Partida Rol por web

Tras los pasos de Merlín

Guillaume du Montverte

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09/11/2008, 20:59
Director

 

INVIERNO DE 1179

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16/11/2008, 21:45
Guillaume du Montverte
Sólo para el director

Como el invierno arreciaba y el tiempo no era muy recomendable para planear actividades al aire libre Guillaume se retiro a la biblioteca del fraile Erwan a estudiar algunos libros sobre la orden de Hermes pues le intrigaba grandemente la forma de obrar de estos "Magos" y si le alcanza el tiempo también se leería algún tomo de tácticas de guerra para el próximo torneo estar más preparado.

Esto es demasiado pesados par ami gusto-se decía mientras pasaba las hojas del pesado libro-Pero que remedio, no se puede perder el tiempo en el invierno.

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16/11/2008, 22:10
Director

El invierno en Bretaña, en comparación con los que habías experimentado con anterioridad en tu verdadera patria, la que no añorabas a través de los recuerdos de tus progenitores, sino la de arenas teñidas de sangre de Tierra Santa, es salvaje: fuertes y fríos vientos azotan puertas y ventanas y que traen tal humedad del océano que poco importa que estéis a muchas millas de él. Los cielos plomizos descargan sin cesar tal cantidad de agua que se forman riachuelos de la nada, dando como resultado un terreno embarrado e intransitable en modo alguno. Luego llegan las nieves, compañeras inseparables de las heladas... Afectado por el frío, agradeces infinitamente las bondades de las chimeneas de la torre, a las que tú tienes un acceso preferente.

Decidido a no desperdiciar completamente tu tiempo, llegas a la muy espaciosa y más bien vacía biblioteca de la Alianza, nada menos que 4 plantas por encima del suelo. Los libros están más bien agrupados que dispersos por la habitación, llenando la única estantería donde se exponen los libros. En la estancia, un atribulado Jean-Louis, el muchacho francés que había venido como sirviente de Matthews Hlaford, el astrólogo. Pues lo que son las cosas, el hombrecillo ya ha ascendido a bibliotecario. Debe ser alguien con grandes talentos o bien el puesto estaba muy necesitado de alguien que lo atendiera, una de dos. En cualquier caso, se sorprende de verte y te informa, resignado, que no hay textos adaptados a gentes como vuestra merced o él mismo, sino que los tomos que hay en esta bibilioteca tratan temas mucho más místicos y menos comprensibles de los que habías venido buscando...

Vuelves a la calidez acogedora de las cercanías de las llamas de la chimenea de la planta baja, compartida por varias personas y al poco se comparte también la conversación, charlando amigablemente de temas diversos. Pronto las conversaciones se convierten en algo habitual, en costumbre. Cada mañana estirar las piernas si el tiempo lo permite. Cada tarde tomar algo si las reservas van bien, cada noche alguna historia si alguien la sabe. La costumbre hace el hábito y el tiempo pasa volando.

Notas de juego

No podías hacer mucho más, así que, se considera que descansas la estación, cosa que tampoco está mal y que, de hecho, era la norma en el medievo.

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16/11/2008, 22:25
Director

 

PRIMAVERA DE 1180

Notas de juego

Por favor, postea la actividad de primavera de 1180 entre el lunes 17/11/08 y el viernes 21/11/08

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17/11/2008, 04:08
Guillaume du Montverte

Guillaume se apresta en la primavera a reclutar y entrenar jóvenes para preparar milicias capaces de defender Plechatel en caso de ataque de forajidos o de una tropa mediana. Da ordenes a diestra y siniestra demostrando sus grandes dotes de líder en el campo de batalla.

