Partida Rol por web

Miro a Kain de reojo, observando como este empezaba a sangrar. Hm, no me habia fijado de esto anteriormente y justo cuando iba a preguntar sobre ello de manera firme, algo inesperado sucedio. Habiamos sido emboscados por otros Goblins sin que nos fijaramos, y atacaron con una ballesta el brazo de Glong. Me acerque inmediatamente agarrando una pañoleta en mi interior, y le digo a Glong. — Señor Glong, resista esto, le quitare la flecha y le hare una venda rapida, lo lamento. — Y sin darle mucho tiempo de pensarlo, retire la flecha e intento curarlo sin que oponga mucha resistencia pues utilizo toda mi fuerza, y miro al hombre que se llama Threkor, pues, esto ya no es tan sencillo. — No se confunda, señor Asmodeus. Las negociaciones no las tolerare, pues han atacado antes de hablar. Señor Threkor, 12, si tienen la habilidad magica para derribarlos... Que se hundan en sus creaciones al atacar a alguien de manera deshonrosa. — Y intento tomar el timon, aunque sea solo para que no pierda el curso y descifrar como se maneja. — ¡Señor Glong, digame como manejar esto rapido! — Y con la otra mano desenvaino mi espada, por cualquier ataque. 

Primeros auxilios a Kain, era la prioridad. Habia esperado lo justo, absorta en el paisaje, esperando a que una vez en Vectoria contara con suministros adecuados para cuidar de las heridas del joven pirata. 

sin embargo, las cosas nunca salian segun lo planeado. La voz recriminatoria de un molesto Glong ante la sangre del muchacho manchando la canasta me hizo volver la vista adentro. Era cierto, asi que mientras Kain sonreia y se disculpaba me ocupe en vendar con su camisa rasgada las supurantes heridas.

De pronto todo tomo otro giro tal vez mas inesperado cuando nos rodeaban otros globos con otros goblins que atacaban a su congenere e incluso nos amenazaban. Nuevamente palabras sueltas, amenazas y advertencias y mi mutismo imponiendoce mientras preferia no tomar cartas en eset asunto.

Ya cuando una zaeta clavada en el brazo de nuestro propio goblin me percate de la imperiosa necesidad que nuevamente se necesitaran servicios medicos. Desgraciadamente, y ante Elias que tomaba el timon negandoce a dialogar, en una embestida del equilibrio  mis buenos intentos de ayudar el brazo herido de Glong terminaron cauzando mas daño.

Mordi mi lengua, apenada, prontamente percatandome del error y tratar de enmendarlo seriamente, auqnue no sabia si el daño anterior habia sido irreparable.

-No podemos escapar de flechas y zaetas Elias. Murmure mirando de reojo al oscuro caballero. Tampoco me gustaba la idea de entregarles a Glong, ademas nos habian amenazado desde un inicio, era obvio que venian con intenciones de guerra y los pasajeros no eramos mas que simples espectadores desechables.

Mientras Elias sostenias las cuerdas buscando comandar el globo y poner distancia, los demas hablaban buscando apaciguar a los atacantes...impulsivamente aranque un boton dorado de la elegante chaqueta de Kain.

Mire al cielo, buscando el sol, escondiendome detras de los hombres era facil debido a mi pequeña y menuda figura.el dorado boton reflejando el brillo del astro fue dirigido entre mis manos un poco mas allaal cinturon, obligandolo a apagarce y encenderce como un foco llamativo buscando la atencion de los guardias que instantes atras habian pasado sobrevolando los lindes de las rocas.

- Me cago en Valkaria... - Glong apretó con fuerza sus dientes mientras Elias le sacaba la flecha y Agnis se acercaba para ayudarle a hacer un vendaje. - N-no os preocupéis... Ya me pasaron cosas peores. - Dijo entre dientes, mientras se levantaba, apoyándose con el otro brazo en la borda de la barquilla. - Tenemos que llegar a Vectoria cuanto antes, o no nos van a dejar en paz. - Glong se acercó de Elias, gruñó de dolor mientras Agnis le hacía un vendaje, y empezó a dar instrucciones de como podría Elias pilotar el globo.

Elias logró evitar una roca gigantesca que flotaba hacia el globo por centímetros.

Los goblins escucharon que decían los ocupantes del globo sin dejar de apuntar con sus ballestas. Estaban listos por disparar al escuchar las amenazas de Threkor, pero Asmodeus tenía una lengua de plata para librarse de problemas, y rápidamente consiguió provocar dudas entre los goblins.

- ¡Esta bien, estamos dispuestos a negociar! - Dijo uno de los goblins, el que había disparado. - ¡Dejareis a Glong en ese globo, y entonces subiréis al mio. Os costará 10 T$... - Los otros goblins en los globos rápidamente protestaron.

