Partida Rol por web

La segunda ronda daba comienzo. El Torneo pokemon continuaba con sus combates y la gente no quería perderse tal evento por lo que el estadio pokemon estaba a reventar. Los primeros combates ya daban comienzo cuando en el campo de batalla aparecieron los dos contendientes, Chrono y Maco.

Maco y Chrono, dos entrenadores que se habían presentado en el anterior Torneo, el primero había obtenido una muy buena clasificación, mientras que el segundo había obtenido un peor resultado. Sin duda, el haber obtenido Maco la segunda posición en el torneo anterior le había garantizado un mejor equipo y eso le había facilitado las cosas para adquirir tan buen resultado. En cambio Chrono se las habia visto canutas para poder derrotar a Shun y a pesar de sus múltiples esfuerzos no obtuvo un buen resultado. Pero ahora la cosa era distinta, no había nada decidido en aquel combate, así que una amplia gama de posibilidades se mostraba ante los entrenadores.

Chrono y Maco estaban dispuestos a dar todo en aquel combate. El árbitro alzó el banderín para que los técnicos dieran paso al terreno de juego.

Las compuertas que había bajo los atriles de ambos entrenadores se abrieron y tras ellas apareció un campo usual. Esta vez ningún pokémon se vería beneficiado por las condiciones del terreno de batalla.

Una nueva señal del árbitro hizo que los técnicos escogieran el clima con el que se empezaría, siendo también un clima habitual y sin temperaturas extremas.

Los espectadores gritaban de la emoción, la elección surgida de ambas combinaciones darían lugar, sin duda a un singular combate en la que los entrenadores pokémon darían todo lo que estuviera en su mano para clasificarse para la siguiente ronda.

Llegué al combate con muchos ánimos por la victoria anterior contra Jasper, pero no quería confiarme. No sabía qué pokemon podría sacar Chrono, así que lo mejor era ir tranquilo y con la cabeza despejada.

Me situé y esperé a ver qué tipo de clima tocaba ahora. La normalidad era buena, aunque hubiera preferido un tipo de clima más duro.

Mucha suerte Chrono dije a mi contrincante al tiempo que sacaba una de mis pokeball.

Es tu turno. ¡Adelante, Froslass!

Froslass salió de su pokeball. Con un elegante movimiento, su cuerpo emitió pequeños fragmentos de cristal. Estábamos preparados para el combate

Chrono se situó en uno de los extremos del campo de batalla que se había escogido para aquella segunda ronda del torneo y lo observó. Al igual que el campo en el que había combatido la última vez, se trataba de un campo totalmente neutro y sin clima alterado, lo era, en su opinión, bastante positivo: todo dependía de los Pokémon, y no de factores externos. Aunque claro, la última vez había perdido sin remedio, y cosechando el peor de los resultados. Alzó la mirada hacia su nuevo oponente, un chico llamado Maco, y le sonrió.

-¡Espero que tengamos un buen combate! - le dijo, mientras llevaba su mano a su cinturón y agarraba una de sus Pokéball, para posteriormente lanzarla al campo. - ¡Adelante!

La Pokéball se abrió en el aire con un chasquido y dejó salir al primer Pokémon de Chrono: Boldore.

El combate estaba a punto de comenzar y los dos entrenadores salieron al campo de batalla con convicción. Al dar la señal el árbitro, ambos contrincantes hicieron su primera elección sacando sus pokemons frente a ellos listos para el combate que se avecinaba.

El público espectante observaba a los dos entrenadores y a los pokemons que estaban a punto de enfrentarse, sin duda prometía ser un combate emocionante.

-¡Boldore, empieza con tu Trampa Rocas!

Tenemos un rival duro pensé al ver que el pokemon elegido por mi rival era Boldore.

Muy bien, Froslass. Este campo es muy aburrido. Crea uno que te guste más. ¡Usa Granizo!

Froslass emitió un pequeño canto y unos círculos se dirigieron al cielo. De ellos comenzaron a salir unas nubes oscuras. Froslass se lanzó contra ellas y, al segundo, empezó a granizar. Froslass bajó con la velocidad del rayo a situarse en su posición

Frosslas comenzó a cantar, los sonidos emitidos atrajeron una gran tormenta sobre el campo de batalla. Los espectadores sacaron sus paraguas y sus bufandas para protegerse del frío causado. Instantes después comenzó a granizar.

El fuerte temporal hizo que Boldore perdiera de vista a su enemigo. Sin lugar a dudas aquello hacía que Frosslas se camuflase entre las precipitaciones y su velocidad tampoco ayudaba en nada para localizarle.

Por si acaso, Boldore decidió comenzar a disparar piedras y repartirlas por todo el estadio. Ahora, cuando Maco sacara un pokémon nuevo sufriría los efectos de aquella trampa formada a base de rocas.

-¡Bien, Boldore! - exclamó Chrono cuando su Pokémon repartió todas aquellas piedras afiladas por el campo de batalla. Tal vez aquel movimiento no había dañado a Froslass, pero le aseguraba que, cualquiera que fuese el Pokémon que llegase después, no estaría al cien por cien. - ¡Ahora intenta golpearle con tu Roca Afilada! - dijo el entrenador. Sabía que aquella granizada que el Pokémon de Maco había provocado dificultaría las cosas, pero confiaba en su Pokémon.

¡Rápido, Froslass, usa este clima a tu favor! ¡Ataca con Ventisca!

