Partida Rol por web

   Embarcáis con billetes de pasaje medio para el carguero lejano Tipo-A2 Otoño Dorado, bajo el mando de la capitana Michelle Corelli. La nave se dirige a Elixabeth, a unos cuantos pársecs en fuga de Walston. Su ruta será a través de 567-908 y Walston, con paradas en cada punto.

   El Otoño Dorado no es una nave del Servicio de Exploración, pero ha estado afiliada a los exploradores durante algunos años y acepta este tipo de encargos de vez en cuando. Su capitana, Michelle, no os demasiado habladora, pero esencialmente la Otoño Dorado parece que es la encargada de entregar un par de contenedores de suministros en el diminuto astropuerto de 567-908 y, después llevaros a Walston, aprovechando que debe de hacer la entrega de un contenedor de repuestos y suministros generales. El resto de su cargamento es para Elixabeth.

   La tripulación del Otoño Dorado es la típica mezcla de personal de un carguero independiente. Algunos son ex-marines, exploradores retirados o antiguos empleados de grandes buques mercantes. Otros se han alistado a bordo en puertos o están formándose para el trabajo. La nave como pronto comprobáis, también es el típico carguero lejano, más funcional que lujoso. El alojamiento está un poco desgastado y la comida es, bueno, comestible. El área de pasajeros está bastante limpia, pero hay poco que sea nuevo o caro. De forma similar, la tripulación es bastante educada pero, ante todo, son viajeros espaciales y no trabajadores de cara al público.

   Aquellos de vosotros que esperen el equivalente a un hotel de lujo mientras viajan a través del espacio vais a quedar muy decepcionados en esta nave y otros cargueros similares, pero para aquellos que tratan simplemente de ir de un lugar a otro, naves como el Otoño Dorado son un medio de transporte totalmente aceptable.

   No hay mucho que hacer a bordo de un carguero lejano durante toda una semana. Y desde luego, no tenéis permitido el acceso a las áreas críticas de la nave cómo ingeniería o el puente. Como en la mayoría de las naves el espacio disponible tiende a ser algo limitado. Sin embargo, hay videojuegos en las consolas de entretenimiento de la nave junto con material educativo y programas de entretenimiento, y un área común para sentarse y estar de charla. Es un viaje económico y nadie debería esperar más.

   El lado positivo es que los podéis poneros al día con lecturas y dormir, aprovechar para conoceros mejor y no seréis perturbados por desastres, explosiones o peligros más graves que se os caiga el café.

   Una semana en ruta desde Flammarion a 567-908 en un Salto 2, primera parada del viaje.

Para el viaje, Sukagra, embarca un par de botellas de buen licor e intenta organizar una timba para aquellos que lo deseen. Aunque una vez pisan la nave el caracter un tanto alocado de esta se calma.

Durante el viaje saca el tiempo suficiente para estudiar desde su ordenador, medicina al parecer ya que consulta durante las comidas o en los momentos de esparcimiento con Yonko las dudas que le van surgiendo.

En este trayecto ven un lado mas diligente y serio de la pirata, algo que parece ocurrir en cuanto pisa una nave. Aunque encuentra momentos para la expansion y ser la de siempre las horas de estudio las mantiene a rajatabla y no hace ningun caso a quienes pueden distraerla.

Confraterniza con la tripulacion y ofrece su ayuda durante el trayecto.

Parece que viajar y tener un proposito la centra y la hace feliz.

La doctora mantiene su actitud calmada, observa las condiciones de la nave, nada elegante o sofisticado, pero, muy acorde a ella, quien no olvida su vida antes de lograr estudiar medicina, de hecho aun se siente más cómoda en ambientes humildes, estando en la nave se muestra cordial con los tripulantes y la capitana, sin interactuar demasiado con ellos.

Sin embargo el interés de "Sukagra" en la medicina alegra le alegra, y a la vez le recuerda que ella misma debe mantener sus propios estudios médicos al día, repasando sus estudios junto a "Sukagra" y leyendo libros más avanzados antes de dormir, es como ella mantuvo su mente ocupada durante la primer semana de viaje.

Manolín hizo notar que tenía mucha experiencia en viajes interplanetarios. Se adaptó a tope, jugó timbas e intentó ligar con todas las muchachas que no tuvieran la cabeza del revés.

Sin embargo, probablemente su acento no pareció gracioso a nadie, como había pasado en algunas otras ocasiones. O, quizá, fuera el desarreglo intestinal que tuvo, que le hizo pedorrearse so pena de sufrir graves retortijones (Manolín no era bueno aguantando retortijones, así que... ). Imaginen el pedorreo en el aire reciclado una y otra vez de una pequeña nave exploradora.

567-908.
Monótono, triste y deprimente. Y es mejor de lo que se esperaba.