- ¡Ni hablar! ¡Van a subir al mio, los llevaré yo! - Dijo uno de ellos.

- ¡Yo tengo un mejor precio para ellos y mi globo es mas seguro, solo 8 T$ por persona...! - Dijo otro.

Y una discusión acalorada empezó entre los goblins, cada uno ofreciendo una mejor "promoción", hasta que la discusión estalló en una pelea por quien debería llevar al grupo. Glong empezó a reír.

- Sois unos genios. Goblins son tan codiciosos que no pueden perder una oportunidad por ganar dinero ¡Aprovechemos que se están peleando y larguémonos, antes que lleguen a una decisión! - Dijo, mientras daba instrucciones para Elias sobre como aumentar la velocidad del globo y por que camino debería seguir.

!Vamonos, Vamonos, Vamonos! — dijo el clon mientras corria hacia babor para asomarse a ver como las naves Goblins comenzaban a lanzase flechas y uno que otros comenzaban el abrodaje en las naves de sus compañeros. Desde donde 12 se encontraba no se podia ver muy bien la luchas en los navios pero si se veian las zaetas y las Flechas volando de un Globo a otro. — Han comenzado a pelearse entre ellos. 

Asmodeus  aunque en verdad dentro de sí sentía una gran felicidad, solo enseñaba al mundo una pequeña e majestuosa sonrisa al ver como los goblins tras sus bellas palabras empezaban a pelearse como unos salvajes por ver quién podía atraer el grupo por menos dinero hacia su barco. Tras ello di media vuelta y me dirigí de nuevo hacia mi posición original en el barco, arreglando y guardando mis cosas ya que en poco aterrizaríamos en Vectoria y por si acaso hubiera cualquier problema, arregle rápidamente mis ropas limpiándolas de mejor forma posible, poniendo mi anillo de sello en mi mano y después de todo esto me senté cómodamente.  

Miro de reojo a Elias cuando dijo que no quería negociar, me parece que no valora su vida lo suficiente, entonces Agnis rápida como un rayo arranco uno de los botones de mi chaqueta pero no proteste al ver para que lo usaba las misma palabras de la última vez cruzaron mi mente: "chica lista". Cuando volví la vista a nuestros atacantes lo vi pelear sobre quien tenía ofrecía el mejor precio, no era exactamente lo que planeaba pero me gustaba el resultado.

Me mantuve callado mientras lo demás gritaban y se esforzaban por salir vivos, este no era mi entorno y no sabía que hacer para ayudar así que mirando mi herida decidí hacer algo para dejar de manchar mi ropa. Me quité la chaqueta y el fajin.

-Agnis, aguanta esto -dije detrás suya mientras le ponía mi chaqueta

Luego me desabroche la camisa y use el fajin para limpiar un poco la sangre, luego de eso me lo puse alrededor de la herida tratando de contener la hemorragia. Una vez con ese triste intento de ralentizar el sangrado, cogí mi chaqueta y me la puse otra vez.

- ¡Están escapando, era todo una farsa! - Gritó uno de los goblins, los disparos fueron detenidos, mientras en gritos y insultos, los goblins empezaban a preparar sus ballestas para disparar hacia el globo de Glong.

- ...Creo que es hora de acelerar esto un poco. - Glong miraba hacia atrás, en la dirección de los otros globos que se aproximaban peligrosamente. - ¡Rápido, suelta esas bolsas! - Exclamó Glong hacia Elias mientras apuntaba hacia algunas bolsitas que colgaban desde la borda de la barquilla. Al soltarlas, el globo ganaría altura y velocidad, alcanzando Vectoria con rapidez.

la astucta lengua de Asmodeus, nos habia salvado de un enfrentamiento muy desventajoso para nosotros. Y en especial para el pirata,que se podia denotar que estaba muy profundamente herido, un ataque de esas balletas seria faltal dado su poco estado saludable.

Lastimosamente,el poco cerebro de los glonblins era lo suficiente como para de notar que estamos aprovechando su riña personal para nosotros escapar,por ese motivo me muevo rapidamente para soltar esas bolsas. Que tan deseperadamente esta señalando Glob, una vez termino de liberarlas. Me enfoco en mantener mis sentido alertas,listo para ser el escudo de este singular grupo que se ha formado en tan poco tiempo.

Con una buena estrategia, Glong consiguió eludir momentáneamente a los otros globos. Ahora tocaba llegar a Vectoria antes de que nos atraparan. Una vez allí me encargaría de que no me siguiera nadie y desaparecer de la vista de todos.

Miré por la parte trasera del globo para comprobar lo rápido o lentos que íbamos y si tendría que usar mi magia para frenar algún globo perseguidor. Si no llegábamos pronto a Vectoria, quizás derribara alguno simplemente por placer.

