Partida Rol por web

Tormenta Azul 2: En la oscuridad

Traición en órbita

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01/06/2009, 09:23
Justin

Justin fué el primero en dejarse ver, pero no bajó la guardia.

-Lo lamento padre Cornellius, pero dadas las circunstancias, no voy a guardar mi arma sin que me dé antes una explicación de lo que está sucediendo. Yo solo intento cumplir mi misión, que es la de prestar apoyo al equipo de exploración del planeta y está claro que tanto Lombardi como la Iglesia lo único que quieren es hacerlo explotar sin importar las consecuencias, nisiquiera la supervivencia de nuestros compañeros, así que explíqueme, ¿cómo es eso de que estamos en el mismo bando?.

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01/06/2009, 11:25
Julius Cornellius

Cornellius permaneció en su posición con las manos levantadas mientras contestaba tranquilamente:

- Nuestras indagaciones están más avanzadas que las de sus líderes de Tormenta Azul. El peligro al que nos enfrentamos requiere medidas drásticas pero sabíamos que ni siquiera el Padre Kiros nos atendería. Sé que los avestitas tienen fama de fanáticos enloquecidos pero en esta ocasión me temo que tienen razón... Entiendo que los métodos que han tomado puedan parecer expeditivos pero les aseguro que en esta ocasión puede que sean necesarios. De cualquier forma me he ofrecido para intentar tender un puente de entendimiento... ¿Puedo aproximarme? Sólo deseo hablar... No me importa que me apunten con sus armas pero al menos quisiera ver con quien hablo de forma civilizada...

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01/06/2009, 11:30
Elgast Beck

- No me fío un pelo de esto...- afirmó en un susurro Elgast mientras se desplazaba oculto entre las cajas - Voy a aproximarme a las escaleras por si nos quieren tender una emboscada. No delatéis mi presencia...

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01/06/2009, 23:57
Ramveer al-Malik

Asintiendo a Elgast, Ramveer espera a que éste esté lo bastante oculto y en posición como para dar el siguiente paso. Sin bajar su arma, y haciendo un gesto a Justin para que siga apuntando, habla a su vez al sacerdote.

-Adelante, Padre Cornellius. Acérquese. Pero sepa que no hay razones para hacer lo que han hecho. Y mucho menos para lo que piensan hacer. Hay hombres inocentes allá abajo, hombres con una vida normal a sus espaldas, una familia. ¿Qué puede justificar que sean borrados de un plumazo? ¡Y por hombres que hablan en nombre de dios! Creo que nos debe una explicación mucho más completa que esa que ha esbozado. ¿A qué peligro se refiere exactamente, y en qué términos ha venido usted a negociar...?

Aunque habla sin esconderse, no deja de lado su arma, y sigue pendiente tanto del eskatónico como de la duquesa. Echa rápidas miradas a un lado y a otro. Pero, si hay que hablar, lo lógico es que sea él o el decados quien lo haga... o quizá el otro sacerdote, Valkian. Después de todo, ambos son religiosos, aunque sus Iglesias distan verdaderos mundos en sus planteamientos. Pero el al-Malik intuye que detrás de esta pacífica muestra de acercamiento, el eskatónico esconde algún propósito oculto. Una trampa...

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02/06/2009, 09:41
Julius Cornellius

Consciente de la tensión que flota en el ambiente Cornellius se aproxima lentamente, siempre con las manos en alto. Al llegar a un par de metros del grupo se detiene. Parece bastante tranquilo pese a la situación, conciliador como siempre.

