Partida Rol por web

Tombstone: Dead Lands

Terrenos de Caza

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28/04/2010, 14:05
Director

Dakota no estaba muerto. Aún no. Le resultaba imposible decir por qué lo sabía, pero así era. Estaba en los Terrenos de Caza de sus antepasados, un lugar hecho para ser hoyado solo por los muertos, pero una vaga certeza le decía que su estancia aquí era temporal. ¿Cual era el sentido o instinto que le estaba fallando si, de hecho, no veía ninguna posible salida ni tenía la más remota idea sobre ella?

Su visión de sí mismo era borrosa pero familiar. Sus conocidas ropas, tan usadas y gastadas, su pelo largo como la pluma del cuervo y los anchos hombros abrazados por un manto. Sus dos tomahawk colgaban al cinto. La imagen, a su modo, era perfecta. No echaba en falta nada ni notaba nada de más. Todo era como tenía que ser.

Y sin embargo, el ambiente le provoca una sensación parecida al miedo. Tal vez las emociones no fueran tal y como las había experimentado antaño: los sentimentos eran recuerdos de auténticas experiencias. Impresiones inciertas, más parecida a un déjà vu que a cualquier otra cosa. En todo caso, Dakota no era capaz de notar la diferencia, y lo que le atenazaba el estómago ahora le parecía auténtico terror.

El paisaje en el que estaba era triste y gris. La vegetación abundaba, flores y arbustos, pero todo estaba reseco y no parecía haber alegrado nunca la tierra con su color ni olor. Varios cerros rompían la monotonía, y en muchos se veían entradas a pequeñas cuevas. Pequeñas acumulaciones de piedras blancas, que no parecían haberse reunido de forma natural, se repartían por todo el llano. Un montículo rodeado por piedras planas estaba en el centro justo de la llanura circular que el apache miraba. Era un cementerio. No uno de esos jardines vallados con lápidas que acostumbraban a morar los fantasmas de los blancos, sino un cementerio indio. Sus terrores comenzaron a hacerse sentir como un peso que le aplastaba, a pesar de que, para sí, se decía continuamente que no tenía nada que temer. Bajo ese montículo está mi madre pensaba Dakota, ...alguien vendrá a rezar una plegaria por ella... tal vez mi viejo abuelo el shaman de la tribu, o quizá el Predicador. El indio era un mero espectador en su conciencia, los pensamientos "le sucedían".

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28/04/2010, 14:15
Director

Notas de juego

Reglas para los Terrenos de Caza.

-Todos los posts estarán íntegramente en cursiva, y el tiempo verbal será en pasado.
-Siempre que te dé pie a que postees, serás dueño de las acciones de Dakota. Sin embargo, cualquiera de mis posts puede incluir tantas acciones de Dakota como yo quiera, siendo tú un simple espectador de lo que hace el indio.
-Si superas con éxito tu estancia en los terrenos de caza, Dakota recuperará el sentido en la realidad, y puede que ganes algo por la experiencia vivida. Si Dakota muere en los Terrenos de Caza, no morirá en la realidad, pero su recuperación estará en manos del master, y como mínimo ganarás alguna desventaja de por vida.
-Eso es todo. Simplemente intenta amoldarte a mi forma de narrar y a mis descripciones sobre el estado de Dakota.

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29/04/2010, 16:18
Dakota

Dakota no necesitó mucho tiempo para reconocer donde estaba. Su abuelo le había hablado cientos de veces sobre aquel lugar, y ahora el indio sabía, con toda certeza, que el viejo chamán había estado alguna vez allí. Sus descripciones habían sido aterradoramente precisas, algo que no podía conseguirse con simple “Agua de Fuego” o “guisados místico”. Y lo más horrible de todo, era que Dakota al fin podía entender lo que el viejo tanto tiempo se había empecinado infructuosamente en transmitirle. Esa falta absoluta de sentimientos y de sensaciones, de completo vacío que lo atenazaba. Como aquellos días solitarios en la pradera, cuando por un fugaz instante el invierno y la primavera se superponen y no dejan signos de calor ni de frío en el aire. En esas ocasiones, por lo general la ráfaga más leve termina con el hechizo y devuelve a los hombres al mundo de los seres que sienten… pero nada de eso ocurriría aquí.