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26/11/2008, 20:39
Director

Pasas la primavera visitando y haciéndote visitar por la masa pueblerina para organizar algo que pueda llamarse milicia, o al menos leva. Aunque Edmund Simon regresa esta misma estación con un buen grupo de aguerridos normandos, nunca está de más tener organizado el pueblo para que si fuera necesario se pudiera reclutar un buen número de defensores y que éstos funcionaran eficientemente en el campo de batalla. Te decepcionas profundamente ante lo que te encuentras: a diferencia de lo que pasa en Tierra Santa, los campesinos no está acostumbrados a la lucha y no ven la misma como una oportunidad de mejora social, sino todo lo contrario. Ser reclutados para la leva les supone el tener que abandonar sus tierras, arriesgarse a morir o, incluso peor, ser heridos y quedar mutilados o inservibles para el trabajo, con lo que se verían abocados a una vida miserable... más miserable de la que llevan. Aún así, empecinado en tu tarea de disponer de un grupo de hombres armados que puedan acudir a la defensa de la pequeña fortaleza, los organizas por grupos, designas responsables, supervisas los entrenamientos del año y comienzas a conocer sus virtudes y defectos como guerreros. Los 15 días gratuitos de aportación de leva que deben darte los campesinos de Pléchâtel pasan rápidamente, sucediéndose un grupo a otro y dirigiendo sus actividades. El trabajo es duro y los campesinos tozudos como mulas, pero al final de la estación has logrado cierto código de actuación entre ellos, designar algunos responsables, hacerles conscientes de sus obligaciones y hacerles entrenar algo, dotándoles de unas habilidades mínimas, consiguiendo al menos que no se hieran a sí mismos. También te queda clara una cosa, hace mucho que no los utilizaban de esta manera y seguro que defenderían mucho mejor sus casas que no atacarían las de otros.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Tirada: 1d10
Motivo: Práctica de Liderazgo
Dificultad: 2+
Resultado: 8 (Éxito)

Notas de juego

Ganas 3 px en Liderazgo, pasando de 2/0 a 3/0

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27/11/2008, 22:46
Director

VERANO DE 1180 

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05/12/2008, 18:53
Guillaume du Montverte

Guillaume pasa el verano visitando la corte para ponerse al día de las principales noticias y cuchicheos que recorren los pasillos del castillo de Rennes casa de la Señora Constanza de Bretaña. A parte de esto aprovecha para ganar algunos favores para mejorar Plechatel y renovar su devoción por la señora de Bretaña.

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11/12/2008, 18:21
Director

Viajas nuevamente en la agradable compañía de la bella Ginebra y con vosotros va el orondo y parlanchín Roland Belin, embutido en sus ropas de "fraile". El camino es corto y tranquilo, además de ser fácil de transitar, dada la favorable estación. Por él discurren numerosos viajeros, entre ellos comerciantes y religiosos. Uno de estos últimos comenta con vosotros la falta de seguridad y que espera que el próximamente duque de Bretaña haría bien de guarecerlos, pues su orden ha registrado ya 2 asaltos en lo que va de año. Es más, apenas ha oído hablar de otros asaltos, así que parece como si los bandidos fueran todos unos herejes adoradores del diablo ("Dios no lo quiera"). Sin duda espera que se pudran todos en el infierno, por mucho que tuviera que rezar por sus almas descarriadas.

Rennes, la capital del ducado de Bretaña (o condado, dependiendo de que quien lo diga sea un bretón o un normando), está situada a medio día escaso de viaje a caballo desde Pléchâtel. Los campos que rodean a la ciudad se ven con los cultivos próximos a la cosecha y los campesinos sólo realizan ahora los últimos trabajos de mantenimiento antes de la recolección. El paso al interior de la ciudad es un mundo aparte, pues al traspasar sus poderosas murallas, os invanden los ruidos de la actividad de miles de hombres y mujeres volcados en sus quehaceres artesanales y comerciales. Por desgracia no es esta la única cosa que os impacta, pues los miles de hombres y mujeres no son precisamente limpios y la muralla de piedra que protege a la ciudad del exterior también encierra sus olores.

La corte de Rennes está ubicada en una casa señorial fortificada de gran tamaño construida adosada a unas fortificaciones de aspecto realmente antiguo en pleno centro de la ciudad. No muy lejos destaca también la abadía benedictina de Saint-Mélaine, con su iglesia y alto campanario.

No tenéis muchos problemas para ser recibidos en la casa de doña Constanza de Bretaña, heredera del ducado.
 

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11/12/2008, 18:25
Constanza de Bretaña

El encuentro en la sala de recepciones del palacio de Rennes supone cierto enaltecimiento, ya que la joven (no puede llamársela de otra manera, tiene probablemente en torno a los 20 años) te reconoce inmediatamente. Su voz decidida os da la bienvenida, acallando los intentos de presentaros de un sirviente. A vuestro alrededor nobles y sirvientes forman un grupo numeroso y más bien bullicioso. Reconoce en ti aquel que ya la visitó el año pasado para jurarle lealtad, dándote por presentado (y recordando probablemente también que tus capacidades sociales son limitadas) e insiste en que tanto la Dama Ginebra como el "fraile" se presenten ellos mismos. Ginebra reacciona maravillosamente y se presenta a ella y al fraile, quedando a su disposición y halagándola a la vez que deja claro su magnífico estatus: dama de cámara de María de Francia. La dama se muestra complacida y sois invitados a pasar en la corte el tiempo que estiméis oportuno.

