Partida Rol por web

Traídos por las Brumas

Prólogo Raiden: La Grieta

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12/01/2022, 16:58
Bestia de Kezef

Raiden no puede permitir que la bestia se ponga en pie e intenta golpearle las rodillas para mantenerla en el suelo. La criatura no sólo se pone en pie a pesar de ello, si no que casi logra atrapar la pierna de Raiden en un rápido movimiento.

Con la otra garra, acomete un rápido zarpazo en un costado sin dejar de gritar y rugir.

¡¡GRAAAH!! ¡MUERE! RAAAHHHH!

- Tiradas (6)

Notas de juego

- si prefieres que no me anticipe tanto, voy más lento

Para nada, si adelantamos, eso que tenemos tirado ;P

Tu ataque de toque de Derribo es +10 (Es para saber si logras alcanzarle con las piernas o hacerle una llave en caso de usar la katana, o hacerle la zancadilla con la guja)
Tu tirada de Derribo es +8, 4 por tu Destreza y 4 por el Derribo Mejorado (Es para saber si eres lo bastante hábil o fuerte como para tirarle, y se compara con una tirada similar del rival)

Logras enredar tus piernas y brazos con él mientras se levanta, pero al efectuar el derribo, te gana la tirada enfrentada.
Él intenta un contraderribo, pero tú también ganas la tirada contra él.

Él ataca e impacta. Hace daño pero el d6 no supera tu blindaje, así que no tiene d6 adicional

Nótese que al haberlo tirado al suelo tiene UN solo ataque de garra. Si estuviese de pie al empezar el turno, tendría al menos dos garras (d6 cada una) y posiblemente mordisco (d8) al poder hacer Ataque Completo.
Como se ha levantado, solo ha podido hacer ataque parcial, o sea, una garra.
 

 

Raiden:
Vida 26/58
Poder 20/24

Bestia de Kezef:
Vida 44/70
CA: 17
Fuerza: 20

 

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12/01/2022, 17:20
Raiden Shogun

 Qué.....

  Qué pasa.

 Nunca había estado en tantos apuros, y menos contra una bestia salvaje. Claro que podía haber prejuzgado mal. El dolor no le dejaba pensar con total claridad, y estaba concentrada en el combate, pero aquella criatura debía de ser como los protodragartos, seres poderosos de los que hoy quedan reminiscentes poco poderosos, eso haría que aquel ser fuese como uno de esos seres primigenios, más poderoso, más letal, pero una bestia al fin y al cabo.

 Hablaba, pero eso no garantizaba inteligencia. En cualquier caso, seguía siendo culpable, y sólo empeoraba cada vez que hería su cuerpo.

 Uhg...

 No le temblaron las piernas, pero la emoción y la sorpresa de ver como casi atrapa su extremidad en el forcejeo la sobresaltó. ¿Realmente podía perder?

¿Este era el designio de Ei? ¿Los planes que tenía para ella? ¿Hacerla sufrir?

 No tenía más remedio que combatir, y aquellas preguntas, ya llegarían. Ahora la muerte de aquella criatura era lo único importante. E iba a conseguir reducirlo a simples cenizas.

 Se recolocó en una posición técnica perfecta, apuntó con su hoja y volvió a tratar de quemar con la energía electro la carne de aquel ser maldito que apestaba a cambio y a corrupción.

- Tiradas (7)

Notas de juego

Hago Derribo (pifio) he tirado para confirmar (no confirmo?)

Intento otro Derribo, si surge efecto hago el ataque gratuito potenciado con energía.

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12/01/2022, 17:43
Bestia de Kezef

La Bestia aguantaba tozudamente los intentos de Raiden por tirarla al suelo, pero al final logró someterla una vez más, y atravesar su grueso pelaje con su espada electrificada.

