Partida Rol por web

Traídos por las Brumas

Parte uno: En un lugar desconocido

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16/01/2023, 02:18
Robert McLean

Ja! Bien pensado... Querrá algo del dragón para mostrarlo como trofeo. Dijo, y empezaron a poner en práctica las indicaciones del mago, con bastante poca eficacia incluso entre los dos. Al menos tenían docenas de piezas malogradas que entregar al piloto como trofeo. En cuanto a poderes que pudiera absorber, sin duda una criatura como esa tendría una valiosa fuente de energía, los dragones tenían un órgano elemental que correspondía con el poder de su aliento y debería poder usarse, pero no estaría al alcance sin un trabajo de mucho rato para encontrarlo en ese enorme y duro cuerpo.

- Tiradas (2)

Notas de juego

El aguijón podría servir como un puñal de hueso, pero para eso es incluso más útil uno de los colmillos del dragón (Aunque más difícil de arrancar).

Habéis conseguido sacar escamas suficientes para dos escudos ligeros, un escudo pesado o una armadura ultraligera, y numerosas piezas que pueden tener algún valor monetario como coleccionista.

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16/01/2023, 02:28
Mago de guerra

El soldado ayudó a Peter a montarse en el grifo, aunque no es que al piloto le hiciera demasiada gracia aquella bestia, pero sí viajarían más rápido si cabalgaba (En tierra) en lugar de caminar.

Para cuando llegaron, vieron dos grifos, y al mago de guerra atendiendo al capitán, malherido en el suelo.
¡Al fin! Dijo agitando la mano. Venid, venid...! 

El soldado parecía alarmado. ¿Qué ha pasado!? preguntó mientras se acercaban. ¿Dónde están Raiden y Robert?

El mago se limpió las manos, el capitán estaba inconsciente. Están bien, pero hemos de ir a buscarlos, YA Dijo. El capitán decidió ir a sacar escamas del dragón, nos atacaron unos dracos y le envenenaron... está vivo de milagro, y ellos dos han quedado solos allí. Necesito que le atienda, señorita Lux... Miró al piloto, que le estaban ayudando a bajar. Y cuide del piloto mientras vamos a buscar a sus amigos. Miró al tercer grifo. Protege. Ordenó al animal, que le miró de acuerdo con la orden, y se sentó junto al Capitán.

Sin nadie más que el grifo que protegiera al piloto y al capitán mientras los dos jinetes iban a buscarles, Lux quedó al cargo de los heridos con la curiosa compañía del grifo y los dos heridos que necesitaban urgentemente descanso.

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16/01/2023, 03:32
Peter Laird

Cuando por fin habían conseguido algunas piezas útiles, el jinete y el mago llegaron con dos grifos. Y justo a tiempo, pues los dracos llevaban unos minutos bastante inquietos y tanteando el ánimo de lucha de los humanos, que debieron mostrarse agresivos para que no se envalentonasen de nuevo.

Tras recogerles, no esperaron más, y alzaron de nuevo el vuelo de regreso al 'Viper', donde Lux esperaba junto al piloto, el otro grifo y el capitán herido. El hombre comenzó a despertar poco antes de que llegasen, dando de nuevo las gracias a Lux por sus cuidados.
vestía un mono de piloto y salvo algunas raspaduras y moretones parecía que solo había necesitado descansar con aquella improbable guardia de honor.

El mago, que parecía al mando a falta del Capitán, organizó a los grifos para que se turnasen vigilando uno y descansando dos, y al soldado para que preparase algo de comer usando las raciones que traían. Robert y el piloto se habían mirado de arriba abajo varias veces, como reconociéndose algo similares.

Bien... Ha sido un día movidito. Dijo mesándose la barba. Creo que no tengo el gusto, señor...

Peter Laird. Se presentó el piloto. Muchas gracias a todos...

El mago se mesó la barba. Bien... Creo que empieza a aparecer mucha gente de otros mundos por aquí. Sospechoso y preocupante, cuanto menos. Por ahora todo el mundo amigo... Miró al Viper y luego a Peter Pero si llega alguien con malas intenciones y con un arma como esa... Deberíamos saberlo. ¿Os habéis encontrado con más gente de otro mundo? 

