Partida Rol por web

-¿Yo? Preguntó el lutín como si la cosa no fuera con él. Yo no ví mucho amo, jejeje, me peleaba con Goblop por el mejor escondite para que Lucifer no se nos comiera como a unos vulgares altramuces. Que por cierto, aún no nos ha explicado por qué dejó la campana que está a su cargo sola y abandonada, despues de hacerla sonar para llamarnos a todos cuando estábamos afanados en las tareas encomendadas... ¡Que irresponsabilidad! ¡La campana abandonada!

Trolop lanzó una mirada maliciosa a Goblop demostrando una inusitada y sorprendente astucia en él con su respuesta.

- ¿La campana abandonada? ¿Que Goblop ha abandonado su preciosa e inestimable campana en el interior de la cual durme para no separarse de ella? Me parece imposible... pero en fin: ¿habeis hecho alguna de las tareas que os encomendé?

-¡Por supuesto, señor! - exclama con entusiasmo - Hemos seleccionado un hermoso regalo para su invitado, hemos dado de comer a sus cuervos y... todo lo demás. - sale como puede del paso, pues no recuerda la tercera tarea.

Además de bañar al gato. Ñej, ñej, ñej. - piensa con malicia.

- ¿Y se puede saber en qué consiste el regalo?

Pregunta Rudesindus que está acostumbrado a que sus órdenes se cumplan siempre del revés. A menudo piensa que debería buscar algún hechizo para atraer demonios más competentes y profesionales como un tal Tzeench o Nyarlatothep.

- Sí, creo que estos tienen buena fama; no sé dónde leí algo sobre ellos.

Miro ansiosa a Rudesindus. Yo he sido la que se ha empeñado en regalar el busto, asique espero que le parezca un regalo apropiado.

-Hemos cogido del almacén un precioso busto que habla- digo mientras le dio vueltas a la una parte de la armadura de origen indeterminado.

-Oye Karabás, ¿sabes donde va esto? Es que creo que no encaja. A lo mejor se nos ha despistado alguna pieza-

Trolop remarca las palabras de Pirita.

-¡Eso es amo! Dice. Y no sólo eso, si no que además, se lleva como bonus track o algo así, una oveja por sombrero.

Trolop coloca sus brazos en jarra, asintiendo orgullósamente con la cabeza la tarea resuelta con éxito.

-Esto es muy complicado. Nos haría falta un plano o algo... - le responde en voz baja a Pirita, rascándose la cabeza.

Cuando oye "oveja", se une a las alabanzas al busto.

-Y es un gran conversador, una compañía perfecta para las largas y aburridas veladas invernales. - sonríe de oreja a oreja.

- Ya veo, le habeis regalado mi antiguo despertador... ¿Y el libro? o encontrasteis?

Vúlcimer mira incrédulamente el busto que sostiene entre las manos y no sabe qué hacer con él. Mientrastanto, el busto escenifica tres elegantes reverencias y empieza a intentar conversar con el señor de las tinieblas, paladín del Caos y amo indiscutible del sufrimiento... que, como un pasmarote, no sabe si lanzarlo contra la pared o ponerse a llorar como un crío.

Íbamos a buscarle, hasta que sonó la campana... -Comento rompiendo mi silencio- Campana, la cual, y por lo que parece, Goblop ha perdido, porque dijo que él no la tenía...

No sé, iba a depositar el busto en un buen sitio, para buscar el libro, hasta que me interrumpieron...

-Si, es cierto lo que dice Condemorl, estábamos dejando el busto en el suelo, pero Goblop nos interrumpió- lo apoyo poniendo cara triste.

Miro como el señor del mal mira con tristeza al busto que también lo mira de la misma manera, y lo miro intentando animarlo.

-No se preocupe, será muy útil. Sabe dar consejos y canta  muy bien. Seguro que le ameniza las fiestas- digo intentando venderle mejor el regalo.

-Lamento lo del libro mi señor, puedo ir corriendo con algún otro lutin y seguro que lo traemos en seguida-

-¡Sí, eso es! Gritó de alegría Trolop. Con la ayuda de mi talento, correremos junto al viento y le traeremos el libro más rápido que lo que se tarda en decir ¡Aibalahostiapuestxo!.

El lutín parecía ansioso por ponerse de nuevo en movimiento, lo que conociéndolo, no ayudaba a tranquilizarse.