   Aproximadamente 168 horas después de haber dejado Flammarion, el Otoño Dorado emerge del salto a 119 diámetros del planeta designado como 567-908. Los datos del mundo estaban disponibles en cualquiera de las consolas de la nave, pero no hay mucho que contar. El mundo es seco, cuenta con una atmósfera tenue y está oficialmente deshabitado.

   Aterrizáis. El astropuerto es sólo una zona despejada de lecho rocoso que ha sido alisada para formar un área de aterrizaje capaz de recibir naves de hasta 600 toneladas, más o menos. Hay un pequeño lago a un kilómetro hacia el sudeste, que para los estándares de este mundo debe ser una enorme masa de agua. Unas tuberías van desde el lago hasta un tanque de almacenamiento en el puerto.

   El aire es débil, pero no supone un problema, incluso el aire seco no molesta. Es una práctica común que una nave en tránsito ajuste gradualmente sus controles climáticos para adaptarse al siguiente destino, de modo que al llegar los viajeros están más o menos aclimatados.

   El Otoño Dorado sólo hará una parada de un día aquí. Lo justo para entregar la carga, repostar y largarse. Aparte de estirar las piernas, parece haber poco que hacer aquí. El paisaje es monótono, triste y deprimente.

   Mientras esto sucede, se reposta y la carga es trasladada al gran cobertizo que sirve de almacén podéis echar un vistazo si queréis. Lo que se ve es una colección de casas prefabricadas, un garaje para VTT (Vehículo Todo Terreno) , un par de edificaciones dedicadas a las comunicaciones, todas construidas de forma similar. Un poco más alejado, a unos 3-4 kilómetros al norte sobre una cresta es visible una construcción con pinta de ser más permanente con forma de observatorio.

Salgo sólo para estirar las piernas y poder decir que he pisado otro planeta más, pero no me interesan las estructuras provisionales ni el clima árido.

En cuanto he respirado un poco de esa lastimosa atmósfera, vuelvo a la nave climatizada y me abro una cerbirra.

La doctora sale a recibir algo de luz, y cambiar el panorama que le rodea solo un rato, empieza a recoger piedras algunas piedras tiradas, no tanto por un interés genuino, si no solo como una actividad para distraerse fuera de la nave donde va ha pasar varios días mas, al ver a nuestro elegante caballero solo asomarse para regresar al navío espacial, ella le saluda alegre desde la distancia, y por un momento espera que el apreciado Manolín tenga la cortesía de dejar "sus vientos" en este planeta, o al menos una parte, la doctora sigue su camino buscando rocas diferentes a las que ya ha recolectado.

No esperaba gran cosa de un pedazo de roca a la que nadie se había molestado nombre, que ya era dejadez pero la realidad superaba con creces las expectativas. Cualquier tripulación pirata digna de ese nombre pasaría de largo de este erial 100 veces de 100 que pasara por allí y ni recordaría haberla visto.

Como nunca se sabe, y la verdad mejor que quedarse allí  dentro era casi todos se bajó tras Yonko a la que saludo alegremente.

_Hola Yonko, voy a dar una vuelta por el pueblo, veré si la comida y bebida de la cantina es tan mala como parece, aunque dudo que sea mucho peor que la nave. Daré un vistazo a eso que parece un observatorio y esos restos ( la colisión?) que hay por allí. ¿Te animas?. Creo que en un par de horas hacemos la visita turística a este planeta y podremos borrarlo de nuestras mentes sin pérdida apreciable en nuestras vivencias.

Miro hacia Hober.

-Creo que “el capitán” no manifiesta demasiado interés por esta bola de polvo. Seguramente tenga razón.

Manolín salió a ver cómo descargaban aquellos contenedores y, cómo no, a visitar la cantina del lugar, a ver qué tipo de caldo se preparaba ahí. Era proverbial cómo la gente que debía pasarse la vida en puñeteras rocas aburridas se entregaba a las pasiones más curiosas, una de las cuales era la gastronomía y, dentro de ese campo, la coctelería. Había encontrado verdaderos prodigios de creatividad, no necesariamente buenos, pero si memorables, en rocas como esta.

Una vez en la cantina, cómo no, aparte de adular a quien fuera que la regentara ensalzando su creación, fuera la que fuera, preguntó por la nave, por Estacada. ¿Había pasado por ahí? Nunca se sabía, y el universo era un pañuelo.

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   La primera respuesta que recibís cuando preguntáis por una cantina o similar es una risita nerviosa.

   - No hay ningún bar, cantina ni tienda en todo el planeta... la mayor atracción es un VTT que se estrelló y lo único que se puede visitar es un observatorio, no hay nada más. -

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Sukagra puso los ojos como platos.

-Un VTT cascado, sin cantina, polvoriento, sin vida...Estar en la carcel no puede ser mucho peor.-penso

Dio las gracias al lugareño y mientras se dirigian al observatorio le dijo a Yonko.

