Partida Rol por web

El ogro se acerca a Leoven con medio caballo al hombro mientras lo escucha atentamente. Entre las palabras del muchacho el ogro parecía entender y de momento se lo noto pensar muy profundamente, luego mostró una muesca de regocijo.

-Que sea guerra entonces- Y con súbita fuerza golpeo con la mitad del caballo al muchacho reventandolo contra el suelo, al arrastrar el caballo de vuelta al hombro descubre un saco de carne avulsionada y huesos rotos saliendo de esta, dejando un charco de sangre en el suelo lugar donde se encontraba Leoven parado, ahora irreconocible.

Luego de ver lo que hurte del enano y quedar perplejo y en parte decepcionado pienso
-Bueno, quizás estos textos puedan ser algo valioso, lo guardare por ahora-
Luego de ello, salgo sigilosamente de los pastizales y vuelvo al lugar de donde nadie me vio moverme.

Rin solo se queda parado mientras Leoven habla con el orco, sin casi prestar atención a lo que dicen.
Leoven comienza a gritarle a Alessa y yo me pongo alerta, pero sin realizar ningun movimiento, luego empieza a dar una charla sobre que es un rey y otras historia, no hice mas que quedarme anonadado, el orco se le acerca, le sonríe diciendole que refiere la guerra y luego lo golpea fuertemente con el trozo de caballo que llevaba en su mano.
El cadaver de Leoven queda irreconocible por lo cual le digo a Alessa mirandola de reojo para no perder de vista el peligro inminente.
-¿Que quieres hacer? ¿Peleamos contra el ogro o escapamos y pensamos en algo?.-

Leoven se las ingenió para crear una mentira y así engañar al Ogro... parecía que el engaño le había funcionado, mas de la nada el Ogro contesta pidiendo guerra y lo ataca, matándolo en el acto. -Iba bien, pero el impulso ganó. Este lugar ya parece un matadero- pienso mientras miro asqueada el lugar en donde estaba Leoven, llegándome un fuerte olor a sangre.

Rin, observando también la escena, me preguntó

-¿Que quieres hacer? ¿Peleamos contra el ogro o escapamos y pensamos en algo?.-

No queda de otra más el atacarlo. Ya lo escuchaste antes, no dejará que pasemos con vida. No confío en ti, lo admito, pero ahora debemos de luchar juntos si queremos salir vivos de ésta- Contesté, dando a entender que sí o sí estaré en la ofensiva.

Traté de parecer tranquila ante el Ogro, pero el olor a sangre era penetrante y no me dejaba pensar con claridad. Un graznido familiar me saca de mis pensamientos -Es ahora o nunca-. Utilizé el encantamiento Causar Miedo, confiando más que nunca en mis poderes.

Un sentimiento pálido agobia al ogro dejandolo paralizado... pero parece que no sera por mucho.

Al lanzarle el conjuro al Ogro, éste se paraliza. Miro de reojo a Rin -Confío en mis poderes, pero sabes qué hacer si no salgo de esta- le comenté. Estando un poco más serena, utilizo de nuevo el encantamiento Causar Miedo, esperando que ésta vez sea de nuevo exitoso. 

Alessa decide atacar, tendré que confiar que sus habilidades sean buenas ya que aun no las eh visto, pero tiene razón, no hay mucho mas que hacer.
-De acuerdo, Vamos a hacerlo y si sobrevivimos tomemos unos tragos en la taberna, te parece?- le dije levantando mis cejas 
-Tu trata de inmovilizarlo mientras yo intentaré buscar una abertura en su defensa.- 
acto seguido me metí en las malezas mientras el ogro estaba asustado mirando hacia otro lado debido a la magia de la elfa.

El ogro empieza a temblar mientras la palidez se hace de su rostro, suelta la mitad del cabalo y sale corriendo lo más rápido que puede, saltando hacia el río corriendo en favor de la corriente asía el sur...

Alessa sabe que el encantamiento durara un par de minutos, antes de que el ogro se detenga y se decida a regresar.

El camino del puente esta libre.

Al ver que el Ogro sale huyendo hacia el sur, le hago señales a Rin para que me siga al cruzar el puente, antes de que el Ogro regrese. Antes de cruzar el puente corriendo, veo entre los restos de Leaven una mano intacta, la recojo y emprendo mi camino -Me puede servir en un futuro-.

Al ver la señal de Alessa salgo rapidamente de mi escondite y la sigo, no sin antes recoger el cuerpo de Leoven y sus pertenencias que me quepan. 
Alcanzo a Alessa y le digo
-No me dejaste hacer nada, eres muy buena con la magia.- y pienso -es mejor asi, mientras menos sepa mio mejor.
-Recogí el cuerpo de Leoven para poder enterrarlo como es debido. ¿A donde iremos ahora?- pregunte mientras seguiamos caminando.

Supongo que gracias-le respondí, aunque mi voz sonaba agitada-Puedes ir a donde te dé la gana, pero viendo la anterior situación... yo iré al oeste.

-No agradezcas, fue algo así como nuestro compañero por unos minutos, al menos esto tenia que hacerlo- le dije para disimular que me estaba quedando sus cosas-
Alessa parecía agitada, no pensé que una pequeña corrida la hubiera dejado así, yo ya estaba acostumbrado a correr de aquí para allí, así que le dije. 
-Si quieres podemos descansar un rato antes de que partas, el ogro parece estar ya bastante lejos, me quedare aquí hasta que partas por si vuelve, por cierto, ¿puedes tu enterrar el cuerpo de Leoven? yo emmm, tengo cosas que hacer.-
le dije mientras lo dejaba en el suelo y sacaba sus pertenencias que quedaron en su cuerpo.

-No tengo necesidad de descansar- Respondí mientras veía que Rin saqueaba lo que quedaba del cadáver de Leoven, mientras me preguntaba si podía enterrarlo- No tengo nada para enterrar lo que quedó de él. Lo máximo que podemos hacer es sepultarlo con piedras que están en la orilla del camino-

-Bueno, entonces te dejo a Leoven, yo partiré ahora, quizás algún día volvamos a vernos ¿quien sabe?-
dije mientras empezaba a caminar.
Al haberme alejado un poco le grite
-ESPERO QUE NO TE OLVIDES DE LO DE TOMAR UNOS TRAGOS, TENLO EN CUENTA SI NOS VOLVEMOS A VER-
luego le sonreí, cosa que apenas se hubiera notado si estuviera cerca por tener la cara tapada, mucho menos se iba a notar a esa distancia, me di la vuelta y seguí caminando hacia la ciudad mas cercana.

De lo que quedo del pobre Leoven al revisarlo has podido sacar: Una ballesta ligera, que para ti es en comparación grande por la diferencia de tamaño. Un saco vacío en el que pudiste sacar las cosas que le quedaban en la mochila, ya que esta estaba destrozada, llena de vidrios rotos y empapada en aceite. Estas cosas eran, pedernal y acero, una linterna sorda, 3 frascos de aceite, 6 monedas de oro, 10 virotes de ballesta y un petate.
Y por ultimo un medallón que llevaba colgando del cuello.

Los pasos de la semi-elfa eran más largos que los del mediano, dejando atrás el puente, parte de los restos de Leoven y el silencio incomodo que provoca despedirse y viajar por el mismo camino. Pronto el mediano quedo atrás para alivio de Alessa. Posiblemente esa noche ella podría ya dormir en una cama, si llegaba con vida a la Ultima Posada.