El olor a carne y cabello quemados, la sangre negra brotando por doquier... La criatura parecía derrotada... pero de su ira incontrolable sacó fuerzas, rugiendo de forma que hacía moverse las faldas de seda de Raiden, babeando espumarajos de rabia mientras trataba de nuevo de ponerse en pie para destrozar a esa mosquita molesta y gruñía palabras apenas comprensibles, pero de todos modos poco coherentes.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Raiden:
Vida 26/58
Poder 16/24

Bestia de Kezef:
Vida 17/70 27/80 (+10 Furia)
CA: 15 (17-2 Furia)
Fuerza: 24 (20+4 Furia)

 

Dejo tirados el resistir Derribo (12), y por si no logras derribarle, su contraderribo (16)

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17/01/2022, 17:37
Raiden Shogun

 A pesar de que pareciese sentenciado, Raiden sabía que las criaturas eran más peligrosas en situaciones desesperadas, no iba a permitir que se levantase para poner a prueba aquella furia balbuceante. Por tanto, no había tiempo para jactarse o recrearse en su sufrimiento. Sólo tenía que pagar por su infracción.

 Apenas había tenido un instante para darse cuenta de su propia situación. De si parte de la sangre era de la propia Shogun. A ella nunca la habían hecho sangrar, si es que podía hacerlo. La pesadez del cansancio estaba siendo ignorada, como la debilidad de su cuerpo mortal, a fin de cuentas, aquellos límites mortales no eran propios de su posición como emperatriz, cara y voz de la Arconte electro.

 ¿Cómo podía aguantar tanto?

 Aquella lucha intensa ignorante de sus propias emociones y de las implicaciones de una derrota que en su mente jamás podría suceder, empezaba a hacerse un hueco en su cráneo, como el bombeo constante de la sangre y el sonido de su propio corazón que hacía que perdiese la concentración.

 Por un instante, la frustración que sintió fue tal que estuvo a punto de perder los estribos. ¡Cómo se atrevía! ¡Cómo podía estar perdiendo en su propio reino! Ante una simple bestia.

 Aquello iba más allá de su comprensión, se sentía completamente traicionada, y no entendía porque, si estaba programada para cumplir con su deber.

 No podía atender aquello en ese momento, sólo luchar. Y de alguna forma, todo se había transformado en una lucha por la propia supervivencia.

 ¡Nada tiene sentido!

 ¿Realmente había estado a punto de tirarla al suelo con él? Tuvo que tirar todo el peso de su cuerpo hacia atrás, tocar con la siniestra la tierra y atraer hacia arriba las piernas para escapar por unos pocos milímetros del posible final.

 ¿Qué demonios está pasando? La frialdad de su compostura se estaba tambaleando por la ira. Empezaba a desear la destrucción de aquella criatura que le había hecho aquello, creía que porque era una blasfemia, pero quizás...fuese otro motivo mucho más visceral, demasiado personal como para tomarlo en cuenta.

- Tiradas (4)
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19/01/2022, 20:57
Bestia de Kezef

La bestia gritó frustrada cuando no logró tirar a Raiden al suelo, y mantuvo una distancia muy corta contra su rival, esperando poder acabar con ella de una vez por todas. Gruñía y gritaba, moviéndose en círculos y lanzando zarpazos, con el pelaje completamente embadurnado de sangre propia y ajena, al igual que la armadura y la vestimenta de Raiden.

GRuarrhhh....!! MORIR!!

El zarpazo fue simplemente demasiado rápido. En un momento, tres de las afiladas garras estaban dolorosamente insertas en el costado de la Shogun, y provocó un serio desgarro al arrancarlas. El aullido triunfal de la bestia resultaba casi aturdidor.

KEZEF!!! OFRENDA!!

- Tiradas (4)

Notas de juego

Raiden:
Vida 10/58
Poder 16/24

Bestia de Kezef:
Vida 17/70 27/80 (+10 Furia)
CA: 15 (17-2 Furia)
Fuerza: 24 (20+4 Furia)

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29/01/2022, 12:20
Raiden Shogun
Sólo para el director

Raiden no podía permitirse un grito ahogado de dolor, no estaba dispuesta a dejar de ser quién era, y eso la estaba matando. No podía simplemente huir de allí, ni plantear otra estrategia, aquella criatura corría demasiado rápido para darle esquinazo, y ahora, de alguna forma que desconocía, Eí la había maldecido para que sintiese todo aquel dolor por todo el cuerpo, en el costado, unas garras ardiendo, la sangre fría, y el calor apagándose al morir los nervios, el dolor que tiraba de su espalda para volverla rígida como el tronco de un árbol.

