Partida Rol por web

.-¿Lider?¿Permiso?¿Cartografía?-. Parece confundido de nuevo. Se queda pensativo .-Son palabras extrañas. No le digas nada al líder de que he sacado la espada por favor-. Dicho esto se marcha con cierta prisa.

Confiando en él, le dejo marchar.

- Y ahora chicos, para cumplir nuestra misión, primero vayámonos a la posada del pueblo. Sigamos el camino que este ser nos ha indicado.

Eruditen y Rondo caminan por el sendero y llegan hasta una población que esta al limite entre pueblo y ciudad. Es por así decirlo una pequeña ciudad isleña. Las viviendas de ladrillo de las afueras son de nueva edificación y son evidentemente de un estilo arquitectónico propio del Imperio Augustiano. Estandartes rojos caen de los ventanales y dotan las fachadas de un cierto esplendor. No obstante los jardines de las viviendas si están bien cuidados no han llevado bien la cercanía a la costa y la sal ha hecho mella en ellos.

Los dos infiltrados entran sin problemas en esta parte exterior de la ciudad. Estas calles de las afueras están desiertas. Rondo parece impresionado por las construcciones de lo que para el Imperio Augustiano debe representar una ciudad insignificante, tal vez, ni siquiera secundaria.

Al llegar a la zona del puerto los edificios están más maltratados por la brisa marina y en algunas de las edificaciones que son más antiguas aparecen cierto desgaste en las fachadas. Aquí la apariencia es de mayor podredumbre salvo en los edificios de aspecto gubernamental y en algunas casas concretas.

Estas calles más cercanas a la costa rebosan de actividad y tanto centauros como humanos representan una ruidosa multitud que se va y viene. Los soldados del Imperio Augustiano patrullan las calles de lado con porte marcial. 

En el mismo Puerto hay atracados cuatro poderosos quinquerremes y tres trirremes. Se ve llegar a otro quinquerreme a puerto en ese preciso momento.

Hay una posada, tiendas varias y en el centro de toda la actividad donde la multitud se agolpa se ve lo que parecen una serie de celdas.

- Bueno, amigo mio, repasemos la misión. Nos vamos a la posada, esperamos a que caiga la noche, nos largamos de la posada disimuladamente, nos cargamos sus navíos, nos escondemos en los bosques y usamos la poción especial que nos dió nuestro aliado para que sepan donde encontrarnos, recogernos y volver a la civilización humana. ¿Alguna objección?

Miro a Rondo...

.-Son ocho barcos ¿Cómo vamos a destruir ocho barcos?-. 

- Subiremos encima de uno de los barcos, lo incendiaremos con aceite que hayamos comprado, y, mientras arda, lo dirigiremos contra los demás. Así proseguiremos con los barcos que resistan. Haciéndolo así no creo que tardemos mucho tiempo.

.-Me gusta, pero para hacer eso necesitaríamos a un equipo de remeros completo-. Dice con desanimo.

En el ruido de la ciudad se escuchan conversaciones curiosas.

Un hombre que pasa dice .-El Emperador esta enfadado porque su esposa ha desaparecido-. Otro añade .-Lo más probable es que este muerta y enterrada ya. La búsqueda es una perdida de tiempo-.

Un niño .-¡Voy a ser tan fuerte como el gladiador Tindaco!-.

- Buscaremos a mercenarios y les prometeremos el rescate de la princesa si incendian los barcos. La princesa sólo volverá, no pagando un rescate, sinó hundiendo su flota. Después, de vuelta, segun hiciera falta, les mataríamos o les daríamos un trabajo. ¿Te parece bien, Rondo?

.-Parece complicado, pero no tenemos ningún plan-. Dice .-¿Entonces ahora a donde vamos?-.

Me acerco a un centauro que tenga aspecto de guerrero. Intento hablar con él a solas. A ver si él me ayuda. Tengo que convencerle de que el rescate de la princesa depende del hundimiento de la flota. Y yo sé donde está raptada, segun le diré.

El centauro de aspecto más aguerrido que se encuentran los infiltrados es uno con un parche en el ojo que no deja de escupir en el suelo. Mira a Eruditen y a Rondo con desconfianza cuando los ve llegar.

Miro al centauro Pegamucho y le digo en voz baja:

- Pst!! TEngo una información interesante para ti. Se trata de la princesa raptada. Ven conmigo a un rincón apartado, chico...

El centauro sin mucho preámbulo acompaña al callejón al anciano.

Le cuento al centauro mi mentida: que sé donde está la princesa, que no está muerta, y que sus segrestadores (yo tengo esta información por mis propias fuentes) no la devolverán si no se hunden incendiados sus barcos. También le pregunto si tiene algun aliado para que le ayude en esta misión.

.-Pero viejo humano. A mi no me importa que le pase a esa mujer. Yo trabajo para los humanos porque me dan de comer y de beber. Además me dan opio de buena calidad. Subo en sus barcos y hago lo que me dicen-. Parece algo indiferente ante la oferta .-Capturamos a muchos humanos de otros barcos y los metemos en celdas. Ellos quieren a otros humanos para que hagan cosas-.

- ¿Y no sabes que el rey ha prometido 10.000 monedas de oro a quien rescate a la princesa? A pesar de los barcos incendiados, deberá pagar esta suma...

Por supuesto, es otra trola, pero puede que funcione...

Tirada de inteligencia

He fracasado...

.-Esto es muy raro y difícil. No quiero un trabajo tan duro. A los centauros nos gusta la comida, las peleas y la buena vida. Los humanos siempre complicáis todo. No quiero esto-. Golpea el suelo con una de las patas traseras. .-¡Hasta luego!-. Dicho esto se marcha

Me reuno con mis amigos Rondo y el Halcón y les digo:

- Esto ha fracasado. Creo que deberíamos liberar a los presos de las prisiones esta noche y animarles a que se unan a nosotros. Pillaremos por sorpresa al carcelero, lo mataremos o dejaremos inconsciente y con sus llaves iremos abriendo las celdas. ¿Os parece bien la idea? ¿Estáis conmigo?