Dakota se movió, o pensó que se movía, o quizás solo lo imaginó. En cualquier caso, las lápidas se acercaron y pudo ver todo con mayor claridad. No entendía los nombres, aunque algunos símbolos le parecían vagamente conocidos, como si de alguna forma inconciente pudiera comprender su significado. Tal vez solo era que las tumbas lo llamaban… y algunas voces le sonaban más familiares.

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30/04/2010, 01:29
Director

Los recuerdos se entremezclaban, confusos y a la vez furiosos. La tierra y esas piedras blancas le recordaban a una forma de perro enorme hecha de cadáveres y con ojos de calavera. No tenía recuerdos asociados a esa imagen, solo una figura desprovista de contexto, pero lo cierto es que sí le traía malas impresiones. Este cementerio era mala medicina.

Los ojos de un Ranger de Texas le examinaban, analizando cada uno de sus movimientos. Dakota lo sabía aunque no lo pudiera ver. Los espíritus velaban por indios, y el Dios de los blancos vigilaba de los rostros pálidos, pero Dakota era un mestizo. El único juez y verdugo de sus actos y pensamientos era el Ranger de Texas.

Un silbido, como de cable de telégrafo siendo agitado por el viento, anunció un cambio. El suelo comenzó a moverse como si una bestia subterránea estuviera a punto de salir de ella. Una bestia subterránea con tentáculos y devoradora de caballos. Pero Danny Chang había cortado sus tentáculos, Dakota lo recordaba, de manera que vio natural que lo que saliera de la tierra fuera una mujer deforme y ensangrentada.

El indio observó el lento ascenso de la bestia-mujer, a medida que sus garras afiladas separaban la tierra y su cuerpo se reptaba hacia la superficie. La tierra abierta sangró un líquido negruzco, aceitoso al tacto y apestoso al olfato, a pesar de que Dakota ni lo tocó ni lo olió.

Sagrada Madre de Todos... ¿Qué te han hecho? murmuró Dakota, y como si respondiera a su llamada, la Madre se alzó ante él y le apuntó con ojos fieros.

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30/04/2010, 01:47
Madre

Madre se acercó a Dakota, mientras éste lo único que pudo hacer fue ver a Madre acercarse.

Madre siguió con los ojos clavados en Hijo, y pareció pasar una eternidad hasta que habló.

Portador de Muerte... no era ese el nombre que tenía pensado para ti.

Los labios de Madre no se movieron, pero Dakota supo que fue ella quien dijo esas palabras, aunque la voz de Madre sonaba exactamente como el resto de sus propios pensamientos.

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04/05/2010, 05:10
Dakota

Otra vez aquel nombre. Aquel nombre que ya nadie pronunciaba jamás en el mundo de los vivos. Dakota reconoció por fin aquella vieja pesadilla que solía atormentarlo en las noches sin luna. Aunque esta vez era diferente.

- El Abuelo dijo que fueron los Espíritus quienes lo eligieron.

La escena era familiar, exactamente igual a como había sido siempre. Sin embargo, esta vez Dakota se sentía extraño, fuera de lugar. Como si algún resquicio de conciencia se empecinara en permanecer a su lado, negándose a abandonarlo que aquella triste desolación. Una voz dentro de su alma que le gritaba… aunque aún Dakota no podía entender lo que decía.

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07/05/2010, 00:16
Madre

Cuando Dakota mencionó al viejo, un gesto de dolor deformó el rostro de la criatura. La oscuridad de sus ojos se volvió brillante, cargada de desesperación y odio.

-Ese viejo...

La enloquecida bestia en que se había convertido Madre escupió al cielo, como si maldijera al viejo chamán aún estando fuera de su alcance. El gesto pareció más bien el aullido de un coyote alzando la cabeza hacia la luna.

Pero no había luna en el torbellino de colores difusos y manchas abstractas que hacía el papel de cielo. Como en una parodia del juego infantil de buscar símiles en las siluetas de las nubes, las oscuridades de este firmamento también tenían formas caprichosas. Algunas parecidas a bisontes, cabezas de serpiente o hachas. Otras, más similares a calaveras, garras y cadáveres desmembrados.

- Ahora el ya no está más.

