Partida Rol por web

Si, soy yo contestó por el enlace mental a Flash, pero en ese momento, su compañero cayó. Estaban en un aprieto, quedaban tres y Flash estaba indefenso en el suelo.
Observó por un segundo la situación y decidió defender a su compañero, para eso golpeó al único que parecía que iba a atacar a Flash mientras esperaba que la curación rápida de su compañero le permitiera volver a estar operativo , si no, la misión habría acabado antes de empezar

Flash había derribado a un Parademonio, y J'onn gracias a su invisibilidad a otro. Ya sólo quedaban dos. Que estaban bastante paranóicos buscando al fantasma o lo que fuera que los estaba eliminando sin poder hacer nada para remediarlo.

Bueno. Eso y la puerta claro. Aunque a primera vista no parecia haber ningún panel de control o cerradura de ningún tipo. Y había algo al mirarla que parcia indicar que iba a ser dura, muy dura de derribar. Si es que lo de derribarla era buena idea, claro está.

Ahora que J'onn podía encargarse de los guardas que quedaban, no había tiempo para buscar formas de abrirla, así que, concentrándome, comienzo a hacer vibrar mis moléculas para intentar atravesarla.

-J'onn voy a intentar entrar, te dejo los guardas a ti.

Al ver que podía ignorar a los Parademonios porque J'onn estaba allí con el, Flash pudo dedicarse a lo que era su misión. Atravesar la puerta. No parecia haber ningún tipo de mecanismo, por lo que optó por la via facil de atravesarla vibrando a través de la misma.
No obstante, en cuanto empezó, notó que había algo que trataba de retenerlo, o el material de la puerta era singular e impedía ese tipo de acciones, o estaba protegido de alguna manera.
Sea como fuere Flash empezó a gritar, pero acabó atravesando la puerta.

Los guardianes vieron aquello y se quedaron mirandose entre ellos, sólo quedaban dos, pero parecian algo preocupados porque el velocista hubiese entrado.

Otra hecho que preocupó aun más a J'onn, fue que perdió el contacto con Flash. Del todo. A los demás podía sentirlos, y si se concentraba hablar con ellos. Pero no con el velolista. Era como si hubiese dejado de existir.

Dolor. Eso es lo que sintió al atravesar la puerta. No sabía de qué material estaba hecha, pero desde luego no era normal. Había usado ese poder en multitud de ocasiones, tanto para pasar a través de muros, como evitar algún que otro ataque. Pero nunca lo había sentido así. Pudo notar en su cuerpo como la puerta trataba de impedir que pasara. Incluso a nivel celular. Era muy extraño.

Pero logró atravesarlo. Apareció de repente en una especie de camino amarillo, parecia hecho de energia y a su alrededor había un vacio. Era enorme, pero le pareció distinguir la forma de una cinta sin fin, tal y como le había advertido Himon.

Fue en ese momento cuando algo pasó a su lado a toda velocidad, era una especie de mancha negra, sin pararse. iba tan rápido que no pudo verlo bien. En cuanto le sobrepasó una descarga de energía le recorrió. Y recordó las palabras de Himon.

No puedes estar quieto allí dentro. Tienes que estar en constante movimiento.

Aquella sombra negra suponía que sería mi objetivo, así que orientándome lo mejor que podía en aquel extraño lugar, comencé la persecución. Como mínimo tendría que alcanzarla.

J'onn vio como Flash atravesaba la puerta negra y le deseó suerte. Sabía que lo que iba a hacer era peligroso, pero que el plan dependia de ello.
No podía hacer mucho más por ayudarlo en aquel momento, así que eliminó a otro de los Paredemonios. El que quedaba, al no poder ver a su atacante, salió huyendo de la sala. Seguramente se encontraría fuera a Barda, con la cual no le iría mejor que con él.

Flash recibió la descarga en cuanto la figura le sobrepasó. Así que empezó a correr para alcanzarla, no obstante parecia ser más rápido que él pues no le conseguía pillar.
En un momento dado la mancha negra aceleró y le volvió a pasar. En esta ocasión pudo verla claramente, ya que sus velocidades se igualaron por un momento. La figura era escalofriante, y lo más extraordinario era su velocidad. Flash creía que era rápido, pero la figura oscura demostró que lo era aun más.

