Partida Rol por web

Al escuchar las palabras de Lucas, una idea le vino a la cabeza. Miró al niño con ojos intensos y se acercó a él. Se agachó para estar a su altura, y miró directamente a sus ojos.

Sabes que estamos en peligro, y tu hermana también dijo, sin ningún tipo de delicadeza. Cuanto más seamos, mejor podremos sobrevivir y más habrá que mueran antes de que lo haga yo ¿Cómo funciona tu poder? ¿Deseos? ¿Pensamientos? Intenta curarle

Luis observó con asombro e incredulidad al enano que había salido de las taquillas, reconociéndolo al instante, pues al fin y al cabo, nadie que viese Juego de Tronos podía no reconocer a Tyrion.

Pero…- empezó a decir cuando  Lucas le dijo que pensase en vendas y esas cosas, lo que hizo que Luis le dedicara una de desagrado, aunque antes de poder decir nada, la chica japonesa volvió a insistir sobre su poder -¡Yo no tengo ningún “poder”!- volvió a decirles, mirando aterrorizado a su hermana, para luego negarlo con vehemencia con la cabeza -¡No tengo!- insistió.

A pesar de su firme negativa a admitir que tenía algún tipo de poder para evitar ser rechazado por su hermana, Luis era consciente de que si ayudaba a esas personas, etas podrían proteger a Elena. Y eso era más importante que nada.

Solo por esta vez- pensó, intentando pensar en algún tipo de aparato de los que había visto en algunas series, de esos que eran capaces de curar por completo a alguien.

Que sí. Ketsu Sen respiró, mostrando la paciencia que jamás había tenido con nadie, mucho menos con un niño. En otra situación, le hubiese golpeado contra el suelo, o le hubiese clavado algo en la garganta. Pero no, tenía que usar otra estrategia. ¿No te das cuenta de que puedes ayudar a la gente? ¿No crees que se sentirá orgullosa si te dedicas a salvar a las personas? Aunque primero tiene que comprenderlo, es diferente pensó, ahorrándose esas últimas palabras.

Si ese hombre muere, será culpa tuya y ya, demostró toda su delicadeza. Se incorporó, dejando al niño allí y se fue hasta el gordo. Ella no podía hacer nada, lo tenía claro. Pero al menos esperaba conseguir que Luis se sintiera mal.
 

¡Sí! ¡Soy Tyrion Lannister! Gritó el enano mientras Lucas le tenía colgado por la camiseta, y mientras trataba de dar patadas al aire para que le soltara. Pero no sé de qué narices estás hablando, no entiendo qué me estás diciendo, que "tele", que "serie" ni que niño muerto... aunque al escuchar las palabras "Juego de Tronos" su cara cambió ligeramente. Aquellas palabras le resultaban extrañamente familiares, pero seguía sin saber de qué estaba hablando. No sé que hago aquí, estaba huyendo tras... no quiso decir lo que acababa de hacer por no ganarse más enemigos, me encerraron en una caja de madera con agujeros y cuando quise salir me encontraba aquí con vosotros. Entonces miró el arma de Lucas, no sabía lo que era, pero por alguna razón no quería saberlo. ¿Dónde narices estoy, y cómo es posible que seas de metal? Le preguntó a Lucas. ¿Dónde estoy?

Mientras tanto, Ismael se volvió loco a buscar algo que pudiera ser de ayuda a Marcial, que el pobre se estaba desangrando vivo allí mismo. Y fue entonces, cuando algo extraño comenzó a pasar, de pronto y de la nada, apareció un aparato de cirugía.

Pero seguía sin haber material suficiente para curar a Marcial, que además seguía perdiendo sangre a una velocidad increíble. Si no reaccionaban a tiempo, era muy probable que el orondo hombre no sobreviviese.

Elena miró directamente a los ojos a su hermano, se puso de rodillas e incapaz de sentir su calor, o tan siquiera su presencia, le susurró al oído unas palabras que sólo él pudo escuchar. Su cuerpo metálico impedía que derramara más lágrimas de las que ya había derramado. Pero en su plateado rostro, se podía apreciar admiración por su hermano.

No seas bobo, Luis, sé que tú tienes que ser como ellos. Yo no lo era hasta llegar aquí y ahora lo soy, y sé que tú también tienes que tener habilidades especiales. Es posible que tú seas el único capaz de salvarnos de aquí, si de verdad tienes poderes, dilo y ayúdale, mira la otra niña, ella ya se ha muerto. ¿Estás seguro que no puedes hacer nada por ayudarle?

Lucas iba a responder al mediohombre cuandos e dio cuenta de que toda la habitación habia cambiado. Parecian estar en medio de una sala de cirujano.

Dejó a Tyrion Lannister en el suelo y guardó su arma.