Peter negó. Todos nativos, y sois los primeros que nos reciben con los brazos abiertos y hasta me habéis salvado... Como le dije a su compañero, somos muchísimos más... un... navío volador enorme, tenemos muchos heridos, y espero que los enemigos que nos perseguían no llegaran aquí... Podría ponerme en contacto con mi gente con la radio... con un aparato que hay en el Viper.

El mago se quedó pensativo. Déjame que lo piense un segundo... Y llamó a su compañero con la mirada. Entre los dos se pensarían si era buena idea que Peter llamase refuerzos, podría ser peligroso.

Peter se sentó suspirando, mirando a las dos mujeres, aún evitando a Robert.
¿Son de fiar...? Preguntó sin alzar la voz.

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16/01/2023, 16:24
Raiden Shogun

 No podían cantar victoria, y, ¿qué era esa sensación? su corazón ardía por el júbilo de una batalla en ciernes, la que no se produjo contra aquellas bestias carroñeras. ¿Qué habría sido de ellos ante su veneno o sus garras?, ¿y si se hubiesen enfrentado al dragón abatido? ¿no habrían muerto sin remedio?

 Habían observado los horrores de ese mundo, los visibles, y cabría esperar que otros esperasen en la sombra, más caóticos, más fuertes, más oscuros. No reconocía aquella emoción que los humanos llamaban miedo, crepitando en su interior en comunión con una ira bien dirigida, como un fuego que se mantiene ardiendo con un ascua azul. Así eran los relámpagos, fuego bien conducido, intensos y destructivos, pero no una luz constante en el firmamento. No temió la tormenta en su interior, tenía otras preocupaciones.

 Le entregó un obsequio de la recolección a Peter, extendiendo una de esas partes afiladas o una escama que le pareciese adecuada para llevar colgada en el pecho o sujeta en la empuñadura de un arma.

 Siempre que no se sientan amenazados. - estuvo a punto de describirlos como un pueblo primitivo, con acceso al poder de las visiones de los arcontes o incluso gestas peores, tan orgullosos y temerarios como podía esperarse, codiciosos como alimañas. En su expresión, sólo cabía interpretar....¿cómo reaccionarían frente a la llegada de muchos como ellos? Si lo tomaban como una invasión, lucharían, se defenderían como los pueblos primitivos que eran.

 Había signo de civilización, ¿pero de civismo?, ¿dónde residían las leyes y la justicia de aquel pueblo del que apenas habían visto comportamientos egoístas?

 Estos eran exploradores, vigías, temía el momento de tener que lidiar con los líderes, temía no tener la paciencia suficiente.

 - Esto les supera, pero aprovechar el momento sería poco prudente. - podría interpretarse como una amenaza, si Peter se pasaba de la raya, no sólo exponía a los suyos, también a los visitantes de otros mundos, incluídos Luxana, Robert y ella misma, algo que la Shogun no permitiría.

 - ¿Sois un pueblo de paz, Laird? - dijo en un tono que no podría pasar desapercibido por su naturalidad, ya no susurraba - ¿podéis derribar de nuevo otros como la bestia que habéis matado?

 Robert era muy parecido, pero las apariencias engañan, como ella lo hacía. De soslayo, miró a Lux, como si tuviese con ella más en común que con cualquiera de ellos, quizás por ser otra mente femenina, o por considerarla con un bagaje académico más amplio.

Notas de juego

 Raiden no es codiciosa, no le importará repartir a partes iguales lo que hayan podido conseguir, si puede figurárselo su objetivo es mejorar su equipamiento (sabe de lo que son capaces las criaturas de este mundo y prefiere ir poniendo remedio, la armadura suena bien, empezará a pensar sobre ello si es posible), como no busca enriquecerse, mientras se reparta con justicia (incluyendo a todos) le va bien.

Si ha podido recuperar algo del dragón para hacerle un cuchillo o una lanza a Robert, quiere improvisar algo (para que no dependa de la munición, ya que ha dicho que es escasa y que la cuchilla podría dañar el arma de fuego si la usa como último recurso), sino tendrá que bastar con el aguijón (sea allí o si se lo ha traído aquí. Es prioritario garantizar que puede luchar si se le acaban los trucos de fuego)

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22/01/2023, 13:31
Luxanna Crownguard

Habían ocurrido demasiadas cosas y aquello empezaba a saturar a la demaciana. Había llegado a esa tierra y lo único que había podido era estar alerta y desvelar su magia, cosa que le agradaba y le asustaba en el fondo. Ahora, de nuevo otro herido, esta vez por un dragón. Lux quería hacer algo que sirviera para garantizar su supervivencia, pero no le agradaba seguir las órdenes de aquellos desconocidos, al fin y al cabo, era alguien de la realeza. No obstante, entendió que era momento de colaborar y se preguntó donde estarían Shogun y el señor Robert. Por desgracia, aún no tenía muy claro que hacer con los venenos. 

