Partida Rol por web

Un largo viaje hacia Minas Tirith

Cap. 6: Cambio de planes

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27/07/2012, 08:08
Draupner "hiendeescudos"

Turno 616

- Yo lo que he visto ha sido a dos personas combatiendo con dos compañeros. No se pregunta cuando ves a un amigo trabado en combate. Agradece mi prudencia e intervención para poner fin a un combate sin sentido. - Respondio a la altanera respuesta del habitante del bosque negro.

- Parece que todos acumulamos mucha tensión, permitidnos ofreceros descanso y tal vez así podamos hablar tranquilamente y en paz. Tenemos a un experto sanador entre nosotros, acompañadnos a nuestro campamento para que curemos las heridas y dejadnos así que compensemos el mal causado. - añadió.

Sabía que se la jugaba, pero guardó su maza y como gesto de buena voluntad se la tendió a Fréagulf para ayudarle a incorporarse.

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27/07/2012, 17:47
Ilidan

Turno 617

 

Estaba masticando la hoja de Draff con los ojos cerrados puesto que aquello realmente sabía a rayos, pero debía de tomárselo pro su bien, cuando escucho una voz.- ¿Te encuentras bien?.- Abrió los ojos, y vio unos pies peludos que tan bien conocían, eran de Bolgo. Alzó muy levemente la cabeza, y allí enfrente suyo se encontraba el mediano.- Podría encontrarme mejor.- Le contestó con dificultad, lo que mostraba su lamentable estado, y más tarde.- Gracías, Bolgo.- Cuando le ofreció la cantimplora, que gustosamente aceptó para hacer pasar la pasta en la que se había convertida la hoja.

Levanto despacio su mano libre, y agarro la cantimplora con dificultad, a pesar de ser un pequeño peso. Finalmente, dio un buen trago, pero despacio, una acción sencilla que le había costado más de lo normal dado a que aun estaba débil, es más, aun no debía de confiarse de que saldría de aquella.

Como el hobbit desvió la mirada hacía el claro para observar cómo se resolvería todo aquello. Parecían dialogar, pero aun lleno de furia, lo que esperaba Ilidan es que alguno de aquellos desconocidos, en especial el tuerto, cometiera la osadía de volver al ataque y ver como su sangre era derramada hasta su final.

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30/07/2012, 10:43
Temüdyin

TURNO 617:

Siempre le había provocado una sonrisa, de desprecio, pero, al fin y al cabo, una sonrisa, los guerreros y soldados que esgrimían el honor y la rectitud en el combate como si de una gran maza de troll se tratase. Allí estaba, de rodillas, después de haber sido herido en lo que había sido un asalto a un campamento en toda regla, un asalto que hasta el más ruin de los bandidos lo hubiese calificado, cuanto menos, de una buena emboscada a dos viajeros desprevenidos, escuchando como un enano, la raza más noble y honorable de cuantas hollan la Tierra Media, siempre según los libros y las historias de taberna, se alababa a si mismo y a su intachable actuación en aquella épica, feroz e igualada batalla.

No iba a negar que con gusto Temüdyin hubiese intercambiado la situación con aquellos que lo habían vencido, en aquella y en todas las batallas que le quedaban por librar. Ya no solo formando parte del grupo con mayor número de efectivos, de un grupo que, como mínimo, tubiese el doble de componentes, como parecía ser aquel,  sino intentando que la ventaja fuese mucho mayor, triplicando, o cuadruplicando, la cantidad de soldados y, a poder ser, sorprendiéndolos a todos en medio de una orgía, borrachos, o cagando en una letrina, con los pantalones en la mano. 

Si algo tenía claro en todos los años que llevaba batallando y guerreando era que los combatientes, aún habiendo sido honorables, nobles y de comportamiento intachable, si morían, seguían el mismo destino que el más despreciable y traicionero luchador; la tierra y los gusanos o el fuego y las cenizas. Solo los vivos regresaban a sus hogares, solo los vivos alcanzaban a ver la luz de un nuevo día, solo los vivos follaban de nuevo, ya sea con su mujer, con una puta o con la hija del granjero. Y el tenía aún muchas ganas de follar.

