Partida Rol por web

Plutsky lanza un tornillo con gran habilidad que rebota en el empedrado rebotando y haciendo un ruido  hueco. Por un momento Lucifer parece desviar la mirada... pero el gato negro no es tonto y en seguida vuelve a dirigir la mirada al baúl.

-¡Eeeey! ¡Sí! Le responde Trolop a Chim Yo se de que va ese rollo de atender a las palomas, y los cuervos, son... euh... esto... pues... palomas pintadas de negro ¿Verdad? ¡Así que tranquilos, que eso es pan comido! Exclama dando un salto pizpireto y ridículo.

-Pero primero hay que deshacerse de ese maldito gato. A Rudesindus le hace mucha gracia, pero a mí ni pizca. Se queda mirando la reacción del felino ante el tornillo que ha lanzado Plutsky y luego dice. Mala suerte, hay que pensar en otra cosa. Mira a Goblop y chasquea los dedos ¡Ya sé! ¡Arrojemos a Goblop con la campana fuera del baul, el gato lo seguira! Y acto seguido sale corriendo intentando agarrar a Goblop ¡No te muevas que no te va a doler! ¡Pero luego corre como no lo has hecho en tu vida o entonces sí que te dolerá!

Mientras sus compañeros piensan que hacer Tobías se acerca disimuladamente hacia Pirita, al fin y al cabo esta lutina tiene experiencia y parece simpática... Sin más la coge de la mano, le dirige una sonrisa angelical mientras la mira con sus grandes ojos negros y le dice...

"Pirita, amiga ¿puedo ir contigo? Es que creo que tu yo nos vamos a llevar chupi-guay, y además me encanta tu preciosa piel azul, ¡hace juego con la mía!"

Hace una pausa para esperar la respuesta de Pirita, no sin antes decir...

"¡Eureka! ¡Ya se cómo podemos deshacernos del gato!"

- Y por qué no te lanzamos a ti, Trolop? Grrrr... Y le gastas una broma al bueno de Lucifer. Tu eres pequeño, escurridizo y malditamente burlón, no te va costar demasiado -dice maliciosamente mientras corre dando vueltas por el interior del baúl tras zafarse del lutín.

-Pirita tiene razón, pero también Plutsky. El regalo puede ser algo pequeño, pero el libro y la comida para los cuervos pesan mucho para uno o dos de nosotros. - hace una pausa para mirar a Condemorl - Bueno, tú cuentas doble je, je. Hasta creo que el gato se lo pensaría dos veces antes de meterse contigo.

Se rasca la cabeza cuando comentan, no sabe muy bien si medio en broma, la posibilidad de que Goblop atraiga al taimado felino con la campana. Parece que le gusta, y lo del tornillo no ha funcionado.

-Si suena la campana tenemos que acudir nosotros también. Y seguro que si el portador tiene que correr con ella va a sonar. Y mucho. - dice divertido - Lo mio son los bichos. Pero como no tengo tanta confianza en el dominio de mi...errr...dominio - no parece muy contento con su discurso - en vez de arriesgarme a hipnotizar a Lucifer... se llamaba así, ¿no?... puedo hacer que mi fiel daga - mira a la avispa, quien si pudiera hablar ya estaría diciendo "¿no estarás pensando en que yo...?" - se encargue de molestar al gato y luego atraerlo en dirección contraria a donde vayamos a trabajar. Por cierto, a mi me gustaría participar en lo de las palomas, digoooo cuervos.

El lutín ataviado con una piel de rata mira fijamente al insecto y empieza a emitir una especie de zumbido entrecortado y a señalar aquí a allá, como dándole instrucciones.

-Quita, quita, no sería tan divertido. Le responde enfurruñado Trolop a Goblop y luego se sienta de brazos y piernas cruzados, malhumorado por la negativa del Lutín campanero  a divertirle.

Sin embargo, Trolop dura poco tiempo en ese estado y al cabo de unos segundos vuelve a saltar como si le hubieran puesto un muelle en el culo.