 No podía saber lo que era la libertad más allá de las órdenes para las que había sido programada. Y estaba claro que había juzgado mal su nueva condición. Aquella criatura estúpida había logrado tocarla, y no sólo eso, herirla hasta un punto que jamás, en su "vida" había conocido.

 Simplemente no estaba preparada para una derrota, ni para una lucha como aquella. ¿Acaso esa especie de primate deforme, asquerosa criatura infecta, tenía el poder de un Dios Antiguo? No podía plantearse la opción de buscar ayuda, sólo podía atacar ignorando sus heridas, notando sus movimientos como si no fuera suyos, guiados por el ánimo de la supervivencia y tal vez de la ira, quiso tirarlo al suelo, hacer que jamás se volviese a levantar, golpearle con la eternidad del rayo y hacerlo desaparecer en cenizas, ¡y que esas cenizas se desintegrasen al momento ante la muestra de su poder!

 Pero...o él era otra cosa, o Raiden había cambiado tanto que no era más que una simple muñeca, frágil, sola y condenada.

 Sólo podía recordar las palabras de Ei.

 ¡Te ha enviado a morir!

 ¡Ella lo sabía!

 Se dijo, queriendo bañarse en la sangre de su enemigo para luego hacerla desaparecer con la electricidad de su naturaleza de arconte.

- Tiradas (7)

Notas de juego

Si me tiene que contraderribar o algo sorry, que por agilizar igual la he liado.

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31/01/2022, 09:07
Bestia de Kezef

El primer golpe no logró tirarlo al suelo. Era demasiado fuerte, sus garras se clavaban en la arena como los cimientos de una torre. Era desesperante cómo su mejor habilidad no era suficiente para hacer lo que con cualquier otro sería un mero trámite burocrático.

El dolor la azotaba por todas partes, tan sólo la certeza de la muerte inminente le permitía superar todo ese dolor y continuar luchando. La bestia se preparaba para volver a atacar, cuando por fin logró hacer palanca con el asta del arma y de nuevo tirarlo al suelo.

Usando todo el poder que le era posible, ensartó a la criatura contra el suelo, guardando cuidado de que no la agarrase un pie desde el suelo, pero... no lo hizo. La bestia gruñía y gorgoteaba, herida de muerte, en el suelo.

Seguía viva, aunque inconsciente, y probablemente moriría por sí sola en pocos segundos. El bombeo del corazón era tan rápido y tan intenso que podía sentirlo en las sienes y en la sangre que manaba de las muchas y graves heridas.

Si una invasión de estas criaturas era lo que le esperaba al mundo, la situación sería mucho más que grave. Mucho más que crítica. Sería apocalíptica.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Bueno, le haces 29 de daño en el ataque gratuito del último ataque en el que podías derribarlo. Tenía 27 de vida, así que lo has tumbado por la mínima XD

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05/02/2022, 19:27
Raiden Shogun

 Jadeaba con los hombros ascendiendo y descendiendo, jamás había necesitado tanto esfuerzo para nada desde su construcción, y nunca había sentido aquella emoción. Una emoción cercana al miedo y el asco....¿era odio? Odio por todo cuanto va contra la eternidad. Odio por aquella maldita criatura que casi la mata.

 Jadea. Y su cuerpo convulsiona mientras sostiene la katana, a punto de seguir clavándola en la criatura hasta hacerla desaparecer. Su fría lógica desaparece con un rayo, y a punto está de tratar de concentrar el resto de su energía para estallar y hacer que todo aquello se redujese a cenizas. Pero eso, sería un cambio. 

 Cambio......amenazan....la eternidad....

 Apenas sabía como se escupía la sangre, nunca tuvo que hacerlo. Le temblaban las manos y las piernas, sin ser siquiera consciente de todas sus heridas, era un milagro que se mantuviese allí encorvada, pero todavía de píe.

 ...Traición....

 La viajera de cabellos dorados, Eí. 

 ...Traición....

 - Eter...... - *Cooffffrff* - sintió el ahogamiento, y sus ojos, sin parpadeo alguno estaban fijos en la criatura. Estaba enfadada por aquella maldita grieta, aquel cambio que amenazaba con borrar el mundo que habían construido. No. Que ella había construido. 