Temüdyin jamás se había llenado la boca con palabras vacías, de honor y nobleza. Reconocía que no le importaba recurrrir a cualquier cosa que tuviese a mano con tal de salir airoso; era un superviviente, nada más. Lo demás solo eran cuantos de niños. Si a alguien le disgustaba era problema suyo.  

Lo que no lograba entender, y nunca lo aceptaría, era a aquellos que predicaban una cosa y practicaban otra. Simplemente le daban asco.

- "Sin duda maessse Draupnerrr, mis palabrras han sido frrruto de la tenssión y la adrrrenalinna del momento. Solo me queda agrrradeserr su prrudenssia y su asserrtada intervenssión. Parrese que lass historriass sobrre su pueblo son ssiertas."

Hizo un esfuerzo por levantarse. Estaba hasta los huevos de estar de rodillas. Últimamente aquello estaba convirtiéndose en un hábito que tenía que desterrar de su rutina. Intentó mover el brazo izquierdo para comprobar el alcance de los daños producidos por el impacto que había recibido. Le dolía horrores pero, por suerte, no parecía haber nada roto. El hombro rotaba perfectamente y el codo se extendía y replegaba sin problema alguno. Solo debía preocuparse por el moratón que le iba a salir, que desaparecería en breve con descanso y cuidados paliativos. Y, ¿quién era el estúpido que despreciaba las manos de un buen sanador, proviniese de donde proviniese? Él lo necesitaba, Fréagulf también. Con suerte, por fin, podría recuperarse totalmente. Después de lo vivido le hacía falta.

- "Con gussta aseptaremos su invitasión. En los tiemposs que corren, y en la sona en la que nos movemoss, cuantoss más  sseamos más segurros viajarremos. Ademásss, ya no solo por lass últimasss heridass resibidas sino por lass que llevamoss arasstrrando desssde hase demasssiado, noss vendrrrían bienn unas manoss diestrass en las artess de la currrasión."

Después, ayudándose con la lanza, se acercó al arroyo a tomar un gran sorbo de agua y a continuar con lo que estaba haciendo antes de ser víctima del asalto: recoger sus pertenencias y preparar su caballo para seguir a los nuevos "compañeros de viaje"

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05/08/2012, 18:49
Groal de Mirkwood

Turno 617

 

- Dejadme, en esto tal vez pueda ayudar - El beornida habia permanecido tanto tiempo en silencio, que apenas se habian percatado de su presencia, incluso teniendo en cuenta su portentosa envergadura. 

El hombreton se agacho apenas unos segundos y al comprobar que le seria complicado ver algun rastro, sencillamente se incorporo y busco algo en su mochila. De ella saco un pequeño objeto, era un colgante, o al menos lo parecia. Se lo coloco en lo alto de la cabeza, era una especie de diadema hecha con un cordon de cuero de la que pendia una pieza ovalada de lapislazuli del tamaño de una uña.

Susurrando una palabras permanecio inmovil durante un rato.

- Tiradas (1)

Tirada oculta

Motivo: rastrear

Tirada: 1d100

Resultado: 44

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05/08/2012, 20:16
Director

 

Gallindum paso casi dos minutos buscando las huellas de sus compañeros. No habia manera de encontrar el rastro, ni de Ilidan y Arlan, ni de Draupner y Bolgo. Busco entre los helechos huellas en la tierra, ramas partidas en los arbustos, marcas en los troncos de los pinos y nada, parecian haberse desvanecido.

Groal decidio entonces ayudar. El hombre habia pasado desapercibido, callado todo el tiempo, sin quejarse u oponerse a nada, ensimismado en sus pensamientos. No se puso a rastrear tal y como lo estaba haciendo el enano, sencillamente saco de su mochila una curiosa diadema. Era un cordon con una gema ovalada de lapislazuli, una piedra opaca de color azul que intesificaba su brillo bajo la tenue luz de la luna, o de la que dejaban pasar los arboles mejor dicho. Murmurando palabras inteligibles para el resto estubo recitando un rato.