La corte para ti resulta una experiencia abrumadora. Constanza pone orden en un sinnúmero de nobles ansiosos de hablar con ella y tratar temas que tú no alcanzas a entender y a eso hay que añadirle las peticiones de audiencia que continuamente le hace el pueblo llano para tratar temas mucho más mundanos. Ella trata a los primeros con reserva y sin mostrar sentimiento alguno y a los segundos les muestra justicia y compasión. Es entonces cuando te formas una idea de lo gran mujer que es esa chica a la que juraste vasallaje.

Otra opinión te merecen algunos de los nobles que pululan alrededor de la heredera de Bretaña:

-Odo II, el anciano vizconde de Porhoët, un hombre ruidoso y parlanchín que se muestra amable contigo al principio, sólo para sorprenderte en la primera fiesta sonsacándote sin que te dieras cuenta. Te emborracha y justo consigues recobrar la claridad de pensamiento cuando te das cuenta que has confirmado que la torre la erigió para ti un hombre viejo y vestido de rojo. Tu reacción súbita no hace más que confirmar sus sospechas y una sonrisa maligna aparece en su rostro. Ahora no puedes más que negar lo que afirmaste, pero es evidente que sabe mucho y es un hombre peligroso. Muy peligroso. Su hijo, Odo, es un chico joven fuerte como un toro pero sin demasiadas luces que ha venido con su padre a la corte. Desde esa noche no hay más risas ni bromas con ellos.

-El temible Conan, vizconde de Léon, es un hombre maduro que encabeza las opiniones y lidera una de las facciones de la corte, la más cercana a los invasores ingleses. Serio y desagradable al trato, no es alguien con quien puedas hablar. Deja claro desde el principio que su rango le impide el trato con un simple "castellano"(1). Por fortuna Conan y Odo parecen enfrentados, aunque tampoco llegas a averiguar toda la profundidad de su animadversión. 

Afortunadamente alguien sale a tu rescate: Geoffrey, vizconde de Rohan. Es este hombre un noble próximo, comprensivo y un tanto paternal que ha visto a un joven noble rural con el que se ve identificado, pues su posición se deriva de una serie de casualidades y acontecimientos que de no haber sucedido, le habrían dejado en una posición similar (o peor) que la tuya. En cualquier caso, se hace cargo de ti y te aleja de los barullos de la intrigante y peligrosa corte, invitándote a pasar tiempo fuera de la ciudad, incluyendo una cacería en los bosques de Rennes en la que te hace de padrino. Como imaginaba, te desenvuelves bastante mejor en ese entorno boscoso que en el cortesano. Acabas en bastantes buenos términos con el señor Geoffrey, que te indica que cada verano suele desplazarse a Rennes para visitar a la joven duquesa y participar en las cacerías y que, por él, estás invitado a venir siempre que quieras. 

Godofredo, el prometido de Constanza, por su parte, no hace acto de presencia en todo el verano, pues está en París, según dicen unos para disfrutar de los torneos que tanto le gustan y según otros para conspirar con el rey francés contra su padre, el rey inglés...
 

- Tiradas (5)

Tirada oculta

Tirada: 1d10(-3)
Motivo: Etiqueta
Dificultad: 6+
Resultado: 5(-3)=2 (Fracaso)

Tirada oculta

Tirada: 1d10(-1)
Motivo: Encanto
Dificultad: 6+
Resultado: 8(-1)=7 (Éxito)

Tirada oculta

Tirada: 1d10(+1)
Motivo: Don de Gentes
Dificultad: 9+
Resultado: 7(+1)=8 (Fracaso)

Tirada oculta

Tirada: 1d10(-2)
Motivo: Socializar
Dificultad: 9+
Resultado: 10(-2)=8 (Fracaso)

Tirada oculta

Tirada: 5d10
Motivo: Socializar (¿pifia?)
Dificultad: 10+
Resultados: 10, 2, 3, 10, 7
Exitos: 2

Notas de juego

(1) es decir, el que ostenta el dominio sobre un castillo

+1px en Etiqueta

+1px en Don de Gentes

Actualizo las relaciones en la Alianza, si no tienes inconveniente (sin mencionar tu pifia social con Odo).

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11/12/2008, 23:49
Guillaume du Montverte

Notas de juego

Cita:

Actualizo las relaciones en la Alianza, si no tienes inconveniente (sin mencionar tu pifia social con Odo).

Por mi no hay problema de ningun tipo....

