Partida Rol por web

Un alto en el camino

2. Sucios ardides

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26/05/2011, 21:55
Director

Notas de juego

Álvar y Manuel. Haced una tirada de d100. Tiraréis por "contagio". La tos de Antonio no tiene buena pinta y habéis dormido bajo el mismo techo. Tenéis que superar un 35%. Podéis usar suerte (de forma voluntaria), para restar los puntos de diferencia, pero habréis de declararla en un post aparte de la tirada.

REPITO, de declarar suerte, haced primero un post para la declaración y luego la tirada: NO EN EL MISMO POST.

Suerte. En cuanto lo hagáis retomo.

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26/05/2011, 22:50
Manuel Noguera
- Tiradas (1)

Notas de juego

Pues nada, aquí el primer contagiado.

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27/05/2011, 00:03
Alvar Peláez
Sólo para el director

Notas de juego

 Tiraré usando suerte. No sé si debo declararla porque se supone que el talismán no cuenta, o si cuenta (porque yo lo activaría rutinariamente nada más levantarme, es lo que tenía pensado) no hace falta declaración y tengo el doble de puntos.

 En fin, veamos qué pasa... me da mala espina :\

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27/05/2011, 00:06
Alvar Peláez
- Tiradas (1)

Notas de juego

 Ok, no hace falta la suerte.

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27/05/2011, 11:05
Elías

El día siguiente amaneció sin lluvia, aunque gris, y la tormenta había pasado. Mientras aún estábais en las camas, os despiertaron y sobrecogieron unos gritos del exterior, unas voces; escuchásteis primero a Elías, luego a Dolores y Jaime y después a Tomás e Irene. Acto seguido, cuando os levantásteis y os cambiásteis, aporrearon vuestra puerta y entraron en casa sin mostrar demasiados modales. Todos tenían las caras desencajadas y pálidas, con grandes ojeras.

¡Mis hijos! ¡Mis hijos! -gritaba deseperado Elías. ¡Mis señores, no están! ¡No estaaaán!

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27/05/2011, 11:17
Jaime

¡Calma hijo, calma! -le decía su padre con un semblante ahora no tan jocoso como cuando contaba sus historias- ¡Sosíegate! ¡Es inútil que te alteres! Hemos de buscarlos ya. ¡Pero traquilo!

Luego Jaime se giró hacia vosotros.

¿¡Nos ayudarán a buscarlos, verdad!? -la cara de preocupación era evidente.

Vísteis como se acercaban vuestros siervos mercenarios por los gritos, e intentaban consolar y agarrar a Elías, muy fuera de sí.

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27/05/2011, 11:20
Dolores

Dolores se sentó en una mecedora pequeña que había en la casa en que dormísteis. Parecía no muy afectada por el suceso de la desaparición, a priori claro, pues una vez sentada juntó sus manos y comenzó a moverse de atrás hacia delante, meciéndose, mientras murmuraba algo entre sus dientes. Contemplásteis que no todas las reacciones son las mismas y que las grandes impresiones se manifiestan de forma diferente en cada persona: Dolores estaba muy afecta, muchísimo. Tan sólo alcanzábais a percibir algo de sus labios:

Ese bosque... ese bo... bosque... -decía entre dientes perdiendo su mirada en el suelo mientras se balanceaba.

En esos momentos recordásteis que, en vuestro viaje por estas estepas, cuando vísteis la aldea contemplásteis también en la distancia un bosque, no muy lejos de aquí.

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27/05/2011, 12:37
Antonio Burgos

 Tranquilo muchacho-dijo Antonio tratando de serenarlo-cuentanos que ha ocurrido.

En verdad aquella era una extraña coincidencia, pero sabía que aquellas cosas pasaban y no pretendía dejar a los pequeños a su aire ante aquel peligro, no al menos en el tiempo que le quedaba...

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27/05/2011, 12:58
Alvar Peláez

Al oír el jaleo, me levanté de la cama y me dispuse a vestirme con celeridad. ¿Qué estará ocurriendo? Me preguntaba a mí mismo. Al no oír voces de alarma por parte de Lucio, deduje que no se trataba de un ataque armado, así que alguna desgracia habría acontecido a aquellas gentes. Las voces que llegaban hasta mi, en el exterior y proviniendo de las otras casas no eran comprensibles. Miré en derredor y mis dos compañeros también se habían despertado y se estaban apresurando a vestirse.

 Al llegar la familia a la casa donde nos encontrábamos, comprendí algo mejor la situación y la desesperación de nuestros huéspedes.