Gelion lo observaba en silencio bien atento, estaba usando de nuevo la magia, o eso le parecio al mago, pero Esta vez ese poder no emanaba del hombre, si no de la joya que lelvaba puesta. Minetras Dwalin, irremediablemente seguido por Oin, vigilaba la retaguardia. Los Esgarothianos ayudaron a sentarse a Briniel para que descansara, y se quedaron esperando. No veian ya el campamento que ocuparan tan solo minutos antes. No sabian a cuanto estaba de ser descubierto por los sagath, pero si sabian que habia prisa. Hasta ahora Gelion habia ido tapando las huellas dqu edejaban, si bien no era una facil tarea, sobretodo por la porfundiad de las huellas. Todos pasaban por el mismo sitio, creando un surco en la tierra blanda cuando la habia y aplastando la vegetación a su paso. Gelion hacia lo que podia, echando encima hotas secas, helechos e incluso ramas muertas que habia en el camino. Si no reslutaba darian con ellos enseguida.

El viento no habia cambiado, seguia igual de frio, e igual de violento. Con subitas sacudidas azotaba las ramas meciendolas y haciendo silvar las hojas. La luna era casi llena, su luz se colaba de cuando en cuadno entre las copas de los arboles. En general el silencio era todo lo que llenaba el bosque.

 

 

Notas de juego

 

► Anota el próximo turno como “Turno 618

► Gallindum no encuentra el rastro

► De momento no parece que nadie os siga, calculais que aun no deben de haber llegado hasta el carromato, aunque debe de faltarles poco.

► Resolución del próximo turno: JUEVES  09-08-12

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05/08/2012, 20:17
Director

 

RESOLUCION TURNO 617

 

Tras una breve pero efectiva charla, todos acordaron deponer las armas, estaba claro que todo habia sido un desafortunado malentendido, probocado sin duda por el miedo y la tension. Arlan fue el promotor de todo aquello, secundado por Ilidan, Ambos atacaron sin mas explicaciones el campamento de los hombres. En su defensa estaba el aspecto de Temudyin, que bien podria ser uno de esos orientales a juzgar por los tatuajes que llevaba, el peinado rematado por una larga coleta y los pantalones que gastaba. Sin embargo su chaqueta improvisada con una manta atada con cuerdas no se correspondia a la vestimenta de un guerrero. Aun asi, Arlan se lanzo a por el, viensose sorprendido por un segundo hombre oculto, Freagulf. De no ser por Ilidan, el enano hubiese muerto hacia ya un rato. Sin saber bien como, todos se vieron envueltos en un frenesi combativo, sin saber bien la razon que los habia empujado a ello.

Por suerte habia acabado, de seguir, hubiera muerto alguien sin duda. Arlan estaba malherido, Freagulf tambien y Temudyin aunque se habia cerciorado de que su brazo no se habia roto, estaba tremendamente dolorido.

Draupner habia intervenido a tiempo, no solo salvando a Ilidan, si no intercediendo con el dialogo quel absurdo. Elocuaz era el enano, que justificandose declaro que al ver a dos compañeros suyos en combate habia decidido ayudarlos. Draupner ofrecio algo cotizado en esos momentos, ayuda y curacion. Temudyin no necesito oir demasiado, y acepto esa ayuda. Todo habia acabado.

Ilidan aun estaba tras los matorrales, apoyado en un arbol, curando sus heridas. Bolgo lo ayudaba, le habia tendido su cantimplora para que pasase las hierbas que acaba de ingerir. Alli sentado, con el hobbit a su lado estaban mientras escuchaban cuanto se decia a poso metros de ellos.

El lenguaje del hombre lo seguia delatando como extranjero, no hablaba demasiado bien el oestron, y continuamente cambiaba verbos y generos a las palabras. Sin embargo se habia presentado como descendiente del los habitantes del bosque negro. Eso era cuando menos sorprendente. Por dos razones, una era que en el bosque negro vivieron los orcos y oscuros seres de Dol-Guldur, y pocos eran los hombres que habian osado compartirlo, Hombres de los bosques y beornidas, pero de eso hacia ya muchisimo tiempo. Desde que fue limpiado el bosque negro paso a llamarse Bosque de las hojas verdes, o Bosque verde, como todos lo conocían ahora. ¿Se referia el hombre a que era un descendiente de esos hombres que se atrevieron a morar en el bosque negro, o que era un aliado del nigromante que perseguido se habia marchado al este? No podian saberlo, excepto el propio Temudyin.

