Partida Rol por web

Llegasteis a la feria.
Habia una noria enorme, una casa encantada y muchos aparatos nuevos llenos de luces que no podiais reconocer pero hacian que la gente saliera mareada.
Los puestos de perritos y golosinas se distribuian por todas partes mientras los niños jugaban correteando por todas partes.

Hacía falta que desconectáramos un poco, sobretodo Hanna. Se la veía preocupada aunque tratara de no aparentarlo... y seguramente tendría sus pensamientos puestos en Brown. Pero había que olvidarse por un rato de todo... y sólo disfrutar.

- Vamos. - indiqué a mis compañeros. - Me apetece probar ése... ¡he leído que es uno de los más rapidos del mundo! - dije con convicción señalando una de las montañas rusas.

Me acerqué al mecanismo que, aunque tenía cola para entrar, no era demasiado grande y giré la cabeza para comprobar si venían...

La idea de Murphy me gusto y ya que habíamos ido a pasarlo bien y distraernos porque no empezar con una atracción emocionante como aquella.

Mire a Hanna sonriendo.

Si no vamos nos tomara por unos blandos… Así que no hay remedio hay que montar.

Le hice un gesto con la manos y me dirigí deprisa a donde estaba Murphy haciendo cola.

- Concentrate.- dijo Marion al llegar a la feria, llena de niños ruidosos y personas de un lado a otro, corriendo entre las atracciones.
- Mira a una persona, solo una... concentrate y veras un ligero color a su alrededor.. una especie de aura. Puede tener mas de un color, o muchos tonos... la mia es rojo pasion... demasiado roja, casi como el color del vino, algo oscura..por mi naturaleza.- dijo guiñandote un ojo.- No veras muchas asi.
Las personas que hacen maldades tienen auras muy oscuras, lo notaras enseguida, si te acercas...podras saber cuales son sus pecados.- Te explicaba.
Viste un matrimonio de la mano, con dos niños... el era infiel, ella bebia demasiado para poder ignorar la cornamenta que llevaba y actuar como una familia feliz de cara a la gente.
Al mirar a un lado, casi atraido por algo... un aura blanca y radiante, casi luminosa... con pequeños tonos azul cielo y creiste ver algo mas...¿Amor?
A su lado habia otras dos auras claras, pero sin duda no tan atrayentes... tardaste un segundo en darte cuenta de que aquella que tanto te llamaba la atencion era Hanna. Ella estaba alli, con ropa de calle, subiendo a la montaña rusa con tus dos antiguos compañeros.
Marion se dio cuenta y chasqueo la lengua, se cruzo de brazos y te miro levantando una ceja.
- Yo tambien veo auras Jeremiah, y no me gusta lo que veo cuando la miras a ella.

Era un dia de feria como cualquier otro en una feria cualquiera del condado, era sorprendente lo poco que habían cambiado aquellos sitios con los años que había estado fuera. El griterío de los niños era el mismo que él veía desde el otro lado de la verja, el olor a las manzanas de caramelo y el griterío de los feriantes tratando de atraer a incautos a sus casetas resultaba terriblemente  hogareño. Por desgracia Jeremiah ya no podía verlo de aquel modo, cuan cierto era aquello de que la ignorancia daba la felicidad.

Él ahora había dejado de ser ignorante y casi todo lo que veía le llegaba a resultar repugnante, con un leve esfuerzo de voluntad pudo ver lo que Marion le explicaba, apretó los puños al notar que algo dentro de él se revolvía al pasar junto a los que en otro momento le hubieran parecido una familía más, era Venganza que trataba de abrirse paso a través de sus entrañas para llevarse al putero. Tuvo que refrenar a aquello diciéndole que le esperaba un premio mayor pero quien sabe... Quizá luego tuviese un hueco en la agenda para aquel marido ejemplar. Anduvieron un poco entre la gente, era como estar en un local muy ruidoso, tanta gente, tantos males y pecados le hicieron desear la soledad de la que había gozado hasta el momento. Miró a un lado y a otro buscando un sitio por el que desaparecer cuando un aura pura, nívea le atrajo casi como una llama a la polilla, a su rostro acudió una estúpida sonrisa y encamió sin advertirlo su paso hacia aquella luz.