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14/12/2008, 23:19
Director

OTOÑO DE 1180

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31/12/2008, 18:25
Director

Este otoño aparece, desde el primer momento, como una estación especialmente lluviosa, como si el clima estuviera tratando de desquitarse por un verano tan apacible. Pronto se despierta el frío y la humedad de la lluvia trata de alcanzaros a toda costa. Alguien de tu condición no es que tenga muchos problemas con algo como la climatología, pero en general se nota el cambio de luminosidad y temperatura, así como las actividades y actitudes que ves a tu alrededor: los grogs se apretujan en su barracón o en la torre, mientras que el servicio trata de salir lo menos posible al patio.

Edmund Simon, el senescal de la Alianza, habla contigo en cuanto llegas:

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31/12/2008, 18:26
Edmund Simon

-Sir Gillaume, por favor, si sois tan amable de discutir unos asuntos conmigo... -Edmund se mesa los cabellos, evidentemente alterado- A pesar de mi ascendencia anglo-normanda y de mi experiencia en el campo de batalla, no he sido capaz de mantener a raya a estos normandos insubordinados -dice haciendo seña hacia fuera, hacia los nuevos grogs que él mismo contrató hace poco- Pensé que podría disciplinarlos -dice mientras se vuelve y pasea nervioso por la habitación- pero por más que lo intento, no logro acallar sus ansias de combate, de pegarse y reñir entre ellos y todo lo que haya a su alrededor. Los "sabios" de la torre no parece que se lo vayan a tomar muy bien. Si se tratara de señores más convencionales, no creo que hubiera mucho problema, lo entenderían y sólo sería una cuestión de tiempo, ellos mismos se encargarían de imponer disciplina, pero me temo que no es el caso. ¿Podríais echarme una mano con el tema?

La situación del veterano sargento no puede sino conmoverte. ¿Cómo negarse? Aunque es evidente su valía como hombre de armas y como capitán, la situación le desborda por lo complicado de la misma, son demasiados, demasiado indisciplinados y del tipo que a uno pueden hacerle hervir la sangre con facilidad.

- Tiradas (2)

Tirada oculta

Tirada: 1d10
Motivo: Liderazgo
Dificultad: 3+
Resultado: 5 (Éxito)

Tirada oculta

Tirada: 1d10(+1)
Motivo: ¿Resfriado?
Dificultad: 6+
Resultado: 6(+1)=7 (Éxito)

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31/12/2008, 18:45
Director

Te pones, pues, manos a la obra. Piensas primero en usar el tacto, que seguramente alguien como Edmund no habrá utilizado, pero tardas sólo un día en darte cuenta que eso mismo ha estado a punto de costarte bien caro. No te han respetado más que cuando estabas presente, y aún así... Al día siguiente arremetes con un programa de entrenamientos improvisados que incrementa su crudeza a cada día que pasa, según te vas sintiendo más cómodo impartiendo las órdenes. En poco tiempo los tienes a todos empleados en alguna actividad física que les agote tanto como para no poder estar perdiendo el tiempo en estúpidas riñas. Pronto abundan las contusiones, torceduras y los resfriados por las duras condiciones de entrenamiento. Pronto, también, abundan las maldiciones entre dientes y las menciones a tu familia cuando no estás delante. Pero tu disciplina se acepta. Son soldados a los que se les ha acabado la buena vida, molestos, tal vez más fieles a la paga que a ti, pero dejan de causar problemas y su entrenamiento se reemprende con fuerza.

Por otro lado, el pequeño grupúsculo de soldados bretones que había sobrevivido y que permanecía en la torre en constante enfrentamiento con los normandos es enviado lejos, a tierras sureñas, con Edmund como capitán, a alguna misión que no te es revelada y que parece venir directamente del señor Wyvern. Ésto, claro, trae todo tipo de rumores, como que se les ha expulsado para siempre y que Pléchâtel pasará a ser de Normandía, pues el señor Wyvern y tú mismo sois normandos, o que se han ido a combatir sarracenos a las tierras de Hispania. En cualquier caso, está claro que su salida de la Alianza contribuye a su pacificación.

Notas de juego

Ganas 1px en Liderazgo, pasando a 3/1

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01/01/2009, 16:52
Director

 INVIERNO DE 1180

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14/01/2009, 04:02
Guillaume du Montverte

Guillaume ve la nieve caer desde la ventana de la habitación y siente como si sus músculos se oxidaran por al falta de acción y la crudeza de este invierno muy distinto al árido y caluroso oriente donde nació. Después de divagar un rato en sus pensamientos decide dar un pequeño paseo por el castillo y investigar los recovecos que aún le son desconocidos. Sin saber porque sus pasos le llevan a pasar por frente a la puerta de Lady Ginebra y duda por un instante sobre si llamar a su puerta o no. Después de armarse de valor se decide y toca dispuesto a poner como pretexto un paseo por la torre.

