Partida Rol por web

Al matar al bandido me dirijo a atacar al bandido mas cercano. 

Aprovecho la situación para quitarle el libro de las manos a hera y escabullirme adentro de la carreta rápidamente. No había más amenazas a la vista, y sabía que podríamos necesitarlo en un futuro. Traté de dejarlo tan parecido a como estaba originalmente, tendría tiempo de encargarme de la ballesta más adelante. Por lo pronto tenía que regresar con el grupo.

Squall termina por matar al bandido que quedo solo, mientras su compañero huyo hacia la espesura.
Aun podía vérselo correr, pero ninguno lo alcanzaría si se lo pusiese a seguirlo a pie.

*Escupiendo el cadaver de Smu*

-Malditos cobardes, lo unico que saben hacer es atacar desprevenidamente y huir.

-¿Se encuentran todos bien?
 

-¿Qué demonios fue todo eso? ¿Nos estaban siguiendo? Esto me daba mala espina desde que empezamos, apuremonos a entregar este cofre y mantengámonos todos juntos ¡si?

Mientras saqueaba los cadáveres de los bandidos le respondí al guerrero.
Yo estoy bien, los demas estan bien?  

Si, nosotros estamos bien. El paladín? Sabía que algo malo iba a pasar, vi un pilar de humor a la distancia, pero no imagine que fueran a ser tan desesperados de atacarnos abiertamente. 

Sentí un frío en la columna.

MOONFANG!

Silbé esperando una respuesta. Observé el paisaje para intentar encontrarlo con la vista. Aguzé mi oido para escucharlo.

Lo peor había pasado. Está vez vivimos para contarlo. Me había salido todo mejor de lo que esperaba, dichoso soy de haber podido acertar esos flechazos.

Si, estoy bien. Buen trabajo, no me esperaba menos de ustedes. Ojalá ese oro valga tanto la pena.

Pobre Nymueh- pensé- preocupándose por los demás antes que pensar en el. Su abdomen se veía mal, la estocada de Smu habia rasgado sus vestiduras y las había manchado de un rojo carmesí. 

-Dejame verte eso si no te importa.. se ve un poco mal y puedo curarlo si quieres.. 

Rajé lo que quedaba de su blusa y me dispuse a curarlo.

Tras el silvido de Davmorn se vio moverse entre la espesura, pronto salio a descubierto empapado de sangre en el pelo.
La senda del animal conducía al bandido que había escapado, quizá no, no, no escapo.

Mierda.

Moonfang!

Ambos corrimos al encuentro. Busqué heridas en el cuerpo de mi lobo, pero gracias a dios toda la sangre apestaba a humano.

Bueno, la calma me vuelve al cuerpo, dame un momento con mi lobo guerrero, y me encargaré de tu camisa - dije mirando en la dirección de Nymueh

Como una respuesta eclectica a los ojos de los demás Squall era un autista revisando los cuerpos de los bandidos.
Hera, se preocupo en curar la herida en el abdomen de Nymueh y Davmorn de las ropas del muchacho.
Kelkurion vitorea el trabajo en equipo mientras azuza al caballo para que todos sigan rumbo.

Fin de la escena.