Partida Rol por web

Mis compañeros de segundo parecen hipnotizados por la clase, pero esto ya lo habíamos visto el año pasado, de seguro de enamoraron del profesor. Pienso mientras me sale una sonrisa de burla.

Kristof se muerde el labio inferior molesto, hasta que se decide y alza la mano pidiendo la palabra pero antes de que el profesor se la de este ya empieza a hablar.

— A mi me atrae mucho la magia de Evocación, ¿Esta diciendo que soy ignorante por eso?

— Por supuesto que no dije eso. — Se apresura en responder — No me malentiendan, solo dije que dejarse llevar solo por eso es un error de ignorantes. — Pero entonces ve que algunos del grupo estaban conversando disimuladamente y luego ve que Ankiel estaba leyendo un libro en clase que no era "Introducción a la Evocación". Este se acerca y entonces se da cuenta de que libro se trataba y en que capitulo del mismo el joven estaba, entonces extiende el brazo tomando este para mostrarle a la clase la pagina en la que estaba.

— ¿Ven? Este es uno de los libros de Alika Goretti, quien tenemos de subdirectora ahora. Ella es una gran estudiosa sobre todo tipo de dragones, pero debo decir que cometió unos pocos errores al suponer como universales ciertas cosas que no lo son tanto. Por ejemplo, justamente en este capitulo sobre los kóbolds la cual es mi especialidad, nadie antes se había dedicado a pasar tanto tiempo conviviendo con estos seres, soy el único que ha interactuado una década con ellos y el primero que se ha dedicado a criarlos. Gracias a ello he descubierto que hay muchos subtipos y variantes dentro de una especie más allá de la coloración de las escamas, en este libro muestra como ejemplo un individuo de cinco dedos... como verán el kóbold que aquí mismo tengo tiene cuatro, además aquí dice que poseen colas no prensiles cuando esto aunque en la generalidad de la especie es correcto en realidad se dan casos no tan comunes en que kóbolds nacen con colas prensiles, justamente el mio posee esa cualidad; es más, hay kóbolds que hasta nacen con alas. — Entonces cierra el libro y se lo regresa a Ankiel — Ya he estado hablando con la señora Goretti antes de la ceremonia de apertura y coincide en que podríamos tomarnos un tiempo algún día para que tomase nota de estos descubrimientos para ampliar y corregir el capitulo en futuras ediciones; no soy un experto, pero en este asunto he tenido algo de experiencia. Una prueba más de que el conocimiento nunca deja de avanzar, razón por la cual no es conveniente hacer sentencias categóricas; de todas formas no es como si los kóbolds fueran muy importantes, son bastante menospreciados de echo. Pero ahora estamos en otra clase. — Entonces se da media vuelta y se dispone a regresar frente al pizarrón, echando un vistazo a este dice — ¿Donde me he quedado?... ¡Ah, si! Bola de Fuego... Proyectil Mágico. En fin, pasemos ahora a la pagina 15 de "Introducción a la Evocación", allí el autor trata sobre los principios elementales de la Evocación, entenderlos son lo básico para empezar a aprender a dominar esta magia. En el sexto párrafo dice cuales son estos y luego pasa a detallar cada uno de estos a lo largo del capitulo, estos son...

Pasaron los días, y con los días las semanas, completandose el primer mes de clases... ahora si que se cumplía el primer año que llevaban viviendo en Korvosa ya que por esos días habían arribado.
Fue uno de estos días que al regresar nuevamente al hogar como todos los días, se encontraron con que la puerta había sido forzada... y dentro de la casa todo estaba revuelto y tirado por el suelo. Afortunadamente, por lo general, casi todo lo que tienen de valor lo llevan encima cada uno pero el cofre no es una de esas cosas y justamente ese valioso objeto no es una de esas cosas. Les habían robado.

