Partida Rol por web

6 de diciembre de 1941

Otro anodino día más en la ciudad del viento, con sus altos edificios de cristal y sus calles largas y rectas pobladas por su tráfico denso y los miles de personas que la habitaban. El frío viento invernal atravesaba el lago Michigan y se colaba en la ciudad, escurriéndose entre las estrechas calles y aumentando la velocidad a su paso por éstas. Además el frío invierno que estaban viviendo provocaba que el viento fuera gélido y la sensación térmica fuera mucho peor. La gente tenía que andar encorvada por las calles, con la cabeza gacha, arrebujados en sus gruesos abrigos y, en muchas ocasiones, teniendo que luchar contra la fuerza feroz que soplaba en contra de sus direcciones. Sombreros y peinados volaban por igual, y el día era, cuanto menos, desapacible.

Poco de esto importaba para Mike Woodley, desde que había perdido a su Angie tanto le daba que el viento soplara más o menos fuerte e incluso llegaba a desear que el viento provocara una ola que engullera la maldita ciudad entera y terminara con su sufrimiento. En la oficina todo era peor. Los teléfonos no paraban de sonar taladrando su cerebro y los recuerdos que había vivido entre esas cuatro paredes le atormentaban: la primera vez que la había visto, la jarra de café entorno a la que conversaban, su alegre voz cuando contestaba algún teléfono mientras él reparaba la línea o las bromas que se gastaban. Cualquier cosa le recordaba a ella.

Aunque lo peor eran las miradas que le dedicaban sus compañeros. Se compadecían de él, se apenaban y hablaban por lo bajo a sus espaldas cuando creían que no los escuchaba. "Pobre hombre", decían algunos. Clavaban en él sus miradas compasivas como si fueran capaces de comprender el dolor que sentía. Pero ninguno de ellos había vivido en realidad una perdida tan grande, ninguno estaba realmente afligido por su dolor, y lo trataban como a un lastimero quejumbroso al que podían curar con su ineficaz mantra favorito: la vida sigue. El mundo seguía girando, eso era cierto, pero era difícil asegurar que la vida seguía cuando aquello más querido se perdía para siempre. Lo que ahora tenía era una vida sin vida.  

Hola, te escribo por aquí porque supongo que es la vía adecuada. El caso, es que después de hacer la historia del personaje y lo que me dijiste de los acontecimientos, no me queda muy claro ahora por donde tirar.

He leído bien el post anterior, y haces colación hacia lo que era más o menos la vida de Mike en un día normal, pero claro, teniendo tú como director de juego la visión de lo que va a pasar es algo más fácil.

Yo se supone que debería seguir por donde tú lo habías dejado no? pero, qué limitaciones tengo? hasta que punto puedo contar? más que nada por tener referencias y darle algo de vidilla.

Saludos