Partida Rol por web

Bohemundo Borsh, soldado. Dice el escriba mientras escribe en una hoja limpia.

Si, ahora lo que importa es lo que sabes hacer, no lo que eras. Aún así hacen falta guerreros valerosos que respeten la ley, después del incidente que hubo.

Lekion necesita un nuevo grupo, en la última misión perdido a todo su grupo, el podrá hacer que consigas la ciudadania mucho más rápido, puede que unas pocas semanas en vez de años.

Antes de iros, os diré que hace unos pocos días entró otro hada duende parecido a vos, se la asigno como exploradora, pero se perdío explorando las tierras del noroeste.

El escriba llama a un soldado.

Por favor, Stiven, acompañala con Lekion. Él le dirá el resto.

El forrajero miró sin comprender demasiado las palabras del escriba.

-Si esa es toda la información que necesitan, me gustaría comprobar el estado de mi caballo.

Exploradora?!

No pudo evitar indignarse. Pero guardó la compostura y asintió cortesmente.

Un elvariel como explorador? No debe ser un elvariel! 

Sin embargo, por otra parte, tenía curiosidad de saber quién era. No se veían muchos elvariel. Si es que era un elvariel, claro. Los humanos sabían poco de su raza y se confundían fácilmente. 

Por el momento, si. Lekion será el que vea en los próximos días como te comportas y si eres sociable.

El escriba apunta algo más en la hoja y cuando termina dice

Stiven, debe haber un caballo suelto sin dueño, ayuda a... hace una pequeña pausa mientras mira en la hoja, Bohemundo a encontrarlo y después llevale ante Lekion.

Si, para alguien que entra que puede volar no ibamos a desperdiciar la información que nos pudiera dar. No sabemos que pasó al grupo en el que iba, pero no los volvimos a ver. Cuando termine de entrar toda esta gente, si es que termina, puedo buscarte la hoja de catalogación.

- Supongo que podría ser peor, un gusto.

El forrajero hizo un gesto de saludo con tono militar y miró alrededor como queriendo buscar la salida.

Thessaly mira callada de arriba a abajo al escriba, analizándolo.

Las circunstancias que me rodean, pero doy por sentado de que no hay respuestas a mis preguntas, al menos respuestas que usted me pueda dar.

La bruja se humedece los labios antes de continuar hablando.

He tenido muchos nombres y más que tendré. El nombre es algo insuficiente para describir a una persona, como son los números o los sentimientos. Todo es variable y no tiene sentido guardar un registro de algo, pero así sea, porque vos no aceptaréis otra cosa y no soy una necia.

Mira la mano del escriba, asegurándose de ver bien lo que anota.

Puedes escribir Thessaly Chantraine, que es el nombre que mis padres me dieron. También puedes anotar Vellarin del Fuego, que es como me llamaban algunos amigos, si es lo que os place. Puedes llamarme Yggthalia, que es como me llamó alguien cuyo nombre de es de su incumbencia. Y podría daros decenas de nombres más, así que elegid el que más se adecue a vuestros oídos y grafía.

Thessaly mira atentamente el movimiento de muñeca del hombre, intentando analizarlo en la medida de lo posible.

Respecto a trabajo. He trabajado de muchas cosas. He sido herbalista, ayudando a enfermos y jóvenes de 25 años a encontrar marido antes de que su útero rechace semilla. He sido estudiante y escriba, anotando y aprendiendo los saberes arcanos. He sido profesora, enseñando a niños y mayores a como conseguir lo que anhelan. Me dedico a una cosa distinta cada mañana, ajustándome a la necesidad y a mi deseo, porque no tiene sentido permanecer igual sin mutar. Así pues, decidme que necesita la ciudad, cuyo nombre aún no me habéis enseñado, y puede que me transforme para ello, y para mi bien.

El escriba aprovecha para apuntar el nombre de Kitsu y su profesión, ¿Samurai? balbucea en voz baja mientras escribe.

Perdone, pero esto no puede hacerlo. Hay muchos que han entrado y no puedo perder el tiempo por cada uno que pida ver hablar con un superior. Si no colabora, llamaré a la guardia que está fuera para hacerle cooperar.

¡¡ESO NO SERÁ NECESARIO, JALIP!!

Una voz potente y autoritaria viene por la puerta por la que has entrato. Allé se encuentra un hombre de pelo negro, largo y sueva en una firme posición con la espalda bien recta. Entra moviendose lentamente, como si la brisa le empujara sin que su cuerpo apenas se inmute.

Hace un pequeño gesto con la mano a Jalip, este se levanta rápidamente y se apresura a salir.

Cerrad la puerta.

La figura se queda mirando con sus penetrantes ojos negros directamente a los ojos de Kitsu, sin apartar la vista, escudriñando en el alma del samurai hasta que Jalip sale y les deja completamente solos. El barullo del exterior poco a poco desaparece hasta que solo queda el silencio.

