Partida Rol por web

Leonor estaba de pie junto a su señora mientras se producía la reunión. La joven llevaba ahora ropas mucho mejores de cuando llegó y estaba como de costumbre callada, como si estuviera reconcentrada pensando en algo.

Al cabo del rato entra nuevamente Guillaume con una cara ensombrecida por la preocupación, se dirige a los presentes y dice.

Ha sido terrible un grupo de bandidos ha emboscado a nuestros hombres y le han dado muerte a uno de ellos.No podemos dejar las cosas así, como creéis que debemos proceder.Yo estoy dispuesto a salir ahora mismo en su búsqueda.-les dice buscando aprobación-¿Que hombres creen uds que puede acompañarme?Rowen informale a tu amo de este asunto a ver que piensa de el

El críado se acerca a su amo con celeridad.

-Señor, el señor Guillaume informa de que un grupo de bandidos ha emboscado a los grogs de la alianza y han dado muerte a uno de ellos. Guillaume mismo parece decidido a ofrecer una respuesta severa y está buscando quién le acompañe.

Al oir "bandidos" las manos de Leonor se encrespan y una mirada de odio absoluto cruza su cara.

De todas formas es solo un instante y todos teneis otras cosas en las que pensar, con lo que probablemente su gesto paso desapercibido

Al saber de los bandidos, Gornych es incapaz de disimular su ira. No tarda en llamar a Guillaume y Eliatar, sus ojos echan chispas, literalmente.

- Coged a los soldados que hagan falta. Si es necesario, contratad más. Descubrid cuanto antes donde se esconden los bandidos, cuantos son y dejad sus manos y cabezas clavadas en estacas. Si resulta que son demasiados, iré yo mismo. Si se esconden cerca de la ciudad, dejaremos en las puertas de la misma las cabezas para que los que los conozcan sepan a quién no es prudente asaltar. ¡Moveos!

Ante las palabras de ira de Gornych el sentimiento de ira que luchaba por salir del pecho de Guillaume brota como si fuera una erupción.

Considerelo hecho señor Gornych.Eso mismo tenia en mente.-se vueñve a Eliatar y le dice-Vas a poder poner en practica lo que has aprendido. ¿Iras con nosotros?

En ese momento se vuelve a Rowen y le dice.
¿Puedes encargarte de buscar a los hombres? En lo que yo preparo las cosas lo más rápido posible para salir cuanto antes.- le solicita al ayudante de Gornych -.

Toda vez que ha recorrido la alianza reuniendo a los dispersos hombres del noble, Rowen observa desde la ventana del tercer piso la marcha de Guillaume y los suyos. Luego, retorna junto a su amo.

-Mi señor Gornych, ahora que, um... ha partido ya nuestra, er, escuadra de la venganza, ¿qué deseáis que haga?

- Deberíamos contratar más soldados. No sería descabellado suponer que no van a volver la mitad de los que se han ido a acabar con esos bandidos, se dirigen a un terreno desconocido. Y no creáis que me olvido de lo que os solicité, información sobre los otros cursors, la búsqueda de un buen asesino... deberíais saber que no os conviene hacerme esperar más de lo necesario.

Mientras el grupo da caza a los bandidos. Ginebrra camina por los pasillos de la "Torre". Alianza la llamaban. SU cabeza no termina de asimilar las palabras del que se hace llamar Erwan. Soy un mago. y de la posición incómoda de Eliatar al tratar de explicar a qué se dedicaba. Incluso recordó una escena en que el señor calvo le amnazaba con quemarla... Todo encajaba. Ahora tenía sentido.

Sus pasos le llevan sin darse cuenta hasta la entrada de la habitación de Rowen. Él sí sabrá explicarme mejor.

Toca a la puerta y espera encontrale.

-Ah, dama Ginebra, entrad -el sirviente mira con sorpresa a la recién llegada. Luego, con cierta lentitud, abre por completo la puerta de su habitación e invita a la mujer a entrar. Dentro el camastro está deshecho y sobre una mesa descansa abierto un grueso volúmen. Una vela ilumina el escritorio. -Contadme, ¿en qué puedo ayudaros?

-Señores, -dice el viejo sirviente, con brusca indiferencia- mi amo desea poner en marcha ciertas cuestiones que juzgo son más de vuestra competencia que de la mía. En primer lugar, señor Simon, deseamos comenzar el reclutamiento de más soldados que repongan las bajas que hemos... sufrido ultimamente. Creo que eso entra dentro de vuestro cometido, espero no equivocarme. Y respecto a vos, Tinaeus, como administrador debéis tener sin duda una lista de los sirvientes personales de los magos de la alianza. Os agradecería mucho que me la facilitarais.

-Así es, señor Hwithgref -dice el maduro hombre de armas- es algo que he estado posponiendo durante demasiado tiempo, tal vez debería haberlo hecho este verano, pero hay fácil solución. Necesitaré dinero y una indicación sobre qué tipo de hombres se quiere. Los mercenarios son muy caros y de entre ellos hay muchos: aquitanos, bretones, ingleses, normandos, brabantinos... Otra opción es reclutar campesinos, ya de Pléchâtel o de otros lados. Si no me equivoco Sir Guillaume tiene el derecho de llamar a los pueblerinos a las armas, pero eso no nos sirve si lo que queremos es soldados para la alianza. Necesitamos hombres que se puedan formar como soldados, aunque no lo sean. También podría ir a alguna ciudad a ver si alguien de la milicia estuviera interesado. O incluso hacer un viaje hasta Normandía, donde hay mayor tradición soldadesca. No obstante, si traigo normandos, causarán problemas con los bretones, pondría mi mano en el fuego. Así que, la decisión es vuestra, o de vuestro señor, a mi me da igual. Yo os traeré los que me pidáis...