 - No se preocupen, buenas gentes - Les anuncié con voz firme, con intención de calmar los ánimos - Es posible que sea una travesura. ¿o a caso han encontrado alguna señal de que hayan forzado alguna entrada de la casa desde fuera?

 Tosí entonces, una tos seca que me hizo doler la garganta. Pero no le di importancia y continué hablando, tras tragar saliva.

 - Creo que hablo en nombre de mis compañeros si les digo que les echaremos una mano para encontrar a los pequeños. Cuenten con nosotros.

 Entonces, reparé en la letanía que pronunciaba doña Dolores.

 - ¿El bosque? ¿Creen que pueden haber ido al bosque? Pues no perdámos más tiempo y vayamos a buscarles.

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27/05/2011, 13:15
Director

Para que os cuenten cosas, tirada de elocuencia (comunicación) o mando (comunicación).

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27/05/2011, 13:17
Alvar Peláez
- Tiradas (1)

Notas de juego

 Éxito en Elocuencia ^___^

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27/05/2011, 13:18
Antonio Burgos
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

 Era de esperar...

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27/05/2011, 13:28
Tomás

Si... ese bosque -interrumpió Tomás...-, ciertamente... mmm...pese a que esa arboleda boscosa pertenece a otro señor, la cual nos está vedada, y, en ocasiones ponemos... pues... cepos. ¡Si, cepos! Y a la mañana siguiente los retiramos, con la suerte de que algún conejo o ave podemos agarrar... y comer, claro... que el hambre en ocasiones es muy mala, les hago saber.

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27/05/2011, 13:32
Dolores

Todo... To... ¡Todo! ¡¡Cuentales todo!! -la mujer tornó su dulce voz en un sonido agudo, desesperado... muy macabro ciertamente-. ¡Mis nietos! ¡Pobres criaturas! ¿Dónde estarán? ¡¡Dónde estarán!!

Siguió llorando con la mirada fija en el vacio.

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27/05/2011, 13:34
Elías

Calma, madre... -continuó Elias algo más calmado-. Verán, mis señores: hace cosa de cuatro días, volvía yo del entierro de mi suegra, de otra aldea. En la venida me sorprendió una tormenta en medio del bosque, el cual atravesé para ganar tiempo. Iba montado en mi mula, la cual se asustó tanto con uno de los rayos, que acabó por tirarme de su lomo, cayendo yo en el barro. Comencé a buscarla, sin éxito, por lo que decidí marcharde de allí rápidamente...

Elías se aclaró la voz.

En éstas que creía que una voz cálida me llamaba por mi nombre, y por un momento pensé que se trataba de mi difunta esposa. Asustado, corrí lejos de allí entre los truenos y relámpagos de la tormenta. No vi nada ni a nadie. Al día siguiente fuimos odos a buscar la mula, pese a la negativa de mis famliares por creer en mi historia... El animal apareció muerto con el cuello desgarrado, así como las orejas y los ojos, los cuales les habían arrancado.

Ésto nos asustó pues no había por la zona ni osos ni lobos, y no se veían huellas de ninguna clase. Un día después del suceso, aparecieron los cepos que habíamos colocado fuera de su sitio, cerrados, como si se hubiesen llevado los animales caputurados en las trampas. Ésta vez aparecieron huellas como de garras de rapaz grande. Y, ayer... mientras volvíamos del viaje, pasamos por la linde del bosque, internándonos por una zona, y simplemente ya no estaban dichos cepos. Todo esto... todo esto es muy extraño, mis señores -tragó saliva-, si fuesen águilas o cualquier otra ave de presa se hallaría plumas por doquier...

 

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28/05/2011, 19:22
Jaime

Buff... -resopló Jaime al oir la historia de su hijo como bien lo sabía- Ese bosque, mis mercedes, es llamado “de los Condes” porque según se decía hubo una terrible batalla en tiempos del rey Alfonso X entre dos señores que se disputaban la posesión de unas tierras. El destino quiso que todos murieran en la sangrienta lucha que también acabó con la vida de los dos nobles. Dicen las gentes que algunas noches se levantan los soldados de sus tumbas y se lanzan de nuevo a la batalla comandados por los espectros de los dos señores.

Luego Jaime acarició una muñeca de trapo que tenía entre sus manos, apenado.

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28/05/2011, 19:51
Antonio Burgos

 Antonio se sobrecogió con el relato. Había esuchado hablar de las criaturas que había nombrado la noche anterior y parecía que aquel cuento no era solo eso, un cuento. Los pequeños estaban en verdad en peligro, y fuera o no una criatura de dios, si dedicabase a degollar animales grandes con sus garras que no haría con dos niños. 