- Es cierto: es una decisión difícil. Un grupo de hombres y mujeres que están en ese planeta arriesgando sus vidas. Pero no habríamos llegado a esa situación si no fuera por la tozudez del maestro Hammerdon y la falta de decisión del padre Kiros. Lo que se debió hacer desde el primer momento es volar esa instalación. De hecho nosotros mismos lo habríamos hecho si no fuera porque interceptaron a nuestro grupo de demolición.- al ver la cara de interrogación de los demás en la oscuridad el padre Cornellius asiente: - No se lo han contado ¿verdad? Es típico del Maestro Hammerdon: las informaciones sesgadas hacen que la gente cumpla con más motivación sus misiones. La hermandad de la Llama Sagrada pidió oficialmente a Hammerdon permiso para volar esa construcción y fue denegado. Luego intentamos hacer llegar una nave para cumplir esa misión sin arriesgar la vida de otros, pero la nave fue derribada. Por suerte no mostramos todas nuestras cartas y por ello Hammerdon nunca llegó a saber que nos habíamos infiltrado en este 'equipo de análisis'. Que falacia... ¿Qué no sabían nada de la estructura? Nosotros le hicimos llegar informes que no quiso atender. ¿Les habló de ellos?- nuevamente hubo un incómodo silencio - Reconózcanlo. Han sido engañados. Yo solo quiero ofrecerles la verdad.

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02/06/2009, 18:39
Ramveer al-Malik

El Al-Malik no mostró en absoluto ni sorpresa, ni contrariedad, ni aquiescencia. Hizo un gesto comedido de asentimiento, pero era totalmente neutro, parecía que, simplemente, se daba por enterado de lo que el eskatónico acababa de decir.

Pero, en su interior, los planteamientos del noble entraron en una verdadera zozobra. Si lo que estaba escuchando era cierto, y, por lo que sabía y la experiencia que tenía, podía serlo, la política y su familia especialmente le habían enseñado que nada es nunca transparente por completo, la situación era mucho más complicada de lo que querían hacerles ver en un principio.

Había que desentrañar toda la verdad de entre los cabos que se iban atando, tendidos por uno y por otro, todos ellos sostenidos por los intereses más diversos, incluso opuestos. Ramveer no se fiaba de nadie. De nadie. Tampoco de aquellos a los que decía servir, obedecer.

-La verdad. Palabra demasiado escueta para todo lo que contiene. Bien, usted, desde luego, tiene la suya. Y no estamos en contra de escucharla, como ya está viendo. Pero debe ser más explícito, más extenso, Padre Cornellius. ¿Qué es eso que esconde esa construcción, que es tan peligroso que debe ser destruida incluso sin evacuar a aquellos que han ido a investigar? ¿Y cómo lo averiguaron? Explíquese desde el principio, la verdad es algo ambiguo, y sólo contamos con palabras. Deberá ser convincente, como puede comprender...

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02/06/2009, 23:07
Julius Cornellius

El hombre sonrió de una forma un tanto condescendiente ante la última afirmación de Ramveer:

- Me temo mi buen amigo que el ser o no ser convincente no es una necesidad vital para mis compañeros. Debo decir que para mí - enfatizó estas dos palabras - sí que lo es. Digamos que aunque los objetivos son prioritarios y de ninguna forma discutibles cada uno de nosotros tiene una perspectiva de cómo debería acabar ésto. ¿Cree que el puente de mando resistirá un asedio serio? ¿O qué ustedes, en inferioridad numérica y habiendo perdido la iniciativa en el combate, podrán enfrentarse a nosotros?- negó con la cabeza - No. Me temo que mi papel aquí es intentar que las cosas no empeoren para ustedes. Vamos a destruir ese lugar y nadie podrá impedirlo. Lo úinico que busco es reducir las bajas. Bastante hay sobre mi conciencia al pensar en el hermano Igor y en los nombres de los que se encuentran en la superficie del planeta... si es que todavía se encuentran allí. Si a esas bajas se tienen que sumar sus nombres o incluso el mío...- se encogió de hombros - Pues que así sea. Pero el Pancreator nos ha concedido a todos la posibilidad de elegir... Espero que ustedes sean lo suficientemente sabios como para hacerlo correctamente.

Miró directamente a Ramveer:

- ¿Cómo lo sabíamos? Llevamos muchos años estudiando la pista del llamado Falso Profeta. ¿Creen que es sólo un asunto local de Tormenta Azul?- por primera vez levantó la voz enfatizando su frase: - ¡Ese ha sido el error de Hammerdon! Tormenta Azul, o mejor dicho Limbo, es el comienzo de los tentáculos de la oscuridad. Aunque mis compañeros avestitas estarían dispuestos a volar la estación espacial para no correr riesgos estamos seguros de que la tecnología no es nuestro enemigo principal: nuestro enemigo se oculta más allá de la dimensión oscura, con los poderes que el Falso Profeta, Anansi Kober, ha contactado.