-Venga, venga, venga, vengaaaaa.... Decía Trolop dando pequeños saltitos de impaciencia. Nada nos gustaría más que agradar a su señoría...

- ¿Le traeremos el libro? ¿Le TRAREMOS? ¿Significa eso que aún no lo habeis traido? Será posible. ¿Para esto les pago? - se dirige a Vúlcimer - Los rescato del Averno para darles una vida de paz y harmonía, una vida útil para que no anden de aquí para allá holgazaneando en los Infiernos y mira... Incluso les prometo que sus sueños de van a cumplir. Dime Vúlcimer. ¿Qué tengo que hacer? O a caso tus desangradores de Khorne buscan excusas baratas cuando no te limpian la colada o no te han barrido el castillo? Madre mía, ¿dónde iremos a parar?

Ante la indignación de Rudesindus una pequeña sombra se desliza por la escalera. Una sombra algo enclenque... y mojada. Los pelos del gato están tan enganchados a su cuerpo que veis como es un saco de huesos, un gato famélico. Lucifer, al ver aguados sus planes ha decidido hacer un poco de pena a su amo para buscar así su venganza. Rudesindus aún no se ha fijado en él y por ello, maléficamente, sonría con malicia instantes antes de poner carita de lástima y pronunciar un lánguido "Meeeeew"

-Uyuyuyuyuyuyuyuuyuyuyu... - murmura Karabás cuando ve al gato.

Con rapidez, antes de que el amo descubra lo que han hecho con su familiar, trata de hacerle dar media vuelta con su magia. Entrecierra los ojos y junta las manos, estirando unos dedos y recogiendo otros para formar un extraño símbolo. De su garganta surge una letanía grave (para ser pronunciada por su voz) y extraña.
Los poderes infernales del dominio de las bestias son atraidos hacia él para que los canalice. Casi se puede oler el azufre y notar una brisa abrasadora que alborota su rojizo cabello... El gato sigue adelante ignorándole por completo.

Ese gato es ciertamente poderoso... - piensa con admiración, agotado por el esfuerzo - O yo soy muy burro, que también puede ser.

Trolop pegó otro respingo ante la frustración declarada de Rudesindus.

-Igual si la campana fuera a parar a manos de alguien más responsable que no nos hiciera perder el tiempo a la hora de hacer nuestras tareas... Dijo Trolop, lanzando una mirada maliciosa a Goblop, y al sentir las miradas dirigidas hacia él añadió. Claro que no me refiero a mí, señor, todo el mundo sabe que la resposabilidad no está entre mis virtudes...

Y a mí con que me den una bota llena de vino ya me vale... Pensó.

Y en el fondo era cierto.

-¡Pirita!- exclama Chim cuando Trolop habla de la campana - ¡Debería darle la campana a Pirita, amo! - está ayudando a levantar cachitos del invitado del amo y cuando ve aparecer al gato deja caerlo del susto. Con un poco de suerte con el ruido el gato se asusta también, así que se dedica a recoger torpemente lo que ha dejado caer haciendo aun más ruido si cabe - Ehm...CLONK ui, que torpe, CLONK, perdone amo, ¡CLONK! Pues como decía Trolop, la culpa es de Goblop, que nos ha distraído haciendo sonar la campana... - dice mirando de reojo al maldito felino.

La ira del Amo, el estúpido gato... todo parece complicarse poco a poco.

-Vamos a morir, vamos a morir todos... estúpido gato, estúpidos lutines vagos. No podemos hacer cuatro el trabajo de todos. Maldita sea- pienso asustada, dando un pequeño pasito hacia Karabás.

Y entonces Chim se vuelve loco, completamente loco.

-No, yo no puedo llevar la campana. Pesa demasiado para mi. Si no fuese por eso, claro que podría hacerlo, pero soy pequeña y débil....-  digo poniendo una enorme carita de pena - Alguien como Karabás, fuerte y con capacidad de liderago sería mucho más apropiado-

Chim parpadea mientras mira hacia arriba, a Pirita, que es objetivamente más grande que él y Karabás. ¿Le estará tomando el pelo?

- No le haga caso, amo, Karabás no puede hacer ese trabajo, se asusta por nada...- deja caer de nuevo lo que lleva en las manos, volviendo a hacer un estrepitoso ruido - ¡CLONK! Uis, que torpe estoy hoy...- dice mirando de reojo a Karabás, que debe estar ya de los nervios, o eso espera.