 Eí lo había cambiado. Era su cambio lo que había desencadenado aquella catástrofe. ...El cambio....de....be....ser....erradicado.

 Pero enfrentarse a un Arconte no parecía estar dentro de sus capacidades actuales, si es que alguna vez pudo hacerlo. ¿Un cambio hacia el destierro? aquel odio, aquella rabia, la estaba consumiendo, todo su cuerpo le ardía, no sólo por las profundas heridas, sino desde el interior.

 Maldita.

 Maldita.

 ¡Maldita!

 Si quería hacer entrar en razón a la Arconte electro debía asegurarse de recuperar, al menos, su antiguo poder. Y quizás, su antiguo cuerpo. Rechazar aquella mezcla orgánica, claramente imperfecta. Debía construirse otro cuerpo. Y después....

 - No.... -  vomitó sangre, como una simple mortal.

 - Debo. Cerrar Inazuma al cambio. - luego la destruiré. Y a la viajera justo después.

 Con una conducta errática, llena de ira y contradicciones, no estaba segura de como volver. De si dejar allí aquella criatura para que lo contaminase todo, o tomar otras consideraciones. 

 Tenía que recuperar lo que había perdido. La habían cambiado. Y ahora se odiaba más que a nada en el mundo. Actuar frente a Eí sin enfado sería, difícil, pero lo que seguro que le resultaría más sencillo sería asegurar que cerraría aquellas malditas grietas. Emergería por la última de ellas para vengarse, NO, para restituir el VERDADERO  EQUILIBRIO de INAZUMA.

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07/02/2022, 01:35
Narrador

Raiden necesitaba un descanso, pero sabía que si simplemente se tiraba en la arena se desangraría. Pudo encontrar poca cosa de entre los restos del campamento de los saqueadores, pero lo suficiente como para atender sus heridas someramente y quizá tomarse un descanso para recuperar fuerzas. 

Podría seguir, pero el agotamiento la alcanzaría en algún punto a medio camino (y seguramente no demasiado lejos), al menos esta zona estaba asegurada, por lo que podría apañar una de las tiendas para poder descansar... Arriesgándose a que uno de los saqueadores regresase y la encontrase en ese deplorable estado... Por lo que reunió un petate y algunos suministros y se marchó a buscar un escondite cercano donde disfrutar del merecido y necesario descanso.

Para cuando despertó, el campamento de los saqueadores estaba tal como lo había dejado por la tarde. Salvo las gaviotas y algunos carroñeros, nadie había movido nada de lugar, así que cogió algunas ropas y abrigos con capucha para poder pasar inadvertida y comenzó su viaje de regreso con su misión cumplida.

El camino a la capital se convirtió en un verdadero via crucis de gruñidos y lamentos ahogados. Las heridas no se curarían tan rápidamente ahora que era humana, esas limitaciones podrían suponer un grave problema en adelante.

Rápidamente se dio cuenta que con la guja no pasaría inadvertida, y no podía ser vista en ese estado sin causar un revuelo e inestabilidad tremendos, de manera que escondió la guja  fuera de la ciudad, debidamente enterrada en un lugar que pudiera recordar más adelante, y se encaminó al templo de Ei.

Notas de juego

1200 px

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07/02/2022, 12:43
Ei

Pronto amanecería y no había mucha gente por la calle, no era casualidad que hubiera escogido esa hora. La entrada del templo estaba cerrada, como era de esperar... pero no fue necesario que la abriese. Se sintió flotar levemente, y al instante siguiente se encontraba de nuevo en aquél hermoso lugar, de pie frente a la diosa.

Ei pareció genuinamente preocupada e incluso asustada al ver el estado de Raiden. Pálida por el frío y la pérdida de sangre, agotada, con sus ropas desgarradas y salpicada de sangre de arriba abajo, manteniendo la pose firme y erguida con dificultad en lugar de con la facilidad y naturalidad habituales.

Raiden... Se acercó a ella y le puso la mano en el hombro. Siéntate, descansa. La suavidad de sus palabras no ocultaba que se trataba más de una orden que de un consejo, pues ella misma se sentó en la hierba. Has podido comprobar el peligro que suponen, y... veo que han puesto a prueba los límites de tu nuevo ser. ¿Estás lista para recibir el poder que necesitarás?