Madre empezó a acercarse a su asustado chiquillo. La boca de la deforme mujer se abría, y cuanto más grande parecía, más pequeño se sentía Dakota. Como si fuera un papoose* otra vez. Como en esos sueños en los que su madre le quitaba la vida, en lugar de dársela.

-Solo estamos tú y yo, hijo mío...

- Tiradas (3)

Notas de juego

*niño.

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07/05/2010, 00:25
Director

Notas de juego

Tira Redaños CD 5 y podrás separarte de Madre (a diferencia de en tus sueños). Como tienes 2d8+3, te basta con no sacar dos unos. Si pasaras la dificultad 5, pero sacaras menos de 7, te libras de su presa con éxito pero tienes que hacer tirada de susto (3d6 y mirar la tabla). Si sacas 7 o más en Redaños, no tendrás efectos negativos.

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07/05/2010, 01:13
Dakota
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Hago la tirada y cuando llego a casa te cuelgo un post.

Por cierto ¿como es el cambio de fichas? ¿Cuantas me dan si canjeo la azul? Depende de la respuesta puede que guarde alguna para esta tirada.

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10/05/2010, 21:06
Dakota

La figura avanzó unos pasos hacia el niño inmóvil. Dakota sintió que sus pies pesaban como rocas, y que su garganta se llenaba de arena y polvo. Impávido, incapaz de reaccionar, se entregó sumiso al abrazo. Un abrazo que le hacía arder la piel y que le escocía los ojos. Un abrazo del que no podía liberarse…

Cuando los labios de Madre a punto estuvieron de acariciarlo, un súbito temblor sacudió al apache, como un demonio que le pateara desde dentro del estómago. La sensación era gratificante, pero asquerosa, un vómito terrible que le permitía expurgar todo el miedo y el dolor de su cuerpo. El temblor lo sacaba de aquella macabra fascinación, y le permitía apartarse en el último instante, aunque allí las distancias y movimientos eran un todo confuso.

En cualquier caso, ya fuera porque Dakota se había apartado, o porque su madre se había detenido, la sensación de pavorosa urgencia comenzó a apagarse de a poco y finalmente remitió del todo. El indio observó los restos de su madre en silencio, aguardando sus reacciones.

Dakota nunca recordaba aquella parte del sueño.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tirada: 6 (Desorientación)

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12/05/2010, 02:50
Madre

Madre alargaba sus brazos, aún queriendo asir al hijo perdido. Su voz era triste al volver a pronunciar las palabras que no salían de ninguna garganta.

-Reunidos al fin... Después de tanto tiempo...

En estas frases parecía cargar todas las maldiciones de los antepasados; el veneno de todas las serpientes del desierto.

Su cuerpo muerto, podrido, comenzó a descomponerse, como daba la impresión de que debía haber hecho hace mucho tiempo. Por su cara resbalaron hilos de arena, como lágrimas, y su piel se deshizo lentamente en un polvo seco y gris. El cadáver momificado sufría una segunda agonía, su cara deformándose y la carne desprendiéndose de los huesos.

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12/05/2010, 03:06
Director

Pero en el proceso se escuchaba una risa sorda. Una carcajada ahogada y un gemido quejumbroso que recordó a Dakota al cacharro infernal que montaban los bandidos del desierto. Un viento venido de ninguna parte, que tampoco tenía destino, pareció disolver los ultimos restos polvorientos de Madre, pero las cenizas no se marchaban, sino que volaban ante Dakota y volvían a aparecer. Iban y venían. Iban y venían. Lo que era un hipnótico susurro se convirtió en un remolino de arena, en cuyo interior aún se agitaban los huesos pelados del cadáver que una vez había sido Madre.

Imagen hospedada en la web

La columna de afiladas vértebras zigzagueaba y restallaba como un látigo. La serpiente informe - que a ratos parecía una horrible Soga del Ahorcado, como la que había asustado a su caballo - se retorcía y desafiaba.

Dakota escuchó un gemido, y a su espalda sintió - más que ver, pues el vendabal ya comenzaba a cegarle - cómo tres cuerpos muertos se alzaban. Las tumbas detrás de Dakota se habían abierto, y de ellas habían salido tres difuntos guerreros indios. Tres cadáveres de guerreros bravos, con piel descompuesta pero ropas aún reconocibles: plumas en la cabeza y prendas de cuero. Por todo su cuerpo sangrante y podrido habían dibujados símbolos rituales. Pinturas de guerra.

