De acuerdo! Les esperamos cerca de la puerta principal.
Antes de ir hacia la puerta, recojo la cuerda y la guardo en la mochila, parece que no la necesitaremos para salir.
Sigilosamente voy moviéndome de seto en seto acercándome a la puerta principal. En el seto más cercano, me dispongo a aguantar otra tensa espera.
Entráis por la tolva. Al igual que pudo comprobar Palance en su primera visita, al iluminar con la linterna se puede ver la máquina de calefacción funcionando a todo trapo. La tolva está al norte y hay una salida a la izquierda y otra a la derecha. La de la derecha lleva a la habitación donde se realizan las tareas de mantenimiento del manicomio, hay herramientas para trabajar madera y metal, aparte de un soplete de acetileno, algunas máquinas de lavar y una mesa con ropa de cama recién lavada y planchada. En esta habitación hay una escalera al norte que lleva al primer piso, que da casi al frente de la habitación de los celadores. Hay otra salida a la derecha en la estancia en la que estáis.
En estos momentos ya no se escuchan los gritos de la chica. ¿Habrá acabado todo o sólo se están dando un descanso?
La idea de Steiffen era buena, justo lo que estabas pensando. Al fin y al cabo, lo más sencillo puede ser lo más efectivo. Y en caso de tener que huir, siempre es menos aparatoso hacerlo por una puerta como Dios manda que por un raquítico agujero.
Os situáis cerca de la puerta de entrada, a la espera de que vuestros compañeros hagan bien su trabajo y os abran el paso. Ya no se oyen gritos en la habitación de los celadores, aunque la luz sigue encendida.
Impacientándome al dejar de escuchar los gritos, decido actuar. Saco mis ganzúas y nervioso me dirijo a la puerta e intento abrirla rápidamente. No es bueno estar tan nervioso para hacer estas cosas!
Motivo: Cerrajería
Tirada: 1d100
Dificultad: 56-
Resultado: 99 (Fracaso)
- ¡Espera! No te precipites, nos van a abrir en cualquier momento y si te pones a enredar en la cerradura, puede que nos descubran.
El ruido que hace Olmer con las ganzúas es espantoso. Está demasiado nervioso y eso le pasa factura. En la cerradura quedan marcas de haber intentado forzarla. Ha faltado poco para dejarla inutilizada. Probablemente el intento de manipularla afecte al mecanismo. Un hombre suspicaz podría darse cuenta fácilmente de que alguien ha estado trasteando con ella.
Tirada oculta
Motivo: Escuchar
Tirada: 1d100
Dificultad: 25-
Resultado: 81 (Fracaso)
Tirada oculta
Motivo: Escuchar
Tirada: 1d100
Dificultad: 25-
Resultado: 76 (Fracaso)
- Mierda.... más vale que encontremos algo que inculpe al Doctor, porque sino esas marcas van a hacer que se presenten cargos contra nosotros-ya se veía, él, un reputado investigador y profesor, en una celda de pueblo y defecando en un hoyo.
—Mierda!!
Rápidamente me vuelvo detrás del seto, es más, me muevo hasta otro seto que se encuentre un poco más alejado y trato de calmarme respirando profunda y lentamente.
Un poco más relajado le susurro a Steiffen.
—No se preocupe, está muy claro que Freygan no es trigo limpio. No va a llamar a la policía.
—De momento si no nos ve, lo de la cerradura puede haber sido hecho por un vulgar ladrón. Quizá un drogadicto en busca de narcóticos. Pero sí que le pondrá a la defensiva; si la intención es hacerle nuevas visitas lo tendremos más difícil. Probablemente habrá que hacer lo que tengamos que hacer esta misma noche.
-Lo hecho, hecho está... Ahora guarden silencio, si nos descubren si que no habrá excusa posible...-digo en un tono bajo, mientras espero a que Palance y Kellemport nos abran.
Miro a Palance y le indico con la cabeza que me guíe… yo no sé dónde estan aquellos hombres.*
Agarro una de las herramientas para trabajar metal y la empuño como si me fuera la vida en ello… cuento que mi tamaño y mi mirada de odio amedrenten a cualquiera que nos crucemos, y casi por instinto palpo el bolsillo de mi gabardina para asegurarme de que mi revólver sigue ahí…
*Entre las herramientas para trabajar madera y metal habrá algo que pueda usar a modo de palo/garrote? Lo que sea para golpear…
Sí, efectivamente, tienes a tu disposición todo lo que se supone que debe haber en un taller bien abastecido. Puede ser un martillo, una llave inglesa grande, lo que quieras.
En la sala anterior, en la que están la tolva y la caldera, en una esquina se encuentran las herramientas de jardinería, que también son variadas y abundantes.
Sírvete XD
para mi tamaño escojo una pala grande. La empuño a dos manos.
La pala hace 1d8+BD. Tiene 20 puntos de resistencia y puedes usarla con un 25% de habilidad básica. Es bastante grande, te resulta aparatosa y pesada.
Siguiendo las indicaciones de Palance, llegáis hasta el piso de arriba, terreno bastante conocido para Kellemport. Desde las escaleras, agazapados, podéis ver que la habitación se ha vaciado. Habéis tardado demasiado.
Aunque no está vacía del todo, la mujer de la que hablaba Palance está tumbada en la cama. Es gorda, está desnuda y lee una novela barata. Nada de los otros tipos que estaban con ella. Nada de la chica violada.
Se escucha el cerrar la puerta blindada que lleva a la primera planta. La luz del pasillo está encendida, la de la habitación también.
Vuelvo a hacer señas a Kellemport al llegar a la habitación y me aparto de la puerta tras ver el interior.
- Era aquí, pero ya se han ido. Sólo queda ella.
Tras susurrar resoplo indignado y voy a lanzar una exclamación cuando oigo el cierre de puertas.
- Rápido, se escapan.
- Vamos. - susurro a Palance, y avanzo todo lo rápido que puedo hacia el rudio de la puerta blindada, voy con cuidado, vigilando no toparme con nadie de imprevisto. Todo esto me da muy mala espina...
A ver si he entendido bien, ¿Parece como si a la mujer no la hubieran violado?
Todavía nervioso por la experiencia vivida sigo susurrando a Kellemport mientras nos encaminamos hacia el ruido de puertas.
- Ella estaba participando con los otros dos. La violada era otra.
Me cuesta soltar palabra, no me gusta recordarlo.
Avanzáis por el pasillo hasta llegar al fondo. Todo esto es conocido para vosotros. Cuando llegáis al final os topáis con una intersección, la rama del pasillo que lleva al norte es la que siguió Palance en su visita guiada, lleva a la puerta blindada que cierra las escaleras, la que lleva al sur da a otra puerta blindada. Ambas puertas están cerradas.
De norte a sur: cuatro puertas al oeste, la que está más al norte es una puerta blindada que da a las escaleras. Al este el pasillo. La habitación que hace esquina con el pasillo es el despacho de Bristol Knegin. Al sur otra puerta blindada. Vuestros compañeros están a la intemperie esperándoos.
La mujer violada era una paciente, la señora que está en la cama es una de los violadores. No la habías visto hasta ahora. Quizá sea la señorita Marston.
Podéis tirar Escuchar.