-¡Eeeeey! ¡Yo domino los vientos! ¿Le hacemos un peinado nuevo al gato? Pregunta poniendo cara de diablillo maligno Ya sabeis: "Soplaré y soplaré y el peluquín te volaré" Muajajajajajaja. Ríe con malicia mientras hace un gesto de remangarse las mangas a pesar de no tenerlas, esperando la aprobación a su jugarreta antes de hacer nada. Ya lo veo venir... se hará un gran Cantar de gesta sobre este suceso y la llamarán El Gato Volador.

-Tutún tuntú... Tutún tuntú... Tutún tuntú... tararea. ¡Si ya tengo el ritmo y todo!

-Bzz...aguijón...bzzzzzzz...luego vuela alto....bzzzzz...no tanto, que se dará por vencido y volverá...bzzzzzzzzz...¿Qué?....bzzzzzzzz...¡Oye! ¡Que soy tu amo!

Karabás no las tiene todas consigo de que la avispa vaya a hacer exactamente lo que le ha dicho. Con fe en que los poderes de algún otro les asegure no tener que mirar todo el tiempo por encima del hombro mientras trabajan, se fija en los empinados escalones de la escalera que van a tener que subir y bajar tantas y tantas veces durante trece años.

-Podríamos pedirle al amo que nos pusiera algún tipo de ingenio para subir y bajar. Una cesta con una polea por fuera de la torre, por ejemplo. Aunque, espera... ¿no dijísteis los veteranos que en la torre hay una alfombra voladora? ¿Creéis que nos la dejaría utilizar? ¡La de trabajo que nos ahorraríamos!

Llevo  muc ho años aquí, y el Amo se niega a hacer ese tipo de cosas, dice que rompe la armonía estética de la torre, o algo así.- digo con pena, pensando en los enormes escalones que nos esperan.

Miro a mis compis muy contenta, parecen tan, tan graciosos.

-Yo puedo hacer fuego, pero no creo que al Amo le gustase que Luci apareciese chamuscado. Y a él tampoco, ¿verdad Luci?. Pero le podría pasar algo por accidente. Nadie podría decirnos nada. Me gusta la idea de Trolop.-

Odio al estúpido, estúpido gato y su manía de comer lutines. Si se comiese su comida y nos dejase en paz, todo sería mucho más fácil.

-Deberíamos ir a trabajar, nos dividiremos como querais, pero se hace tarde.- los apremio.

-Jijijiji Trolop rió por lo bajo al ver el poco caso que le hacía su compañera a Karabás y por una vez, no se la jugó a nadie y no levantó ningún viento huracanado en medio del vuelo de la avispa, esperó y realizó su intentó de convertir al gato en una bola de pelo voladora cuando todos estuvieron a cubierto.

Se concentró y extendió las manos para sí mismo, haciendo unos aspavientos como de alejar un humo de delante de él, y al hacerlo, las corrientes de aire se movieron, haciendo volar los ligeros sombreros de los allí presentes, incluido el de Trolop, y despeinando al gato en el proceso.

-Vaya, parece que me falta un poco de práctica... dijo un poco frustrado, y tras escuchar la propuesta de Karabás, añadió ¡Siiiiii! ¡La alfombra mágica! ¡No hay nada más divertido que montar en ella y lanzarse a dar piruetas descontroladas por la torre mientras nos azota el viento. Luego con el mareo, se vomitan unas papillas de colores estupendos! Dijo todo aquello correteando por el baul y emulando el vuelo agarrado a la alfombra.

-¡Cuánto jaleo por una bola de pelo!- empezó a murmurar por lo bajo- No, si al final les tendré que ayudar y todo...

Sabía de buena tinta que los gatos no son muy amigos del agua, más de una vez se había salvado de Lucifer saltando en el baño bien calentito de Rudesindus. Igual si lo salpicaba lo suficiente el gato se enfadaba y se iba de una santa vez...