- Bienvenido al mundo real, Señor de Lannister. - Le dijo el policia burlandose mientras se acercaba a Marcial y gracias a su enorme fuerza derivada de su poder, ayudó a subirlo a la camilla. - Alguien sabe de primeros auxilios?- Interrogó al resto, mientras buscaba por la nueva sala algo con que taponar la herida de Marcial. - Yo no se mucho mas aparte de taponar la herida y presionar para evitar que se desangre. - Hizo precisamente lo que decia (de encontrar alguna toalla. Si no la encontraba simplemente se quitaria la cazadora y la camiseta para usar la camiseta de "tapon"). Miró a Luís y le sonrió. - Buen trabajo, chico.

Aquel cambió en la apariéncia de la habitación, dejó a Ismael perplejo. O sea que aquel era el poder del niño: crear aquello que deseara. O, como mínimo, eso parecía.

Ismael le guiño un ojo a Luis y le dedicó un -Bien hecho, chaval!- mientras se acercaba a ayudar a Lucas con Marcial.

Necesitaba ayuda o lo perderían para siempre. Las heridas tenían muy mala pinta y había perdido mucha sangre...no pintaba nada bien.

Ismael se limitó a ayudar a Lucas en lo que fuera.

-Lo poco que sé de medicina, ha sido lo que he visto en la serie "Urgencias" y poco más. Alguien puede ser de más ayuda?

Lo que inquietaba realmente a Ismael, era haber visto la aparición de aquel enano televisivo y no entender del motivo de su existéncia. Aquel tal Tyrion, aseguraba ser el personaje real de la famosa serie "Juego de tronos", pero aquello era imposible: era ficción. A no ser que...

-Luis, has deseado también que apareciera el enano?

Luis dedicó una profunda mirada de odio a la joven japonés que, a pesar de lo que él les decía, parecía empeñada en afirmar que Luis no solo tenía poderes, sino que si el hombre herido moría, sería culpa suya por no usarlos. Tal vez hubiese contestado, seguramente para reafirmarse en su negación, pero cuando su hermana se arrodilló junto a él, lo único que hizo fue abrazarla, mientras escuchaba lo que le decía, ignorando por completo las palabras de felicitación de los demás.

Tras escuchar las palabras de su hermana le contestó también al oído, para luego permanecer en silencio.

Yo no quería...- empezó a decirle Luis a Elena en un vano intento de ¿explicarse? ¿disculparse? mientras las lágrimas empezaba a asomar por sus ojos -Lo intentaré- añadió, aunque con cierta inseguridad en su infantil voz, tras lo cual se concentró.

Tal vez no podía curar a Marcial, pero podía intentar tratarle. Medicinas para curar la herida, vendas que la taponasen y cortasen el sangrado, bolsas de sangre para reponer la que había perdido… no tenía más noción de lo necesario que lo que había visto en serie y películas, pero, por Elena, al menos lo intentaría.

Lucas se quitó la chaqueta y la camiseta para taponar la herida del hombretón, pero cuando lo observó bien, se dio cuenta de que la sangre que tenía en su cuerpo no era suya, pues no parecía tener ninguna herida. Simplemente estaba en mal estado, como si algo le hubiera ocurrido, pero no como si le hubieran herido con un arma. No había herida que taponar, ni forma de curar a Marcial, al menos no con esos medios.

Y entonces, encima de la camilla, junto a Lucas apareció, también de la nada, un montón de botes, de aspirinas, de gelocatiles, vendas, un botiquín, bolsas de sangre. Material curativo, sí, pero muy básico, lo que cualquiera podría reconocer a simple vista habiendo visto la televisión o habiendo ido al médico cuando era niño. Aquello no sería suficiente para curar a Marcial, y mucho más cuando no parecía tener un daño aparente, aunque estuviera claro que estaba en las últimas.

A pesar de lo oscuro que estaba todo, Marcial era el único que estaba viendo una luz al final del túnel. Que la cruzase o no, aún no se podría saber.

Lucas estaba perplejo. Lo único que consiguió fue una camiseta manchada de sangre, pues no encontraba la herida de Marcial. Al final se dio cuenta de que la sangre no debía de ser suya, pues en realidad no habia herida. tiró la camiseta a un lado de la sala detras suyo. No se la volveria a poner.

- Marcial, no tienes ninguna herida... ¿Porque diablos parece que te estas muriendo? - Le preguntó el policia desesperado. Entonces recordó las últimas palabras que habia pronunciado. - Te han quitado tu poder con un cuchillo... ¿Cual era tu poder? Tal vez es lo que te mantenia con vida.

Lucas estaba desesperado. Lo único que se le ocurria era encontrar a la diabla aquella y obligarla a devolverle el poder. Pero por lo que parecia, para cuando consiguiese hacerlo sin morir en el intento Marcial ya no estaria entre nosotros.

