambian nada.

Aunque lo cierto es que en su caso ha habido mucho más de negativo… hasta desequilibrar por completo la balanza.

Nunca ha sido un tipo especialmente atractivo, ni popular, ni brillante… eso lo sabe, pero siempre creyó que bastaba con ser honesto, constante y serio para conseguir una vida mínimamente decente. Una que valiese la pena vivir. Su capacidad de trabajo y de sacrificio siempre han sido su mayor aval… le abrieron las puertas de la academia tras enrolarse en la Marina Colonial para salir de la miseria del suburbio, en la Vieja Tierra. Y le granjearon la titulación como Oficial Técnico con el rango de alférez, aunque por su carácter campechano y accesible nadie lo usa para dirigirse a él, con un informal “jefe” por parte de su gente le basta.

Pero entonces llegó el amor, quedó prendado de una suboficial del viejo Crucero de Combate Spektor, bajo el mando del comandante Adama, una piloto con el rango de cabo primero que respondía al nombre de Sharon Valeri, aunque todos la conocían por el apodo de “Boomer”.

Al principio la cosa parecía ir realmente bien, se casaron y ella quedó encinta del que iba a ser su primer hijo… pero entonces se produjo un impredecible accidente mortal, el único en todo el historial de servicio del Spektor. Y con una muda explosión en el vacío del espacio desapareció toda su familia, todo su futuro y su promesa de felicidad.

Desde entonces Henderson ha sido en cierta manera un muerto viviente. Es como si él también hubiera volado a bordo de aquella lanzadera accidentada, como si hubiese fallecido en aquél dramático accidente. Recibió asistencia psicológica y fue declarado apto para el servicio, pero nunca más ha vuelto a ser realmente él mismo. Sin embargo, el hecho de apartarse por completo de cualquier distracción ha redundado en que se volcase por completo en su trabajo, acabando por convertirle en un ingeniero técnico realmente excepcional.

Es capaz de reparar, modificar o a veces incluso de fabricar de novo, a partir de componentes reciclados de cualquier procedencia, literalmente casi cualquier cosa. Es más, siempre está trasteando con sus cachivaches electrónicos.

Se diría que es lo único por lo que vive..

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25/05/2015, 23:33
Cronoregistro

Gaius Baltar

Este hombre es como una montaña rusa. De la nada más absoluta hasta el estrellato, y luego un vertiginoso descenso hasta la nada de nuevo… y así una y otra vez. Esa es la pauta que marca su vida.

Fue un niño prodigio de la informática y hacker famoso, capaz de lanzar incursiones incluso sobre los servidores de las MegaCorporaciones. Su familia era modesta, pero él podía tener todo lo que desease gracias a sus inusuales habilidades. Hasta que le pillaron, claro, y el peso de la ley cayó sobre él de forma implacable. Aunque incluso en eso tuvo suerte, pues la Weyland-Yutani decidió que el muchacho tenía potencial y decidió reclutarlo.

Le educaron en una de sus escuelas privadas hasta convertirle en un joven talento increíblemente prometedor… pero entonces todo se torció de nuevo porque, sencillamente, la cosa perdió todo el interés para él. Ya no era divertido colarse en un sistema de seguridad ajeno, porque teniendo a una de las grandes detrás era demasiado fácil todo.

Le proporcionaban un elevado nivel de vida, vale, pero eso ya había dejado de ser un aliciente real para Baltar, él quería otra cosa… y por eso se vinculó al ONUG en proyectos gubernamentales por los que cobraba una décima parte, pero estaban revestidos de un reconocimiento público que nunca tendría trabajando en la sombra. Pensó que así sería feliz.

Pero claro, las cosas nunca son lo que parecen, sus revolucionarios proyectos en el desarrollo de las emergentes Inteligencias Artificiales chocaron con la legislación vigente, los fondos se fueron acotando hasta hacerse ridículamente insuficientes. Puede que, después de todo, abandonar el barco de las corporaciones no hubiese sido tan buena idea. Suelen ser rencorosas y vengativas. Y tienen mil formas de arruinarte la vida...