El hombre que primero habia depuesto las armas aun no habia hablado, exalaba bocanadas de aire para recuperar el resuello, estaba agotado. Habia sido presentado por Temudyin como Freagulf, miembro del de la guarnicion Ailgratha de Burh Ailgra. Esto sorprencio aun mas a Draupner y los suyos, ¿qué demonios hacia un miembro del ejercito ailgratha junto a ese extranjero?

Temudyin y Freagulf tambien tenian numerosas preguntas. ¿Que hacian enanos junto a extraños hombres encapuchados en mitad de un bosque? ¿Quién era aquel que con tanto tino lanzaba piedras desde las sombras?

Habia muchas preguntas sin duda. Y tenian que ser resueltas antes o después.

 

Notas de juego

 

► Anota el próximo turno como “Turno 618

►Bueno apenas os acabais de concocer, creo que teneis mucho de que hablar antes de aceptar u ofrecer ayuda.

 

► Resolución del próximo turno: JUEVES  09-08-12

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06/08/2012, 02:34
Gelion

Turno 618

La situación era desesperada. Estaban perdidos en tierra extraña con una enferma, huyendo de un grupo de desconocidos hostiles y sin conseguir encontrar a sus amigos. El mago intentaba recordar todos los trucos que su padre y su hermano le habían enseñado en la infancia para ocultar el rastro. De pequeños los bosquimanos jugaban al " Te encuentro ", era una forma de entretener a los niños y enseñarles al mismo tiempo. En una zona relativamente amplia los niños se " perdian " y el último en ser encontrado recibía un premio. Gelion nunca había sido especialmente ducho pues se abstraía mirando animales y otras cosas con su desbordante curiosidad y al final le encontraban fácilmente. Del mismo modo quedó extrañado el bosquimano al ver a Groal hacer aquel ritual extraño y de no ser por la situación el beórnida se habría visto víctima de una verdadera avalancha de preguntas. La duda seguía en todo el grupo, parecía que estaban en un punto muerto. ¿ Regresamos un poco e intentamos volver a encontrar el rastro ?

Notas de juego

Me gustaría poder hacer alguna tirada para poder interpretar lo que hace el beornida. Ya tengo internet pero me conectaré mucho menos de lo normal.

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06/08/2012, 12:40
Bolgo Villaseca

Turno 618

Bolgo aún observaba con desconfianza a los desconocidos que se habían encontrado. No podía olvidar tan pronto que unos minutos antes habían estado a punto de matar a Ilidan. Aún así, tras comprobar que su compañero sujetaba la cantimplora con autonomía, se puso en pie y dio un paso hacia ellos para mostrarse entre los matorrales cuya altura apenas superaba por un palmo.

- Mi nombre es Bolgo Villaseca. De Combe. Y tengan o no motivos para luchar, defenderé a mis amigos mientras me quede aliento.

Dio un paso atrás cuando terminó de hablar para situarse de nuevo junto a Ilidan y atenderlo en caso de que necesitase ayuda o intentase levantarse.

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06/08/2012, 20:32
Ilidan

Turno 618

 

El combate había cesado, y las conversaciones proseguían al igual que su rabia. Y se veía que sus deseos de ver muertos a aquellos extraños no se harían realidad, al menos, aquel día.

Bolgo se presentó, más él no lo haría, no daría su nombre a hombres que habían estado a punto de matarle. Ilidan devolvió la cantimplora al mediando, y luego intento reincorporarse, una tarea que le costó finalizar hasta que el siempre gentil hobbit le echó una mano, aquella que no podía utilizar.- Gracias de nuevo.- Le dijo y se separó un poco de él, dando a entenderle que aunque agradecido por su amabilidad, ya no necesitaría ayuda por lo menos en lo que a mantener el equilibrio se refería.

Dio unos paso cortos, y volvió a apoyarse en el tronco, esta vez con el hombro. Ahí se mantenía erguido, aun sujetando con una mano el trozo de camisola, ahora teñido de sangre pero sin llegar a estar empapado completamente, que se había arrancado y que aun mantenía haciendo presión contra la herida que le había infringido aquel tuerto, ya que su salud, hasta recibir mejores cuidados, solo se mantendría estable siempre y cuando siguiera efectuando tal acción; y observando con aquellos grandes ojos negros, que le proporcionaban como siempre una mirada profunda y en ese momento aun más oscura que la propia noche que vivían y que ante todo jamás olvidarían...

