Partida Rol por web

Resople pero recordé el protocolo - no, claro que no, pero no se porque os importa tanto que yo hable con el, vos debéis estar a otras cosas. En fin, me interesa el resultado de esa conversación, no os sulfuréis iré con ellos entonces.-

Roja suspiró, ahora resultaba que la fresca era ella... era obvio que no sabía a qué venía todo aquello, pero por lo rápido que habían aparecido todos era el clásico caso de chismorreos en Palacio.

- ¿Fresca? su rostro cambió por completo, ahora no necesitaba parecer dulce y adorable, puesto que ni caso le habían hecho. Trataba de protegerte, pero parece que lo que te dicen de mí es mucho más real para ti que lo que yo pueda demostrarte ¿no es cierto?

Realmente estaba tan cabreada que no era capaz de decir algo con sentido, estaba herida en su orgullo, cabreada por ver que todos pasaban de ella y no podía contener la situación, encima pretendían dejarla tirada como si sus palabras no fueran importantes, y por si no fuera poco, su prima, la única a la que intentaba proteger, también se ponía en su contra...

- Déjalo, por mucho que lo intente no podré convencerte... ¿cierto? Vete con tu Príncipe Azul, él si sabrá cuidarte, sé que sabrá dijo mirándole como si le lanzara flechas con la mirada.... aunque me temo que estará pensando en otras cosas mientras tanto... soltó con una pícara sonrisa.

Y como siempre, Cenicienta no entendía nada. Se quedó mirando a su prima preocupada mientras Príncipe la arrullaba entre sus brazos. Sintió calor en las mejillas cuando los labios de su amado hicieron presión en su frente.
-Caperu...-Musitó sin saber muy bien como seguir con la frases. ¿Qué tal un "lo siento". O "quiero una explicación y la quiero ya". ¿Qué más daba? No conseguería nada más que disgustarse. Estar divida entre dos personas queridas.-...no te alejes-Finalizó la frase, como si fuera una súplica. Si, tenía miedo. Si, ignoraba demasiado. Si, empezaba a pensar que era muy tonta.¡Maldita mi suerte!

Suspiró. Se secó las lágrimas con el dorso de la mano, sin olvidar el objeto que portaba bajo la manga. Y volvió a suspira.
Hakuna matata

— Solo será un momento, príncipe. Dame cinco minutos e iré al dormitorio de invitados.

No tenía intención de moverme de allí. Había dejado una conversación a medio zanjar y Gretel quería hablar conmigo de nuevo; el príncipe y Cenicienta podían esperar. Esperaba poder quedarme con Roja, Gretel y Garfio en la sala. 

El príncipe le pasa una mano una mano por el hombre a su prometida y la acompaña a sus aposentos entre sollozos. Bestia se queda en el mismo lugar. ¿Qué sería eso tan importante que le estaba contando Gretel?

Respiro tranquilo y envaino la espada contento de que las cosas sean ya mas tranquilas. Luego me fijo en como se van los prometidos, mientras escucho esa extraña cancion que canta la novia.

-Hummmmm-Miro a Capurucita, evaluandola-. ¿Creeis de verdad que me hará pagar la puerta?-Digo en tono de broma, para luego ponerme mas serio.- Lamento haber irrumpido en la sala, me temo que vuestra prima es muy insistente.

Me despido de la pareja principal con una sonrisa mientras vuelvo mirar a la bestia con alivio.

-Bueno, ¿Estabais hablando de algo roja y tu? ¿podemos escucharlo?-

Ya que aparentemente estaban tdos bien y habian sobrevivido a su estancia con el principe quizás era hora de decirle a roja la verdad también, lo mismo nos sorprendía, abri el bolso y mire en su interior, mientras esperaba la contestacion de ellos.

Roja suspiró mientras miraba a su prima... Tengo que protegerla, por muy tonta que sea... No tengo mucho tiempo dijo al resto, tengo que ir con ella, no sabe cuánto me necesita.

Miró la puerta... creo que va a ser difícil contar ahora con algo de intimidad para charlar... menudo bruto... yo te haría pagar por ella... guiñó un ojo a Garfio. Ya se había ido el Príncipe y por tanto de nuevo corría la fría calma por las venas de la joven.

Miró a la pequeña... ciertamente no me han dejado siquiera empezar a hablar, no hacen más que interrumpirme, y eso me está irritando mucho... ¿Acaso sabéis qué traía tan irritada a la novia para querer derribar una puerta? se arregló el pelo mientras se dirigía de nuevo al sillón, al que se dejó caer.

Midas parecía demasiado apurado por cumplir la orden de Blancanieves como para prestarte atención, así que no pudiste entablar conversación con él por el pasillo. Cuando llevas a la salita te das cuenta de que allí ha ocurrido un estropicio. Alguien ha derribado la puerta y en el interior los muebles se encuentran completamente destroados y la vajilla por los suelos. Junto al umbral de lo que había sido una sala se encuentran reunidos Garfio, Gretel, Bestia y Caperucita.