Soy Romualdo Etlan, Archiduque de Aglate, uno de los tres nobles que la dirigimos. Dice con voz cuidada y sustuosa. Los vientos me han hecho saber que los samurais son guerreros feroces, pero ante todo, leales a su señor, incluso hasta el punto de llegar a morir por ellos.

Hace una pequeña pausa mientras rodea el escritorio para revisar los escritos de Jalip.

Nuestra situación es compleja. Tantos extranjeros que llegan de improviso, nos es necesario saber de ellos y ponerlos a prueba. Seguro que entiendes por qué lo hacemos. Romualdo mira fraternalmente a Kitsu mientras deja que una sonrisa sincera se dibuje en su rostro.

Era la segunda o tercera vez que pretendía irse y el tal Jalip le decía algo. Empezaba a parecerle un besugo pesado el chupatintas este.

Gracias por informarme y su amabilidad. Adios!

A ver que le decía el tal Lekion. Esperaba que no fuera tan pelmazo como este.

Dime Stiven, qué sabes de Lekion? Y esta ciudad, cómo es?

Como no iba a poder sustraer a nadie, al menos no se aburriría por el camino. 

Ryosei se levantó de su posición y se acercó hasta la mesa.

Mis padres me hablaron de los gaijins (a pesar de que intentaba suavizarlo estaba claro que esa palabra era casi un insulto) por lo que conozco el funcionamiento de vuestra sociedad y me inclino ante vos por respeto a vuestra posición.  Dicho esto Ryouta hace una leve inclinación de cabeza mostrando su respeto.

Tras la inclinacion Ryouta se cruza de brazos en posición de pie y con las piernas separadas. Sus ojos contemplan a Romualdo con interés y curiosidad hasta que tras un incomdo silencio anuncia:

Un Samurái no espera que se le haga ninguna prueba pero ya su vida en sí misma es una prueba no rechazare someterme a las vuestras. Sin embargo para acceder a vuestra petición os pido a cambio que me reveléis algún detalle más.

Decís que muchos aparecen de la nada. ¿Sabéis el motivo? Y cuantos han aparecido hasta ahora y por qu’e hemos sido llamados. ¿está la ciudad en algún peligro?

Romualdo mueve suavemente su mano derecha para acariciarse el mentón para, al poco, contestar a Kitsu.

Estamos investigando, por desgracia, la primera generación, los primeros, solo llevamos un año en este lugar. Ha costado demasiado poner orden al caos reinante y ahora vuelve a peligrar el orden establecido.

Lo que sabemos es que una extraña y enorme cúpula cubre una zona de cientos o incluso de millas a la redonda. Se esperaba que los conocedores de lo arcano pudieran darnos alguna explicación, pero la plebe, frustrado e iracundo descargo contra ellos su furia. Quedan pocos usuarios y los adivinos no consiguen respuesta alguna.

Romualdo hace una breve pausa aprovechando para pasar una de sus manos por los papeles del escritorio de Jalip, leyendo algunas palabras sueltas sin dejar que Kitsu se escape a su campo visual.

Es por ello que los tres nobles hemos decidido poner a prueba a todos los recien llegados, para poder ser reconocidos como ciudadanos de Aglate y tener derecho a vivir en nuestra sociedad. Es posible que otras estructuras, como toda Aglate se hayan conservado tras el renacimiento, esperando a ser encontradas y, con suerte, con pistas para resolver lo sucedido nos estén esperando.

Romualdo deja de revisar los papeles de Jalip y vuelve a mirar directamente a los ojos de Kitsu, manteniendo su compostura en todo momento.

Veo que es cierto los rumores que me llegaron sobre la entereza de los samurais, otros en vuestro lugar se habrían derrumbado, lloriqueando por la familia perdida, o la tierra que labraban.

Avanza hacia la puerta, despacio, rodeando a Kitsu sin llegar a invadir su espacio personal. Antes de abrir se gira y dice.

Tendreis cientos de preguntas que hacerme, pero mi tiempo es muy limitado, hacedme una más si quereis antes de que parta. Aún así, tendremos tiempo de conversar más adelante, pues estoy interesado en vuestro desarrollo.

Stiven, un joven bien parecido y en forma, con un espada corta colgando de la cintura aparece cuando Jalip dice su nombre. Hace una pequeña inclinación al forastero

Señor Bohemundo, por favor, seguidme. Buscaremos su montura.

Una vez salis de la habitación y Stiven se asegura de quedar bien cerrada la puerta relaja su postura militar.

No se lo tengais en cuenta a Jalip, es un cacho de pan, pero está agobiado, demasiado trabajo de sopeton.

