Partida Rol por web

La niña asintio ante su nombre y despues contexto a tu pregunta.

- La cajita de musica la tiene el señor Orphen. El quiere que funcione bien para darsela al señor malo, pero no consigue que funcione como quiere. Solo salen luces de colores bonitos.... antes habia una maquina que hacia que la cajita funcionara pero la rompio Hanna hace muchos muchos muchos dias.- dijo la niña convencida, pese a que intentaba expresarse bien, solo tenia unos seis años.

La pequeña estaba muy agusto en tus brazos, no se queria apartar, era como si te hubiera adoptado.- Orphen no se acuerda de que fue Hanna pero se enfadara mucho si se acuerda.... Orphen trabaja para el señor malo, le tiene miedo al señor malo... pero si aprende a usar la cajita igual se la queda.. lo esta pensando, quiere la cajita para el porque se pueden hacer muchas cosas con ella... dicen que tiene poderes... como los unicornios y las hadas....o algo asi... no se mucho que quieren decir aveces porque hablan como mayores.

Hanna entro detras de su compañero, algo no le gustaba. Habia visto muchos borrachos en su vida y esa mujer se orientaba bien, cogia la llave sin que se le fuera al suelo y pensaba con la suficiente claridad, rapidamente.

De modo que Hanna se aparto de ella, miro por la ventana. ¿Que clase de persona podia dormir por la noche viendo aquella destruccion?

Ryan depositó a la mujer en la cama: 

- Espera ahí, enseguida vuelvo. - dijo para calmar las ansias de aquella ninfómana.

Luego hizo un gesto a Hanna y se dirigió primero al baño. Estaba convencido de que habría también micros y cámaras en esta habitación.

La mujer apestaba a alcohol, podia ser que tuviera un gran aguante o que se hubiera bañado en ron con cocacola. Eso no lo sabian.

El baño estaba limpio. En la repisa una decena de tarros con cremas diferentes. Todas con pinta de ser muy caras y varios botes con pastillas de colores, sin ningun tipo de etiqueta que indicara que eran.

No habia nada mas, no parecia que hubiera microfonos alli.

- ¿Dónde era la fiesta? ¿De dónde venías? - preguntó Ryan a la millonaria heredera cuando regresó del baño.

Como quién no quiere la cosa y sin pedir ningún tipo de permiso comenzó a registrar meticulosamente la habitación al completo... puede que lo que buscaban no estuviera allí, o puede que sí, nunca se sabía.

La fiesta soy yo, chico.- dijo la mujer. Se abrio el vestido dejandote ver que no tenia ningun tipo de ropa interior debajo.

Se levanto de la cama, cogio algo del cajon y te lo mostro coqueta.

¿Qué demonios era eso? ¿Algún tipo de droga? Esa mujer estaba más que borracha, estaba ida de la olla. Cogí lo que me ofrecía y lo observé con curiosidad. - ¿Qué es esto?* -

Los ojos de Ryan se desviaron sólo un segundo al comprobar que la mujer estaba bastante buena y no llevaba ropa interior... pero rápidamente volvieron a centrarse en el objeto que tenía entre manos. Tenía que pensar en la misión.

La mujer se rio a carcajadas y despues susurro.- Que mono eres y que morbo me das.

Se acerco a Ryan despacio y sus manos buscaron la forma de bajarle el pantalon.- ¿Eres virgen, chico?.- pregunto con interes.- No te preocupes, puedo enseñarte de todo. Dejame ser tu maestra... empezaremos por el frances, despues si quieres te dejare que me uses para practicar un griego, si no te gustan los condones es lo mejor, asi los dos podemos corrernos a gusto. Ella puede mirar y unirse cuando quiera.

Hanna se sonrojo. No entendia que eran todos esos idiomas pero sonaban feo. Cogio una lamparita de la mesilla y se la estrello en la cabeza a la rubia para dejarla incosciente.

- Ha bebido mucho, no se acordara de nada... y si se acuerda la version es que resbalo y se dio en la cabeza. Ahora sigamos, no tenemos mucho tiempo.

