Partida Rol por web

Hace mucho tiempo, en una galaxia muy, muy lejana...

El Imperio controla ahora las principales rutas comerciales. Esto ha hecho que contrabandistas y señores del crimen busquen frecuentemente rutas alternativas para sus oscuros negocios. La industria de la exploración de nuevos atajos está en auge y la carencia de materias primas ha aumentado lo que conlleva la necesidad de descubrir nuevos sistemas planetarios que explotar.

Ganrax Deo, un sullustan especializado en ese trabajo surca el espacio en su nave, la "Milvus", en compañía de su hermano Galhub, Jarlam'naa, una joven twi'lek, y Rayk, un explorador shistavanen. Desde hace tiempo los cuatro se dedican a abrir nuevas rutas espaciales para vendérselas a aquellos interesados, normalmente en negocios turbios, así como a llevar mercancías de un lado al otro sin hacer demasiadas preguntas.

Además de tu hermano, viajas con dos compañeros más:

- Jarlam'naa: Es una joven twi'lek de piel morada y dos colas adornadas con cuentas, joyas y pequeñas y finas flores blanquecinas. Mide 1,77 m y tiene los ojos oscuros, en concordancia con su piel. Es extrovertida, risueña, traviesa y algo atrevida. Su pasión son las naves, cuanto más rápidas mejor. Sabes que es simpatizante rebelde, sabe luchar y es una excelente contrabandista y compañera.

- Rayk: Es un curtido shistavanen de pelaje claro y melena rubia con pequeñas coletas dispersas. Mide 1,92 m y tiene los ojos amarillos. Viste con un taparrabos de cuero y lleva un gran cuchillo como arma favorita, aunque también lleva un blaster. Es un poco más silencioso pero cuando ríe lo exterioriza mucho, con una risa grave y profunda. Sabe hablar básico aunque pronuncia las erres como si fueran gruñidos. Es un explorador de campo de primera y también simpatizante rebelde.

- Ganrax Deo: Es un sullustano de unos 40 años algo entrado en carnes. Mide 1,60 m, con rostro calvo, grandes ojos negros y grandes orejas. Suele salivar profusamente, sobre todo cuando está excitado. Es el piloto, capitán y propietario de la "Milvus" junto con su hermano Galhub. Es simpatizante de la rebelión aunque también suele ir por libre, sobre todo en cuanto a dinero se refiere. Además habla Ryl, Básico y Bocce (Lengua del comercio).

- Galhub Deo: Es el hermano pequeño de Ganrax. Dice tener un par de años menos aunque a ti se te antoja bastante parecido a su hermano mayor hasta el punto de ser casi hermanos gemelos. Se dedica a tareas de mantenimiento y reparación y suele ser el piloto cuando los demás bajáis a explorar algún planeta desconocido.

- Rayk: Es un curtido shistavanen de pelaje claro y melena rubia con pequeñas coletas dispersas. Mide 1,92 m y tiene los ojos amarillos. Viste con un taparrabos de cuero y lleva un gran cuchillo como arma favorita, aunque también lleva un blaster. Es un poco más silencioso pero cuando ríe lo exterioriza mucho, con una risa grave y profunda. Sabe hablar básico aunque pronuncia las erres como si fueran gruñidos. Es un explorador de campo de primera y también simpatizante rebelde.

Ganrax Deo, Jarlam'naa y Rayk se encuentran sentados en una mesa del fondo de un tugurio llamado El reposo del navegante en un sórdido planeta de la periferia llamado Garandor. Un amigo en común les ha facilitado un encuentro con Ardan Wess, un humano que trabaja para Shylla, un señor del crimen local, interesado en sus servicios.

Miran el reloj con cierta impaciencia ya que han quedado con el contacto a las 19:00. El reloj marca las 19:25 y sigue sin haber el menor rastro del humano.

Ganrax, visiblemente nervioso, tamborilea con los dedos sobre la pegajosa superficie de la mesa. Esto no le gusta nada. Esta gente de negocios no suele llegar tarde. A menos que haya ocurrido algo que les retenga... O que se trate de una trampa, claro está.