- Aguanta - le dijo mientras trataba de aislar la herida del resto del cuerpo, aunque procuró utilizar su magia para intentar mantenerlo consciente*.

Al cabo de un rato, volvieron Shogun y Robert. Lux les lanzó una sonrisa sincera. Aquellas personas la hicieron sentir en un ambiente de confianza. Miró las escamas que portaban y se asombró.

- Nunca he visto nada parecido - dijo sorprendida - al menos fuera de los libros, claro. ¿Compartiríais conmigo vuestros hallazgos? Creo que hemos podido rescatar con vida al piloto de la nave. 

Luego escuchó la versión de Peter y vio el recelo de los habitantes de aquellas tierras. Lo podía comprender y ella entendió que la decisión no estaba en sus manos. 

- Debo confesaros - les dijo a Shogun y a Robert - que puedo hacer magia. 

Se quitó el guante que enfundaba su mano y dejo que vieran la luz que salía de su interior. Quería demostrarles que era más útil de lo que había parecido hasta ahora.

- En mi tierra la magia está perseguida. Mi familia, que pertenece a la corona, obviamente desconoce este poder. 

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

*luz sanadora, aunque no sé qué efecto podrá tener con el veneno

 

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25/01/2023, 10:44
Peter Laird

Peter asintió a Raiden. 
Diría que si. Hemos tenido guerras... supongo que como todo el mundo en todas partes, pero ésta no la buscamos nosotros. Nos atacaron, y casi acabaron con nuestra civilización. Nuestro navío es de lo poco que queda de ella, nuestra situación es límite, pero sí... podríamos acabar con dragones con facilidad, si fuera necesario.

Lux cerró mejor las heridas del Capitán, que aguantaría con menos dolor hasta que su cuerpo se encargase del veneno. Peter  agradeció sinceramente el detalle de Raiden de entregarle una pieza de escama de dragón como recuerdo, y aseguró que la conservaría como un verdadero tesoro. Por supuesto, abrió mucho los ojos con sorpresa al ver a Lux curar heridas de esa manera, y miró a Robert, que no estaba menos sorprendido.

El veterano se retiró la boina con educación.
Un poder de lo más... útil, alteza. Dijo con una sonrisa, creyendo que se trataba de la familia real. Seguro que este mundo tiene un montón de sorpresas para mi todavía... Pero después de haber despellejado un dragón y montado en un polloleón, no es una gran sorpresa. Rió un poco, por lo bajo. Gracias por contarlo, Luxanna. Y luego miró a Peter. Tu nave... es como un portaaviones?

Peter asintió ladeando un poco la cabeza. Uno que vuela por el espacio, y a juzgar por su... equipo, mucho más grande que los de su época, Teniente. Con artillería, armas nucleares, etcétera. Dijo con cierta naturalidad.

Robert asintió, pensativo, como si no le hubiera hecho ni media gracia, y miró a sus compañeras, llamándolas para hablar aparte, lo que dejó a Peter solo junto al Capitán, tragando un poco de saliva
Armas nucleares... Y lo dice con normalidad. Cogió mucho aire, suspiró largamente, y las miró. Imaginad una ciudad muy grande. Ahora imaginad que cae una de ésas, y un minuto después, todo lo que queda de sus edificios y personas son escombros y cenizas. Las miró a los ojos Cuando desaparecí de mi mundo, estaba en una misión para destruir los avances científicos de nuestro enemigo, que estaba intentando crearlas. Miró a Laird de reojo un momento Odio tener que decirlo, pero hagamos lo que hagamos o exijan lo que exijan, no podemos enemistarnos con esa gente. Su 'navío', si todo lo que dice es cierto, tendrá docenas de 'vipers' como ese, y debe ser de metal y de... Bueno, en mi mundo, los barcos portaaviones miden más de doscientos metros, así que imaginad cuanta gente con armas como esta Dio una palmadita en su rifle. O peores, llevan a bordo. Por suerte estas tierras no están reclamadas por el reino de esta gente, si no podrían tenerla ya liada, y si tan mal está el suyo, quizá quieran... asentarse. 