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07/02/2022, 18:54
Raiden Shogun

 Hizo lo posible por no caer derrotada ante Eí. Hacerlo significaría lo mismo que rendirse ante ella después de lo que había hecho. No tenía sentido como prueba, y aunque entendiese que podía servir como alguna clase macabra de entrenamiento, lo que le había hecho a su cuerpo era simplemente blasfemo y sentía...sentía odio. No ocultaba su ceño fruncido, sin plantearse la posible empatía de aquella de quien era una imagen o una copia. Afortunadamente Eí no entendía bien las emociones humanas, se había cerrado a ellas durante décadas y ahora era como una niña pequeña. La había visto llorando, riendo y temblando como un niño. Eso sólo podía significar una cosa, las emociones humanas los hacían débiles, como esos cuerpos. Se necesitaba dureza y disciplina para moldear aquellos espíritus. Raiden comprendía porque les costaba tanto, el dolor, las heridas, todo aquello era dificil de perdonar. Por no mencionar que la vida era una especie de desilusión, hasta le costaba respirar. 

 Tal vez ha sido una lección.

 Le dio un voto de confianza ahora que su enfado era menor, aunque estaba llena de rabia, de aquella que se enquista, no de la que explota cara a cara. Se sentía cansada, no entendía que era aquello. ¿Tan débil era su cuerpo? O peor, ¿era débil su espíritu?

 Aquello que animaba su cuerpo, aquella energía divina que le daba conciencia, ante producto mágico y mecánico, ahora era diferente.

 NO soy débil.

 Se dijo. Y no mostró debilidad. Aunque hizo lo que Eí pidió, y se sentó con ella, sus piernas flexionadas y sus manos juntas sobre las rodillas. Parte de su ropa hecha girones, y su piel y músculos desgarrados, la sangre seca y algunas pequeñas gotas que aún fluían bajo las telas que ejercían como vendas que había logrado encontrar. 

 - Estoy lista.

 Frunció muy levemente el ceño, pudo aparentar que era por dolor, pero era por cierto enfado al escuchar su pregunta. Su tono era lo más estable y firme que consiguió, ¿ahora le ofrecía recuperar lo que había sido? 

 Aquella lección de humildad no la olvidaría, pero no sabía como tomarse aquella prueba.

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07/02/2022, 19:33
Ei

Ei asintió con una mirada culpable. Quizá había sobrestimado a su compañera y la había enviado a un riesgo mayor de lo que había calculado... o la bestia que enfrentó era más peligrosa de las que Ei había enfrentado hasta el momento.

Puso ambas manos en los hombros y la miró a los ojos. 
Deja la mente en blanco... Ésto... puede ser muy incómodo, y se va a hacer largo, pues no puedo otorgarle a un cuerpo mortal demasiado poder en poco tiempo sin dañarlo o matarlo.

Cerró los ojos y bajó la cabeza. Raiden comenzó a sentir una vibración fluir desde las manos de la diosa hacia sus hombros, que pronto se extendía por cada fibra de su cuerpo. Tal como dijo, era incómodo, al punto de llegar a ser casi doloroso, si no fuera por el resto de dolores que la sacudían.

Y tal como dijo, fue largo... muy largo. Raiden se acostumbró a sentir una vibración en su pecho que no cesaba, y la estaba dejando simplemente agotada, exhausta, como si, sin moverse de aquella relajada postura, estuviera haciendo un agotador esfuerzo físico y mental.

Cuando Ei separó las manos, Raiden suspiró y su cabeza se balanceó en su cuello unos segundos hasta que pudo fijar de nuevo la vista. Ei se veía... menos impresionante. Ese aura, ese brillo invisible que emitía su sola presencia había disminuido mucho... Y al mirarse las manos, era Raiden quien emitía una intensa luz azul claro por toda su piel.

La diosa suspiró, cansada, esforzándose en mantener los ojos abiertos.
Hay muchas cosas que debes aprender sobre el poder que te he dado, Raiden Shogun. 