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03/06/2009, 00:03
Elgast Beck

Eglast se dirigía a través de la penumbra hacia las escaleras, evitando no delatarse. Sus ojos se clavaban en el hueco de la escalera, alerta a cualquier movimiento que se produgera en ella; mientras sus oidos no dejaban escapar ninguna de las frases del traidor sacerdote.

"...nuestras indagaciones están más avanzadas que las de sus líderes...", las palabras del padre Cornellius resonaban como un eco en la cabeza de Elgast, ¿cuanto podría aventajar esa información a la que Hammerdon o Kiros poseían?

El traidor lanza la piedra y esconde la mano, habla de información pero se anda por las ramas. Hasta ahora en todo lo quue ha dicho no hay nada nuevo. Esto huele muy mal. Piensa. La mano de Elgast comenzaba a humedecerse; el sudor, causado por los nervios de la situación, hacía que sopesase la empuñadura de la espada, ajustándola repetidamente a su puño.

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03/06/2009, 00:20
Elgast Beck
Sólo para el director

Notas de juego

Imagino que las cajas no me permiten ver a Cornellius, al igual que el no puede verme a mi. Pero ¿puedo usar la habilidad Empatía para saber si en sus palabras oculta algo, está intentando ganar tiempo, está trampeando o simplemente está diciendo lo que realmente piensa?

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03/06/2009, 00:30
Ramveer al-Malik

-Ya. O sea, que ustedes han encontrado la verdad, y van a librar al universo de los tentáculos de oscuridad que empiezan a asomar por Limbo, haciendolo desaparecer, con todo lo que contiene, incluso el contingente de vidas humanas que ahora mismo están exponiéndose al peligro ya que están investigando y evaluando la real amenaza que la estructura encontrada representa.

No hay retintin ni sarcasmo en su voz. Sigue tan neutra como al principio, aunque es evidente que el noble está ya empezando a impacientarse. No le gustan al Al-Malik los fundamentalismos, esa ha sido una de las causas por la que se abrieron enormes brechas entre él y los miembros de su casa. El poder basado en el abuso, en la creencia de que se tiene la verdad absoluta, y por tano la única respuesta, es algo que el excéntrico y sin embargo abierto de miras Ramveer siempre ha detestado.

-Y usted ha venido a darnos la oportunidad de que entendamos eso, y nos rindamos de inmediato, pongamos en sus manos el Castigo Imperial, y contemplemos con alivio como Limbo es destruído, junto con toda esa maldad. Creo que no nos ha calibrado bien, Padre. Lo siento, pero lo que yo me temo es que les importe o no a sus amigos su vida, o la nuestra, a nosotros sí nos importan las vidas de nuestros compañeros ahí abajo. No digo que quizá no sea mejor acabar con la estructura. Con Limbo, incluso, no estoy en condiciones de juzgar. Pero las cosas han ido de otro modo, y ahora van a seguir por ese camino. Para empezar, no sé qué clase de ultimátum están dispuestos a darnos, pero sea el que sea, lo rechazo. Y creo que hablo en nombre de mis compañeros al decirlo. Y ahora, Padre, hay trabajo que hacer. Le agradezco que lo haya intentado. Por favor, Justin, ¿quieres cachear a nuestro invitado, antes de que decidamos qué hacemos con él...?