Intentaron denunciarlo a la Guardia de Korvosa pero solo les pudieron decir que los robos y allanamientos son bastante comunes y la Guardia no posee muchos elementos como para hacer algo luego de que se da el hecho, solo recomendandoles que para el futuro invirtiesen en mejores cerraduras o sistemas de seguridad.
A todos les molestó mucho esta respuesta llenandoles de frustración e impotencia... pero quizás el que más fue Kristofer quien al pasar los días fue progresivamente desapareciendo por las mañanas y las noches hasta incluso llegar a ausentarse a clases, solo diciendo que estaba tratando de buscar pistas sobre quien les había robado. Un día simplemente no regreso a casa... y tampoco al día siguiente.

Una buena mañana saliste como acostumbrabas a recorrer todo el borde oeste de la ciudad para contemplar el mar. Tenías mucho en lo que pensar... Kristofer seguía sin aparecer y aunque también lo denunciaste a la Guardia junto con el resto del grupo esta no parecía obtener resultados. Te preguntabas que pudo haber pasado con él y si le había pasado lo peor...

Entonces, cuando te sientas en una roca mirando hacia el mar, te parece ver algo con el rabillo de ojo justo debajo de ti. Al mirar hacia allí vez, colocada justo ante ti, una carta muy particular.

Al levantarla ves que en el otro lado de esta tiene unas palabras escritas que dicen lo siguiente:

Sé lo que te ha ocurrido... y sé quien es el responsable. El nombre del bastardo es Gaedren Lamm, también me ha hecho mucho daño a mi. Sé donde se esta escondiendo ahora, pero yo no puedo hacer nada. Ven a mi hogar en el 3 de la calle de la Lanceta al anochecer, he llamado a otros como tú. Gaedren debe pagar por lo que te ha hecho, a ti, a mi y a todos, debe hacerse justicia. Por favor, te estaré esperando.

Una buena mañana saliste como acostumbrabas a recorrer el camino de tierra que llevaba a la extensión de verde campo y bosques que había más allá. Tenías mucho en lo que pensar... Kristofer seguía sin aparecer y aunque también lo denunciaste junto con el resto del grupo a la Guardia esta no parecía obtener resultados. Te preguntabas que pudo haber pasado con él y si le había pasado lo peor...

Entonces, sientes que el viento hizo que algo muy fino y pequeño llegara hasta ti chocando suavemente contra tu nuca y quedandose allí atrapado. Al estirar el brazo para tomarlo te percatas de que es una carta... una muy particular.

Ves que en el otro lado de esta tiene unas palabras escritas que dicen lo siguiente:

Sé lo que te ha ocurrido... y sé quien es el responsable. El nombre del bastardo es Gaedren Lamm, también me ha hecho mucho daño a mi. Sé donde se esta escondiendo ahora, pero yo no puedo hacer nada. Ven a mi hogar en el 3 de la calle de la Lanceta al anochecer, he llamado a otros como tú. Gaedren debe pagar por lo que te ha hecho, a ti, a mi y a todos, debe hacerse justicia. Por favor, te estaré esperando.

Una buena mañana saliste como acostumbrabas a la Plaza de Eodred a cantar a cambio de unas monedas. Tenías mucho en lo que pensar... Kristofer seguía sin aparecer y aunque también lo denunciaste junto con el resto del grupo a la Guardia esta no parecía obtener resultados. Te preguntabas que pudo haber pasado con él y si le había pasado lo peor... aun con todo fuiste a realizar tu rutinaria sesión con la esperanza de quizás verlo entre la multitud.

Entonces, dejando una tela en el suelo para que la gente que pase coloque sus monedas, vez que en algún momento alguien a colocada allí, justo ante ti, una carta muy particular.

Al levantarla ves que en el otro lado de esta tiene unas palabras escritas que dicen lo siguiente:

Sé lo que te ha ocurrido... y sé quien es el responsable. El nombre del bastardo es Gaedren Lamm, también me ha hecho mucho daño a mi. Sé donde se esta escondiendo ahora, pero yo no puedo hacer nada. Ven a mi hogar en el 3 de la calle de la Lanceta al anochecer, he llamado a otros como tú. Gaedren debe pagar por lo que te ha hecho, a ti, a mi y a todos, debe hacerse justicia. Por favor, te estaré esperando.

