Partida Rol por web

En los entrenamientos con mi madre y mi hermano a veces hacíamos juegos de inteligencia. Dijo analizando el intrincado misterio que tenía frente a él. Ésto se parece a uno de los pasatiempos a los que estábamos habituados a hacer, parece un acertijo y creo que cada número representa la cantidad de letras que hay en cada columna o fila.

Es decir, en la segunda columna, las 8 letras son las importantes. Es decir, que de momento tenemos claras las letras: MESEGUIS. Que sin duda suena a "Me Seguís". 

Sabiendo estos datos, en la primera fila nos quedamos con la M, pues solo hay una letra en esa fila. Así como en la tercera fila, que tenemos la S. Y en las cuatro últimas que tendríamos G U I S.

Tachamos el resto de letras. Y en la segunda fila, nos quedaría MEREBUS. Sabemos que EREB Son las letras que buscamos. Pero de las tres que nos sobran, es decir M U y S. Solo necesitamos dos. 

Lo mismo pasa en la cuarta fila, que nos quedamos con EDAH y de las tres que nos sobran, J O E nos quedaríamos solo con una de ellas. 

De aquí podemos sacar varios resultados.

CASO a) Letras: M M E R E B U S E D A H E G U I S

CASO b) Letras: M E R E B U S S J E D A H G U I S

CASO c) Letras: M M E R E B U S E D A H E G U I S

CASO d) Letras: M M E R E B S S E D A H O G U I S 

No sé a vosotros, pero yo de aquí ya no sé salir, y no sé si esto os dice algo a alguien... dijo mirando a Catherine que podría estar más familiarizada con aquellas letras o si formaban alguna palabra. 

Empecemos por descartar cosas... - dijo pensativa Ariadne. Se acercó aún más para examinar el panel. ¿Era un panel "informativo" o era otro rompecabezas? ¿Las piezas eran móviles? ¿Se podrían apretar o activar de alguna manera aun sin un mecanismo detrás?

Otra cosa que no se le escapaba es que quedaban más puertas por atravesar, más salas que explorar... ¿Y si una pista fundamental se escondía tras ellas?

Catherine, que había permanecido en silencio, se acercó para ver el panel. Ladeó la cabeza levemente, pensativa.

Yo creo que tienen que ser tres palabras. En la columna de la entrada había tres paneles, ¿no? Una palabra por panel. Ya tenemos una, "MESEGUIS", sólo hay que sacar las otras dos...

La joven volvió a su mundo pensativo, extrañada.

El panel era fijo, y no parecía que tuviese botones o piezas secretas que desplazar. Estaba allí para dar las pistas necesarias, pero ¿para qué? Quizá Catherine tuviera razón, al menos era lo más lógico.
 

Pyros torció el rostro sin comprender qué significaba eso de MESEGUIS. Si eso es una palabra, entonces las otras dos son EREBUS y JEDAH. Dijo mirando a las chicas. No sé si eso os hace recordar algo o entendéis su significado, pero podríamos probar con los paneles, a ver qué pasa. Espero que no perdamos nada por intentarlo.

Tras sopesar lo dicho por Catherine y Pyros y mirar un rato el tablero Ariadne asintió. -Sí, tienen que ser esos. - dijo todavía pensativa. - ¿Vamos a mirar el resto de la catedral antes de ponerlos o lo hacemos directamente? - preguntó jovial.

Por mi lo hacemos ya. A ver qué pasa...

Con una sonrisa traviesa, Ariadne asiente - ¿Qué es lo peor que podría pasar?

Inari, que comprobó fehacientemente que no había nada alrededor de allí, no hizo otra cosa que escuchar a Ariadne y a Pyros. A él no le importaba perder la vida, bueno, eso decía al resto.

El frío se iba apoderando de él, lentamente, muy lentamente, pero los picos de adrenalina le hacían volver a su temperatura normal. Con un gesto de asentimiento a ambos, esperó a que hiciesen lo acordado. No creía que fuesen a salir volando por los aires, sería muy estúpido por parte del que hubiese tramado aquello.