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07/08/2012, 16:41
Fréagulf

Turno 618

Al fin toda aquella locura había terminado antes de que fuera demasiado tarde. Durante las últimas horas no había tenido más que mala suerte, y justo ahora que se recuperaba de las heridas que casi le habían arrastrado a la muerte aquel grupo surgía de la nada para tratar de enterrarlo de una vez por todas. Frëagulf comenzaba a preguntarse si su cuenta pendiente con la muerte no era ya suficientemente elevada como para poder seguir saldándola. Fuera como fuese, estaba vivo, y eso era lo importante.

Se levantó a duras penas, las heridas viejas del brazo y el pecho le dolían de nuevo a pesar que cuando habían despertado minutos atrás no sentía nada. Esperaba que no se hubiesen vuelto a abrir y que aquel dolor que sentía solo fuera por el esfuerzo hecho durante aquel nuevo combate. No obstante, los golpes recibidos le dolían en nuevos lugares, allí donde los enanos le habían alcanzado. Miró a Chaka con gesto de duda cuando le ofrecieron la tregua y este aceptó por los dos, una decisión inteligente. A Fréagulf tampoco le hacía gracia haberse rendido y pedir piedad, pero al menos esto les daba la oportunidad de aclarar todo aquel embrollo.

-Mi nombre es Fréagulf, -dijo al fin. -Soy un explorador de Buth Ailgra. - Confirmó lo que todos ya suponían, puesto que el símbolo en su gastada armadura así lo indicaba, y además Chaka había hablado por él hacía unos instantes.

El ailgratha era un hombre de metro noventa, muy alto para alguien de su raza, y además fuerte y corpulento, de espaldas anchas, pecho fuerte y brazos musculados. Sí estaban en consonancia con su raza sus otros rasgos, de ojos azules y con una larga y rubia cabellera que llevaba suelta, como era costumbre entre los eorlingas. Una fea cicatriz cruzaba la cara del rohir desde su frente hasta su mandíbula y atravesando su nariz. Portaba una poblada barba rubia para ocultar en parte ese recuerdo de batalla, pero el pelo no crecía allí donde la cicatriz surcaba su rostro por lo que su barba daba la impresión de estar partida en dos.

Miró con fiereza al enano que se había situado a su espalda, era el que había comenzado todo aquello y no le gustaba ni un pelo su actitud y la posición que había tomado allí detrás suyo. No obstante envainó la espada para que no hubiera lugar a dudas y se calmara la situación. Esperaba que aquello no fuera un truco de los asaltantes o pagaría caro el haber dejado sus manos desarmadas.

-Escuchad, -dijo para todos pero mirando al enano llamado Draupner, que parecía ser el más sensato del grupo de los asaltantes y el que llevaba la voz cantante por el momento en ese grupo. -No dispongo de mucho tiempo, cada minuto que pasa es vital y estamos perdiéndolo en tonterías. No muy lejos de aquí los enemigos se reúnen para arrasar mi ciudad y convertirla en cenizas. Mi compañero, -señaló a Temüdyin, - ha escapado de su cautiverio y tiene información vital para mi pueblo. Además, por si fuera poco, salvó mi vida de uno de los asidrag cuando este trataba de matarme por lo que estoy en deuda con él. -Clavó su fiera mirada azulada en los ojos del enano para que viera que hablaba en serio. -Por ello si tratáis de engañarnos y le hacéis daño a él o a mí, no dudaré en luchar hasta el fin contra vosotros aunque eso suponga la muerte.

Hasta el momento todo lo que había sucedido desde que emprendió aquella misión de recabar información sobre los salvajes estaba beneficiando a sus enemigos, el tiempo se le terminaba y el cuerpo apenas le respondía tras el nuevo combate. Tal vez fuera siendo hora de regresar a casa tal y como había sugerido Chaka el día anterior.