Se detuvo en seco cuando vio que era Hanna, casi aterrado, como si se quemase apoyó su espalda en una caseta para evitar que ella y quienes le acompañaban -le pareció reconocer a algunos de sus antiguos compañeros- pudieran verle. Venganza fue sustituído por una sensación de vacío como si la cosa de dentro de él gimiera y corriera a esconderse, se quedó pasmado hasta que la voz de Marion molesta le hizo hilvanar de nuevo sus pensamientos.

La miró con furia mal contenida, si hubiesen estado solos probablemente la habría golpeado. Entre dientes mientras seguía a Hanna y los demás con la vista como si fuera un ladrón se encaró con la mujer que tenía al lado.

-Soy dueño de mis sentimientos furcia y nada puedes hacer para cambiarlos- Le espetó con desprecio -pero no te preocupes... Se muy bien cual es mi lugar.- De veras que lo sabía o al menos eso pensaba pero no podía evitar seguir a Hanna con la mirada con la boca seca y el corazón encogido.

- ¿En serio?.- repuso la mujer arqueando la ceja.- Muy bien... ¿Ves donde van a subirse? Esa atraccion no es segura, el tipo que tenia que revisarla se durmio esta mañana y al llegar solo marco la casilla como si lo hubiera hecho.- Te comento y no supiste si metia o no.
El tipo al que buscamos aparecera aqui en dos minutos, si vas a avisarles perderas a tu presa pero sino vas... ese alma tan brillante ira directa donde jamas podras volver a verla.- comento.
Sentiste que en realidad aquello era una prueba de lealtad retorcida.

Aquello que tenía dentro rebulló como gato lanzado al agua hirviendo, Brown cerró el puño dispuesto a golpear a Marion, machacar cada uno de sus huesos hasta que aquella bonita cara no fuera más que una pulpa sanguinolenta. Pero no debía olvidar que trataba con la hija del diablo, siempre engañaban, siempre probaban... tentaban... no iba a caer de nuevo y más sabiendo que le necesitaban.

Acalló la furia con un gruñido. -Entonces tu te vas a ocupar de que no les pase nada, ni de que te vean ni nadie salga herido o muerto por ello porque si alguna de esas cosas pasara dejaría el encarguito para preocuparme por ellos y eso a tu padre no le gustaría. ¿Veradad?-

- Esto no es idea mia.- dijo explicandose.- Es parte de tu adiestramiento... Voy a hacer que no pase nada porque tambien es cierto que debo servirte pero no puedo resolver todas tus pruebas... Tambien quiero que sepas que lo hago porque se lo que sientes y no quiero verte sufrir. Yo soy una sucubo, disfruto del placer no del dolor... aveces tambien del dolor pero tu ya me sabes a que me refiero.

-Entonces hazlo.-

No dijo nada más aunque observó alejarse a Marion con la cabeza sumida en extraños pensamientos y emociones encontradas. ¿Actuaba Marion como si él le importara de verdad? Negó con la cabeza, era otro de los trucos del demonio para hacerlo más manejable o para que confiara. Se recriminó aquella debilidad y recordó a Pedro 5.8 “Porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar”.

Incluso así se quedó mirando a Marion alejarse, buena chica o... Lo que fuera. Luego se centró en las auras de las personas que se movían frente a él. ¿Cuanto faltaría un minuto? Ahora comprobaría de primera mano la puntualidad del diablo.

Ella se marcho deprisa, no tenia mucho tiempo para evitar el desastre...

No pasaron ni dos segundos cuando te sentiste incomodo y a la vez atraido por alquien en concreto. Viste un aura en torno a un hombre que te daba arcadas. El tipo llevaba una gorra calada hasta las cejas y gafas de sol gruesas. Pasaba desapercibido entre la gente, no parecia gran cosa pero te diste cuenta de que estaba siguiendo de cerca los pasos de un par de crios que encajaban con la descripcion que te habia dado Marion.