La belleza y sensualidad de esta dama me intriga pero no se como acercarme a ella....quizás quiera dar un pequeña vuelta por la torre-se dice mientras llama a la puerta-.

Notas de juego

no hay mucho que pueda hacer dentro del castillo ;P.Disculpa por no haber escrito mas es que en estos dias estoy un poco cargado de curro.

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20/01/2009, 20:32
Director

El invierno llega con lluvias intermitentes y un frío creciente. La lluvia pronto se ve sustituida por la nieve y luego por el hielo. Das gracias a Dios de tener un sitio tan acojedor como este donde pasar tus inviernos y disfrutar de las numerosas chimeneas de las que consta la torre. Y es este invierno en el que decides aprender más de ella, pues es una construcción magnífica y que esconde ciertas sorpresas. Sabías que tenía subterráneos, pero en tu soberbia señorial no los habías visitado nunca, pues parecía cosa de plebeyos. Bajo la torre se esconden cámaras enormes destinadas a guarecer un pequeño ejército, aunque los soldados siguen residiendo en la barraca de madera que se les construyó en el exterior. Hay, además, talleres y también habitaciones excavadas en la piedra madre de cavernas naturales, donde los magos desarrollan su vida mágica. Resulta también extraordinaro el hecho de que la torre en sí sea de mármol , impresionante su altura (fuera de lo común en la época) y algo más que curioso que las escaleras no lleguen hasta el tejado de la torre, sino que se detengan simplemente en techo, pero ascendiendo hasta él. Más allá de ese techo reside Gornych Wyvern, verdadero señor de la torre...

Fray Erwan, entonces, comienza a "cazarte" para hablarte de la terrible situación que sus hermanos padecen por los asaltos de los bandidos. Parece que ahora se han centrado en las presas eclesiásticas y el fraile piensa que esto podría conducir a malas relaciones con la Santa Madre Iglesia si no se ataja de inmediato, pues al fin y al cabo están sucediendo en la zona de influencia de tus tierras. Es un asunto peliagudo, pero tu mente, teniendo en cuenta que en invierno poco se puede hacer con los bandidos, deriva hacia otras inquietudes.

Te ves a ti mismo gravitando inconscientemente en torno a la bella figura de Lady Ginebra, buscando a cada momento el ver el brillo de su pelo o escuchar su musical voz. Cualquier excusa es buena y disfrutas sobremanera las comidas y los momentos de charla junto al fuego. Ella se muestra amable e incluso dirías pícara, mucho más sofisticada de lo que tú nunca podrías soñar ser. En cierta medida, la ves fuera de tu abasto (de mejor familia, más adinerada, bellísima y de educación superior), pero tu corazón no hace caso a tu mente y persistes en tu actitud. Y ella, aunque no acaba de darte pie, no parece rechazar tus lentos avances. Pero, oh misterios de la feminidad, no eres capaz de desentrañar si se trata de simple educación, interés en continuar siendo huésped de la torre o bien verdadero interés en ti...

Y entonces ocurre la desgracia. Tras unos días de absoluta felicidad, compartiendo tardes enteras de conversación con ella, la dama cae gravemente enferma, presa de unas terribles fiebres. Ni que decir hay que permaneces a su lado todo el tiempo que puedes, esperando su pronta recuperación, rezando por ella. Sufre, incluso, delirios (ininteligibles) y muchos temen por su vida (todos los varones, con un suspiro en la boca), pero en una semana vuelve a estar lúcida y hermosa como una flor invernal.
 

Notas de juego

No voy a sentenciar vuestro amor, es evidente, así que ya me diréis cosas entre los dos, jejeje.

Ponte Encanto a 1

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20/01/2009, 21:22
Director

PRIMAVERA DE 1181

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21/01/2009, 03:56
Guillaume du Montverte

Guillaume al llegar la primavera se apresta a formar un consejo con los principales de la pequeña Plechatel para encargarse de una vez y por todas del asunto de los bandidos. Convoca primeramente al Fraile para que exponga delante de los demás los hechos. Tratando de convencer a los demás de que hay que actuar de una vez y por todas, le expone sus opiniones y sus planes a los presentes. No está dispuesto a dejar que esos malditos se sigan paseando por sus tierras y sin castigo.

Después de dejar el consejo se apresta a prepar las cosas para la cacería que se iba a llevar acabo. Alista a sus hombres y los insta a prepararse para la marcha