Hacía tiempo que una mujer no conseguía ruborizarme... demasiado tiempo. Al menos la intervención de Hanna me salvó... por los pelos.

Asentí: - Larguémonos, en esta habitación no hay nada de interés, investiguemos a otros huéspedes, aunque seguramente el culpable de todo sea el tal Orphen. - 

Sin más salí de la habitación junto a Hanna y nos preparamos para seguir explorando pasillos.

Hanna asintio.- Siento haberte estropeado... ya sabes... -dijo ruborizada mientras salia de la habitacion.- sigo pensando que esta mujer tiene algo raro.

- No has estropeado nada - dije sonriendo a Hanna. - De hecho me has ayudado a escapar de esa especie de... trampa. Gracias. -

También pensaba que aquella mujer tenía algo raro pero cada vez creía más también que no tenía nada que ver con Orphen o con la misión... dudaba muchísimo que aquella mujer tuviera algún tipo de habilidad mutante... Habilidades sí, seguro, pero desde luego no mutantes.

Por un momento mientras Berlín hablaba me intente imaginar lo que podía haber pasado aquella niña junto a Orphen, debía ser un autentico calvario y con tan solo 6 años.
Debíamos recuperar rápidamente le caja y salir de allí con la niña.
Mientras seguía acariciando la cabeza de Berlín para infundirle seguridad.
¿Cariño tu sabes donde esconde Orphen esa cajita?

La niña te miro.- La guarda Orphen en una caja de metal con llave pero aveces la saca para ver si funciona con algo... esta aqui, en el hotel, se la a traido....-aseguro la niña sin poder especificar mucho mas.

- Pero la caja... aveces cambia a la gente... los hace malos, es como si alguien los dirigiera... como muñecos...aveces... no se, no siempre, pero la cajita no es buena. Es mejor no tocarla.

Era de noche y ante vosotros un largo pasillo. Las puertas cerradas indicaban que habia gente dentro, supuestamente dormida.

Una luz azul salio por debajo de la puerta que cerraba la escalera de incendios. Fue brebe, unos segundo de intensa luz antes de volver a cerrarse.

La puerta podia abrirse sin problemas, al hacerlo, una voz resono por el hueco.

-¡No, no, no! Joder, estamos tan cerca... El vendra mañana y no tenemos ¡NADA!.- grito una voz demasiado deformada por el eco de la escalera para adivinar de quien era.

Hanna miro a su compañero y sonrio.- Eureka.- susurro Hanna mientras pegaba el oido a ver que mas escuchaba.- ¿Crees que deberiamos bajar?

No quería interrogar a la niña ese no era mi estilo, ya le había preguntado mucho era mejor dejarla descansar, debía estar cansada.
Tranquila cariño iremos con mucho cuidado, pero no podemos dejar que la tenga Orphen ni el hombre malo, podrían hacer mucha pupa a mucha gente.
No estaba seguro de que la niña entendiera lo importante que era esa maldita caja pero mejor así, tan solo era una niña por muchos poderes que tuviese.
Bueno señorita es mejor que descanses un poco, mis amigos deben estar a punto de volver  y tú deberías estar durmiendo. Mañana buscaremos la caja y en cuanto la tengamos nos iremos y tú vendrás con nosotros. ¿Te pare bien?

La niña asintio y te miro con carita de perrito abandonado.- ¿Me cuentas un cuento?.- pidio abrazandose a su osito y supieste que no tenia intencion de irse a la cama. Queria dormirse en tus brazos.

Ryan estaba entrenado para moverse muy sigilosamente, era el mejor de su promoción en pasar desapercibido... pero desconocía el entrenamiento de Hanna. La había visto combatir y era realmente buena, pero del resto no recordaba nada.

- ¿Eres sigilosa? - preguntó Ryan con una sonrisa. - Tenemos dos opciones, o bajamos los dos por si hay problemas... o baja uno de nosotros, echa un vistazo y vuelve para que se lo contemos al resto. El que no baje debería esperar aquí un tiempo limitado y si no tiene noticias del otro que vuelva a la habitación a informar al resto... ¿qué prefieres? -