-No sé quienes sois vosotros, ni qué hacéis aquí.- Al menos el misterio de las piedras había sido resuelto al aparecer el mediano en escena, pero eso añadía otro misterio, de dónde salía aquel variado grupo y cual eran sus intenciones. De todos modos la curiosidad de Fréagulf no era tan fuerte como la prisa que requerían sus obligaciones para con su pueblo. -Pero os aconsejaría no cruzaros con esa gente. Son despiadados guerreros y hay cientos de ellos no muy lejos de aquí. Y desde luego no les gustan los recibimientos que dedicáis a los viajeros...

Rehusó contar nada más sobre ellos, ya había dado más información de la que daría a unos desconocidos, unos desconocidos que además les habían atacado.

 

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07/08/2012, 23:47
Arlan "Mazonegro"

Turno 618

 

- Lamento toda confusion, yo solo vi a un oriental desprevenido - dijo el enano señalando a Temudyin - En los tiempos que corren, y en la situacion en la que estamos, prefiero verlos muertos que vagando por el bosque, acechando - el enano se estaba disculpando, aun asi no sonaba como disculpa.

Al ver al ailgratha envainar su espada se relajo y moviendose junto a Draupner. Dejando a sus espaldas a Ilidan y Bolgo, tras los arbustos, descanso su maza negra sobre el hombro.

- Bien, creo que debemos volver, hace ya rato que nos hechan de menos, han mandado a los sabuesos a por nosotros - le dijo a Ilidan en clara referencia al hobbit y a Draupner.

- ¿De verdad los llevaremos con nosotros? no somos niñeras, y parece ser que sus asutos son otros. - Pregunto a su compañero enano sin importarle que le oyeran

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07/08/2012, 23:57
Groal de Mirkwood

Turno 618

 

Nadie contesto a la pregunta de Gelion, estaban mas que interesados por aquello que hacia el beornida.No llego a pasar un minuto, cuando el giganton volvio en si. Con la joya semipreciosa en la frente, bien ubicada entre los ojos señalo al frente.

- Es por aqui seguidme - dijo tajante echando a andar. Sus ojos se habian vuelto del mismo color que la piedra que llevaba, azul oscuro. Sus ojos carecian de iris o puplila, siendo todo de ese tono azulado resaltando sobre el blanco.

Y echo a andar, sin importarle lo que los demas hiciesen, estaba como en trance, pero sin entrar en ese estado, la perspectiva de los que le rodeaba habia cambiado para el en esos momentos.

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08/08/2012, 00:03
Coralak (Hijo de Agranil)

Turno 618

 

- Rapido, sigamosle, no tardaran en llegar al campamento - dijo el muchacho asombrado.

Despues ayudo a su mader a levantarse y junto a su padre la ayudaron a caminar. El resto de la comitiva esgarothiana lo seguia.

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08/08/2012, 00:05
Dwalin (Maestro herrero)

Turno 618

 

- Tranquilo amigo, parece que has hecho un buen trabajo escondiendo nuestro rastro, les costara encontrarnos - animo el herrero al mago.

Depues siguio a los demas.

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08/08/2012, 03:33
Gelion

Turno 618 (II)

Gelion asintió a Dwalin, era reconfortante saber que había sido útil. Vayamos dijo y esperó que el resto siguiese a Groal para colocarse el último y seguir cubriendo el rastro.

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08/08/2012, 12:18
Draupner "hiendeescudos"

Turno 618

- ¡Harás lo que se te diga que hagas y cuando se te diga que lo hagas! - le respondió Draupner francamente molesto por la actitud de Arlan, que había depositado con aquellos comentarios un granito de arena más a la gran montaña de desavenencias que ya tenía con él. - Es una decisión que no depende de nosotros. Por lo que a mi respecta ellos son libres de hacer lo que deseen, como si prefieren quedarse aquí en el bosque y seguir su camino. Solo les ofrezco lo que tenemos si desean aceptarlo como único medio de compensación por el mal que les has causado, y si es considerado oportuno también les proporcionaremos reciente información de Buth Ailgra.- añadió mientras todavía esperaba con el brazo y la mano extendida para que el eorlinga se ayudara de él para incorporarse.

Miró a su alrededor y vio que Bolgo e Illidan estaban listos - Nosotros nos vamos ya, si aceptáis mi oferta seguidnos. - concluyó Draupner iniciando la marcha de vuelta al campamento.

