Partida Rol por web

Traedme algo suave y ligero, por favor. pide la escorpión. Y avisadme con tiempo para ir a la recepción. indica mientras se levanta para comenzar a prepararse.

De inmediato y sin que sea nacesario que esperes, la criada te trae una sopa de miso, con arroz y pepino encurtido aparte, todo en poca cantidad. -Tan pronto estéis lista, podemos acompañaros para que esperéis en la antesala.-

Saiko toma un sorbo ligero de sopa y apenas come unos pocos granos de arroz cuando se gira y, colocándose bien el cabello, indica al criado. Guíame, por favor, no quiero hacer esperar a nuestro anfitrión.

Tras ello, con un rápido golpe seco de muñeca, abre el abanico y comienza a andar mientras sujeta el complemente frente a su rostro.

Despues de no poder cumplir con nuestro deseo de hacer guardia la noche pasada , mi mente estuvo en actividad durante algún tiempo mas pero mi sueño fué placido y reparador.
Me levanto con las primeras luces del alba llena de energia y escucho los golpes en la jamba, al dar permiso se me informa de lo que acontece el dia por lo que me dirijo a los baños donde de forma rapida y precisa lavo los ultimos restos de sueño que quedasen en mi persona. Al acabar tan agradable baño , dirijo mis pasos a la sala del desayuno donde espero encontrarme con el resto de invitados.

Al salir para ir a los baños, te encuentras con que los cirados tenían tu desayuno preparado a la puerta del mismo, para servítelo ahora en el dormitorio. Al ver que lo rechazas, te acompañan a los baños, azorados, llevándose el desayuno. Tú, para no comprometer tu honor, no haces caso de lo ocurrido y acudes a bañarte. Una vez te has limpiado, se te vuelve a ofrecer el servicio del desayuno en tu dormitorio.

Regreso rapido a mi cuarto para desayunar rapida y parcamente , esperando el momento de acudir con mis regalos a la recepcion, donde pretendo hacer entrega de los mismos a nuestros nuevos anfitriones.
Al acercarse la hora de la recepción dirijo mis pasos a la sala destinada a tal efecto.

Hiroshi muestra su conformidad con un silencioso gesto y agilmente, tras la partida del sirviente, dispone de lo necesario para recomponer su imagen a lo que es apropiado en presencia del daimyo. Analiza su imagen con ojo crítico en busca de cualquier defecto y de encontrarlo lo repara inmediatamente. Hoy va a ser un día llamativo, cuando menos, medita mientras coje la funda que contiene su flauta y la añade a su vestuario del modo más discreto posible.

En último lugar se ciñe el daisho, respira profundamente, y sale de su habitación mostrando una calma exterior que está lejos, muy lejos de sentir.

El criado te guía a la sala de recepción. A través de un pasillo exterior cubierto avanzas hasta el Shinshinden, el edificio más grande de la zona palaciega. Allí te deja al cargo de dos guardias que te escoltan hasta una gran sala de preparación, separada dela siguiente y principal por unas descomunales puertas deslizantes sobre las que hay pintadas dos grullas que entrelazan sus cuellos. Dos bushi más guardan la puerta. Shosuro Saiko ya está allí.

Tan pronto das tu consentimiento, la criada entra en la habitación con un bol de sopa de miso, otro de arroz y pepino encurtido para acompañar. Tan pronto desayunas y te acicalas, sales de la habitación y te dispones a seguir al criado. Sin duda por casualidad, Matsu Kiku sale en este momento de su propio dormitorio. Te sonríe y sugiere bajar juntos a la recepción que os espera. Educadamente, se dispone a caminar tras de tí.

A través de un pasillo exterior cubierto avanzais hasta el Shinshinden, el edificio más grande de la zona palaciega. Allí se os deja al cargo de dos guardias que os escoltan hasta una gran sala de preparación, separada de la siguiente y principal por unas descomunales puertas deslizantes sobre las que hay pintadas dos grullas que entrelazan sus cuellos. Dos bushi más guardan la puerta.

Además de vosotros dos, también Shosuro Saiko, Matsu Mariko y Mirumoto Kaeru están allí.

