Partida Rol por web

Los negros cuervos de Vúlcimer, señor de la oscuridad blasfema, sobrevolaron el denso bosque. Sus grazidos pronto fueron oídos por los habitantes de la torre de Rudesindus: su destino. El viejo mago de larga barba y nudoso bastón ya esperaba su llegada en la terraza, en lo más alto de la torre, mientras acariciaba el sedoso pelaje de su gato negro. Los cuervos se posaron en las almenas de la terraza y empezaron a graznar y picotear el suelo con un riudo de mil demonios.

- Ahá Vúlcimer ya está aquí. Debo ir a buscarlo al sitio acordado.

Más de uno de vosotros jamás habría dicho que pudiera llegar a ser cómodo dormir en el interior de un viejo y corroído baúl de madera. Más cuando los rayos de luz penetran en su interior porque alguien lo ha abierto desde fuera.

Es pronto, sí, pero parece que vuestro amo tiene prisa, a juzgar por la celeridad en que os quiere ver fuera de vuestros camastros de paja.

- ¡Vamos, arriba gandules, debo partir y hay muchas cosas por hacer!

-SSSiii, ¡Si mi Amo! ¡Por supuesto!- dice Plutsky todavía aún medio dormido. A continuación mira rápidamente a ambos lados, viendo para su desgracia que ha sido el primero en despertar. -Vamos, compañeros- susurra tras un fuerte carraspeo, intentando que los demás despertaran.

-Y bien Amo. ¿Qué tareas tendremos el placer de cumplir durante el periodo de su ausencia?- preguntó mientras pedía a los demonios de los profundos abismos que algún otro lutín despertase, ya que le incomodaba sobremanera ser el centro de atención.

Delante vuestro Rudesindus sonrie viendo el aparatoso trasiego de los lutines por la mañana. Se acaricia la larga barba blanca mientras os mira desde la altura. A su lado, un detalle que os eriza el pelo: Lucifer, el gato negro os observa mientras mueve su hipnótica cola y se relame los bigotes. Chupi, el lutín encargado de recoger mandrágoras del huerto, aún está convalesciente tras su última aparición en escena. De hecho, los ojos de Lucifer parecen recordar la terrible persecución de Chupi por el huerto. Y mientras, esa bola de pelo sige relamiéndose los bigotes!!!

Me levanto de un salta, me peino, me aliso el vestido, y me presento ante mi Señor Jefe.

-Buenos días mi señor, espero que tenga un buen viaje.- saludo haciendo una pequeña reverencia.

Miro al estúpido, estúpido gatito. Ya he intentado cazarlo muchas veces, pero no hay manera. Siempre se me escapa. Qué pesadilla. Pero algún día... algún día de estos... a enterar.

Me pongo en formación al lado de Plutsky, en formación, esperando órdenes.

Chim se hace el dormido mientras puede. Cuando ya es evidente que no tiene más narices que levantarse lo hace refunfuñando. Prefiere moverse antes de que a misifú le dé por jugar de nuevo con su cola, de poco le fue la última vez...

-Buenos días mi señor! Listo para hacer lo que me mande! Querrá el señor un baño calentito?- después dice a media voz, dirigiéndose al resto de lutines- Uis! Creo que vuelvo a tener la espalda un poco perjudicada... Alguien me podrá echar un cablecito, eh?- dice Chim guiñando un ojo. Luego aguarda las instrucciones apoyado en uno de los lados del baúl mientras va bostezando.

Dormir al lado de alguien que parece tener constantemente un avispero en el culo puede ser algo insufrible para el que no está acostumbrado, y es que eso es lo que generálmente suele pensar la gente y la "no gente", cuando conoce a Trolop.

Despues de una noche agitada llena de carreras en el interior del baul con el fín de cansarse para poder dormir otros 30 minutos seguidos, Trolop se levanta de un salto, como activado por un muelle, cuando Rudesindus reclama a sus servidores.

-¡Presente y listo para la acción! Grita con su característica voz chillona y acto seguido, sale corriendo a ayudar a su compañero Tranquilo amigo, que esta espalda la arreglamos antes de que a ese maldito gato le de tiempo a decir Miau. Y diciendo aquello da un fuerte tirón hacia arriba agarrando de los hombros de Chim hasta que se escucha un sonoro CRACK. Bueno, arreglado. Añade dando palmadas.