Y eso no fue lo peor. Pues en cuanto el corredor negro le adelantó, otra descarga de energia recorrió al velocista escarlata. En esta ocasión un poquito más intensa que la anterior.

La segunda descarga había sido suficiente para el corredor escarlata, era el momento de ponerse serio. Había era hora de vencer a la muerte y poner a prueba la resistencia de la máquina generadora. Dudo que el que la construyera pensara en usarla de como pista de carreras.

Flash casi había sentido la segunda descarga, y la verdad es que suponía que no sería buena idea sentir más. Así que hizo lo que mejor sabía. Correr.

No obstante, y por incréible que pareciese, su velocidad no era suficiente para alcanzar al Corredor Negro. Pues este volvió a pasarle una vez más, y al hacerlo recibió una nueva descarga. Cada vez eran más potentes.

El ser era capaz de una velocidad increíble. Tenía que alcanzarlo, pero parecía imposible.

Flash sabía que el plan de sus compañeros dependía de que él ganase aquella carrera. Pero lo cierto es que no se esperaba nada tan rápido como aquel ser oscuro.
Así que se obligó a no rendirse y corrió, corríó como no lo había hecho nunca. Podía notar como iba acortando distancias metro a metro. Hasta que finalmente logró alcanzarlo y, aunque por poco, sobrepasarlo.

En cuanto lo hizo pudo ver como el relampago que le había golpeado varias veces lo hacia en esta ocasión sobre Black Racer. Y aunque este se convulsionó, no dejó de correr.

La carrera todavía no había terminado.

Ya que había empezado, Flash concentró toda la fuerza de la velocidad que pudo reunir e intento alcanzar al fin a la oscura criatura.

Flash seguía dandolo todo. Había conectado con algo...extraño. Algo que creía que era la fuente de su poder. Podía notarlo, aquel lejano sentimiento de reconocimiento. Como cuando llegó a aquella dimensión donde consiguió sus poderes. Había conectado con la SpeedForce como lo llamó Jay.
En esta ocasión fue más fácil vencer al Corredor Negro, y el rayo le volvió a alcanzar. Aunque pareció aguantarlo lo suficientemente bien como para seguir corriendo.

Ahora notaba como el poder recorría su cuerpo, pero sabía que estaba exigiendo a su cuerpo un esfuerzo que no sabía si podría soportar. Aun así, ahuyentó todo pensamiento que no fuera correr de su mente. Tenía que detener al corredor oscuro.

Flash iba cada vez más rápido. En un momento dado empezó a dejar de ver la pista donde corría y tan sólo podía percibir a la figura oscura que trataba de alcanzarle. A su alrededor todo era luz.
Fue casi consciente de que una vez más alcanzaba al Corredor Oscuro y le adelantaba. El rayo lo golpeó una vez más. Y en esta ocasión se quejó y pareció trastabillar, aunque se recuperó enseguida.

La especie de trance de concentración extrema que permitió superar al corredor oscuro abandona a Flash como si despertara de un sueño. Sabía que ese esfuerzo pese a dar sus frutos había consumido sus reservas de energía. Era el momento de intentar algo diferente.

-EH, ¿Puedes entenderme? No estoy aquí para luchar contra ti, sino para liberarte de esta prisión. Podría intentar sacarte de aquí del mismo modo que he entrado.
 

Flash trató de convencer al Corredor Oscuro, pero podía notar como sus palabras salían distorsionadas por la velocidad. El paisaje cada vez se desvanecia más. No parecía que le hubiese escuchado.
En esta ocasión sintió, más que vio, sobrepasar al otro velocista.

La descarga le alcanzó una vez más. De nuevo le sitió gritar de dolor. Pero al parecer el Corredor no podía hacer otra cosa que seguir corriendo.

Flash se fija en el corredor oscuro durante un momento esperando que reaccionara de alguna forma a su mensaje y entonces, de repente, sucede el desastre.