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03/06/2009, 00:49
Justin

-Debo advertirle, padre Cornellius, que he recuperado el control de la nave y que he puesto mi propio código de seguridad. Si fuera necesario, podría hacer explotar la nave entera con todos sus ocupantes. Ahora díganme, teniendo en cuenta que en este momento tengo bajo mi control la accesibilidad de las cápsulas de salvamento, ¿no le parece un tanto absurdo el intentar intimidarnos?. Si tenemos el convencimiento de que lo que van a hacer es, tal como parece, una atrocidad, no dude de que tomaré las medidas que sean necesarias para evitarlo. Así pues, le sugiero que intente persuadirnos de otra forma. Sobre Hammerdon...no me fió más de él que de usted, y ya que no tiene usted forma de probar lo que está diciendo, me temo que debemos seguir con nuestra misión. Al menos, explíquenos qué es lo que creen ustedes que hay ahí abajo.

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03/06/2009, 12:25
Valkian Kadish

-¿Pero de qué verdad habla, padre? Su fe y su verdad son bastante peculiares -dijo el amalteano saliendo de su mutismo-, sus actos se corresponden a los de fanáticos religiosos a los que no les importa acabar con la vida de inocentes con tal de cumplir con un propósito falsamente divino. Lo de ustedes me recuerda a historias de antaño, a la que solía escribirse en los libros y en los que se narraban cruzadas en nombre de un Dios en circunstancias que no eran más que una seguidilla de matanzas, saqueos y un sinfín de abusos en nombre de ese Dios. ¿Qué diferencia eso de lo que ustedes pretenden hacer?

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11/06/2009, 17:59
Director

Notas de juego

No. Para poder usar la empatía deberías estar cerca de él, ver sus gestos de forma más precisa. Desde esta distancia es imposible.

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11/06/2009, 18:00
Julius Cornellius

Cornellius no ocultó una mueca de decepción ante las palabras de Justin:

- Oh... vaya... sabíamos que algo así podría suceder si no actuábamos con prontitud.- negó con la cabeza - Por eso yo me empeñé en intentar convencerles antes de que llegásemos a esta situación. Lástima que sólo a partir del descontrol actual hayan accedido mis compañeros a escucharme.

Se sentó en una de las cajas cercanas y cruzó los dedos de sus manos, como meditando.

- No hay ultimatum.- dijo contestando a Ramveer - Tal y como están las cosas estamos en tablas. Ustedes tienen la manera de activar el Castigo Imperial y nosotros el control armado de la nave. Ustedes no pueden irse y nosotros no podemos disparar. Que absurdo... ¿Por qué la humanidad nunca puede ponerse de acuerdo? Veamos... Déjenme empezar por el principio...
»Desde hace varios años una pequeña secta de nuestra Orden lleva estudiando lo que llamamos los Libros del Falso Profeta. Se trata de unos escritos que narran, según creemos, las andanzas de Anansi Kobers. No sabíamos de donde procedía hasta hace cosa de un año. Entonces descubrimos que todo se inició en Tormenta Azul... O más concretamente en Limbo. En la época de la Segunda República Anansi fue destinado a ese planeta para establecer una base activa que suministrara soporte vital a la Estación Espacial. Era una misión de avituallamiento. Por aquel tiempo Tormenta Azul aún no debía ser lo que es ahora. Pero algo pasó en ese planeta y Anansi regresó no solo con avituallamiento sino con una fuente de sabiduría tan terrible como poderosa. Ésta es la parte que menos clara tenemos y que no hemos podido iluminar. Es precisamente lo que su grupo de investigación intenta descubrir ahí abajo... Pero que no tiene importancia real.
»La importancia real radica en lo que figura en el resto de los escritos: Anansi viajó de un sistema a otro mucho después de abandonar Tormenta Azul. En realidad parecía estar en varios sistemas a la vez en algún momento, por lo que algunos le concedieron el don de la ubicuidad. No es así: la explicación es otra. De alguna forma ese individuo había pactado con siniestros poderes para conseguir una serie de portales que enlazaban varios mundos... Perdonen que no me explaye en esa parte pero no entiendo nada de ese tipo de mecánica. Digamos que podía viajar por túneles en el espacio... Una tecnología maravillosa si no fuera porque su procedencia y funcionamiento exigen el sacrificio de energía vital. ¿Se han parado a pensar por qué los soles se están apagando? ¿Y si esto tuviera relación?
»Nuestra investigación nos llevó, tras muchos años, a Tormenta Azul. Descubrimos con sorpresa que este era el punto cero de las investigaciones de Kobers. Y creemos que en Limbo se encuentra el núcleo central de su demoníaca red de túneles espaciales... Lo que devora la energía...