Trolop se gira para encararse hacia Rudesindus y espera órdenes.

No pudo reaccionar antes de que Trolop se le acercara y con un movimiento brusco le estropeara de verdad la espalda.

-Gaaaahg...aciaaasss....amigo..... -dijo mientras montones de estrellitas daban vueltas delante de sus ojos. Al menos ahora tendría una excusa de verdad para hacer su trabajo lentamente... Esperó a que el resto se levantaran mientras intentaba no llorar de dolor.

Gñeee... -Gruño ante la llamada del amo. Tampoco sé muy bien porque protesto, pero el caso es gruñir y protestar por lo que sea. Arrugo mis rostro, miro a los demás lutines, y pregunto- Y bien... ¿Qué será esta vez?

Si no fuese por mi recompensa, iba a estar yo aquí...

Un pesado y voluminoso objeto se mueve en el otro extremo del baúl; es la Campana de la Llamada, ese preciado y místico objeto al que inevitablemente debeis acudir cuando suena. Goblop, actuar portador de la campana, la lleva siempre a rastras. Goblop es un tipo grandote y fuerte así que puede cargar con el peso de su responsabilidad.

- Grrr, buenos días Rudesindus. ¿Qué tareas nos encomendarás esta mañana?

Pero la campana tiene un problema; también alerta irremisiblemente a esa bola de pelo negro. Ante la más mínima vibración el gato ya ha levantado las orejas, erizado los bigotes y se mantiene quieto mirano fijamente a Goblop. Se lo teneis dicho mil veces, un día el más mínimo descuido arrastrando ese artefacto le traerá un disgusto.

Cuando se abre el baul y los rayos cegadores de luz entran en él, Tobías acierta a darse media vuelta, taparse la cabeza con la manta y sigue durmiendo mientras susurra...

"Un ratito más, no hagaís tanto ruido, sólo un poquito más... Ship,brrrrrr frrrrrr psit psit piffff prrrrrr, ship..."

Es sólo un rato más tarde, cuando los alaridos de dolor de Chim logran despertarle... Entreabre los ojos y al darse cuenta de que todos están despiertos, salta de su canasto y comienza a corretear a un lado y a otro del baúl...

"¿Pero por qué no me habéis despertado? ¡Tengo que servir eficientemente al amo! ¿Quién me puso adormidera en la cena? ¿Acaso alguién intenta sabotearme? -Luego dirigiéndose a Rudensius- Disculpad mi tardanza noble amo, alguna manzana podrida de entre estas majestuosas criaturas debió envenar mi cena con adormidera anoche, pués sólo así puedo explicarme este sueño enfermizo que he sufrido esta mañana. En todo caso, aquí está Tobías dispuesto para servirle en todo aquello que desee, con el placer de servir al ilustre, afamado, inteligentísimo, clementísimo, malísimo-buenísimo, poderoso y maravilloso Rudensius. Sólo pedid y perderé mi alma por cumplir vuestros deseos".

-¡Mi señor!¡El lutín Karabás está listo para serviros! - dice serio, formal y tieso como un palo.

Parece un soldadito de plomo pintado por un ciego.

-¿Adormidera? Ya la quisiera para mi, Tobías. El "simpático" de Trolop tiene el baile de San Vito y no deja pegar ojo. - le susurra a su compañero de servidumbre aprovechando la primera ocasión en la que ve que su amo no le presta atención.

¡Qué campana más hermosa! ¿Podré ser yo el portador algún día? - envidia a Goblop en secreto, mirándole por el rabillo del ojo.

Sobre su brazo, Daga agita con un zumbido impaciente sus cuatro alas y Karabás le da para comer una jugosa cochinilla viva que guardaba en su zurrón.

-Tranquila, bonita. Tranquila. - la calma para que no le distraiga mientras atiende a lo que Rudesindus tiene que ordenarles.

Aunque Rudesindus acaricia su barba mientras hablais realmente parece que tenga la vista en otro sitio.. y seguramente es así; cosas de magos.