Y entonces llegó la oferta que no podía rechazar, de nuevo desde la Weyland-Yutani. Ese maldito Smith sabía cómo hacerlo. Aunque fue precisamente en el peor momento, cuando por fin había logrado hacer progresos...

Nunca en tu vida habías contactado con nadie comparable. Para empezar, porque es brillante, su mente funciona en más niveles superpuestos de lo que creías posible. Aunque esto puede que también tenga algo que ver con el hecho de que esté rematadamente loco.

Dirías que es un esquizofrénico. O como mínimo, alberga una doble personalidad, se diría que este estrambótico sujeto vive conversando permanentemente consigo mismo. Pero tú sólo percibes una de las voces, la otra es inexplicablemente invisible a tu lectura psíquica. Desarrolla pensamientos que dialogan con una mitad imperceptible de su ser, debatiendo planes y argumentando estrategias, en las que según te parece entender trata de inducir suspicacias en todo su entorno para desviar la atención de sí mismo. Por un momento te da la impresión de que fuera un paranoico, que teme ser perseguido por las corporaciones o por el propio comandante Adama… y trata de descargar todas esas sospechas sobre otro, una especie de chivo expiatorio, papel para el que ha escogido al alférez Young, el responsable de la seguridad informática de la nave.

Aunque hay algo más en su antipatía hacia Young. Es un tema personal.

La imagen de una hermosa mujer ronda en su cerebro de forma recurrente, ella es Shelly Godfrey, una neurobióloga, especializada en bio-ingeniería. Se conocieron en la academia de la Weyland-Yutani, él la amó, todavía la ama, de hecho siempre la ha amado… pero ella le dejó. Y no hace mucho la vio en una actitud muy comprometida junto al apuesto oficial Everett Young, cuando le acompañaba justo antes de embarcar en el AURORA.

¿Podría ser algo tan burdo como los celos la base de toda la conspiración de Baltar?

No, seguro que con alguien tan complejo y retorcido hay infinidad de matices adicionales, lo que pasa es que todo es tan enrevesado que cuesta mucho sacar nada en claro...

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10/06/2015, 23:34
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Soldado Matthew

Scott Matthew es uno de esos marines que creen tener madera de oficial y sólo esperan su oportunidad para ir acumulando méritos que redunden en un sin duda merecido ascenso. Es disciplinado y competente, dedica un esfuerzo remarcable a su carrera profesional dentro de la Marina Colonial y siempre que puede estudia las ordenanzas, protocolos de actuación y normativas específicas para estar preparado ante cada situación que se pueda pesentar.

Sin embargo, pese a estar perfectamente capacitado, su actitud le ha hecho cosechar ciertas suspicacias entre sus mandos inmediatos, que lo ven como un listillo que intenta pasarles por encima tan pronto como detecta el menor resquicio que le permita hacer puntos ante un oficial superior. Su relación con sus camaradas de armas de similar rango es también un tanto ambigua pues aunque en algunas circunstancias les ha resultado útil prestar oído a alguien que se sabe toda la letra pequeña, pocos se sentirían muy identificados con quién consideran un trepa.

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11/06/2015, 19:36
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Cuando inicias tu sondeo percibes una barrera inicial, este hombre ha sido entrenado para resistir intrusiones psiónicas, aunque no te cuesta demasiado superarlas. Los años de entrenamiento psiónico intensivo y tu continua experiencia de campo te han capacitado para sortear todos los obstáculos que su adiestramiento específico trata de interponer. De modo que el capitán Steve Rogers es transparente para ti… aunque cualquier cosa menos simple.

Al leerle, las sorpresas se suceden en una secuencia casi abrumadora. Primero, cuando reconoces las asombrosas semejanzas con tu pasado, pues también él nació de una probeta. Es un humano modificado genéticamente, aunque en su caso lo que pretendían potenciar era el físico, hasta convertirlo en poco menos que un super-hombre. Y luego descubres un reflejo distorsionado de tu propia infancia, percibes el duro y constante entrenamiento militar que debía convertirlo en un supersoldado… pero aquí sus vivencias difieren notablemente de las tuyas, su formación fue estricta pero estaba impregnada de un fuerte sentimiento de pertenencia al colectivo, de sana camaradería, que le inculcó la hermandad de las armas.