Estabas recostada en la cama de tu pequeña habitación de tu Estudio alquilado. Tenías mucho en lo que pensar... Kristofer seguía sin aparecer y aunque también lo denunciaste junto con el resto del grupo a la Guardia esta no parecía obtener resultados. Te preguntabas que pudo haber pasado con él y si le había pasado lo peor...

Entonces, cuando decides salir a caminar y tomar un poco de aire fresco vez que cae al suelo quedando justo delante de ti, como si esta hubiese estado justo encima de ti todo el tiempo, una carta muy particular.

Al levantarla ves que en el otro lado de esta tiene unas palabras escritas que dicen lo siguiente:

Sé lo que te ha ocurrido... y sé quien es el responsable. El nombre del bastardo es Gaedren Lamm, también me ha hecho mucho daño a mi. Sé donde se esta escondiendo ahora, pero yo no puedo hacer nada. Ven a mi hogar en el 3 de la calle de la Lanceta al anochecer, he llamado a otros como tú. Gaedren debe pagar por lo que te ha hecho, a ti, a mi y a todos, debe hacerse justicia. Por favor, te estaré esperando.

Estabas en tu habitación, admirando tu hermosa, aunque por alguna razón un tanto inquietante, pintura mientras meditabas. Tenías mucho en lo que pensar... Kristofer seguía sin aparecer y aunque también lo denunciaste junto con el resto del grupo a la Guardia esta no parecía obtener resultados. Te preguntabas que pudo haber pasado con él y si le había pasado lo peor...

Entonces, justo luego de que por un momento inclinaste la cabeza, al volver a posar la mirada en la pintura vez que adherida sobre esta, colocada justo ante ti, esta ahora una carta muy particular.

Te levantas enseguida y dirigiendote hacia la pintura tomas la carta con cuidado la cual se libera como si no hubiese estado pegada para nada. Una vez en tus manos ves que en el otro lado de esta tiene unas palabras escritas que dicen lo siguiente:

Sé lo que te ha ocurrido... y sé quien es el responsable. El nombre del bastardo es Gaedren Lamm, también me ha hecho mucho daño a mi. Sé donde se esta escondiendo ahora, pero yo no puedo hacer nada. Ven a mi hogar en el 3 de la calle de la Lanceta al anochecer, he llamado a otros como tú. Gaedren debe pagar por lo que te ha hecho, a ti, a mi y a todos, debe hacerse justicia. Por favor, te estaré esperando.

Fuiste a deambular por las calles de la ciudad, como cada vez hacías más seguido, con la esperanza de encontrar algo. Tenías mucho en lo que pensar... Kristofer seguía sin aparecer y aunque también lo denunciaste junto con el resto del grupo a la Guardia esta no parecía obtener resultados. Te preguntabas que pudo haber pasado con él y si le había pasado lo peor...

Entonces, mientras estaban andando, una mujer que parecía distraída se tropieza contigo casi cayendose al suelo aunque tu la logras sujetar. Ella se disculpa y te agradece para luego seguir su camino. Tu sigues andando un poco más hasta que en cierto momento colocas tu mano en tus bolsillos y en uno de ellos sientes algo que no reconoces; al extraerlo del mismo ves que es una carta muy particular.

Al voltearla ves que en el otro lado de esta tiene unas palabras escritas que dicen lo siguiente:

Sé lo que te ha ocurrido... y sé quien es el responsable. El nombre del bastardo es Gaedren Lamm, también me ha hecho mucho daño a mi. Sé donde se esta escondiendo ahora, pero yo no puedo hacer nada. Ven a mi hogar en el 3 de la calle de la Lanceta al anochecer, he llamado a otros como tú. Gaedren debe pagar por lo que te ha hecho, a ti, a mi y a todos, debe hacerse justicia. Por favor, te estaré esperando.

Tenías mucho en lo que pensar... Kristofer seguía sin aparecer y aunque también lo denunciaste junto con el resto del grupo a la Guardia esta no parecía obtener resultados. Te preguntabas que pudo haber pasado con él y si le había pasado lo peor...

Entonces, decidiste prepararte algo de comer para distraerte, tomaste una tabla y un cuchillo para cortar unos tomates y un par de hojas de lechuga para hacerte una ensalada. Cuando habías acabado de cortar todo retiraste la tabla de la encimera y justo en ese momento viste que debajo de la misma estaba colocada justo ante ti, una carta muy particular.