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08/08/2012, 20:27
Arlan "Mazonegro"

Turno 618

 

Arlan no hizo gesto alguno, al menos visible sin girar la cabeza siquiera para atender a las palabras de Draupner se quedo mirando a Temudyin, no, efectivamente no era un oriental. Sus ojos claros, bueno, su unico ojo claro y su pelo castaño claro, podia ser de cualquier lado, pero no oriental.

Ignorando a Draupner se quedo asi un rato, hasta que el enano emprendio el regreso al campamento.

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08/08/2012, 23:48
Temüdyin

TURNO 618:

La compañía de bravos, honrados y honorables asaltantes se fue presentando. A Temüdyin aquello le recordaba a la primera vez que le llevaron a un prostíbulo, a uno de los de verdad. Ofrecía toda clase de servicios,  satisfacía cualquier deseo que un hombre pudiese imaginar en sus más oscuros y reconditos pensamientos: vírgenes, niñas, enanas, de estatura, se entiende, meretrices, dominatrix, animales, coprofilia, sado, gordas, viejas, masoquismo y mujeres de todas las razas humanas. Hasta una elfa con su piel blanquecina e impoluta, como el cuerno de un olifante y que, por supuesto, no podía pagar.

Como en aquel prostíbulo, allí había de todo menos, de nuevo debería conformarse, una elfa de blanquecina e impoluta piel. Pero, para compensar, el destino le había obsequiado con la presencia de un ser pequeño, escurridizo y, como había podido comprobar en carne propia, con una puntería endiablada con la honda. Allí estaba, con una decisión inversamente proporcional a su altura o, si se prefiere, proporcional a sus superlativos pies peludos.

Bolgo Villaseca: aquel nombre no le decía nada. Combe, tampoco. Solo sabía que, fuera quien fuera, viniese de donde viniese, lo recordaría hasta el fin de sus días, igual que recordaba el nombre y la cara de todos los que, en combate, había logrado marcar su curtida piel, fuese con acero, cuero, mineral, madera o, simplemente, con las manos desnudas.

Y en aquel momento, importante para él, la imagen del prostíbulo volvió de nuevo a su mente. No había lugar a la discusión: sin duda, el peor antro de las tierras orientales, lleno de viejas desdentadas, hasta la cejas de ladillas y con gonorréa galopante, era mucho más interesante que aquel mercado de alcahuetas con barba, hondas y capas negras embozadas que desfilaba delante de él.

Pero incluso así, nada difería más de las dos situaciones que la verborréa salvaje que parecía poseer a todos los presentes. Por lo menos, en el prostíbulo, las mujeres, o tenían la boca llena, y por ende ocupada, o, defecto profesional, no hablaban si el cliente no les daba pie a ello. Allí, al contrario, todos tenían algo que decir, algo importante, vital y de una gran trascendencia.  Tanto era así que hasta los supuestos recién conocidos compañeros peleaban por el honor de haber dicho la frase más impactante del mismo modo que dos esposas de granjero lo hacían por el último retazo de tela del mercado. 

A Temüdyin todo aquello le importaba tanto como el retazo de tela de la discordia. No quería saber quienes eran sus desconocidos atacantes, ni que hacían allí. Lo único que les hacía valiosos era el hecho de que, si no habían mentido, les acompañaba alguien versado en las artes de la curación.

Eso era lo que necesitaba en ese momento: que curaran rápido sus heridas, y también las de su compañero. A partir de ahí, nada había variado. Incluso Fréagulf parecía, por fin, convencido. Normal, las decisiones que había tomado recientemente no habían acabado muy bien.

Por fin había decidido volver a Burh Ailgra. Al fin y al cabo, como ya había intentado hacerle ver, no iba a conseguir información mejor sobre sus enemigos, sus tropas y sus movimientos, que las que él poseía. Si quería completar su misión solo debían encaminarse a la ciudad  con la mayor celeridad posible.

- "Esscuchad, compañerro mio ha decido todo lo imporrtante. Aseeptamos lass disculpass, assí como el ofressimiento de currassión. Cabalgarr rápido tenemoss y nessesitamos esstar recuperrados. No nos importan suyos negossios. Por favorr, ayudda con herridass dadnos y que cada uno siga con camino propio."