Stiven se va haciendo paso entre la multitud donde se puede ver una variopinta mezcla de razas y atuendos de diferentes clases. Te lleva de vuelta a la plaza de la ciudad. Al salir, la luz del sol te deslumbra momentaneamente, a pesar de ver todo un poco más azulado.

Es una esperienza terrible, digo, lo de la luz, y luego eso de que sientas que te tiran hacia todos lados, y luego salir donde nunca has estado, ya sabes. Continua sin dejar de avanzar a un pequeño cobertizo de madera.

Allí dentro, además de tu caballo con su equipo puedes ver más animales, vacas, cerdos, pollos, incluso una zorra.

Bueno, mirar cual es vuestro caballo y os llevaré donde está Lekion.

Pues Lekion es un veterano, dicen que ha participado en miles de batalla, normal que le manden a explorar. Pero es muy testarudo, siempre con haz esto y lo otro.

Stiven se abre camino entre una multitud de razas con ropas de todo tipo mientras sigue hablando.

Aglate te va a encantar, somos un montón y puedes encontrar de todo, no hay nada que no tenga, es enorme, pero, ¿podeis decirme si esas alas son de verdad?, ¿podeis volar?, tiene que ser maravilloso, claro que yo tambien he volado, con lo de la luz, ¿sabes?, fui arrastrado y luego caia por todos lados, eso cuenta como volar ¿sabes?

Jalip se queda atento mientras Thessaly le habla. Cuando dice su nombre, lo escribe en un papel limpio, con mano experta de quien lleva años escribiendo, consigue apuntar el segundo y después empieza a balbucear letras intentando cortar sin éxito la elocuencia de Thessaly.

Al decir a que se dedica llega a apuntar Herborista, Enfermera y acaba poniendo "y muchas otras cosas más".

Es sorprendente, ójala todos fuesen tan claros como usted, ahorraría mucho esfuerzo y tiempo. Bien, tiene muchas oficios que pueda desempeñar, pero Lekion seguramente necesitará de alguien como usted, alguien que sepa adaptarse a todo. Si, eso será lo mejor, dice para si mismo.

Con él estará a salvo de peligros y conseguirá la ciudadanía en poco tiempo, luego podrá hacer lo que quiera, montar una escuela o lo que sea. Stiven la llevará con él.

- Ha debido ser traumatico para mas de uno, si. Yo por suerte o desgracia ya se lo que se sienta al ser transmutado a otro lugar. En el asedio de la fortaleza de La Valetta un mago de campaña nos teransportó en el interior de sus antiguos aposentos para poder abrir los portones.

Sin quererlo ni beberlo, aquel tipo estaba contando alguna dudosa anecdota militar. Su tono era grave, bien podría estar redactando un testamento, pero probablemente aquello fuese lo mas cercano a un gesto de cordialidad.

- ¿Como se organizan aquí? ¿Tienen ya un rey?

El forrajero preguntó en un tono ligeramente inquisitivo, quizas no le agradaba la idea de que las cosas fuesen muy distintas a lo que conocía.

Stiven se queda parado cuando le dices que te han teletransportado con los ojos abiertos como platos.

¿En serio?, eso es una maravilla. Has combatido con magos, eso tiene que ser brutal.

Una vez calmada su exaltación contesta a las preguntas que le haces más calmado.

Bueno, al principio fue muy caótico, había varios nobles que reclamaban el poder, hubo broncas y peleas, al final solo quedaron 3 y gobiernan los 3 como pueden. A mi me gusta Krestein Telfor, dicen que fue comandante y que dirigía grandes ejercitos. Seguro que se ha enfrentado contra un dragón y todo.

Stiven mira hacia tu caballo y hacia ti alternativamente mientras habla.

Cuando estes listo dímelo y te llevo ante Lekion.

- A decir verdad, no combatimos con ningun mago, simplemente uno de esos lanzarunas nos invocó en su antigua torre magica cuando desertó a nuestro bando. De no ser por nosotros el grueso del ejercito no habría entrado en la fortaleza.

Bohemundo comprueba minuciosamente su equipo, en especial las armas y el estado de su caballo. Aquel caballo le costó dos años de servicio entre los Primeros Batidores de cierto reino que poco importaba ya, y le suponia un grato recuerdo.

- ¿Y esta es la unica ciudad o civilización? Mas nos vale que no, sino nuestro oficio habrá perdido bastante sentido.

Al comprobar que todo estaba bien, si bien no recordaba tener tan poco dinero en las alforjas, el guerrero volvió a mirar al joven y le indico con un gesto que podian continuar.

- Listo estoy, llevamente ante ese Likeon.

Estupendo. No haré preguntas, prefiero que los acontecimientos me muestren lo que ocurre. Lléveme con ese tal Lekion. Ardo en deseos de saber que está ocurriendo.

Thessaly sonríe hacia sus adentros dándose cuenta del infantil y burdo juego de palabras.