-Ohayo gozaimasu- Contesta Masanari incorporándose en el futón -Aceptaré gustosamente ese desayuno, domo arigato gozaimasu

-Ohayo gozaimasu.- responde Takuro bastante serio. Ha sido una noche llena de demonios y traiciones y no tiene demasiada buena cara. El peligro real se alejó para volver poco después a sus sueños.

-No tengo mucha hambre, pero comeré algo antes de acudir ante la presencia del honorable Doji Hoturi.

Me lavo intensamente las manos y el rostro con agua fría, y derepente oigo la voz del criado.
Comienzo a vestirme cuidadosamente. El tiempo se prolonga mientras me ajusto adecuadamente el haori. Tras arreglarme el pelo y disponer adecuadamente mis armas en la cintura, abro la puerta y digo escuetamente:

-Criado, haced traer el desayuno

A continuación me dirijo respetuosamente a la estancia de Otomo. Tras los saludos formales, muestro interés por las intenciones del anciano. Dejo saber que podría volver a excusarle si lo desea, pero que la decisión de presentarse o no ante Hattori-dono, será suya.

Un par de criados entran vuestros desayunos, consistentes en sopa de miso, arroz y pepino encurtido. Es un desayuno ligero pero nutritivo que te permite comenzar el día con fuerzas renovadas. Al salir, ves a tu compañero de guardias de pie, saludando a Takeo, que ya se ha levantado.

-Es nuestro derecho acudir en último lugar a la recepción con Hoturi-sama, así que esperaremos.- y girándose hacia tí, Takeo saluda de nuevo -Buenos días, Hattori-san. ¿Habéis descansado?-

El criado asiente y hace entrar en el cuarto una bandeja con sopa de miso, arroz y pepino encurtido. Los trtes alimentos están preparados con gran perfección y delicadeza y aromatizados con hierbas bien escogidas. No es un desayuno contundente, pero muy nutritivo y revitalizante. Tan pronto terminas, el criado informa de que puede acompañarte por el palacio a donde desees.

El anciano te da los buenos días y reflexiona sobre tus palabras. -Quizá sería buena idea probar hasta qué punto es eficaz mi disfraz y presentarme ahora, a pesar de mi "enfermedad". Antes o después deberé mostrarme un poco para no llamar la atención y esta ocasión es buena. Ninguno de los invitados me conoce con anterioridad y Hoturi hace muchos años que no nos ve ni a mi primo ni a mí, era tan sólo un niño. Sin embargo, me gustaría que me acompañases a la recepción. Quiero devolverte el favor hablándole bien de tí a Hoturi-sama y que permanezcas atento a todo cuanto veas y escuches allí.-

Los criados entran, trtas llamar, el desayuno, consistente en sopa de miso, arroz y pepino encurtido. Todo tiene un aspecto delicado y delicioso.

Tras el desayuno, Takuro se asea y se viste con cuidado pero sin perder demasiado tiempo. Con mano firme pliega, dobla y ata cada parte de su atuendo carmesí mientras la seda susurra de manera aprobadora.

-Voy a comprobar si el resto de los invitados que venimos de Bayushi Kyuden y Kaede-san están listos y nos llevas hasta el lugar de la recepción. - solicita al criado.

Antes de salir de su dormitorio, echa un último vistazo a los dos hermosos árboles del patio.

-¿Qué simbolizan? - le pregunta, sabedor de que la elección y colocación de esos árboles no puede ser arbitraria.

Luego, tal y como ha dicho, se dirige a reunir a los suyos una vez hayan desayunado todos y estén preparados para ir al Shishinden.

-Estos árboles simbolizan valores tradicionales del clan de la Grulla, señor. El naranjo muestra la generosidad, el afán de la grulla por mostrarse en toda su belleza para gozo de sus súbditos. El cerezo representa su gusto por la educación y la belleza espiritual.- contesta prontamente el criado, como si estuviera acostumbrado a responder esta pregunta.

Te dirijes al dormitorio de Kaede, quien ya ha terminado su desayuno y está lista, esperándote. Su criada esboza una sonrisa al verte y saluda con profunda reverencia. -Estamos listos, Takuro-sama.- afirma, más que preguntar. Junto a los otros dos escorpión, os dirigís a donde el criado os guíe.

-Si es vuestro deseo así se hará.

Con cierta intranquilidad me dispongo a disfrutar del desayuno. Mis ojos se alzan un instante para preguntar
al anciano.

-¿Quién?