En mitad de la conversación, el conejo blanco del que muchos habían oído pero pocos visto, llega corriendo hacia vosotros y se queda a unos metros de grupo mirándoos.

Alzo una ceja hacia Roja.

-¿Y como me haríais pagarla señora?

De pronto Garfio recuerda lo que vio en la sala hace rato.

-¿Que sabeis de Blancanieves y el Rey Midas, el tio del príncipe? Hace ya un rato los encontré hablando a escondidas, quise hablar con el rey por unos... asuntos propios, pero la mujer le puso una mano en el hombro e inmediatamente me encontraba en la sala de invitados. Apestaba a brujería.

Sonrei a la joven prima de cenicienta -Los nervios de la boda, que le matemos a su pieza clave para el conjuro de esta noche seguramente también- dije quitandole algo de importancia pero los que alli quedaban ya todos sabian la verdad- Tu prima es una bruja y pretende esta noche hacerse con el poder de la bruja oscura, cosa por la que despues todos acabaremos como bella, muertos, tenemos que impedirle que se case- Despues aparecio el famoso conejo blanco y frunci el ceño -Vaya..bienvenido por fin!..¿aAlgun mensaje para nosotros? Mire a la bestia -Tenemos que avanzar..-

- ¿Una bruja? Jajajajjajaa rió divertida mientras se acomodaba en el sofá. Espera... se quedó mirándola fijamente un segundo... ¿Hablas en serio no?

Parecía que todo iba cuadrando de una vez... quizás no era ella quien neceistaba ayuda...

Se acercó a Gretel con rostro serio y de muy mal humor. ¿Quién te ha dicho eso? ¿Cómo pretende quedarse con el poder oscuro? y acercó su cara a la dulce muchacha.

Necesitaba mucha más información pero no había tiempo... si era tal y como esperaba... pronto... pronto... vamos niña habla de una vez pensó la joven poniéndose su rostro cada vez mucho más duro.

Rio ante lo absurdo de ver a Caperucita Roja exhortando a Gretel.

-Vamos, dejad que la niña se aclare señora. Este sitio ya esta llena de brujas, vampiros, bestias y reyes malditos. ¿Tanto os sorprende una mas? -Luego callo y miro a Gretel- Tengo un asunto que me urge. Si no me necesitas tengo que irme a ver al Rey Midas... -Luego suspiro- Pero la maldita Blancanieves no me dejará acercarme a el.

Sigo dandole vueltas a una manera de evitarla. Pero ella nos e despegará de el a ninguna costa.

No me amilane ante el acoso de la dulce y ahora extraña caperucita -Con que me creas es suficiente, la pregunta es ¿ Estais con vuestra prima o contra ella? Porque si estais con vuestra prima tambien sois una bruja perversa en busca de poder y por lo tanto hay que deteneros tambien, si no lo estais, aun podeis salvarla evitando que cometa el error de invocar el poder de la bruja oscura-Parpadee con semblante muy serio- Si estais con nosotros tan solo debeis alejar a al pricipe todo lo que podais de vuestra prima- -Y garfio, esperad, voy con vos, blancanieves no os deja en paz y yo quiero hablar con ella..., si bestia me acompaña, hablaremos por el camino-

Yo estoy con Gretel. -Bramó Bestia que desde el asesinato de su prometida parecía sumido en una profunda melancolía- Pero no acabo de entender qué tendrá que ver el rey con todo esto. Creo que después del asesinato de Bella está cundiendo la paranoia, y por si no bastara con un asesino, ahora tenemos entre nosotros a dos brujas. Tengo la impresión de que todos estamos ocultando algo y de que como no empecemos a confiar los unos en los otros, todos saldremos perjudicados. 

- ¿Una bruja? Lo que me faltaba... me llaman fresca y ahora bruja... dijo Roja alejándose de la pequeña, tenían razón que culpa tenía. Ahhh suspiró, aquello se complicaba más... se suponía que solo había que averiguar quién había matado a Bella... ais... dijo la joven... Bien, os ayudaré, haré lo que pueda por evitar que se case. Intentaré alejar al Príncipe de ella... ahhh... suspiró de nuevo mientras se masajeaba la sien con uno de sus esbeltos dedos... que boda tan cansina...

Caperucita asintió con la cabeza a los presentes y se marchó en busca de su prima: Con permiso, voy a ver si consigo evitar esta dichosa boda.

Una vez en el pasillo, salgo corriendo en busca de mi prima, había dicho que iba a los aposentos, así que la busco por allí ayudándome de mi olfato y mi sexto sentido. No puedo perder ni un minuto, si alguien me para en el pasillo paso de largo a menos que sean ella y el Príncipe Azul.