Antonio solo pudo tratar de tranquilizar a la familia.

-No se preocupen, cofcof... Trataremos de encontrarles, aun nos queda tiempo para llegar a nuestro destino y que menos,cofcof-Antonio se veía constantemente interrumpido por la tos-que menos que ayudarles a encontrar a los niños. Seríamos unos desalmados si eso fuera así.

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29/05/2011, 04:01
Manuel Noguera

Manuel, que se despertó con los gritos de Elías, se mantiene callado mientras les dan toda la información que tienen sobre el bosque en cuestión.

- ¿Quién es el señor de ese bosque? "El bosque de los Condes" - calla un segundo o dos, mientras piensa en si escuchó hablar de alguna historia de ese bosque cuando aún viajaba con su padre -  Antón, ¿te suena el nombre? ¿Conoces alguna historia sobre él? - Volviendo a dirigirse a la familia, prosigue: - ¿Y quién es su señor? Tal vez... - en ese momento calla. Parece que le cuesta hablar; pero el problema es que queda un par de segundos sin poder respirar. Sin embargo, no le da importancia, pensando que puede ser por el descubrimiento de la falta de los niños, y continúa hablando - si le explicamos la situación tengamos aún más ayuda. Nos ayude o no, por supuesto cuentan con nosotros. Diganme, ¿vieron a los niños tras acostarles? ¿Tal vez fueron a ver si se habían desarropado durante la noche? Eso nos podría dar una idea sobre a partir de qué hora... faltan, y hasta donde podrían haber llegado. ¿Cuánta superficie ocupa el bosque?

 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Primera tirada: Conocimiento mágico, por si Manuel reconoce el nombre del bosque asociado a alguna historia o leyenda mágica.

Segunda tirada: Mando. Para ver si conseguimos aún algo más de información.

 

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29/05/2011, 10:47
Director

Manuel: No hay mayor información del Bosque más que la que ha contado Jaime en su último post. Incluso el nombre viene desde antiguo.

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29/05/2011, 22:37
Alvar Peláez

 Escuché atentamente las explicaciones dadas, sobretodo las facilitadas por Elías, y asentí a las aseveraciones y preguntas de mis compañeros. Pero, según parece, aquellas gentes nos habían dicho todo lo que sabían, ante la desesperación de la pérdida de los pequeños. Gran tragedia para el pobre padre de los niños. Tragedia que, sumada a la pérdida de la madre tiempo atrás, a buen seguro harían caer a ése buen muchacho en la locura. 

 - Dios no lo quiera - Pensé, horrorizado por las consecuencias que todo aquello podría traer a aquellas buenas gentes.

 De todas formas, si quería que aquello llegase a buen puerto, debía poner algo de cordura en todo aquél desmán de leyendas, mitos y aves gigantescas que desactivan trampas y roban cepos.

 - ¡Pongámonos en marcha! - Dije con resolución. La pose orgullosa se me vio truncada por un repentino acceso de tos, que echó al traste mis intentos de parecer imponente. Entonces, ante la mirada incrédula de la audiencia, decidí explicarme.

 - Escúchenme atentamente, gentes temerosas de Dios. Todo lo que han relatado sobre el bosque, puede que tenga relación con la desaparición de los zagales, como puede que no. Pero, lo más importante, no nos aporta nada que nos diga dónde pueden estar. Si Dios nos ayuda en esta empresa, los encontraremos antes del mediodía vagando perdidos por el bosque, o atrapados en algún cepo, pues es probable que simplemente salieran a hacer alguna travesura que se les volvió en su contra. Si en nuestro afán encontramos indicios que algún extraño animal, hombre o espíritu se nos interpone en nuestro camino, les aseguro que no somos hombres que se amilanen con cualquier cosa. Cuando perdiera yo esta mano, aun tuve fuelle para acabar con media docena de ismaelitas, antes de caer preso por aquellos desarrapados infieles, y no doblegué mi rodilla ante su falso profeta, por mucho que me torturaran para que lo hiciera. Así que les aseguro que volveremos con los chiquillos o con el cadáver del responsable de su desaparición.

 Miré entonces de reojo a mis compañeros, que muestran una media sonrisa al escucharme. Creo que la anterior vez que narré mi historia, los musulmanes que abatí era tres, y no seis.

 - Ahora, marchemos a la espesura sin perder un instante más, ¡pardiéz!

 Avancé hacia la puerta y la abrí de una patada, para dar más énfasis a mis palabras y fuerza a la acción.

- Tiradas (1)

Notas de juego

 Tiro por Elocuencia para influir en el ánimo de la audiencia. Parece que me sale bastante bien.