Partida Rol por web

decidí ir primero a la casa que tenemos en común para avisarle al resto de mis compañeros lo sucedido y no hacer nada por cuenta propia

Después de que el profesor Tepest me dejase claro que no podría acompañarme, oportunamente apareció Kristal preguntándome por algo que hacer, con suerte habrá escuchado algo de la conversación.

-Precisamente después de consultar al profesor Tepest, me acabo de dar cuenta que es posible que haya recibido una invitación a un baile; es en 3 de la calle de la Lanceta a media noche por si te interesa venir. Yo ahora mismo ya estaba pensando en dirigirme hacia allí. Puede que Ankiel y Kushikime, se dejen caer por allí también; estoy expectante puede que hoy alguien acabe con un par de huesos rotos si tiene suerte, la mejor manera de liberar la tensión escolar.

Acto seguido se gira hacia Tepest que ya se disponía a continuar su lección.

-Profesor si Ankiel y Kushikime vienen por favor digales que me busquen en el 3 de la calle de la Lanceta o sus alrededores. Dicho esto se encamina hacia la puerta solo deteniéndose antes de salir para decir. Kristal, ¿Vienes?

Aun estaban decidiendo que hacer cuando arriba al hogar Maximus encontrando a Oned y Arabella allí mismo conversando.

De ahí junto con ankiel nos dirigimos a la tienda errante en busque de mi último objeto - Buenas, esta Faetón skoda? Estoy buscando raíz viraguia

— ¡Maximus! — Exclama la joven nada más verte aparecer en el pasillo y caminando hacia él — Estabamos a punto de salir a buscar a los demás, que bueno que apareces. Nos ha pasado algo muy raro, dinos ¿Tu también has encontrado una carta?

Se introducen ambos a la tienda y Kushikime le pregunta al primer hombre que encuentra allí.

— Si, si, esta allí. — Dice señalando con el dedo a un hombre de blanca barba que estaba revisando una estateria repleta de frascos con polvos de todo tipo y color.

Cuando ambos se acercan al viejo este los escucha y se voltea a verlos.

— ¿Si? — Pero luego de echarles un vistazo, deteniendose a mirar de arriba a abajo a Ankiel con cierta sorpresa recelosa en los ojos, vuelve a voltearse a la estanteria — Estoy buscando un pedido de otro cliente. ¿Escuche bien? ¿Ustedes dijeron raíz de viraguia? Pasta de raíz de viraguia querrán decir, la raíz entera yo no vendo. Pero miren, niños... cuesta 250 monedas la dosis, no me gusta que me esten preguntando por cosas que no pueden comprar.

Interrumpo súbitamente a Arabella interceptando a Maximus.

¿Te has dado cuenta de algo?-digo como teniendo la convicción de que él compartía objetivos con nosotros.

Veo por la ventana al sol, y no puedo dejar de pensar en que el tiempo pasa, y que con él crece mi ansiedad.

¿Sabes algo de los demás?-concluyo basto. El ceño se me fruncía mientras observaba a la situación.

Un poco sorprendido por la reacción del hombre  en especial a ankiel le dirigio una extraña mirada al mencionar que estaba apresurado con otro pedido, pero en seguida volteo con  faetón y contesto - escucho bien buen hombre, por el dinero no se preocupe, no estamos aqui para hacerle perder su tiempo, con una dosis es suficiente. Sabe que tan rápido actúa?

El ya sabía algo acerca de como funcionaban, pero le daba curiosidad que tanto podría decirle aquel singular hombre. 

Que diablos le pasa a ese sujeto no me da un buen presentimiento en especial como me miro,aquí hay muchos Tieflings así que el motivo de que me viera de esa forma no era por mi aspecto,cuando terminemos aquí hablare con Kushikime sobre ese tipo,tampoco creo que sepa acerca de nuestro plan creo que puede ser algo mas pero de momento debíamos terminar con esto e irnos.

— ¿Un baile? ¿Huesos rotos? — Repite inquiriendo el anciano — Joven, ¿Que estas pensando? Intenta no meterte en problemas, y menos convencer de hacer lo mismo a tus compañeros; ya te he dicho que los que usan cartas como esas son estafadores de mala calaña. — Entonces respira profundamente antes de continuar — El joven Kristof era un muchacho muy bien parecido y tenía bastante dinero ¿No se te ha ocurrido que quizás decidiera embarcarse a buscar mejores destinos? Después de todo ya ha aprendido lo suficiente como para tener nociones sobre la magia y continuar por su cuenta; no sería la primera vez que uno de mis estudiantes abandona prematuramente mi Universidad para ello. Pero si igualmente te interesa escuchar lo que esa gentuza quiera venderte, ten en cuenta que tu peculiar aspecto ya es bastante proclive a atraer problemas... — Entonces dirige una para nada disimulada mirada a la cimitarra que llevas enfundada en el cinturón de tu túnica negra — Solo trata de no buscar los problemas activamente.