Ketsu Sen se volvió cuando la sala cambió para mirar directamente a Luis. Parecía que sus palabras habían funcionado pero... ¿lo había hecho el chico? Su mirada de odio no la amedrentó, claro, pero no estaba del todo convencida. Demasiada gente con poderes.

¿Has sido tú? le preguntó, esperando que a ella no la ignorara. ¿Sólo puedes crear cosas? ¿No puedes lograr curarle? Si el chico no era capaz, no habría mucho más que hacer. Se acercó hasta el cuerpo casi sin vida de Marcial, y le miró detenidamente, palpalndo con las manos.

Estad atentos, no estoy convencida de que no haya nadie más aquí

Marcial parecía estar al borde de la muerte. Aún y no tener ningún tipo de herida, su cuerpo estaba en estado de shock y a un solo paso de pasar a mejor vida.

-Joder, no podemos hacer nada?-gritó Ismael intentando buscar ayuda de no sabía dónde.

De repente, una idea surgió en la mente del hombre. Sería algo arriesgado y que nunca nates había probado, pero Marcial no podía perder ni un segundo más... Ismael meditó sobre su misterioso don de absorber las capacidades de aquellos objetos que tocaba. Puede que pudiera realizar el proceso inverso: dar algo de su interior a otra persona. Era una hipótesis peligrosa, pero la situación era desesperada.

-Voy a intentar una cosa... Mi poder es el de absorber habilidades de las cosas. Puede que pueda hacerlo al rebés. Intentaré darle "parte de mi salud" a Marcial para que se recupere. No lo he hecho nunca y no se si funcionará. Y puede que sea peligroso... Estad alerta!

Luis miró a Marcial sin saber que pensar, que hacer. Si no estaba herido… ¿Qué le pasaba? Fuese lo que fuese estaba claro que estaba acabando con él. En ello pensaba cuando escuchó a Ketsu hablarle.

No- le dijo, con un mohín en el rostro y sin especificar a qué pregunta estaba contestando con ello… si es que respondía a alguna -¿Puedes hacer algo?- le preguntó a Tyrion con un tono algo extraño.

Si no podemos curarlo, tendremos que dejarlo- se dijo, convencido de que quedarse allí la pondría en peligro -Aunque...- empezó a pensar, mirando preocupado a su Elena.

Elena le había dicho que intentase salvarlo. Se lo había pedido, y no podía, no quería fallarle… Pero a pesar de ello, Luis sabía que no podía curarle, al menos no directamente, pero su último intento de algo similar aun no tenía claro cómo había salido. Solo hacía falta mirar al enano para saberlo.

No puedo curarlo, pero…- empezó a pensar, concentrándose en la única cosa que se le ocurría para salvar a Marcial.

Marcial estaba agotado y una parte de su ser solo quería dejarse llevar por las tranquilas aguas de la inconsciencia, pero otra parte de él se negaba en rotundo a ceder a golpe de pura fuerza de voluntad. La asesina había tomado la forma de Julia, y eso solo podía significar que quien quiera que estuviese tras aquella encerrona en la que se encontraban sabía de la existencia de la camarera. Imaginar que la mujer que amaba pudiese estar en peligro era mas que suficiente para mantenerle consciente.

Se dejó transportar hasta la camilla por sus compañeros, y ignoró la presencia del extraño enano que había aparecido de repente. No sabía quien era o que demonios hacía allí, pero como no veía las series de televisión no sabía que se trataba de un personaje de fantasía.

- Heridas internas.- Musitó debilitado respondiendo a las preguntas de Lucas.- La asesina no logró quitarme mi habilidad, no tuvo tiempo para ello, pero al intentar usar mi poder para atacarla algo salió tremendamente mal y este me ha destrozado por dentro, así que no se si es posible hacer nada por mi...-

La verdad es que con sus conocimientos sobre anatomía, sabía que sería muy difícil que ninguno de los presentes contase con los suficientes conocimientos médicos como para salvarle la vida, pero tal vez tuviese mas suerte de lo que se esperaba.

Escuchó la vaga respuesta del niño. Le hubiese gustado lanzarle una daga, que le pasara rozando la cabeza y viera como unos cuantos pelos caían al suelo. Pero se contuvo, sabía que no era la forma de convencer o de saber si ese chaval podía hacer algo por el grandullón.

Tú dijo a Elena, la hermana de Luis habla con él Más que habla, era un "razona con él". Realmente, si Luis no podía hacer nada por Marcial, no iban a seguir perdiendo el tiempo. Le intentaría sacar toda la información posible y después le daría un golpe mortal para que no sufriese y no le robasen el poder. Y a continuar.