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12/06/2009, 11:00
Elgast Beck

Elgast escuchaba atentamente toda la historia de Cornellius. Cuando éste terminó, un tenso silencio se  apoderó de la bodega de carga. Ahora quedaba todo mucho más claro, sin embargo seguía sin comprender cómo una persona tan coherente, como parecía ser Cornellius, se guiara por unos actos tan impulsivos como era el uso de un arma tan destructiva.

A sabiendas de perder su cobertura y el factor sorpresa, Elgast salió de su cobertura con el fin de tomar la palabra:

- Padre Cornellius, soy Elgast Beck de la casa Decados, imagino que habrá hecho los deberes y sabrá bien quien soy . Muchas gracias por la información, ha quedado muy claro el por qué de sus propósitos con respecto a utilizar el Castigo Imperial. Sin embargo… - en la frente de Elgast aparecieron unas pequeñas arrugas indicando su esfuerzo para escoger las palabras de lo que estaba pensando – ustedes deben llevar mucho tiempo estudiando esos escritos, investigando y certificando como punto por punto sus suposiciones ,y ahora que están tan cerca… les entran las prisas, no lo entiendo. Según lo que nos ha contado, realmente aún no saben todo el entramado de la historia sobre Anansi Kobers, no tienen la completa certeza de lo que realmente esconde ese planeta, y quieren volarlo en pedazos. ¿Y si su investigación no es totalmente válida?, ¿y si vuelan el planeta y no se consigue absolutamente nada?, es más ¿y sin haber conseguido nada resulta que han volado por los aires la única posibilidad de obtener una solución y dar por terminada toda esta historia? Como ya sabe un grupo de valientes ha bajado ahí para averiguarlo, ustedes llevarán metidos en esto varios años, si no son décadas o siglos. Démosles a esas personas unos pocos días, ¿qué son unos pocos días comparados con el tiempo que la Llama Sagrada ha esperado tanto?

Elgast mira directamente a los ojos de Cornellius, quedándose unos segundos en silencio para que asimile todas sus palabras. Levanta la vista y la dirige a sus compañeros:

- Antes de nada, no creo que este sea el mejor lugar para hablar estos temas. Justin, ya tienes la tarjeta, volvamos a la sala de mando ahí estaremos más seguros.

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12/06/2009, 11:11
Julius Cornellius

Cornellius se mostró sobresaltado al ver aparecer a Justin. Luego escuchó con calma sus palabras antes de contestar:

- Es cierto.... hasta cierto punto. Ya hemos destruido uno de esos portales infernales. Creemos que no hay más que investigar: el nexo de todos esos portales está en Limbo y debe ser destruido. Estudiarlo solo acrecentará la tentación de reabrir su investigación y sucumbir, como Kobers, a la oscuridad. Créame... ya ha pasado en una ocasión que un ferviente defensor de la fe ha caído bajo el influjo de esos demonios...

Luego se volvió hacia Justin:

- Lo que dice el señor Beck es cierto: quizás debamos discutir esto en otro lugar. Me temo que mis compañeros son menos coherentes en su modo de actuar... les sugiero que me usen como rehén para alcanzar el puente de mando.

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12/06/2009, 22:37
Justin

-Estoy de acuerdo. Y por supuesto, creo que es buena idea que nos sirva de rehén. Me alegro de que acepte su situación con tanto estoicismo. En cualquier caso, si todo lo que tiene son conjeturas, creo que va a tener que buscarse algo mejor. Le reconozco que esa idea de los portales de salto alimentados por energía vital es coherente con lo que ví en aquel lugar, cuando fuimos a rescatar al padre Kiros. Pero todo lo demás, no parecen más que desvaríos de un loco con aires de grandeza. Y si además provienen de una secta que ni siquiera está admitida dentro de la doctrina de la iglesia del Pancreator,...¿qué quiere que le diga?. Puede contestarme mientras vamos de vuelta al puente de mando.