-Si algún día me ves con la inquietud de quedarme en un sitio así, por favor, pégame un tiro.

La doctora accede a acompañar a su compañera a buscar un lugar donde tomar algún trago e investigar aquel llamativo observatorio abandonado, sin embargo nos dan la decepcionante noticia de que ni siquiera hay una cantina para poder relajarse, es increíble lo abandonado que esta está roca.

Ante el comentario de "Sukagra", Yonko sonríe, —Lo tendre en cuenta Sukagra,— acompañando sus palabras con una sonrisa y un gentil toque en el hombro.

Luego se dirigen al observatorio.

—No t'rocupes, púeh, siiiiguro q'alguno destila cualquier cosita y t'vend'algo puéh. Abriremos —dijo de pronto y en un perfecto galáctico standard —una investigación.

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    Os aproximáis. El edificio es realmente un observatorio y si queréis podéis echar un vistazo por los alrededores mientras no causéis molestias. La construcción está casi terminada. Ya cuenta con un telescopio con múltiples longitudes de onda y varios instrumentos especializados para medir cosas como la radiación cósmica, la interferencia gravitacional y similares. Cualquiera que pregunte es recibido con una disertación extremadamente técnica (y aburrida) acerca de cómo cuando una astronave emerge de un salto su masa causa «ondulaciones» gravitacionales, las cuales interactúan con otras materias de un modo muy científico y totalmente incomprensible.

   Podéis llegar  a la conclusión de que el observatorio está ahí para probar nuevos instrumentos y técnicas científicas, y ver si pueden tener utilidad práctica. La plantilla del observatorio disfruta de un suministro de café muy decente y están muy contentos de tener compañía. 

   Si alguien quiere merodear alrededor del planeta, podrá observar tanta monótona roca marrón grisácea como quiera. El puerto cuenta con tres VTT disponibles, uno de los cuales está equipado con una cuchilla de buldócer. Sin embargo, no están disponibles para visitas turísticas. La exploración a pie está algo limitada y portar agua es una buena idea. No hay mucho que ver, aparte de algunas formaciones rocosas interesantes y una extraña escultura hecha por algunos de los exploradores a partir de los restos de un VTT. Lo llaman la «Colisión de Mandel» a raíz del incidente de hace un par de años, cuando uno de ellos remodeló el VTT más allá de su aguante permitido, conduciendo demasiado rápido sobre terreno accidentado.

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La visita al lugar le parece insulsa en grado sumo y todo su beneficio era el de estirar las piernas porque nada mas saco en claro.

La imagen de planeta aburrido y que haria pensar con frecuencia en suicidio era totalmente cierta y volvió a la nave con la intencion de meter toda la prisa posible para volver a partir en cuanto se pudiera.

Dudaba que el planeta se fuera a quedar grabado en su cabeza a menos que fuera como la vez que mas perdió el tiempo en su vida.

-Creo que este planeta tiene poco que ofrecer a unas mujeres como nosotras, bueno, ni a ninguna que no este en estado vegetal, Yonko. Creo que incluso a Manolin se le quedaría estrecho una vez se acabara el anticongelante, que además dudo que usen. Vamonos antes que consideremos la posibilidad de quedarnos y llevar una vida de meditación contemplativa en este paraíso del tedio.

Oh, claro, s'putamardre, púeh —Manolín iba desgranando comentarios apropiados, pues los científicos aburridos en una bola rocosa seguro disfrutan hablando sobre su trabajo— ¿y qué destiláis p'raquí cuando's queréis embolingar? Y, ¿una nave qu'sellama "La estacada" no pasó p'raquí, púeh?

Ante las palabras de su amiga Yonko se sonríe, dudo que tal eventualidad llegue a suceder, pero, puedes contar conmigo, agrega a sus palabras una amistosa palmada en el hombro.

Dentro del laboratorio la doctora realmente disfruto el café, fue fantástico, su aroma, su nivel de amargura, la intensidad e incluso su temperatura, todo estaba en el punto ideal, para no caer dormida ante la nada estimulante platica para los no versados en los temas del estudio de los efecto del salto espacial, pero, no puede evitar notar lo perfecto que es la roca espacial en la que se encuentran para tal fin, con tan poco de interés en tal localidad, pueden controlar fácilmente los despegues, solo necesitan ordenar algunas piezas para conseguir un navío que despegue de esta zona, tras realizar la entrega.

Tras la taza de café Yonko agradece la hospitalidad para después pasar a retirarse.

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   Para cuando la nave ha repostado y está lista para continuar con su itinerario, lo más probable es que estéis más que prestos para partir, pero si alguien quiere hacer alguna cosa más, comentarlo. Puede que algunos hayáis desarrollado cierta simpatía por las personas que tienen que trabajar en 567-908 puesto que su trabajo, no es precisamente el más divertido de los posibles destinos.

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