Partida Rol por web

A pesar de que el cansancio de Kami era evidente, pues sus movimientos no eran tan rápidos, sus golpes seguían siendo muy fuertes. Desde su posición, dio un poderoso salto acercándose a su rival. Giró sobre su propio eje y, aprovechando la energía del movimiento, impactó con fiereza en el estómago del soldado. Según le golpeó, el soldado salió disparado unos metros. Intentó levantarse del suelo, pero la sangre acudió a su boca y empezó a deslizarse hacia atrás como el resto de cuerpos caídos.

Yuudai se lanzó con velocidad a por el último soldado en pie, haciendo que bajara sus defensas arañando sus brazos con su daga y espada. Saltó hacia atrás cuando llegó el turno de Garrion, que no le bastó con clavarle sus garras en el cuerpo, si no que se lo llevó a la boca y lo empezó a sacudir, hasta que quedó desmembrado.

Los soldados y el capitán había caído. Sólo quedaba una gran cantidad de sangre y miembros por todos lados.

Al acercaros al timón, comprobáis, como ya lo había hecho Linette, que está bloqueado. Según parecen indicar los paneles, el problema parece hallarse en la sala central de máquinas. En los tableros aparece perfectamente explicado que desde allí se controlan las entradas de toda la nave. Y la sala central de máquinas está sellada en esos momentos, así que convendría abrirla.

Kami se quitó el sudor de la frente con el puño de su manga. Estaba francamente agotado del combate pero el peligro seguía siendo inminente, tenía que buscar rápido la sala central de máquinas. Por el nombre no podía ser muy difícil de ubicar, así que se marchó corriendo para buscarla.

Linnette, Aenar, proteged esta sala. Iré yo solo y trataré de romper la puerta que está cerrada para abrirnos paso. ¡Tenemos que actuar con velocidad o sino, me temo que terminaremos todos estrellados.

Linette mientras miraba los controles dice:

- Bien, nostros veremos si podemos hacer algo desde aqui, porque no me extrañaria que algun control de aqui sirva para algo.

Mientras su compañero se marcha mira los botones y controlos y pregunta a sus comapñeros.

- Alguno estais herido?

-Garrion está un poco maltrecho, pero le reparo en un periquete -dijo Aenar en contestación a Linette- Ten mucho cuidado Kami -podría darle algo de proteción, pero era tiempo y el tiempo no nos sobraba ahora mismo, así pues me acerqué a donde estaba Garrion- Garrion, vigila la puerta una vez Kami se haya ido.

Veis un par de puertas de camino a la Sala Central de Máquinas hasta que llegáis a ella. La puerta de entrada es metálica, aunque ya la habéis abierto desde el Puente de Mando. Visualmente, la estancia es parecida al salón del ala izquierda, aunque más espaciosa. No obstante, aquí el ruido es también mucho menor, tanto que incluso resulta extraño con semejante cantidad de engranajes en movimiento. Además, la sala entera se encuentra en penumbra, iluminada únicamente por unas cuantas velas estratégicamente situadas. En el mismo centro hay un elaborado círculo místico hecho con sangre.

Al buscar el motivo por el que el zepelín está descendiendo, descubrís fácilmente cómo hay dos enormes barras de metal bloqueando lo que debe ser el alerón central.

En medio del círculo místico hecho con sangre, se encuentra un hombre con los brazos extendidos hacia el aire y una expresión de triunfo. A primera vista es un hombre grueso, no muy alto y de pelo grasosos cuya edad ronda los cincuenta años. Viste de un modo desaliñado, pero sus ropas son bastante caras. Lo más peculiar de su aspecto son sus garras y dientes afilados.

Algo en todo aquello no estaba bien. Kami miró a Yudai que parecía haber decidido acompañarle. Miró directamente a los ojos al hombre bestia que tenía frente a él. Parecía algún tipo de animal o incluso un vampiro. No sabía muy bien lo que era, pero decidió dar un rodeo y en lugar de dirigirse a él, fue directamente hacia las barras de hierro para tratar de quitarlas de en medio. ¡Yudai, ayúdame! ¡Parecen muy pesadas!

Las barras pesaban demasiado para vosotros dos, aunque conseguisteis moverlas algo. Quizá con la ayuda de Aenar podríais hacer algo.

En ese momento, entraron Aenar y Linette por la puerta.

Al pasar por una de las puertas de camino a la sala central, en lo que debía ser la bodega de carga, puedes notar cómo unas sombras deformes aparecen y desaparecen.

¡Ayudadnos! ¡Esto pesa demasiado para nosotros dos! ¡Intentémoslo todos juntos!

Aenar se hizo a un lado e indico a Garrion que entrara para desbloquear esas barras de metal. Al ver el hombre tumbado dentro del círuclo, Aenar se acercó un poco para intentar averiguar que era eso que había allí.

Linette iba a entrar en al sala, sin duda era bastante grotesco aquello que estaba viendo, pero las sombras no le gustaron demasiado, asi pues dice a sus comapñeros:

- He visto algo, voy a hechar un vistazo, supongo que mi ayuda para mover esto no sera muy util

Asi pues con toda la prudencia de la que es capaz y sigilosamente se dirige hacia la sala en la que habia visto las sombras para tratar de ver que eran exactamente 

Garrion, con la ayuda de Kami y Yuudai consiguen quitar las barras de hierro que bloquean el alerón no sin cierta dificultad, pero el zepelin sigue cayendo.

Tienes claro que se trata de un extraño ritual, pues los símbolos pintados son palabras en un lenguaje extraño.

Cuando Linette se va, te das cuenta que al pasar por una de las habitaciones de camino, sentiste una especie de presencia, que parece que es lo que se va a investigar la muchacha.

La inmensa sala central del zepelín es usada como almacén para transportar todo tipo de cargamentos. Por ello, la estancia está repleta de grandes cajas apiladas entre sí de forma laberíntica.

Al entrar en la sala, vuelves a ver esas sombras, esa distorsión de la realidad. Las sombras deformes aparecen y desaparecen. Al adentrarte un poco, ves un rastro de sangre que conduce hasta una esquina. Una caja abierta tiene a sus pies tres cadáveres de soldados que están horriblemente despedazados.

Los símbolos rezan "Miedo" y "Portal". Están escritos en un antiguo dialecto de una tribu del norte que fue acusada de herejía y exterminada por la Inquisición hace más de tres siglos.

-Chicos, creo que han invocado algo aquí -dijo señalando el círculo donde estaba el tio tirado- Eso significa Miedo -señalaba una de las palabras- y eso otro portal -señala la otra- y además están en un lenguaje de una tribu que la inquisición destruyó.

Aenar se quedó pensando un momento y se acercó hacia el hombre, fijándose en las garras- ¿En la sala donde combatimos a los otros hombres no había garras? -dijo señalando las garras del hombre.

Si, efectivamente. Había marcas de garras. ¿Y sabes qué es lo que pueden haber invocado? La verdad que yo no soy nada experto en este tipo de magia, bueno, ni en este tipo ni en ninguno... ¿Qué crees que podríamos hacer?