Al centrar tu mirada mas en el fue como si pudieras ver sus numerosos pecados, todos ellos desagradables y torcidos, era un enfermo, un degenerado.

Brown se sorprendió con un gruñido que le salía de lo más hondo del pecho. Era un ruído casi extraño a él como si la cosa que tenía dentro se revolviera espectante para la caza. Venganza quería salir, tenía prisa por arrancarle el alma a aquel pecador y... Si lo que le había contado Marion era cierto entonces el tambien. 

Le miró, los ojos de Brown miraron más allá de sus burdos intentos de disfraces, el alma era mucho más difícil de esconder que con unas simples gafas y gorras... Lo que vio le resultó repulsivo y de alguna forma retorcida atrayente, aquel hombre era pura enfermedad, él iba a ser el remedio. Esperó a que aquel despojo humano pasara un par de metros por delante de él y se puso a seguir al perseguidor, no iba a permitir que tocara a un niño más. 

El cazador se había convertido en presa. Esperó al momento adecuado para emboscarle.

Llego tu momento.

El tipo vio que los niños estaban a punto de subir a una atraccion y casi pudiste entender que esperaria abajo como un padre mas. Su mano saco algo disimuladamente del bolsillo. Tus sentidos te dijeron que aquel pañuelo...o trapo, olia a cloroformo. Seguramente iba a usarla para que pareciera que los niños se habian mareado o dormido para sacarlos de alli sin despertar sospechas.

Escuchaste un sonido fuerte a tu espalda, como un tiro. Una pieza de la montaña rusa se habia roto pero la gente, incosciente de lo que pasaba, comenzo a correr de un lado a otro formando un gran revuelo.

Entonces, aquella alma negra decidio aprovechar la situacion y adelantar el plan. Dio unas zancadas rapidas sacando el pañuelo del bolsillo y escondiendolo en la palma de la mano.

Los tres os pusisteis en la cola de la montaña rusa.

Esperasteis vuestro turno y estabais casi a punto de subir cuando una chica rubia se acerco corriendo, colandose a toda la gente que esperaba con paciencia, recibiendo palabras molestas a las que no respondia.

Vestia unos vaqueros ajustados y una camiseta ceñida al cuerpo. Fue directa a vosotros y sin decir palabra tomo a Ethan por la pechera y le beso apasionadamente.

- Hola cariño, gracias por guardarme el sitio, eres un amor.- dijo, seguramente para que no la linchara el resto de clientes de la atraccion.

Sin ninguna aparente razon lanzo una mirada de celos a Hanna seguida de otra mas caliente a Ryan.

Aquello resultó cuando menos sorprendente, y paranoico como siempre, Ryan no pudo evitar echar un vistazo disimulado a los alrededores por si hubiera alguien vigilándoles. ¿Qué pintaba una chica colándose de aquella manera? ¿Y más aún... viniendo a su grupo y besando a Ethan?

Ahogó una respuesta mordaz y se quedó mirando a la chica sin disimular su curiosidad... ¿Sería simplemente una caradura con ganas de colarse en la atracción? Bueno, si era así al menos esperaba que Ethan aprovechara un poco... llevaban muchos años en el dique seco.

- Vamos, nos toca. - indicó Ryan cuando vio que los que estaban delante suyo entraban ya en la atracción...

Hanna se sorprendio con lo poco decorosa que la actitud de las mujeres en aquella epoca. Automaticamente se puso en alerta, sospechando de la chica y de sus intenciones pero al ver a Ryan tan tranquilo solto en aire. Podia ser tan solo una chica que queria colarse en la fila, aunque no entendia porque la habia mirado asi.

Sonrio y subio al cochecito junto a Ryan, dejando los asientos traseros para Ethan y su nueva amiga.

Brown tenía que confiar en que la putita del demonio haría su trabajo si no quería tenerle muy cabreado. Además pensar lo que podía hacer aquel cabrón a los niños dirigió sus pies casi sin pensarlo. Lo que fuera que tuviera dentro desde que estrechó la mano de él se revolvió tratando de salir. El viejo soldado tuvo que reprimir el ansia, si la cosa salía en aquel momento causaría el pánico y daría más oportunidades al cerdo de salirse con la suya. 