"Siempre pienso que todo es una trampa" reflexionó "por ello aún sigo con vida".

De pronto, dando un golpe en la mesa con un resoplido, el Sullustano se acerca el comunicador a la boca y, susurrando, habla en el canal de la "Milvus":

-Galhub. Ten la nave en marcha y lista para despegar. No quiero estar en esta roca ni un segundo más del necesario.

Sin esperar respuesta alguna de su hermano, Ganrax se dirige a Jarlam'naa con voz apremiante:

-Ve a dar una vuelta por el pueblo, pero sin llamar la atención. Entérate de si ha ocurrido algo que debamos saber. Y si es así, informa por el comunicador y nos vemos directamente en la nave.

"Sabe defenderse perfectamente, y prefiero tener al shistavanen aquí para negociar. Su apariencia de bestia es perfecta para disuadir de comportamientos deshonestos..."

-Si a las 19:45 no han llegado, -continúa diciéndole a la Twi'lek- te informo y nos marchamos a la nave sin entretenernos. 

"Si algo raro se está cociendo, prefiero que no nos coja en medio cuando estalle."

Esto no me gusta nada, le comento a los 3 que me acompañan,mientras soy un sorbo a mi bebida y miro el reloj, ya han pasado 25 minutos, estáis seguros que vendría aquí? pregunto, la situación era incomodisima y que el humano tardase tanto no era normal y menos para la clase de persona que estábamos esperando

Ganrax, visiblemente nervioso, tamborilea con los dedos sobre la pegajosa superficie de la mesa. Esto no le gusta nada. Esta gente de negocios no suele llegar tarde. A menos que haya ocurrido algo que les retenga... O que se trate de una trampa, claro está.

De pronto, dando un golpe en la mesa con un resoplido, el Sullustano se acerca el comunicador a la boca y, susurrando, habla en el canal de la "Milvus":

-Galhub. Ten la nave en marcha y lista para despegar. No quiero estar en esta roca ni un segundo más del necesario.

Sin esperar respuesta alguna de su hermano, Ganrax se dirige a Jarlam'naa con voz apremiante:

-Ve a dar una vuelta por el pueblo, pero sin llamar la atención. Entérate de si ha ocurrido algo que debamos saber. Y si es así, informa por el comunicador y nos vemos directamente en la nave.

Ganrax mira un instante a Rayk.

-Si a las 19:45 no han llegado, -continúa diciéndole a la Twi'lek- te informo y nos marchamos a la nave sin entretenernos. 

- Esto no me gusta nada - comenta la joven mientras le da un sorbo a su bebida y mira el reloj. - Ya han pasado veinticinco minutos, ¿estáis seguros que vendría aquí? - pregunta con suspicacia.

Tras escuchar las órdenes de Ganrax termina su bebida de un trago y sale de la taberna con paso firme.

Ganrax pasea la mirada por el establecimiento, receloso. Entre dientes, musita unas breves instrucciones al corpulento Rayk:

-Si al final vienen, estate muy atento y muy tranquilo. No muestres el más mínimo rasgo de hostilidad, pero si algo va mal, quiero que tengas a Ardan Wess encañonado con tu bláster antes de que cualquiera de sus matones pueda decir "Kashyyk". Eso sí, no dispares. Sólo déjame hablar a mi.

"Tampoco es que importe demasiado. Si nos quisieran muertos, dudo que saliésemos de esta."

El Sullustano se lleva la copa a los labios y sigue hablando a través de su bebida, para ocultar la furtiva conversación, intentando aparentar estar mucho más calmado de lo que en realidad está.

-Si a las 19:45 no están aquí, nos levantamos con mucha calma, y nos vamos hacia la nave. Vamos deprisa, pero sin levantar sospechas, y no le quites ojo ni a una sombra.

"¿Por qué no me dedicaría a reparar hiperimpulsores? Demonios."