Con ése poder podrás obrar maravillas, pero un cuerpo mortal no está diseñado para contener y manejar ese poder. Cuanto más utilices, más te costará retenerlo y más evidente será. Y no me refiero a la luz que está brillando, si no a que otros dioses sabrán de tu presencia, casi de inmediato. Miró al cielo un momento y cogió aire, cansada, y volvió a mirarla.

Aquí en Inazuma no sería un problema, pero desconocemos la política divina del otro lado de la Grieta, y sin duda habrán muchos que prefieran eliminar una amenaza en ciernes que negociar con ella. La miró a los ojos, asegurándose de que entendía el terrible peligro que eso suponía.

La adoración de los mortales repone mi poder, pero tu no tendrás esa facilidad a menos que crees un culto hacia tu persona, de manera que aunque el poder que te he dado es inmenso, resérvalo para cerrar la Grieta o acabar con su responsable, para casos de vida o muerte, o en dosis muy pequeñas.

Volvió a ponerle la mano en el hombro, pero esta vez de un modo amistoso y comprensivo.

Sé que estás ansiosa por partir, pero debes practicar. No es un poder que hayas usado nunca, sería imprudente que marcharas sin tener dominado lo básico.

Empieza, por ejemplo, por sanar tus heridas, y luego intenta contener tu poder hasta que dejes de brillar, y vuelve a usarlo en pequeñas dosis sin que se te vaya de las manos. Calculo que te llevará muchos y frustrantes intentos, pero sé que lo lograrás.

Notas de juego

En tu ficha tienes una lista de poderes que puedes utilizar con el poder divino, que, salvo que lo despliegues y empieces a gastarlo a destajo, no debería acabarse

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08/02/2022, 17:20
Raiden Shogun

 Después del cansancio físico y el esfuerzo mental que había tenido que realizar para acostumbrarse al dolor, podía reconocer que apenas había podido concentrarse, salvo en su objetivo prioritario, volver atrás y cambiarlo todo para que no volviese a cambiar. El decreto de visiones había fracasado, el plan de Ei desde el plano de la Eutimia para sumergir Inazuma en un escudo frente al cambio, por el que había dado su cuerpo y había trascendido a otro plano de existencia, ahora se repetía forzosamente en tanto que Raiden había sido despojada de su cuerpo original y se le había entregado otro propósito. 

 Entender su propio dolor no la llevó a considerar el dolor de los demás, sino a reforzar la idea de que el sufrimiento era un arma que podía utilizarse, que haría que Sangonomiya y cualquier otro elemento disruptor cayese arrodillado pidiendo clemencia. Ella no lo hizo, no pidió que parase, aunque lo deseó. El dolor que había sentido contra la bestia y al recibir de vuelta aquel poder hizo que se conociese más profundamente. El dolor era un buen entrenamiento, fracasaría una y otra vez hasta volverse absolutamente fuerte, absolutamente poderosa. Nadie podría oponerse a la voluntad de la eternidad entonces. Ni siquiera Ei.

 Sin saberlo, Raiden seguía los pasos de su imagen divina, ella se había tomado tan enserio cada juego, cada combate, cada detalle, que había fallado y fracasado en secreto hasta alcanzar la perfección. El sufrimiento y el dolor eran un camino hacia la perfección, en el cambio estaba la llave para no volver a cambiar jamás. 

 ¿Es una prueba para establecer la eternidad?

 desde una perspectiva egoísta servía como propósito personal, por otro, su deber era una evidencia. Defendería Inazuma, como siempre había hecho, y aunque su principal plan no pasase por conquistar otros planos, nada se interpondría en la estabilizad de su imperio. Ella era la emperatriz de la oscuridad, el avatar llamado a hacer lo que la arconte había sido incapaz de conseguir, su representación corpórea en la realidad material del mundo.

 Demostraría que era suficientemente fuerte.

 Asumió los poderes divinos a través del dolor, aceptó el cambio con el único propósito de alcanzar la eternidad invariable, y con aquel nuevo poder, obedeció, para regenerar sus heridas lentamente, con la calma del que se siente eterno e invulnerable. Que todo volviese a la normalidad, a como antes había sido, aunque fuese un cuerpo orgánico, era una expresión más de que no se puede cambiar lo que uno es en esencia.