- Tranquilos, chicos, tranquilos. No discutais. Debo partir; mi amigo Vúlcimer, señor de la oscuridad blasfema me espera en la encrucijada en el bosque. Voy a buscarlo y traerlo hacia aquí, pues me pidió si podía consultar uno de mis volúmenes en la biblioteca. Tengo que encargaros algunos trabajillos; tardaremos un par de horas así que espero que esté todo listo para entonces. Deberíais ir a buscar el libro "De terroris legiones", un volumen de demonología de la bibliteca y dejarlo en la mesa de mi laboratorio. Por otro lado agradecería que diérais de comer a los cuervos mensajeros de Vúlcimer, que se encuentran en el palomar. Y finalmente a ver si podeis encontrar un regalo para mi invitado entre los trastos que guardamos en el almacén. Esto es todo, puedo confiar en vuestra eficacia, ¿verdad?

Dicho esto, da media vuelta y marcha de la habitación. Un momento después escuchais subir el rastrillo, los pasos de vuestro amo en el puente levadizo, de nuevo el rastrillo, y el más enigmático de los silencios. El gato, sin embargo, sigue quieto sin al parecer haberse dado cuenta de nada, observando el más mínimo de vuestros movimientos.

Bueno... Y... ¿Ahora qué? -pregunto casi gruñiendo mientras miro al gato. No me gusta el gato ni un ápice. No me gustará convertirlo por error en una Vichissoie de gato...

Como lutín novato en la torre, no tengo mucha idea de dónde están los lugares que el mago ha dicho, así que espero a ver que dicen los demás...

- ¿Nadie os enseñó la torre? Por todos los cielos! ¿dónde vamos a ir a parar? No me extraña Grrr, cada vez se requiere a más gente con menos tiempo y eso repecute en que siempre tenemos que encargarnos nosotros de los novatos. Pues Goblop no tiene tiempo! Y además ESO no está en mi contrato. Lo siento pero debo ir a sembrar el huerto. El palomar está en lo más alto de la torre, la biblioteca y el laboratorio ambos en la tercera planta y el almacén en esta misma planta. Esto... ¿alguien sabe cómo sacar a ese gato de aquí?

Miro mal a Golop, por intentar aprovecharse otra vez de los pobre novatos. Nunca me ha caído bien. Además están esos extraños rumores sobre el anterior portador de la campana... Decido ayudar a los pobre novatillos.

-Bienvenidos lutines.- digo en tono alegre- podemos dividirnos en tres equipos, repartirnos los novatos, y así terminamos lo más pronto posible para poder hacer nuestras tareas. La Torre es grande y hay  mucho que hacer. ¿Qué os parece?.- pregunto a mis compañeros.

Mi estómago empieza a hacer ruídos, tengo hambre.

Chim va mirando a Golop y al gato alternativamente e intenta pensar en si el Señor Bigotes iría detrás de la campanita de marras en caso de que esta saliera rodando. Bah, mucho esfuerzo- piensa. Luego al escuchar a Pirita decide que es un buen árbol al que arrimarse, y disimuladamente se acerca a ella mientra asiente con la cabeza a todo lo que dice. Con un poco de suerte no tendrá ni que pensar en las cosas que tiene que hacer.

-Genial, genial! Lo de los grupos suena bien! ¿Vamos tú y yo a la biblioteca? ¿Nos acompaña alguien más? Alguien fuerte y resuelto, con gran ingenio... Eso es lo que necesitamos!- y mientras dice esto va mirando al resto de lutines, y de repente se acuerda de la "vitalidad" de Trolop.- Este... Trolop... seguro que tú quieres ir a ver los cuervos, a que si?- y guiña un ojo.

-!!Bienvenida tu también¡¡- dice Plutsky a Pirita con entusiasmo... A este día supongo... que gente más rara contrata este Rudesindus últimamente...

-Creo que primero deberíamos deshacernos de este gato, ¿te acuerdas Goblop de cuando le pisaste la cola a Lucifer?, y después pensar en si dividirnos o hacer las tareas todos juntos. Pienso que como máximo deberíamos dividirnos en dos grupos, ya que los lutines tenemos que ayudarnos unos a otros, sobretodo para llegar a muchos sitios... y es difícil cumplir las tareas en grupos reducidos- dice intentando recordar tareas anteriores.

-Intentaré distraerle... - dice lanzando un tornillo a lo lejos, para ver si llama su atención a otra zona.