Al escuchar los tres nombres, un escalofrío recorrió la espalda de la joven Catherine. Su rostro, si de por sí era blanco, perdió el poco color que le quedaba

Jedah, Meseguis y Erebus... Son tres de los Shajads... Catherine supo, incluso antes de mirar, que sus compañeros la miraban.

Son los amos de la oscuridad. Se les puede considerar dioses, por llamarlo de alguna manera. Se dice que llevan mucho tiempo intentando integrarse en la humanidad... Aunque con ideas más sombrías, reflejo de las emociones más tenebrosas del hombre.

Tras terminar las palabras, Catherine encabezó la marcha hasta la columan que contenía los paneles. Aunque algo temblorosa, se quiso mostrar firme y segura, y fue la que empezó a introducir los códigos en los paneles.

Al terminar, se empezó a escuchar el sonido de maquinarias en funcionamiento. Poco a poco, la columna de la sala central empezó a descender, mostrando una escalera en espiral ascendente.

Esto no me gusta nada. Dijo Pyros mirando a Catherine, pero especialmente lo decía por Ariadne. No podía creerse que el mecanismo secreto de aquel pasadizo fuera el nombre de tres dioses de la oscuridad, aquello no indicaba nada bueno. Y solo podía significar que lo que había ahí abajo iba a ser realmente peligroso. Pero desgraciadamente no tenía otra opción, y eso solo les dejaba un único camino, descender.

Ariadne no se amilanó. Se encogió de hombros y se puso en marcha - Bueno, si hemos llegado hasta aquí... - dijo mientras subía por las recién descubiertas escaleras.

A fin de cuentas, era la clase de sitio donde podía esperar encontrar el Flauros escondido...

Ariadne se mostraba cada vez más valiente. Era decidida, sin contemplaciones, directa.

Inari se puso en marcha tras ella, a casi dos metros de distancia. Conforme subían, no hacía otra cosa que contemplar lo que tenían alrededor, lo que sus ojos captaban en ese lugar. ¿Sería una entrada al mundo de las tinieblas?, ¿qué nos aguardaba allá arriba?

Las pisadas que dábamos hacían algo de ruido, aunque no era nuestra intención. 

Prepárate para lo peor - se dijo.

La escalera daba acceso a una sala circular que se encuentra inmediatamente encima del cuerpo central de la catedral. Este santuario tiene cientos de cadenas que cuelgan del techo, y que se bambolean de un lado a otro como mecidas por un inexistente viento, portador de desasosegantes gorgoteos y susurros metálicos. Por otro lado, el suelo de la sala está hecho de cristal tintado, cosa que permite ver el templo desde arriba... Algo tremendamente extraño, ya que desde la sala inferior todo el techo era de piedra. En una esquina de la estancia hay una gran Dama de Hierro que parece haber sido arrastrada hasta el lugar, y en otra, una pequeña puerta de madera saturada de retorcidos grabados de metal oscuro.

Catherine, tras contemplar la puerta de madera, te miró con intensidad y con bastante miedo. Podías entenderla. Tras esa puerta, notabas una presencia. Y algo te decía que esa presencia era la niña que habíais visto en aquella sala del barco.

Pyros señaló con la cabeza la puerta. Miró a Ariadne para que mirara la puerta. Algo me dice que la niña que vimos se oculta tras esa puerta. No sé que hacer. Creo que llegados a este punto es absurdo no abrirla, pero mis tripas me dicen que estaremos en peligro, como si pudiese tratarse de un temible enemigo. No sé... dijo dudando por primera vez. Quería que Ariadne el apoyase en la decisión, ya que el resto de sus compañeros parecían simples zombis que iban tras ellos sin tomar ninguna decisión.

Salva primero tu cuello, luego el de los demás - se dijo.

Al llegar arriba, todo le impactó aún más, si era posible. Unos grabados estaban en una puerta a la que Inari, esta vez el primero, se acercó. Antes de llegar, buscó en las proximidades algo sospechoso que hubiesen pasado por alto.

Les dijo a los demás:

Estad atentos, todo puede ocurrir. Tras eso, colocó su mano sobre la puerta, sobre dichos grabados, y empujó.