Comienzas a deambular por las calles haciendo un esfuerzo mental por memorizar el recorrido. Cuando apenas has recorrido un par de manzanas puedes ver a un grupo de cuatro soldados de asalto que están rodeando a un hombre. Mientras uno de ellos le solicita la documentación otro le apunta con el arma mientras los otros dos observan los alrededores.

El resto de la gente, chusma en su mayoría, hace caso omiso como si no estuviera pasando nada.

Deambulo entre la gente intentando memorizar el camino, no avanzo demasiado cuando veo a cuatro guardias rodeando a un hombre, al fijarme un poco mas, veo que mientras uno le pide los documentos otro le apunta con un arma.

Que hago, que hago? pienso para mi, y decido acercarme todo lo que pueda sin levantar la sospecha de los guardias, si este era el hombre que estábamos esperando tenía que saberlo lo antes posible

Escudriñas la sala pero salvo un par de excepciones nada te llama la atención. La primera excepción es una alienígena de una especie que no has visto nunca (algo raro pero a veces te pasa), similar a un cruce entre cerda y marsupial, que te guiña un ojo cuando le miras. La segunda es un humano que es encuentra bebiendo en la barra. Va vestido con unos ropajes bastante anticuados pero lo que te llama la atención es un objeto que sólo has visto en hologramas y sólo un par de veces en tu vida: un sable de luz.

- ¡No sabéis con quién estáis hablando! - grita el hombre. A continuación baja la voz pero aún así puedes escuchar la mayor parte de lo que dice.

- Está bien, hagamos una cosa. Trabajo para el gran Shylla. Supongo que le conocéis. - El hombre traga saliva y continua - No os conviene hacerme nada. A cambio os daré información reservada.

El hombre baja un poco más la voz por lo que sólo puedes acertar a escuchar algunas palabras sueltas.

- ... encargo para... rebeldes esos. Supongo que... más importante. - y su brazo señala inequívocamente al tugurio en el que se encuentran tus compañeros.

Maldito chivato! pienso mientras comienzo deshacer el camino hasta el Bar, cuando soy consiente de que los soldados ya no pueden verme, comienzo a correr el camino que me queda, tenía que avisarle a los demás antes de que la guardia viniese a por nosotros

En cualquier otra situación, Ganrax le habría prestado mayor atención al humano. 

"Creo recordar que los sables de luz eran el arma de los antiguos Jedi, antes del Imperio. Pero ya no queda ninguno... ¿Será un comerciante de antigüedades? ¿O un loco que se cree un Jedi? He oído muchas cosas sobre los seguidores de esa antigua religión... Y cualquiera que se crea una palabra está para encerrarlo"

Sin embargo, en este momento, le inquieta más la alienígena. ¿Es sólo una buscona de taberna, una profesional, o se debe su atención a que sabe quién es Ganrax? El sullustano intenta estudiarla mejor sin que se note, sin llamar su atención, mientras juega con la copa entre sus dedos y espera a que pasen los minutos. Llegados a este punto, Ganrax ya casi espera que no se presente nadie y largarse de aquí cuanto antes.

Llegas a la puerta de la taberna jadeando por el esfuerzo. Tras un par de codazos consigues abrirte paso hasta la mesa donde se encuentran tus compañeros, los cuales te miran con extrañeza debido a tu pronto regreso.

Le han ....le han pillado los guardias y los ha enviado hasta aquí, tenemos que salir antes que nos...antes que nos encuentren -Digo entre jadeos a mis compañeros y nerviosismo.

Ves aparecer a la joven twi¡lek jadeando por el esfuerzo. Consigue llegar hasta la mesa y te mira con los ojos abiertos.

- Le han... le han pillado los guardias y los ha enviado hasta aquí. Tenemos que salir antes de que nos... antes de que nos encuentren - dice entre jadeos y con gran nerviosismo.

El hombre lobo observa al sullustano durante un instante y emite un gruñido mientras acaricia el mango de su impresionante cuchillo.

- ¿Cuántos son? - dice con voz gutural mientras mira hacia la twi'lek.