Froslass alzó sus brazos y una gran cantidad de granizo empezó a rodearle. Acto seguido, con un movimiento ágil, lanzó todos esos granizos a Boldore

Froslass aprovechó el cambio en la situación atmosférica para descargar una fuerte ventisca sobre Boldore que le recubrió el cuerpo de hielo y le dañó gravemente resquebrajando la roca de su cuerpo. Pero Boldore aprovechó una de las rocas que saltaron por los aires tras aquel ataque para pulirla y lanzarla directamete contra su rival.

Aquel pedrusco golpeó tan fuerte a Frosslas que lo envió varios metros más allá. El pokémon había sido debilitado de un solo golpe, pues el filo del pedrusco había penetrado en el cuerpo helado del pokémon fantasma haciéndole un gran daño. 

Sin duda esta vez Maco había cometido un error en elegir a Frosslas, pero estaba claro que no se dejaría vencer tan fácilmente y había que tener en cuenta también que Boldore había sido dañado de gravedad.

A pesar de que el público aplaudía sin cesar a Chrono, Maco toqueteaba sus pokéball pensando cuál sería la elección más indicada para el siguiente asalto.

¡Froslass vuelve! grité al tiempo que le señalaba con la pokeball. Has hecho un buen trabajo. Ahora tienes que descansar

Guarde su pokeball y cogí otra

Es tu turno. ¡Adelante... Lombre!

¡Usa Gigadrenado!

-¡Boldore, cuidado! ¡Usa Protección! - indicó Chrono al Pokémon de roca. Estaba orgulloso de él, había logrado debilitar al Pokémon de su rival de un solo golpe y, pese a que había sufrido graves daños debido al granizo y el ataque Ventisca, seguía en pie. Sabía, no obstante, que no aguantaría mucho más, pero con suerte podría resistir un poco más y permitir que el granizo dañase a Lombre.

Maco recogió velozmente a su Frosslas que había caído tras recibir el primer impacto. Sin duda la roca afilada que le habían enviado Boldore había hecho demasiado daño al pobre pokémon. Pero Maco no perdió mucho el tiempo en escoger un pokémon y mandarlo al campo de batalla.

Nada más entrar Lombre se clavó la trampa roca que había hecho Boldore y sufrió por el daño causado. Pero no temió pues pretendía absorber la energía de la roca de su rival para recuperar la suya. Unas bolas de energía verde fueron directas a clavárselas cuando rebotaron en una especie de escudo protector.

Boldore había usado protección evitando así que Lombre se recuperase de las heridas causadas. Eso les llevó a que ambos pokémon se resintiesen por el frío que había en aquel momento. El granizo golpeaba sus cuerpos causándoles más heridas.

Vaya, bonita forma de protegerse pensé al ver cómo Chrono se defendía

No te preocupes, Lombre, y volvamos a intentarlo. ¡Usa Gigadrenado otra vez!

Chrono frunció el ceño. Boldore había resistido y, como había planeado, Lombre había recibido el daño tanto del clima como de la trampa de rocas colocada por su Pokémon al principio del combate. Pero, ¿qué iba a hacer ahora? Boldore no resistiría uno de aquellos ataques de Lombre. Después de todo, el Pokémon de su rival era de no solo uno, sino dos tipos contra los que el tipo roca de Boldore era débil. Se mordió el labio.

-¡Boldore, vuelve a usar Protección! - aquello no le iba a servir nada más que para ganar tiempo, y ni siquiera sabía si lo conseguiría...

Chrono volvió a mandar usar a su Boldore usar el movimiento protección, pero aquel movimiento si se usaba repetidamente cada vez tenía menos efectividad y así sucedió. El gigadrenado de Lombre comenzó a absorber la energía que le quedaba al debilitado pokémon roca hasta que no le dejó nada.

Boldore estaba fuera de combate, Lombre era el ganador.

Mientras Chrono se decidía cuál sería su siguiente elección la tormenta de hielo continuaba cayendo en el estadio, lo que le causaba un terrible dolor a Lombre, que a pesar de haber sanado algunas de sus heridas volvía a estar como antes.

El público continuaba emocionado por la situación, Chrono llevaba la ventaja en aquel torneo, pero Maco, poco a poco iba recortando las distancias, sin duda esa nueva elección sería lo que decantara la balanza hacia uno u otro lado del campo de batalla.

-¡Boldore, vuelve! - dijo Chrono mientras el rayo de luz roja envolvía al Pokémon roca y lo hacía volver al interior de su Pokéball. - Lo has hecho realmente bien. Te mereces un descanso. - sonrió a la Pokéball.

Chrono miró fijamente a Lombre, el Pokémon de Maco. Estaba seguro de que sería un rival duro, así que tenía que escoger con mucho detenimiento cuál sería el siguiente Pokémon que llamaría al combate. Le llevó casi un minuto decidirse, pero lanzó la Pokéball muy rápidamente al campo, la cual se abrió con un estallido para dejar paso a...

-¡Flaaffy, adelante! ¡Usa Rayo!

Chrono había sacado un pokemon eléctrico para combatir a Lombre. Aunque sus ataques no fueran del todo efectivos contra mi pokemon, una cosa estaba clara, y es que los pokemon eléctricos eran rivales muy potentes

Está bien, Lombre. ¡Dale un baño de bienvenida! ¡Usa Surf!