Era sumamente extraño, estabas segura de que no estaba allí cuando colocaste la tabla. Al levantarla ves que en el otro lado de esta tiene unas palabras escritas que dicen lo siguiente:

Sé lo que te ha ocurrido... y sé quien es el responsable. El nombre del bastardo es Gaedren Lamm, también me ha hecho mucho daño a mi. Sé donde se esta escondiendo ahora, pero yo no puedo hacer nada. Ven a mi hogar en el 3 de la calle de la Lanceta al anochecer, he llamado a otros como tú. Gaedren debe pagar por lo que te ha hecho, a ti, a mi y a todos, debe hacerse justicia. Por favor, te estaré esperando.

En este momento estan en un punto en el horario de la mañana antes del mediodía, quizás cercano ya el mediodía (10, 11) del día sábado, están todos separados haciendo distintas cosas. Tienen todo el día libre de hoy y mañana. Como por ahora estan separados lo que vayan a postear posteenlo seleccionando destinatarios (siendo solo para el director). Obviamente pueden escribir que regresan a casa y/o se quedan allí esperando a que alguien más del grupo llegue para contar/mostrar, también pueden ir solos al anochecer, como ustedes deseen, pero ahora mismo estan todos separados haciendo distintas cosas.

Lecog esta en su habitación y Arabella esta en la cocina. Aclaro esto porque si Lecog sale de la misma puede ser que vea o sepa que esta ella allí... pero como Allegra esta ausente por ahora quizás Lecog decida pasar de ella o narrar que le cuenta lo sucedido, yo la podría manejar un momento para que participe de todo esto y así esten juntos por si ella se reintegra.

Lecog sale de la habitación y se encuentra con Arabella en la cocina, parece que estaba preparando alguna comida. En el momento que la ve Lecog se congela, había estado tan concentrado en que tipo de magia puede haber conseguido que aparezca esa nota sin que el se percatara que casi golpea a Arabella. Estaba pensando buscar a Ankiel y Kushikime; los compañeros con los que más confianza tenia gracias a las clases de draconico; antes de dirigirse a buscar al profesor tempest para ayudarle a dirigirse a aquel lugar, sabia que si esta nota había aparecido mágicamente solo lo podía haber hecho alguien que maneje bien al menos un tipo de magia. Su principal preocupación fue sin embargo el tiempo.

-Ara, ¿me harías un favor? Busca a Ankiel y Kushikime y diles que vengan a verme al despacho del profesor Tempest. Diles que es urgente y necesito su ayuda, que vengan en cuanto puedan.

Acto seguido Lecog se encamina a la puerta para dirigirse a la universidad, habiendo pedido a Arabella que avisase a esos dos, el podría ir directamente a ver al director para solicitar su ayuda. 

Esta carta,Gaedre...acaso el tiene que ver con Kristof y el robo del cofre, debo ir pero los otros no deben enterarse,ya que saldré en la noche no sería conveniente que alguien me reconozca, empecé a caminar buscando una tienda donde pueda comprar una túnica oscura y así pasar desapercibido está noche...espero conseguir alguna pista.

Después de pasar el día trabajando, kushikime decide meditar la información que obtuvo, se preguntaba como reaccionar ante lo sucedido, pero era justo hacer algo por kristof, habían sido compañeros durante tanto tiempo y aun más, se tomo la molestia de averiguar lo había sucedido a nuestras cosas. No quería dejar a un camarada abajo, además podríamos seguir nosotros, uno nunca sabe. Después salio a comprar pasta de raíz viraguia y una cuerda de unos  metros (lo suficiente por si incredulamente encontraban algo de kristof o para escapar o algo parecido, uno nunca sabe).

Después fue a buscar a kristal para decirle que se reuniera con el y los demás en el edificio donde estaban viviendo, después regreso a prepararse y esperar a los demás para contarles lo que sabía con más detalle, después de todo si planeaba asistir necesitaria ayuda si las cosas no salen bien según el misterioso remitente.