Un apache muerto tensó un arco, otro alzó un pequeño tomahawk y el último adelantó la punta de una lanza. La Muerte le rondaba, pero Dakota no tenía miedo. Rezó a los espíritus, luchó contra el viento que procuraba cegarle y azotarle, y sintió el peso de su propio tomahawk.

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12/05/2010, 03:16
Director

Notas de juego

Tira Reflejos y declara (y narra) tu primera acción.

Si pretendes atacar al remolino, deberás hacer una tirada de Fuerza primero. Hagas lo que hagas, también tienes que tirar Vigor, dificultad 11 o estarás cegado, aunque si te alejaras un poco del remolino lo evitarías.

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12/05/2010, 20:45
Dakota

 

Dakota ya había enfrentado antes a esa criatura, y tenía bien en claro que no podía cometer los mismos errores. Permanecer dentro de su radio de acción era imperdonable y, además, tenía también otras amenazas de las que ocuparse.

Apenas sintió la sucia brisa en su piel, aquel polvo inmundo que despedía la criatura a su paso, el indio se giró de improviso y se dirigió hacia sus otros enemigos.

Sus manos desenfundaron las hachas que descansaban en sus caderas y descargaron su furia contra los tristes reflejos de su pueblo.

 

- Tiradas (5)

Notas de juego

Corro hacia los indios y le lanzo un Tomahawk al que esta por disparar la flecha. No tengo idea de los negativos, asi que eso calculalo vos y decime si le di.

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13/05/2010, 00:35
Director

El tomahawk lanzado por Dakota con tremenda fuerza giró en su vuelo hasta destrozar la rodilla de uno de los muertos vivientes. La madera del arco repiqueteó al chocar contra el duro suelo, y el engendro cayó a la vez. El cadáver de indio se miró la masa retorcida que antes era una pierna, ahora con los huesos rotos y casi amputada. La visión no pareció amedrentarlo lo más mínimo, pero tampoco era capaz de levantarse del suelo, y le resultaba imposible usar el arco en esas condiciones, de modo que sacó un pequeño cuchillo y comenzó a arrastrarse hacia Dakota.

La larga lanza hizo un rápido movimiento cuando el guerrero bravo reanimado más cercano atacó con ella a su oponente. Dakota esquivó el golpe, que iba bien apuntado hacia su pecho recibiendo tan solo un pequeño corte en el hombro. El otro mal espíritu abrió su boca podrida, enseñando unos dientes amarillos, y rugió un grito de guerra. Con los movimientos certeros de un apache que aún estuviera vivo, el cuerpo muerto levantó su hacha de piedra y buscó el flanco opuesto del enorme mestizo.

- Tiradas (4)
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13/05/2010, 06:39
Dakota

Ignorando la furia desencadenada de la bestia que tenía justo detrás suyo, el indio se abalanzo sobre aquellos tristes reflejos de sus congéneres. Si habían abandonado su descanso eterno para seguir la llamada del Enemigo, no merecían que Dakota tuviera piedad de ellos. Eran una afrenta a la Madre Tierra, aún peor que el engendro que rugía a sus espaldas. Habían traicionado su Amor y sus cuidados…

El apache se movió en una extraña diagonal, alejándose del remolino pero sin tomar una ruta directa hacia los otros enemigos, sino más bien abriéndose hacia su flanco derecho. En medio de esa carrera, cambió su Tomahawk a la mano libre y lo descargó contra aquel que blandía un hacha.

 

- Tiradas (4)
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13/05/2010, 15:52
Director

El segundo de los tomahawk voló hasta cortar en el torso al bravo enfurecido. Algo de sangre negra y coagulada salió de la herida, pero no demostró afectar al cadáver reanimado.

Dakota sentía el malvado remolino acercarse lentamente, como una tormenta viajando hacia las zonas habitadas. Incapaz de prestar más atención al zumbido a su espalda, se lanzó con las manos desnudas contra el indio muerto que le amenazaba con su hacha. El arma enemiga se afanaba en desmembrar a Dakota, pero los golpes solo le hacían arañazos que en su furor casi no sentía.