Por su reacción no parecen saber de magia, así que no creo que nos puedan ser de ayuda para volver a nuestros mundos... No sea que los que 'casi acaban con su civilización' decidan hacer una visita a este mundo. Quizá deberíamos seguir buscando por nuestra cuenta y dejarles el... marrón a los del reino éste, bastante tenemos con lo nuestro, y seguramente el tiempo no corra a nuestro favor.

Y si conseguimos saber cómo salir, y no nos impide hacerlo nosotros, ofrecerles la solución. Quizá podamos comunicarnos con ellos con mi radio, después de todo.

Notas de juego

Lux canaliza energía positiva, de momento de una forma bastante 'En bruto'. La energía positiva de por sí tiene la cualidad de herir muertos vivientes y curar heridas físicas a los vivos, (Del mismo modo que el fuego quema con heridas físicas, la energía positiva sin refinar ni nada, cura) por eso puedes curar heridas.
Pero curar venenos o enfermedades (Aunque lo parezca) no es cosa de energía positiva, si no un hechizo de Conjuración que requiere más estudio y refinamiento, y no está asociado a ningún elemento en particular.

En cuanto a las escamas, si las repartís os llegará para decoraciones y cosillas estéticas, hay poco como para partirlo entre 4/5 personas y que sirva de algo.
Respecto a un arma para Robert, se le podrá hacer una lanza (Similar a su bayoneta) cuando haya un rato, con una de las garras del dragón cuando haya un rato y se encuentre un asta válida.

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05/02/2023, 20:46
Luxanna Crownguard

Al principio, Lux se sintió aliviada de que el teniente se sintiera mejor. Estaba asombrada por su magia y no dudaba de la bondad de Peter. Pensó, o más bien se imaginó, que sus intenciones eran parecidas a las que tenían Robert, Shogun o ella misma: la de volver a su hogar cuanto antes. No obstante, conforme fue avanzando en su conversación, la mirada de Lux se fue volviendo más fría y calculadora. 

Miró con el ceño fruncido a los habitantes autóctonos de aquellas tierras. El teniente parecía un hombre de acción, un hombre que había sufrido muchas pérdidas y se había quedado sin un lugar al que volver. Hablaba de armas nucleares, pero la muchacha no entendía exactamente a qué se refería. 

Podría entender los reparos del señor Robert, pero quería que fuera el propio teniente lo que estaba ocurriendo allí y que verbalizara cuales eran sus intenciones. A ella igual no le influían, pero estaba convencida que para los dueños de los grifos era información sumamente interesante y que merecían saber. La joven maga sentía que estaba en deuda con ellos y quería devolverles el favor.

- Es muy interesante eso que cuenta, señor Laird - dijo con amabilidad - ¿a qué se refiere exactamente con armas nucleares? En mi mundo nunca he escuchado hablar de algo así ¿sois muchos los que habéis aterrizado en este mundo?

Entendía perfectamente los reparos del señor Robert y le hizo un gesto discreto con la mano, para que fuera más despacio. Pensó en Sylas y en su poder de destrucción sobre Demacia y se estremeció ¿se trataría ese de un poder similar? ¿de verdad podría matar dragones con facilidad? ¿acabaría eso con el equilibrio de este mundo? ¿podría hacer algo la magia contra ese poder? Todas esas preguntas se agolpaban en la mente de la chica, pero sentía que no dependía de ella tomar una decisión al respecto. 

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06/02/2023, 18:39
Raiden Shogun

 Un pasado tormentoso perseguía a la semoviente como un aura, una tormenta eléctrica a punto de explotar que se resolvía paradójicamente en un rostro autosuficiente y una mirada tranquila, la misma calma del ojo de la tormenta, cuando los vientos amainan, y la tempestad alcanza su punto más equilibrado.

 El tal Laird parecía un soldado pacífico, que actuaba en defensa propia, ¿acaso tenía un código fuerte de conducta? Le recordaba a Robert, y aquella obviedad podía ser crucial, ni se fiaba totalmente del teniente, ni mucho menos de alguien que advertía de un poder tal que rivalizaba con los de un dios. Escuchó paciente, sin juzgarlo y cuando fue llamada a la intimidad de la charla, coincidió plenamente con el hombre con el que había compartido la búsqueda de restos en el dragón.