Finalmente, con la mente ocupada en cosas más placenteras, y la tela del pantalón tensa debido a un ostentoso e indisimulable acto reflejo, se dispuso a seguir a la "troupe" hasta la asistencia prometida.

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09/08/2012, 09:15
Gallindum

Turno 618

Tras no encontrar huella alguna temo que nuestros perseguidores nos den alcance pero justo cuando veía todo negro un rayo de luz vino en nuestro rescate. Groal resurgió de sus cenizas y tras colocarse una especie de diadema consiguió encontrar el rastro de nuestros amigos. - Guianos Groal. - digo saliendo en pos suya. Mantened las posiciones y permaneced atentos.

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09/08/2012, 09:55
Director

RESOLUCION TURNO 618

 

Hubo disculpas, hubo invitaciones de amistad y proposiciones para intentar enmendar el daño causado. Todo se había aclarado, al menos al parecer. Chaka, que asi se hacia llamar el tuerto había aceptado de buen grado la ayuda ofrecida por Draupner. Ahora todos seguían al enano hacia el campamento.

Ilidan se había levantado y caminaba junto a Bolgo justo por detrás del enano. Temudyin y Freagulf los seguían. Cerraba el grupo Arlan, que como aun desconfiaba de Temudyin prefirió ir en retaguardia. Tenia mejor opinión de Freagulf, su armadura y porte, sus facciones eran muy parecidas a los demás etheod que habían visto, sin lugar a dudas era uno de ellos.

Los dos hombres a los que Arlan e Ilidan decidieron atacar pretendían dirigirse hacia Burh Ailgra, pues de allí era Freagulf, y además cumplia misión para la ciudad.

En silencio, de a dos, a excepción de los dos enanos que iban delante y detrás, que lo hacían solos, fueron guiados por Draupner. El montaraz veía bastante bien en la oscuridad, mejor que sus compañeros que de cuando en cuando tropezaban con aquella raíz o con alguna rama. En general no tenían problemas para seguir adelante.

Ilidan dolorido por su herida tampoco tenia mayores problemas que aguantar el dolor para seguir el ritmo de sus compañeros, solo deseaba ponerse en manos de Marga, dejar que ella curase sus heridas y con probabilidad le diese algo para el dolor o para la pronta curación. El numenoreano estaba teniendo mala suerte con las heridas recibidas, pues aunque no mortales si habían sido graves en alguno de los casos. Bolgo caminaba junto a Ilidan, con pasos firmes y silenciosos, el hobbit siempre era algo retraido y vergonzoso, no se tenia en gran estima pese a que había resultado una pieza clave en varias ocasiones.

Temudyin echava fugazes miradas atrás, al enano que cerraba el grupo y al que había mandado varias lanzadas malintencionadas. Pese a estar herido, el enano caminaba sin cuidado alguno, la sangre brotaba de el lentamente y no hacia nada para detenerlo. Era un guerrero y hasta no llegar al campamento no haría caso de los daños. Chaka se tocaba el brazo aun dolorido por el impacto de una piedra, lanzada por el hobbit que tenia delante. Freagulf iba en silencio, repasaba mentalmente lo que tenia que hacer, y recordaba amargamente su manera de rendirse. Hizo bien, apunto había estado de morir la noche anterior como para volver a repetir la misma situación, o peor aun, morir finalmente.

Draupner los guio bien, el rastro que los había llevado hasta allí estaba fresco en su memoria. Avanzaron rápidamente durante casi diez minutos, y aunque aun les quedaba un buen trecho para llegar al campamento, se detuvo en seco como si no supiese bien por donde debía continuar.El resto se detuvo tras el.

Hasta ahora el rastro era claro, se distinguían bien las pisadas del hobbit, las de los enanos y la de Ilidan, pero ahora comenzaban a difuminarse. El terreno se volvia mas duro y por tanto las huellas menos claras. Mirando de un lado a otro, oliendo el aire, escuchando atentamente y sobre todo mirando al suelo detenidamente, Draupner dudaba, quizás no supiese por donde ir.

Notas de juego

► Anota el próximo turno como “Turno 619

► Draupner(y los que quieran intentarlo), tirada de rastrear para seguir tus pasos. (tirada oculta)

 

► Resolución del próximo turno: LUNES  13-08-12