Mientras camina, Justin piensa...cápsulas de escape, sistema de autodrestrucción de la nave. Si la otra opción era el genocidio indiscriminado, injustificado y desmesurado de todo aquel que habitase en aquel lugar, sin nisiquiera molestarse en averiguar qué era lo que sucedía, la opción de hacer saltar la nave por los aires y volver en algún vehículo auxiliar, cada vez le parecía más atractiva.

Notas de juego

 

 

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13/06/2009, 21:16
Ramveer al-Malik

Ramveer asintió a la sugerencia del Decados, sí, también él creía que era mejor seguir con la conversación en otro lugar. Así que se irguió, y sin dejar de apuntar al sacerdote hizo un gesto a la Duquesa para que se adelantara, y echaran a andar en dirección al puente.

Lo que el eskatónico decía no dejaba de tener sentido. Era algo palpable que algo consumía los soles a gran escala, y esa podía ser una respuesta. Y cuadraba con lo que poco a poco iba averiguando, revelado por unos y por otros. Y la fuente de energía... podía ser la vida, desde luego. La vida era energía en sí misma. Este era un concepto macabro y aterrador, drenar energía de seres vivos, y conseguirla al precio de coste de la muerte. No era una idea nueva, siempre se habían explotado a los seres vivos para obtener poder, de un modo u otro. Pero lo cruel, lo descarnado, era la magnitud y la frialdad con la que se estaba actuando si lo que sostenía el sectario era cierto.

Y si lo era... comprendía la decisión de suprimir Limbo. Aunque, como Justin, pensaba que esa era una decisión que no podía tomarse sin estar muy seguros de que no iba a ser justamente un modo de complicar las cosas, o, incluso, de hacerlas irresolubles.

-¿Ya han destruido uno de esos portales? ¿Donde? ¿Y con qué consecuencias?

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14/06/2009, 19:58
Valkian Kadish

Mientras caminaban de regreso al puente de mando, el amalteano analizaba las palabras de Cornellius hasta que, nuevamente, se decidió a hablar.

-Padre, la hipótesis de que los soles se estén apagando a raíz del uso de esos túneles espaciales no es más que eso, una hipótesis, un supuesto. No tienen pruebas que la demuestren, todo se basa en aquello que creen -y comenzó a citarlo-... "Creemos que en Limbo se encuentra el núcleo central"... Creemos, padre, eso ha dicho, creemos. No tienen pruebas. ¿Y si esos túneles funcionan de forma independiente pero están conectados entre sí? Algo así como una red de ordenadores o aún más sencillo, una línea telefónica, en la que puedo establecer comunicación con otro marcando un código de acceso, en este caso el número telefónico. Los túneles puede que funcionen con el mismo sistema, hay que marcar una secuencia, una dirección, no lo se, pero debe existir un modo. Si en Tormenta Azul existe una de esas puertas a los túneles, destruírla no inutilizará el uso de los túneles, simplemente quitará esa dirección de la lista.

Valkian hablaba y su mirada pasaba de un rostro a otro. Su voz, como de costumbre, era serena, conciliadora.

-En el supuesto de que cada vez que se activa un túnel se consume la energía vital del lugar en el que éste se encuentra ¿Le parece correcto salvarnos nosotros y no alertar a los otros destinos para que dejen de usarlos?

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16/06/2009, 18:24
Rubenor Hodus

Mientras hablaba la comitiva se dirigía, con su nuevo rehén, hacia el montacargas. Aunque nadie lo había mencionado la duquesa iba cerca de Cornellius y dentro del alcance de las armas de los demás hombres. En el momento en que se subían al montacargas Rubenor hizo una señal hacia las escaleras:

- Iré por las escaleras para cubrir la subida del montacargas. Así podré advertir a sus amigos que no hagan ninguna tontería si no quieren perderle.- le dijo al sacerdote.

Después se alejó a paso rápido del grupo mientras los demás se situaban en el improvisado ascensor.