Partida Rol por web

Llegais ala puerta de la posada.

Alli os encontrais con los guardias y uno de ellos os dice.

-Vuestro nombre,identificaros.Umm no pareceis de por aqui ,no se pueden llevar armas en la posada ,es la ley del nuevo señor .Y se os queda mirando

Si todos son ronins ,ninguno lleva mon

Nakata observó a los guardias que les habían salido al paso antes de entrar en la posada. Intentó identificar algún mon o señal que identificara a que señor servían.

Un enfrentamiento abierto, y sin ningún sentido, no era lo que el escorpión deseaba en esos momentos, pero si aquellos tipos no le daban una buena razón de porque debería de desprenderse de su posesión más preciada, estaba claro que la cosa solo podía acabar de una manera.

      Shintaro se detiene a poca distancia del hombre que les ha interpelado, dedicándole una mirada gélida y alzando una ceja componiendo una expresión de incredulidad, antes de llevar lentamente la mano a la empuñadura de la katana mientras habla con un tono de voz monocorde tan frio y amenazante como su mirada.

He entrado en salones de té más prestigiosos que esta cosa y en la residencia de varios nobles sin que nadie osara pedirme que abandone mi arma... ¿Quién es ese señor y con qué derecho osa poner en duda nuestro honor?

-Mi nombre es Mirumoto Jubei, hijo de Mirumoto Genjuro,- Dijo Jubei, sin perder la sonrisa y sin hacer ademán de entregar las armas.- y no dejo mi honor y el alma de mis ancestros en manos de cualquiera. ¿Con la autoridad de quién hablas, y bajo que símbolo sirves? – Jubei sabía que eran una panda de rufianes, que no tenían más autoridad que la fuerza ni otro sello que no fuese el de sus armas, pero no se iba a saltar las formas. Eso sería poco adecuado para la conducta de un samurái.

 Hide permanece inmutable y tranquilo detrás de mis compañeros. La actitud del dragón parece imprudente, mas ellos saben...

Esperar la reacción del enemigo. Esperad y entonces... actuar.

El enorme Cangrejo se mantiene impasible, atras. Esta bastante seguro de como terminara esto, pero no se impacienta ni preocupa. No vale la pena desenfundar siquiera con estos tipos...

Por ende, con expresion serena, observa las casas aledañas, y a las gentes del poblado en si...

Todos podeis ver que no portan mon alguno.La educacion y la etiqueta ya es dificil de ver en algun clan ,como para alguien como un ronin ,el cual no tiene ninguna...

-Con la autoridad de mi señor el nuevo dueño de la aldea malditos ,la grulla ya no tiene nada que hacer aqui marchaos u os enviaremos de vuelta al agujero de donde salisteis..

Y veis como se tiran la mano a la espada..

     Tal y como Shintaro imaginaba que sucedería, el sujeto que les había ordenado detenerse fué incapaz, o quizá nisiquiera deseó, de buscar una salida cortés que hubiera evitado el derramamiento de sangre... es más, acrecentó la ofensa mediante el insulto. En cuanto escuchó la manción a la grulla después de ser calificado de "maldito" desenvainó con gran velocidad, lanzandose al ataque contra el infeliz que había osado manchar con sus palabras el honor de su clan, sus ancestros y su persona.

Nakata soltó una sonora carcajada tras su inescrutable máscara. Aquello era justo lo que no le apetecía hacer en aquel momento, un combate que no le reportaría gloria alguna, y que por el contrario, le podía costar muy caro.

Un insulto así, no podía dejarse pasar, así que sacó su katana, y se preparó para el inevitable enfrentamiento.

 Hide, tranquilo e inmutable como siempre adopta posición de combate y se presta a desenvainar.

Hace un gesto al resto de la comitiva, los ayudantes que los Fenix enviaran, de que se retiren para dejar espacio. Sin embargo, no hace ningun otro movimiento por su parte. Son demasiada nada para siquiera molestarse en luchar. 

Simplemente observa, manteniendo la firme guardia sobre la montura, como el resto de los niños se abalanzan a "defender" ciegamente sus orgullos... 

Sin perder la sonrisa pero con acero en la mirada, Jubei se preparó para el inevitable combate.

Por orden de iniciativa vais:

Daidoji,mirumoto,bayushi,ronin,shiba,ronin,ronin,ronin.

    Sin más ceremonia, Shintaro tiró un ataque rápido contra el ronin, sin demasiada precisión ni floritura, suponiendo que sería un simple bandido y que no precisaría de tal esfuerzo.

Veis como shintaro lanza una estocada con la katana y el ronin en el ultimo momento esquiva su arremetida

Jubei desenvainó sus espadas gemelas y golpeó en un movimiento fluido, antes de que el ronin tuviese tiempo siquiera de desenvainar sus espadas. En ningún momento perdió la sonrisa, lo que combinado con la determinación de sus ojos le daba un aspecto desconcertante.

Con un movimiento preciso, el joven escorpión descargó un tajo sobre su rival más cercano. La mascara que ocultaba su rostro permanecía impasible mientras el samurai se disponía a emprender su danza mortal.