- Tiradas (5)
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14/05/2010, 01:48
Director

Las gruesas manos de Dakota aferraban los brazos del otro ser. Un golpe del poderoso hombro del mestizo hizo retroceder al enemigo, que no obstante volvió a conseguir rozar con su hacha al gigante. La lanza se clavó en el aire como un proyectil, apuntando perfectamente hacia Dakota, pero el apache desvió el arma con un poderoso golpe a la madera con sus mismas manos.

Tras forcejear un poco más, el corpulento medio-indio hizo retroceder a su contrincante lo suficiente como para aferrar el tomahawk caído cerca. Las heridas en el torso habían sido debiles, pero la suma de cortes comenzaba a resultarle dolorosa, y seguramente la pérdida de sangre no tardaría en pasarle factura.

En ese momento el cercano silbido le desconcertó. El viento helado que se retorcía a su espalda le agitó los cabellos y un restallar, como el de un látigo, le trajo gran dolor. Una púa del esqueleto del terrible demonio le había perforado el brazo izquierdo. Dakota no había perdido por completo la funcionalidad del miembro, pero el dolor era palpitante. El huracán soplaba y, aún de espaldas - no podía permitirse perder la atención de los guerreros - sentía la cercanía del polvo amenzando con cegarle.

- Tiradas (9)

Notas de juego

En lugar de hacer tiradas enfrentadas varias veces, hago dos acciones por ellos y te doy la acción de recuperar tu tomahawk por hecha.

Como he actuado por el demonio también, puedes hacer dos acciones esta vez. Si te separas otra vez del remolino, no tendrás que hacer tirada de vigor.

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14/05/2010, 02:35
Dakota

Como un búfalo herido de muerte, había cargado sin más contra su oponente, sin pensar, sin creer. Y solo había conseguido agravar su posición. Moviéndose a los tumbos, enceguecido por el dolor y la pena que lo invadían, Dakota no luchaba como un hombre, sino como una bestia, y sentía que Destino se acercaba.

Sintió el agudo pinchazo en su brazo, y supo que no tenía muchas esperanzas de sobrevivir a aquella batalla. Rodeado, superado ampliamente en número y enfrentado contra aquella bestia terrible y demoníaca que se cernía sobre él, solo le quedaba caer con gloria, dañando a sus enemigos tanto como pudiera, para que incluso en este lugar alejado de la caricia de la Madre Tierra, todos los diablos recordaran y temieran por siempre la valentía de aquel Bravo.

Justo en aquel momento de desesperación, su mano se posó en algo duro y frío, algo familiar que parecía acudir a su llamado. Alzó el Tomahawk con su mano derecha, y una sonrisa demencial iluminó sus facciones.

El primer objetivo era mantenerse con vida un poco más. Ganar tiempo para seguir golpeando, para seguir lastimando. Por ello, descargó un furioso golpe contra aquel que blandía el hacha, aunque su objetivo no era otro que apartarlo del camino. Si podía, debía alejarse de la Bestia-Remolino, y recuperar su arma perdida. Después… si había un “después”, seguro tendría tiempo de pensar en ello.

 

- Tiradas (1)
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14/05/2010, 03:33
Dakota

Aún no había escapado de la presa de aquel que empuñaba un hacha, cuando otro de aquellos seres grises se cruzó por su camino. Dakota lo había perdido de vista hacía unos instantes, pero sentía los ardientes aguijones de su lanza a cada momento.

Tampoco iba a trabar combate con aquel espíritu corrupto, pues no tenía tiempo que perder. Necesitaba alejarse de la Serpiente-Que-Aullaba, y cualquier obstáculo debía quedar atrás.

Casi sin darse cuenta, mientras intentaba esquivar los ataques enemigos, Dakota lanzó un golpe de revés con su hacha, más para recuperar el equilibrio que para intentar hacer algún daño. El camino de su Tomahawk se detuvo de repente contra algo blando, aunque el indio no se quedó para confirmar sus sospechas. Desesperado, casi tropezando, se alejó del lugar como pudo, bufando como una bestia herida y acorralada.

- Tiradas (5)