 - Es lo más sensato.

 si los han expulsado a este mundo, como dice, el animal herido, con frecuencia, es más peligroso. Dado que no advierte reservas en exponer su poder militar y de acción, creo que sería contraproducente ligarnos a ellos, más que como posibles aliados futuros.

 No conviene cerrarse puertas. - asintió a Robert.

- Con frecuencia la magia y la tecnología se confunden, sólo depende del grado de desarrollo de la segunda. En otras, se funden en una simbiosis peligrosa, tanto, como para crear dioses de la muerte. - parecía una referencia al poder destructivo del que hablaba el teniente.

 - Ayudemos a esta gente en lo que podamos, continuemos nuestro camino, ligado por el azar en nuestra aparición a través del mismo portal o lugar en este mundo, y busquemos respuestas. 

 No podemos preocuparnos por el equilibrio de estas tierras, ni por la supervivencia de una civilización, más allá de no acabar con los individuos que la conforman.

 Negó, ante una duda interna. No sabía si decir aquello, pero lo hizo. Para un desconocedor de la historia aquello podía ser pura superstición.

 - Si hay ojos en el firmamento, observando lo que ocurre, su presencia no pasará desapercibida. En una nación como la que provengo, una invasión dada por la casualidad se respondería, al mínimo aviso, con la total destrucción de la potencial amenaza.

 Hemos visto dragones, pero sobre ellos puede haber entidades mayores, espíritus y dioses para los que ahora somos desconocidos pero que actúan como gobernantes de su propio mundo.

 ¿Qué haríais vosotros si la presencia de unos pocos amenaza el equilibrio de vuestras creaciones?

 Ante mis ojos, los entiendo condenados a la destrucción. Esperemos a los escombros de su tecnología, tal vez, en el futuro, nos sirva para algo.

 Mientras tanto, podemos compartir información, asegurarnos de que beba agua, se recupere y pueda volver con su pueblo. 

Pero nada más.

 Expuso, vehementemente, esperando que ni Lux ni Robert se sintieran avasallados por sus elucubraciones. Intentaba, con dificultad decir aquello que consideraba mejor para todos, sin recurrir a una orden directa o a la amenaza del poder para que obedecieran.

 Ante el resto, la Shogun demostraría que no tenía apego por las cosas materiales, repartiría de la manera más justa lo recuperado del cuerpo, y trataría de ofrecer un arma a Robert en cuanto tuviera acceso a una forja. Así se lo hizo saber. Indagaría en el estado de salud del capitán y de Laird, y, aunque había tomado una decisión unilateral, por algún motivo, estaba dispuesta a no separarse de aquella pareja tan distinta.

 - Los usuarios de la magia pueden ser peligrosos. - Resultó ante la confesión de Lux. Y no añadió palabras para reconfortar lo que juzgaba una potencial amenaza. - cuidado con los secretos. - pues se había abierto ante ellos, revelando algo que enfadaría a su familia. Shogun simplemente no lo entendía, ¿qué le ha pasado a esta muchacha? se preguntaba. Pero a la vez, supo que podía fiarse completamente de ella, como si su luz no estuviera reservada a brotar de sus manos como pura energía, sino que provenía de cómo y quién era.

 Una sonrisa en la comisura de sus labios desapareció en un instante.

 - intentemos encontrar la civilización. - les animó. Después intentaría averiguar si el mago tenía alguna clase de plan, si podían llevarles en aquellas majestuosas bestias aladas, todo sería más sencillo.

 Hablando con el mago, propuso:

 - Sería conveniente que llevaseis al capitán a donde puedan ayudarle. Nosotros podemos escoltar a Laird hasta encontrar a su pueblo. (quizás con alguna que otra indicación).

 No nos negaríamos a que nos recogierais más tarde, me encantaría conocer vuestro hogar. - Raiden entendía que harían bien en hacerles ver a los recién llegados con alta tecnología que eran aliados, pero no enemistarse con los autóctonos sino dejarse guiar por ellos mientras estuvieran de paso, con algo de suerte, el capitán se salvaría y conseguirían un trato de favor tanto con los de allí como los de aquella "arca" de la que hablaban.