Partida Rol por web

Yo las lavo, sí, dadme agua! Dijo entusiasmada como una niña. Obtuvo todas las piedras, las contó, las volvió a contar, las sopesó, miró al trasluz, las ordenó por colores, luego por tamaños,... así un buen rato. Sólo se le oía su risa de duende:

Jijiji, jijiji,...

¡Ni se os ocurra mojar esos pergaminos! Thessaly salta para arrebatar los pergaminos encontrados a Nehifile a tal velocidad que su familiar, la pequeña zorra, mete un brinco asustada.

Dejadme echarle un vistazo. Nunca se sabe con estas cosas.

Thessaly está claramente de mal humor. El ataque del escorpión la afectó pero se la veía inquieta desde hace tiempo. Algo grande se acerca y todavía no tenía ninguna pista clara de que era. Eso hacía que su curiosidad y emoción inicial se fuese convirtiendo poco en ira. La bruja no era de las que esperan sentadas.

Una vez limpiadas se observa aún más la belleza encerrada en las piedras encontradas. Los pergaminos, con los cuidados debidos podrán ser restaurados, ¿quien sabe los secretos que están escondidos en su maltrecho papel?

El grupo se pone de nuevo en marcha hacia la fortaleza, esperando llegar sin demora.

Parecía que las chicas del grupo estaban entretenidas cada una con su tema: Nehifile con las piedras preciosas, estaba claro que se volvía loca con las cosas brillantes. Thessaly, por otro lado, le había quitado la diversión de cuidar y estudiar los pergaminos. Suspiró pues le quedaba otra que entretenerse con los que le quedaba...los hombres. Mientras caminaban hacia la fortaleza charlaba "animadamente" con Lekion y Kitsu. Les preguntó por sus impresionantes técnicas de lucha. Esa espada enorme de Lekion que casi la decapita y las extrañas armas que usaba el ojos entrecerrados. Alé no dejaba de decir "¡Oh!" cuando conseguía sonsacarles alguna cosa. No eran precisamente hombres de muchas palabras. A medida que avanzaban aprovechó para tomar del brazo a Kitsu, pues eso la reconfortaba. Le traía recuerdos de los sacerdotes de Débil que siempre la llevaban entre algodones y cumplían todos sus caprichos. ¡Qué tiempos aquellos!Aquí tenía que competir por la atención con dos mujeres, y ¡qué mujeres!.

- Cuando nos hayamos hecho con la fortaleza hay algo que me gustaría contaros sobre mi.- La mujer se quedó sopesando las reacciones que podrían tener sus nuevos compañeros mientras jugueteaba con el símbolo del Débil (una ramita con forma de mano nudosa) que colgaba feliz entre sus turgentes pechos.

No te preocupes, querida, todas hemos tenido que hacer cosas que no queríamos hacer. No eres la primera ni serás la última. Creeme... Contestó inmediatamente después de que Ale hiciera una promesa de confesión. El mondo era muy duro para las mujeres... Si no sabías usar tus armas, claro. 

Quizá Alé no fuera rápida en el combate, ni  lanzara las dagas como había visto hacerlo a la Elvariel, pero con respecto a la dialéctica, su lengua era un látigo que haría competencia frente a las puñaladas traperas de su simpática compañera.

- No hace falta ser adivina para saber qué es lo que TÚ has tenido que hacer, "querida", obnubilada por el brillo de unas baratijas, pero me refería a otra cosa...- Nehifile sabía cómo sacarla de quicio, pero no pudo reprimirse, pues en el fondo le había hecho gracia, y  lanzó una risita que pudo controlar a tiempo- ...Jiji...ejem...- Desde luego ella no era una mojigata, y , de hecho, los clérigos del Débil eran afortunados por tener unos votos, digamos, algo laxos a ese repecto. Ella no lo iba a decir en voz alta, pero algunos dirían del Débil que era un viejo verde.- ...me refería a algo de vital importancia para mi, si es que vamos a seguir como un grupo...- Ahora Alétheia parecía encorvarse por la carga de un pesado bagaje tanto físico como emocional.

El tiempo paso mientras el grupo avanzaba. Los hombres eran parcos en palabras por lo que eran las mujeres las que daban sonido a la marcha. A pesar de que Nehifile iba y venia con sus vuelos, no dudaba en parar para replicar o comentar aquello que Aletheia le decia.

Así fue, que, cuando ya estaba atardeciendo se empezó a ver una estructura de piedra sobre una colina, sin duda el objetivo estaba cerca. Desde la altura que otorgaba dicha fortaleza se vería todo aquello que hay en todas direcciónes si no fuera por la gran cantidad de vegetación. Sin duda, un punto estrategico importante.

Lekion aprovechó un pequeño paron en la caminata para mirar hacia la fortaliza.

Me encuentro en plena forma, por mi, podemos ir y explorarla aunque se nos haga de noche, ¿que decis?

