Desconcertada por el movimiento del demonio la masa se deja caer hacia atrás, intentando sepultar a su compañero con su gelatinoso cuerpo para protegerlo del ataque de aquella bestia, y a ser posible, atraparlo cuando diese el primer espadazo.
Si el director permite al demonio volar, gasto 1 punto de cansancio para intentar cubrir a tiempo al playmobil con mi cuerpo, y desde ahí si lo consigo ya ejecutaría la maniobra de agarre a la desesperada cuando ataque XDD Si no le está permitido planear, pues realizo lo que tenía pensado antes.
En espera de que me digas si tengo que realizar alguna (o varias tiradas), maestro de juguetes ^^
El demonio ya ha volado antes, y puede hacerlo siempre que quiera.
cosa verde, para mantenerte entretenida, 1d6. Como sólo has gastado un punto de esfuerzo en el intento, la dificultad es de 5+.
Si no lo logras, el playmóbil estará a disposición del demonio.
Cita:
pues si vas en contra de los skavens, eres aliado nuestro porque vamos en busca de su escondite para atacarles...o intentarlo
veo como se me acerca para atacarme
echo a correr un poco hacia atras mientras le sigo diciendo
si nos atacas no eres de los nuestros y por lo tanto nuestro ejercito te considerará un skaven más....aunque por la forma no parezcas...
Tirada: 1d6
Motivo: Proteger con gelatina
Dificultad: 5+
Resultado: 2 (Fracaso)
¿5+ en un dado de 6 para cubrir a John? Con mi suerte me parece que es mejor que vaya haciendo la tirada para intentar repararse XD Bueno, vamos allá...
Lo dicho, ha recoger las piezas ^^
jejeje...al menos venga mi muerte...la muerte de un anciano playmobil
El demonio se queda parado en seco.
- ¿Que sabeis vosotros de los skavens?- Con una rapidez insolita para alguien de su tamaño, el demonio estaba sentado con las piernas cruzadas y la espada estaba guardada en la vaina. Tenia una cara diabolicamente angelical y se disponia a escuchar la historia del playmobil. No todos los dias se encontraban aliados para luchar contra los hombres rata.
Que yo voy por la vida matando gente porque si, si fuera un devorador de almas ya seria otra cosa xD
Desorientada por el brusco movimiento, la masa intenta desenredar con torpeza su revueltas gelatinas. El porqué el monstruo a parado en seco su ataque escapa a su entendimiento, así que se limita a retozar por el suelo, atenta a los movimientos del gran demonio y dejando que su compañero azul hable mientras que ella se recupera de los grandes esfuerzos que ha hecho. Al menos si el ser de las tenazas vuelve a atacarlos estará preparada...
¿Entonces vas por ahí seduciendo gente? Es que como eres un heraldo de Slaanesh... XD
Observación: mi personaje no puede hablar (al menos de momento, y supongo que ya te habrás fijado en que no estaba muy comunicativo ^^), así que aunque es capaz de expresarse mínimamente con sus movimientos y burbujeos, la dialéctica sobre la posible alianza contra los ratoniles skaven se le escapa, así que tampoco podré intervenir tan activamente como me gustaría
Como ya he dicho esto queda en tus manos ^^ Espero que se te dé bien convencer (o al menos distrerle hasta que me haya recuperado y pueda hacer más transformaciones en caso de que vuelva a cargarnos XD)
¿Y no tengo ningun poder telepatico con seres dotados de un minimo de inteligencia? ah es verdad, que eres un cacho de gelatina xD
:O ¡Pues tu pintura se cae a cachos! XDD
La gelatina se retira a un rincón, burbujeando desconsolada...
- Vamos hombrecillo no tengo todo el dia para escuchar tu relato. Hablame, que sabes de esos crueles y viles hombres rata. Si tenemos un enemigo comun podemos luchar juntos contra ellos.
¿como sé que no eres uno de ellos?
le miro de arriba a abajo mientras murmuro
cosa....creo que no es uno de ellos seguro...no se parece a un ska...como se llamen otra vez mi memoria de abuelo...empezaba a afectarme otra vez.. los skavens esos..
el caso es que estamos explorando zonas nuevas y buscando aliados para luchar contra ellos, que de golpe y porrazo no sabemos porqué pero han desaparecido y no queremos que la proxima vez que ataquen sea para hacernos mas daño
La espada del gran demonio fue a parar directamente en frente de la nariz del playmobil:
- Vuelve a insinuar que pertenezco a esa raza inmunda y te rebanaré el pescuezo. - Luego retirando la espada- En aquel baul de dentro del armario creo que hay una marioneta que lucha por salir. Tal vez se quiera unir a vuestra causa.
Interesada por la última afirmación del gran demonio, la masa se arrastra cautelosa en la dirección que les indica, abandonando a los dos juguetes para que sigan sin interrumpciones con su complicada conversación. Al principio se acerca con lentitud, pero en seguida la curiosidad puede a la prudencia y se lanza a rebuscar entre el caos que reinaba en el baúl.
cuidado cosa...recuerda que estamos en lugar casi inexplorado...aunque con este demonio aquí rondando le miro otra vez después de la advertencia y afirmando que no es uno de esos skaven, creo que no habrá aquí peligro alguno.
haz que se una a nosotros.
- Pero tened cuidado. Porque que yo me una a vosotros por ahora tan solo forma parte de mi brillante plan. Os lo explicaria gustoso, pero vuestas cerriles mentes no serian lo suficiente audaces para comprenderlo. Nada de cruentas batallas bajo el sol y derramando la sangre de los enemigos mientras los músicos hacen sonar sus instrumentos para transmitir las ordenes del general. Yo que logue sembrar la discorida entre la ciudad del dios Khorne, inculpando a su vez a los seguidores de Tzeench. Pues gracias a la tactica que use aquella vez lograre una vez más llevar a cabo los planes que mi maestro ha designado para mi. Y si me entero de que por algun momento interferis por lo que sea en mis planes, morireis bajo mi espada. He dicho.- Y despues les saca la lengua y les hace una pedorreta.
Y si me llamais tonto os contestare " el que lo dice lo es con el culo al reves" xDDDDDDD
La cosa verde alcanza a escuchar las últimas disertaciones del warhammer antes de llegar, trepando con bastante fortuna, a la rendilla que deja la tapa del baúl -sostenida por unos dedos huesudos y blanquecinos-, por la que se desliza con facilidad.
Algo cargada de polvo pero sin daños irreparables, la masa se deja caer desde la tapa semiabierta del baúl al suelo. Sin perder un segundo, hecha un vistazo rápido a su alrededor, intentando situar a todos los presentes. Un temblor recorre su cuerpo al pensar lo que pudiera suceder cuando la esquelética marioneta y el demonio de las pinzas se encuentren de nuevo...
Me pongo en pie, tratando de situarme para después comenzar a moverme, mirando a la cosa verde
-Deemos movernos, tenemos que encontrar a ese puñetero demonio-
Lo del demonio es porque no sé si él está escondido o algo.