 La sutileza del poder, como la técnica de la escritura o la espada, requiere precisión y ser comedida. Eí sólo tenía poder, pero tal vez no hubiese nada que pudiese enseñarle a su avatar, el mismo que había gobernado el imperio durante décadas sin su ayuda o su atención.

 - A través del cambio...la perfección de la estabilidad. - quiso comprenderla, estaba dispuesta a aceptar aquellos cambios, incluso, si sanaba sus heridas y dejaba de brillar, podría dejar de lado su enfado y concentrarse en el objetivo principal: cerrar aquellas grietas.

- Tiradas (1)
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08/02/2022, 18:27
Ei

Ei se sorprendió al ver con qué facilidad Raiden restauraba sus heridas.

Vaya... Sonrió ilusionada. Sospecho que te irá mucho mejor de lo que había imaginado en un principio.

Por pura cabezonería, Raiden pudo contener de nuevo aquél inmenso poder en esa carcasa mortal, pero era un espejismo: Como dijo Ei, a diferencia de su cuerpo anterior, que fue creado ex profeso para manejar una enorme cantidad de poder que los mortales confundiesen con el poder de un Dios... El cuerpo que ahora manejaba no alcanzaba de forma natural tales cotas de dominio.

Como le ordenó, probó varias veces, y constató que desplegar un poder menor implicaba demasiado a menudo algunos problemas para contener el poder de Ei, y uno mayor, terminaba casi invariablemente con el poder desplegado, y vuelta a comenzar a contenerlo de nuevo. Los poderes más sutiles, sin embargo, resultaban... manejables, y raramente provocaban algún problema de control.

Resultó mentalmente agotador, pero conoció cuales eran los poderes que podía manejar y cuales no, y más o menos a qué punto podía exigirle a ese cuerpo débil y mortal que utilizase el poder de Ei sin consecuencias.

La diosa parecía cansada, pero esperó bajo un cerezo hasta que la propia Raiden se diera por satisfecha o agotada con su práctica. Sabía bien que para la Imperatrix no había entrenador más exigente que ella misma.

Lo has hecho muy bien, Raiden. Descansa y equípate para lo imprevisto. Miró hacia arriba, como si viera algo, como si examinase algo que Raiden no podía ver. Ahora el Tejido está tranquilo, pero no me cabe duda que mañana se abrirá otra Grieta, te mandaré a través de ella. Se puso en pie, y cuando Raiden acabase de hablar, le daria un cálido y afectuoso abrazo.

Por si no tengo tiempo de dártelo después. Dijo, y lo alargó un poco antes de separarse. Buena suerte, Raiden. Inazuma depende, más que nunca, de ti.

Tras la despedida, Raiden regresó al templo. La Diosa tuvo la delicadeza de dejarla en sus aposentos privados, donde pudo darse un muy necesario baño, que el cuerpo agotado agradeció enormemente (suciedad y sangre aparte) y reponer sus ropas, sin que ningún habitante de Inazuma llegase a sospechar jamás los apuros que su Imperatrix había pasado.

Recogió su guja y el equipamiento que creyó necesario para lo desconocido, y esperó al día siguiente, descansada y mentalizada, con escaso tiempo para dejar atados algunos últimos asuntos. Llegado el momento, Ei la avisó con cinco minutos de antelación, suficiente para recoger el equipamiento que tenía perfectamente preparado en sus aposentos.

La hermosa decoración de sus estancias fue lo último que vio cuando una espesa bruma la empezó a rodear, sin que pareciese que llegaba de ninguna parte en concreto.

Raiden comenzó a levitar y sintió una extraña sensación de vértigo, frío y malestar. Parecía flotar, como si no estuviera sujeta a nada, pero tampoco estar subiendo o cayendo a ninguna parte. Todo se volvió oscuro, con luces y franjas ocasionales de color que pasaban deprisa, como si estuviera en un túnel que iba mucho más veloz que cualquier cosa que hubiera conocido. Entre la bruma, las luces y las franjas, distinguió las siluetas de otros tres seres que iban rodando sin control como ella hacia... ¿Dónde?

Todo se hizo oscuro antes de que lograse discernir más de esas tres figuras, y quedó inconsciente.

Notas de juego

+1 Concentración por la patilla (por ese 20 y el roleo) [Te lo pongo yo]