Aceleró con grandes zancadas y alargó el brazo para agarrar del pelo al tipo por la espalda, la idea era simple agarrarle por detrás tirándole la cabeza hacia atrás y estrangularlo con el otro brazo hasta poderlo llevar a un lugar apartado donde poder dejar que el monstruo que llevaba dentro lo enviara a donde tuviese que ir  una alma podrida como aquello. Estiró el brazo y pensó que las cosas nunca eran tan fáciles.

El tipo se sorprendio cuando sintio que le agarraban del pelo y tiraban de el. Lo apartaste de los niños, quienes confusos salieron corriendo de la fila de la atraccion en busca de su madre.

Tiraste del tipo con la sensacion de que era demasiado facil, sentiste que su forcejeo era casi fingido o tal vez tu te habias hecho mas fuerte de lo que pensabas.

Lo arrastraste a la zona donde los camiones que transportaban las atracciones estaban aparcados. Eran vehiculos grandes que te servirian de pantalla. Ademas la gente corria hacia salidas mas logicas ya que ese aparcamiento era un callejon sin salida.

Al llegar alli notaste que su forcejeo se hacia mas fuerte, clavo el codo en tus costillas y comenzo a delatar que el tipo tenia algun tipo de entrenamiento militar, aunque fuera muy basico.

- ¡Sueltame!.- gruño ya que de ningun modo podia liberar tu brazo de su cuello

Arrastró al montón de mierda varios metros y encajó el codazo lo mejor que pudo, parecía que la rata al fin y al cabo si que sabía pelear. Lo arrastró detrás de los camiones, era el lugar menos transitado que había visto en un primer momento, eso y el espectáculo de la noria esperaba le darían la intimidad que necesitaba.

La petición le cogió por sopresa, ¿Cómo podía pedir aquello? ¿Qué le soltara? ¿Asi de fácil? ¿Soltaría él a los niños cuando suplicaban? El cloroformo, los niños… Lo que tenía dentro rebulló desgarrándole por dentro tratando de salir. Tenía hambre.

-¿Qué te suelte?- gruñó apretando los dientes- 

-¿Qué te suelte?-

Golpeó la cara del hombre varias veces contra la pared del callejón sin soltarle el pelo y evitando que pudiera proteger la cara con las manos hasta que empezó a escuchar un sonido húemdo.

-¡Se todo lo que les has hecho! ¡A los niños! A jodidos inocentes pedazo de mierda… Estás condenado y más allá de la absolución, no reces… nadie está aquí para ayudarte. Tu alma tiene muchas deudas, es hora de que empiezas a pagarlas.- Dicho aquello dejó a la cosa que tuviera dentro que saliera, se abandonó a la rabia y a la ansias de venganza.

Suponía que funcionaba así.

La nariz rota le gorgoteaba sangre pero escuchaste una risa ante tus palabras.- No puedes matarme... si me matas nunca sabras donde escondo a los que ya tengo... nadie lo sabe... se moriran de hambre antes de que los encuentre nadie.- dijo mostrando el as que guardaba bajo su mugrienta manga, con tono de profunda satisfaccion.

Sentiste que decia la verdad en eso. Era un maldito sicopata que sabia que en algun momento lo cogerian y se habia montado una nuevo juego para chantajear a la policia cuando eso pasara.

Sintiendose intocable al declarar aquello continuo hablando con mas seguridad.- Venga... no es para tanto... termina gustandoles... la mayoria de las niñas termina como putas de mayores... digamos que solo soy un mentor para ellas y nunca toco a los crios negros, no me gustan.- aseguro pero en eso supiste que mentia.

Entonces comenzo a negociar contigo.- No se quien eres... un vengador solitario o un padre cabreado pero no tienes pinta de poli... podemos arreglar esto de forma civilizada... puedo conseguirte lo que quieras. ¿Drogas?¿armas?¿Una virgen oriental de quince años, estrecha y preciosa como una muñequita?