El contenido de uno de los pergaminos son los siguientes hechizos

Nivel 4

Solid Fog, Niebla espesa

Nivel 5

Transmutar rock/mud

Nivel 7

Limited Wish, Deseo limitado (si si, ha salido)

Cacodemon, Invocar a un demonio poderoso

Nivel 8

Demand, Mandar un mensaje de demanda

Binding, Atar

Nivel 9

Weird ¿Asesino fantasma en un parpadeo?(no se me ocurria nada mejor)

El otro es un pergamino de protección contra la petrificación

Nehifile no se inmutó cuando Ale hizo su insinuación. 

No todas hemos nacido entre algodones, sabes? Pero no soy ninguna fulana. De hecho, quien ha querido propasarse sin mi consentimiento ha perdido algo más que la bolsa. Más de uno no volverá a hacerle eso a ninguna. Jijiji. Desenfundando su daga hizo un gesto de lo más inquietante para un hombre: simulaba que cogía las partes nobles de alguien, supuestamente un villano poco caballeroso, al que rebanaba dichas partes por intentar dar mal uso de las mismas.

Continuaron viaje y llegaron a su destino. 

Por mí vale, jefe, aunque no me importaría probar bocado un momento. Jejeje. 

La silueta de la torre ya se recortaba en el horizonte, acelerando los ánimos de algunos. Sin embargo Alé era más partidaria de la calma.

-Mmmm, las prisas nunca han sido buenas compañeras de los grupos de aventureros.- Lekion parecía ignorar las advertencias  de la bruja y la pitonisa, confiado en que la amenaza de la torre fuera tan sólo un grupúsculo de kobolds.  Sin embargo, Alé, sabía a ciencia cierta que la supuesta amenaza de la torre estaba exinta, y que en su lugar habría algo mucho más peligroso. Así mismo parecía pensar Thessaly, que andaba malhumorada desde que habían partido - Hemos luchado bien y creo que necesitamso un descanso, al menos yo. No hay que olvidar que también tenemos  heridos, aunque sea poca cosa.- No pensaba entrar en la fortaleza al amparo de la negra noche si podía evitarlo.

La mujer pelirroja observa el gesto de Nehifile con la daga.

- ¿Ya le has puesto nombre a esa bonita daga? Hacedora de eunucos podrías llamarla.

El grupo acampa bajo la atenta mirada de la fortaleza. Un pequeño fuego calienta los alrededores del campamento y puede que ahuyente a algunas alimañas. Lekion impone las guardias, la primera, mientras montan el campamento será para el mozo, luego irá él seguido de Kitsu, y cuando ya empieza a salir terminara Nehifile, vigilando que nadie perturbe el estudio y rezos de los lanzadores de conjuros.

Por fortuna, el cielo despejado de la noche trae descanso y reposo a los aventureros sin ninguna sorpresa nocturna, una vez preparados, la fortaleza espera.

Lekion, ¿alguna idea de lo que nos espera dentro?

Thessaly se había colocado los pergamino en la cintura, a mano para usarlos cuando tuviera oportunidad.

Tal vez convendría que Nehifile hiciera un reconocimiento aéreo, pero antes de prepararnos nuestro arsenal mágico Aletheia y yo debemos saber a que nos vamos a enfrentar.

Thessaly parecía de mejor humor. Los pergaminos la alegraron, sí, pero la cercanía de la torre, ya visible ante ellos, hizo que se materializara parte de su objetivo. La herida aún dolía, pero la emoción por lo que les esperaba compensaba el dolor.

- Mi visión hablaba de los kobolds ya muertos cuando nosotros llegaramos, así que ese no será el problema. - Contenstó a Thessaly, que parecía de buen humor.-El peligro vendrá con el ocho, eso es lo que vi. Creo que volveremos a ver el símbolo que me enseñó Kitsu antes de partir.  Yo rezaré para que el Débil me permita detectar la fuente de tanto mal y curaros si es necesario. Creo que será una misión de exploración  más que de batalla.

Parece que sabeis más vosotras de esta misión que yo. A mi solo me informaron de que los Kobolds podrían ocupar esta fortaleza y eso es lo que debemos impedir. Dentro de unos pocos días vendran soldados para relevarnos y custodiarla.

Yo espero que Aletheai tenga razón y haya kobolds muertos y un enemigo desconocido. Juro que si vuelvo a ver alimañas prendo fuego a la torre con todo y TODOS los que estén dentro.

Thessaly se queda pensativa.

Es más... creo que no sería tan mala idea prender fuego a la torre una vez que hayamos comprendido lo que pasa aquí... La bruja se queda ensimismada en sus pensamientos. Sí, no es mala idea...

La elvariel era más simple y práctica.

Haced lo que quieran vuestras mercedes, pero primero desvalijemos el lugar. No vamos a dejar que se quemen posibles tesoros... Aunque luego reflexionó en lo dicho sobre las alimañas. Aunque los bichos... no tienen tesoros que no caguen o acumulen en un montón de suciedad. Qué asco!