— ¡Por fin! Aquí esta... — Exclama el hombre agachandose y tomando un frasco que contenía un fino polvo de un leve color amarronado — Jajaja... Polvo de Cuerno de Unicornio... maldición, que poco me queda... — Entonces avanza dejando la estanteria, pasando por entre ustedes dos y cruzando el espacio del interior de la tienda abarrotada de frascos de todo tipo y forma, llenos y vacíos. Llegó hacia un mostrador depositando allí el pequeño frasco rectangular que no contenía más de 100 gramos del polvo. Allí les hace un gesto con la mano para que vayan hacia donde él estaba ahora y acto seguido se agacha tras el mostrador. Cuando se acercan el hombre les sigue hablando aunque sin levantarse, solo pudiendo ustedes escuchar su voz — Entonces... ¿Pasta de raíz de viraguia? ¿Saben algo? ¿Cuantos años tienen ustedes? ¿15? ¿16? Es bastante raro que jóvenes como ustedes se interesen en comprar venenos... ¿Pero saben que es más raro aun? Tieflings... tieflings en mi tienda. — Entonces repentinamente se incorpora tomandolos a ambos completamente por sorpresa... y sosteniendo una ballesta ligera y con ella apuntandole a Ankiel directamente en el pecho — ¡Ahora bien! ¡¿Que mierda quieren de verdad?! Creen que soy estúpido, ¿No? Los únicos tieflings de la ciudad están solo en la Acadamae, ¡Y todos! Los de la Acadamae y los de Theumanexus tienen prohibido desde hace años siquiera hablar conmigo, ¡Ya estoy harto! ¡Yo no me robe nada, diganselo a todos! ¡Ahora fuera de mi tienda! ¡Fuera!

Vale, suena entretenido tu plan, me gustan los bailes pero no quiero un hueso roto - digo como si entendiera a que va todo eso pero mi cara demostraba extrañeza - Permiso profesor, si Lecog desenfunda su arma me asegurare de decirle que corre el riesgo de cortarse - sonrío y salgo de la habitación con Lecog

sin pronunciar palabra extiendo la carta a oned, y voy por mi libro de hechizos a mi cuarto.
no es buena idea ir- digo mientras camino a mi habitación

no al menos asta que sepamos quien es Gaedren Lamm y le avisemos al profesor botella de hierba no creo que le agrade que secuestren a sus estudiantes - hablo con un tono de voz serio y tranquilo.

¡ESPERE!,de verdad no sabemos a que se refiere nosotros llegamos a la ciudad no hace mucho y solo buscábamos un poco de raíz de viraguia por favor cálmese y baje la ballesta si quiere me voy de la tienda si eso es lo que prefiere.

Ese tipo ¿de verdad trata de matarme? que diablos le pasa yo jamás le he hecho nada parece que tiene algún problema con la Acadamae y los de Theumanexus pero eso anosotros no nos incunbe.

-Espere!- retrocede un poco con ankiel -por favor disculpe si le faltamos al respeto, pero no buscamos importunarlo, solo supimos su nombre y vinimos aquí por parte de un hombre en otro puestio llamado flinn, el nos dijo que aquí encontraríamos la pasta de raíz, no tenemos intención de hacerle algún daño. Hace poco que vivimos aquí y no sabemos nada de algún problema así. Le pido que por lo menos nos venda la pasta y nos iremos.

Realmente no esperaba esa reacción tan violenta del tendero hacia ankiel, es claro que como tiefling resalta incluso mas que yo, pero no era mala persona y confía en que puede hacer entrar en razón al hombre. O por lo menos que no le disparara, estan buscando a un compañero, no perder otro. 

... Aunque había algo que le inquietaba, ese polvo de cuerno de unicornio le recordo a la carta de ankiel. Espero que solo sea coincidencia. 

El hombre al escuchar las palabras de Ankiel solo se enfurece más y más. Las otras pocas personas que estaban en la tienda mientras esto empezó a ocurrir, un par se apresuraron a marcharse de la tienda y otros solo se quedaron levantando las manos en señal de rendición.

— ¡Callate, Demonio! Eres como las sabandijas de tus primos Diablillos que infestan la ciudad como las plagas que son, ¡Nadie te extrañará si te mueres ahora mismo! — Dice y se preparó para disparar la ballesta a Ankiel.

Pero justo en ese momento Kushikime interviene, y valiendose de su tono de voz calmado lentamente va apaciguando al hombre.

— Bien... ¡Bien! Pon el dinero en la mesa. — Entonces, sin dejar de apuntar con su ballesta a Ankiel ni tampoco apartar la mirada clavada en él ni por un instante; retrocede unos pasos hacia una estanteria que tenía detrás y busca a tientas. Saca un frasco, desvía la mirada rápidamente para comprobarlo, ve que no es lo que buscaba y enseguida vuelve a mirar a Ankiel, vuelve a tantear los frascos sin voltearse y esta vez parece sacar el frasco correcto. — Aquí esta, ahora tomala y vayanse. — Dice el viejo sin tomar las monedas que dejó Kushikime en el mostrador, volviendo a retroceder unos pasos y sin dejar de apuntar.

— Quizás tengas razón, Maximus. — Responde Arabella — Nosotros estabamos a punto de salir hacia la Universidad por eso mismo, a mi se me ocurrió dejar algo escrito por si los demás aparecen... parece que esto les esta pasando a todos, ven con nosotros a ver al profesor x, quizás allí encontremos también a Lecog... él fue para allá. Y por cierto... — Dice buscando algo que había guardado en un bolsillo de sus ropas — Esta es mi carta.