Y no hay ni por asomo ese total aislamiento y la paranoide supervisión electrónica, no están los continuos castigos, ni el rechazo. No hay suspicacias. Ni resentimiento. Eso hace que durante un instante casi le odies, o tal vez sea sólo envidia… o la amargura por la sensación de injusticia, por el agravio comparativo. Aunque debes recordarte que él no es responsable de tus vivencias.

Además, si te paras a pensarlo detenidamente tiene bastante sentido. A vosotros, los dotados, los homo mentis, os temen precisamente por ser diferentes. Mientras alguien como Rogers está mejorado, hasta alcanzar literalmente la perfección humana… pero no es tan distinto cualitativamente de ellos. Y por supuesto, si quieres crear un soldado eficiente no te interesa que se sienta como un esclavo, sino instilar en él unos valores de lealtad y sentido del deber.

Y ese es el resultado final. No solo un combatiente superior, sino un verdadero emblema que la Weyland-Yutani ha utilizado astutamente como carta de presentación ante el ONUG, convirtiéndolo en una suerte de embajador ante los políticos que tienen que valorar las ventajas de favorecer esas investigaciones. Como si no fuese suficiente tenerlos comprados. Percibes con claridad la operación de lavado de cara de la MegaCorporación, cuando ofrecía los servicios de su soldado mejorado para participar de forma puntual en las misiones oficiales asumidas en conjunto con el gobierno. No es sólo un militar. Es un símbolo para ellos.

Sin embargo, lo cierto es que Steve Rogers no alberga doblez alguna, cree firmemente en el sistema de valores que se supone debe encarnar, tiene un férreo código del honor, es un hombre honesto y fiel a su palabra.

Aunque en su fuero interno, empieza a cuestionarse cosas…

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05/07/2015, 20:26
Cronoregistro

Hacer uso de tu don con el Dr. Kern es una experiencia deprimente. Te invade una oleada de miedo y de angustia, seguida de otra todavía más lamentable de timidez e inseguridades. Este hombre tiene un verdadero problema psicológico en sus relaciones sociales, algo que entra sin duda en la categoría de lo patológico. Debería recibir terapia con un profesional. Aunque no lo ha hecho porque sabe que los expedientes no son secretos ante las megacorporaciones y estar en tratamiento psiquiátrico le excluiría del mercado profesional y por tanto de su genuina vocación...

Toda su vida se ha sentido como una rata perdida en un laberinto... y sin embargo es un hombre muy inteligente y capaz. Singularmente brillante, a su modo. De hecho, buena parte de sus méritos científicos han sido usurpados por colegas con menos intelecto pero mayor desparpajo y descaro a la hora de reclamar reconocimiento público y mediático. Y por increible que parezca, Kern lo ha aceptado tácitamente para evitar cualquier conato de enfrentamiento personal, porque eso es algo que le aterra de un modo insuperable...

Esto no deja lugar a dudas: este hombre no ha podido estar implicado en ningún sabotaje, y no por no tener capacidad para idearlo, incluso sin dejar huellas... sino por carecer completamente del coraje para llevarlo a cabo.

También percibes, en los últimos segundos de vuestro contacto, algunos ramalazos conspiranoicos. Jonatan Kern está convencido de que mucho de lo que se cuenta en la Umbra es cierto, pues sabe que a nivel científico sería posible, y en un mundo tan terrible e implacable como este, donde no existe la empatía ni la ética, la posibilidad equivale a certeza.

Cree firmemente que se ha experimentado con modificaciones genéticas sobre embriones humanos y que deben haberse obtenido especímenes con características asombrosas. Puede que incluso sobrehumanas. Mientras él por su cuenta nunca ha obtenido los permisos para trabajar más que con genes de origen animal... se le ha autorizado a emplear terapia recombinante con algunos fragmentos de genoma humano, pero sin vulnerar la ley que establece un máximo en el 10% del total. Y por mucho que le hubiera gustado ir un poco más allá... nunca tuvo el valor de hacerlo ilegalmente.

No deja de resultar una paradoja divertida. Su cobardía ha hecho que no sea culpable del delito de Mengele...