La rapidez con que Jabamiah había actuado bajo las órdenes de Glong sin duda había dejado al grupo en una posición ventajosa. No solo estaban fuera del alcance de las ballestas enemigas, como también estaban a pocos metros de llegar a Vectoria.

Los goblins detuvieron su persecución al ver, enfurecidos, como el globo de Glong entraba en el território de la ciudad, vigilado por la milicia de Vectoria.

- ¡Nos volveremos a encontrar, Glong! - Dijo uno de los goblins - ¡Y tened cuidado, aventureros, no va a ser que alguien os apuñale por las espaldas mientras conocéis la ciudad! -

Por fin, los globos comenzaron a alejarse, dispersandose. Glong comenzó a buscar un lugar donde podría aterrizar el globo.

Glong aterriza el globo en una grán plaza llena de árboles, en el extremo sur de Vectoria. Glong explica que se trata del "Parque de Entrada", una espécie de pista de aterrizaje para los visitantes. Por lo que Glong explica, cuando la ciudad voladora se encuentra "atracada" en una ciudad, el parque se llena completamente, pero en aquél dia, el parque se encontraba con pocas personas. Aún así, el parque se encuentra bastante agitado - con visitantes llegando, guías ofreciendo sus servicios y guardias patrullando.

El grupo también nota una série de monolitos de piedra con inscripciones mágicas, que brillan con una luz verdosa. En el centro de la plaza, existe una gran estatua de Vectorius, el alcalde de Vectoria.

Mientras íbamos dejando a atrás a nuestros atacantes me dedico a observarles con una sonrisa en la cara estuve apunto de decir algo cuando nos amenazaron, algo como: "Mas bien nos apuñalaréis en la rodilla porque a la espalda no llegáis." Pero decidí quedarme callado al menos por una vez.

En cuanto llegamos a Vectoria soy el primero en bajar del globo como si mi estancia en el hubiera sido un infierno y me pongo a mirar a mi alrededor en busca de una taberna o posada donde poder recuperarme un poco. Realmente quería descansar un poco y siendo sincero me gustaba la idea de pagar una habitación para estar a solas con Agnis mientras me sanaba las heridas tal vez ese fuera un buen momento para profundizar un poco en la amistad que teníamos. Y según pensaba en eso un sonrisa maliciosa se me dibujaba en la cara.

-Elias, vas a buscar al elfo que robo la espada ¿verdad? Entonces que te parece si reúnes información mientras yo me ocupo de sanar mis heridas y luego me cuentas lo que hayas averiguado para ir los dos a por ese malnacido. Lo has visto pelear tu solo dudo mucho que puedas necesitas una espada amiga.

Luego de escuchar los últimos improperios lanzados por los goblins. La ciudad  se veía cada vez mas cerca del grupo en el cual se encontraba 12. Para el clon con cada centímetro que acortaba con la ciudad era un centímetro mas cerca que estaba con la liberta.

Woooh, eso es quererse a uno mismo no lo creen — dijo 12 a los demás aventureros cuando vio la gran estatua que se alzaba en el centro de la plaza. Para luego Bajar del globo Tras Kain, que fue el primero en bajar, como si necesitase ir al baño pensó el chico. — Buenooo, al parecer ustedes ya tienen planes bastante definidos. Para el resto del grupo, ¿alguien desea ir a visitar el mercado local? tengo que comprar unas cosas, si alguien se quiere sumarse conmigo esta bienvenido 

Perfecto. Todos tienen cosas que hacer. Es mi momento.

Mientras el resto hablaba de ir a visitar la ciudad, me aparté del grupo y me dirigí hacia en dirección al centro, buscando la biblioteca de Vectoria o algo que se le pareciera. Allí encontraría los libros que estaba buscando y en los que pretendía aprender a desarrollar mi poder.

El conocimiento era poder y aquel se encontraba en los libros. Vectoria, la ciudad flotante, mágica, debería poseer una basta colección de tomos sobre magia y nigromancia en los que quería sumergirme y extraer todo el conocimiento que pudiera.

El grupo quedó a mis espaldas aún parloteando, bla, bla bla.

Tras nuestro encuentro malsano con los goblins pudimos llegar finalmente a Vectoria, esta vez sin mas contratiempo que solo esperar finalmente para que Glong estacionara el globo. Una vez hay podemos ver como nos da la bienvenidad Vectoria, con las imponentes estatuas y esos extraños monolitos.

No tardo demaciado,para que el grupo empezara dividirse entre quienes desean encontrar la espada que al parecer fue robada por un elfo, o acompañar al extravagante 12 en su mision de comprar.

-Joven Elias, si a usted  no le causa molestia, me ofresco  yo para ayudarte en tu busqueda.

 Si el me niega mi intenciones de ayudarlo, entonce procedere a acompañar a 12 en sus compras.