- A ver, apártense! Luego no quiero quejas de nadie si os empapáis!- dice con voz de fastidio. Se concentra con todas sus fuerzas y visualiza a un Lucifer completamente mojado y, la clave de todo, asustado.

Una nube oscura se condensa encima del gato que, cuando quiere darse cuenta, se encuentra completamente mojado por el chaparrón. La nube se disipa mientras el grito del gato alejándose por la torre se deja oir por todas las habitaciones.

Tobías, que tras intentar llamar la atención de la lutina sin ningún éxito, se había quedado relegado de la actividad frenética de sus compañeros mientras rastreaba la mesa en busca de algo que comer... Al fin y al cabo, aún no había desayunado...

De repente,a lo lejos avistó lo que parecían migas de galleta, en un visto y no visto se plantó allí, se lleno los mofletes con ella y comenzó a engullir con glotonería hasta que avista la gran nubarrona negra y decide que es hora de volver al trabajo...

Rapidamente vuelve al lado de Pirita, como si nunca se hubiera movido de allí y comienza a saltar, y a canturrear...

"¡UUUUUUU, HUUUUURRRRRA, hip hip HURRA, muy bien Chim, no ha sido exactamente lo que tenía pensado, ¡pero ha estado guay! Y ahora... ¡vamos a currarrrrrrrrrrrrrr!"

En cuanto la nube desaparece, y con ella el gato, Chim se pone a bostezar como si lo que acabara de hacer no tuviera la más mínima importancia. Sin embargo, va mirando al resto de lutines para asegurarse de que se hayan dado cuenta de su éxito.

-Bueeeeno, pues ya está. Si es que no sé porqué le tenéis tanto miedo al minino ese, con lo majo que es...- y diciendo esto se pone entre Tobías y Pirita, los coge de la mano y empieza a caminar - Ale, ya podemos irnos. Va, camino a la biblioteca! Pirita, tú nos guías! Aunque no caminaremos muy rápido, no?- dice mientras arrastra los pies.

Trolop miró incrédulo al nubarrón y el mini chaparrón que descargó sobre Lucifer, haciendo que este huyera despavorido chorreando agua y mojando el suelo.

-Vaya, eso si que ha sido divertido, jejeje. Dijo. Verás que risas cuando Rudesindus vea todo el suelo mojado... despues de resbalarse con el agua. Y tras decir aquello se cayó al suelo partiéndose de la risa mientras se sujetaba la barriga, evidentemente, su fértil imaginación había evocado la imagen del mago patas arriba. Un rato despues, se levantó como pudo, llorando lágrimas guasonas. Ay, ay, ay, que bien me lo paso en esta torre, no se como no os puede gustar este trabajo, jejeje... Se masajeó un poco su dolorida tripa y dando unas palmadas, dijo más sereno. Ala, al tajo, que se nos hace tarde.

Y con aquello, saltó fuera del baul, no sin antes asomar la nariz por encima del mismo para comprobar si Lucifer se había alejado como así parecía.

-Venga, vamos a guiarlos Pirita, que está todo a tiro de piedra, jeje.

La sala del baúl es una oscura habitación iluminada con un par de antorchas, y ahora, también con un charco de agua.

- Grrr. Debereis limpiar eso antes que vuelva Rudesindus!! Si ve al gato mojado y un charco en nuestra habitación va a atar cavos con facilidad. - dice Goblop mientras marcha de vuestra vista arrastrando la campana.

Vuestra habitación tiene un par de altas puertas: una de ellas da a un pequeño balcón exterior desde el que podeis ver el foso de la torre. La otra puerta os conduce a una habitación alargada repleta de libros y objetos extraños, con un montón de velas que jamás se apagan y un olor dulzón de humedad y libro antiguo. Tiene un par de ventanales y una puerta exterior que dan igualmente al foso así como una puerta maciza que conduce al distribuidor de la planta baja.

En medio de la sala hay una cosa dorada en el suelo, parece una llave caida en el suelo.