Este chico necesita de ayuda para recoger este cuarto. ¡Por dios que horrible!

Después de pensarlo un poco, decide entrar. Esta torre es un poco loca y es poco probable que se pongan en cotilleos o esas tonterías.

Disculpe mi atrevimiento de molestarle, pero nececito hacerle un pregunta, y espero que me respondaís con sinceridad. pero sigue dándole vueltas al asunto antes de preguntar. Verá, el señor Erwan ha dicho algo que me tiene pensando. Según sus palbras debo entender que es un "mago". ¿Es cierto esto?

Rowen mira por un momento a la mujer con detenimiento. ¿Será esa ingenuidad fingida?

-Mi señora, desconozco lo que fray Erwan os ha querido decir, pero estoy bastante seguro de que no es un "mago", sino un leal y devoto servidor de nuestro Señor. -Dice, tratando de mostrar una sonrisa lo más abierta posible-. Por otro lado, Contegum es un lugar... er... especial, y sin duda veréis cosas que no tienen una explicación sencilla. Lo único que puedo deciros es que cuando eso suceda, recurráis a mí como lo habéis hecho. Y no temáis. Nada malo podrá sucederos en Contegum. Mi señor Wyvern puede ser iracundo como un ascua incandescente, pero sabe proteger a los suyos...

-Muchas gracias por vuestra información, mi señor Senescal. Iré inmediatamente a informar a mi señor de lo que me habéis dicho y pronto os daré su respuesta. -Dice el viejo criado con una exagerada reverencia.

Rowen llama tímidamente a la puerta de los aposentos de su señor, y espera a que éste le de permiso para entrar.

-Mi señor, como ordenastéis he comunicado al Senescal vuestro deseo de contratar más grogs soldado para aumentar nuestro número y cubrir la baja que hemos sufrido. Como, er... como es natural, el senescal ha apoyado entusiasmado vuestra idea. Está esperando instrucciones acerca del número y calidad de los nuevos reclutas para comenzar con el proceso. Me informa de que los mercenarios son muy caros y de entre ellos hay muchos: aquitanos, bretones, ingleses, normandos, brabantinos... Otra opción es reclutar campesinos, ya de Pléchâtel o de otros lados. Al parecer, Sir Guillaume tiene el derecho de llamar a los pueblerinos a las armas, pero eso no nos sirve si lo que queremos es soldados para la alianza. Necesitamos hombres que se puedan formar como soldados, aunque no lo sean. Otra opción es que el Senescal vaya a alguna ciudad a ver si alguien de la milicia estuviera interesado. O incluso podría hacer un viaje hasta Normandía, donde hay mayor tradición soldadesca. No obstante, si recluta normandos, causarán problemas con los bretones, de eso está seguro.

Carraspea antes de continuar.

-Por otra parte, dedicaré los próximos meses a presentaros un plan de reclutamiento de grogs como criados domésticos. Tenemos muy pocos y las tareas son demasiadas para los que quedan. Espero presentaros una relación de grogs necesarios y el coste que supondrían a finales del Otoño. Ah, y... er... emmm... no he olvidado vuestras... er... peticiones especiales acerca de los cursors y el... mmm... a ese e ese i ene o...

Caída la tarde, el viejo sirviente de Gornych, Rowen, va a buscaros a vuestros aposentos y os ruega que os encontréis con él.

-Mi señora, señor. Hasta este momento no he podido prestaros la atención que merecéis pues... mmm... he estado demasiado ocupado. No obstante, ahora dispongo de un rato libre. Dado que vuestras mercedes son, si no estoy, cómo lo diría, mmm... confundido, dado que son vuestras mercedes los únicos críados personales de miembros de la Alianza, he creído necesario que nos conozcamos para... er... mantener unas relaciones lo más... fludas... ¿fludas...? fluídas, sí, eso es, maldito idioma. Lo más fluídas posibles. Ni que decir tiene que me pongo a vuestra disposición para cualquier necesidad que tanto vuestras mercedes como vuestros amos tengan.

-Como es habitual, usáis demasiadas palabras para comunicar bien poco. No deseo campesinos a los que les tiemblen las piernas al agarrar una lanza.- mira al fuego mientras habla con aire misterioso, como si viese en él cosas que no están ahí. -Normandos es lo que necesitamos, por muchos problemas que causen con los bretones. Me serán leales, al fin y al cabo, aunque quizá nunca os lo haya dicho, yo mismo nací en Normandía.

Leonor está todavia visiblemente alterada por la muerte de Tristan, y parece sorprenderse cuando el sirviente de Gornych se reune con ella y con otro hombre, al que apenas ha visto, Jean Louis.

Leonor se levanta y le sigue. Está aun mas callada de lo normal, lo que ya es mucho. Y se nota que ha llorado, aunque no parece triste. Mas bien parece...enfadada.

- Creo que teneis mucha razón, maese Hwithgref, y os agradezco la deferencia de buscarnos. - dice Leonor cuando termina de hablar el hombre, y luego se encoge de hombros- Supongo que teneis razón. Es bueno que nos conozcamos. ¿Qué quereis saber?