Úrsula se cansó de esperar a ver si movían el culo o no. Además, había llegado la tal Ruby ésa y se estaba adueñando de la situación en la mesa. Y como no le hizo mucha gracia, recogió la mesa donde había comido y se puso en pie mirando al resto de los que habían decidido dar un paseo e investigar el castillo.

Creo que lo mejor será que veamos la parte externa del castillo y dejemos para esta noche los interiores. Así aprovechamos y disfrutamos de los rayos del sol. No sé si todos lo sabíais ya, pero es cierto que su luz al entrar en contacto con mi piel me da una sensación la mar de agradable. Dijo con una risotada inocente. 

Yo me voy yendo ya. Dijo pensando dónde iría. ¿Vamos? Preguntó al resto de la mesa una vez que había tomado ya la decisión de dónde dirigirse.

Pierde cuidado Ruby, ya estoy manejando mejor esto, por ahora sólo quiero comprender mejorbeste tema del multiverso, así que, tras terminar aquí iré a la biblioteca a leer un poco. - respondo mientras observo a todos los presentes.

Buenas tardes chicos, espero no estar interrumpiendo nada, por mi pierdan cuidado y diviértanse con su exploración.

Ahora si se sintió terriblemente mal con la cara de Ludovic y Ruby hablando de esa manera, Meg había montado una muy buena con esos dos y llegaba a sentir que era algo cruel con el joven, aunque quizás se había tomado más atribuciones de las correspondientes, así que sólo se quedó en silencio, con los hombros encogidos y las manos juntas, tocándose los dedos índices mientras todo se desarrollaba como la extraña conversación entre Grey y su amiga, que de hecho parecía estar cargada de una tensión que no lograba identificar. ¿se atraían?. Eso le produjo una puntada de molestia pero que pronto desapareció tan pronto la princesa sonrió y decidió ignorarlo. 

Nieves se puso de pie justo detrás de Ursula, y sacó una de las manzanas que había para comérsela en el camino, y miró al resto con una mano en su cintura. 

— okas, vamos — le guió un ojo a la luminosa mujer y comenzó a salir con los que se le sumaran y se despidió de Robin con una sonrisa. 

Gastón entendió que Grey estaba de broma o que se estaba burlando de él por lo que acababa de decir, ¿o es que no le había escuchado decir antes que Bella le había apuñalado la espalda? Con su propio pasmo ni si quiera pudo saludar a Ruby que había llegado hacía poco al comedor.

— Me hicieron creer que lo era pero no lo soy. — frunció el ceño, visiblemente enfadado. — No voy a dar más explicaciones de las que ya he dado. — Gastón acababa de recibir de su misma medicina cuando en su aldea otros les contaban sus vidas, o cualquier cosa que les hubiera ocurrido y él ni les prestaba atención. Se levantó de su asiento dispuesto a marcharse hacia el patio interior que Úrsula había dicho.  

Algo llegaba a perturbarme, y eso era el cambio de actitud de Grey con la llegada de Ruby... No comprendía el porqué, pero podía notar esos rasgos de los depredadores al estar por atacar, como tensaba sus músculos, hacía puños con sus manos y miraba excesivamente a la chica, además de notar cierto crecimiento algo sobrenatural en sus colmillos.

Mientras todos se iban no apartaba mi vista hacia él, hasta que entonces caminé hacia Ruby para colocarme a su lado, mientras chupaba mi pulgar antes de sujetar la tarta con la mano derecha. Mientras la izquierda quedaba libre coloqué esta en la espalda de la chica, haciendo un ligero movimiento como para que se empezara a mover, aún mirando fijamente a Grey. -Vamos Ruby, que nos dejan atrás...- Murmuré con tranquilidad, antes de lanzar una mirada algo intimidante a Grey, como si estuviese marcando los límites.

-Podemos compartir la tarta si quieres.- Y así se la ofrecí a la fémina, colocándole la tarta frente a ella mientras aún la guiaba hacia la salida.

Grey entrecerró los ojos cuando alguien osó poner las manos en su presa para llevársela. La man de grey salió veloz como un rayo para colocarse en el brazo de @Ludovic. Sus dedos apretaban fuerte, y la tensión podía percibirse a través de la piel y los ojos inyectados en sangre del Lobo

— Estaba hablando con la pequeña dama, si no te importa. Solo será un segundo— 

El lobo deslizó su mirada de forma lenta y sibilina hacia la cazadora, volviendo a esbozar aquella aterradora sonrisa, pero sin soltar el brazo de aquel caballero.

— Los regalos... no se piden de vuelta, mi pequeña dama de rojo. Pero ya que fuisteis tan amable conmigo, dejadme compensaros de forma apropiada. — Grey soltó su presa lentamente, relajó la tensión de sus facciones, y ladeo la cabeza mostrando un colmillo en un lado.

—  Hagamos un duelo... un combate. He escuchado historias sobre vuestro valor y dedicación en la guerra. Sería "amistoso" por supuesto, todo somos amigos en esta universidad. Si me ganáis, os devolveré esa bufanda tan hermosa... ¿os interesa mediros con un chico? No ¿verdad? Vos no tenéis miedo a nada — Grey cogió una pieza de fruta, y comenzó a juguetear divertido con ella entre las manos, esperando una respuesta e ignorando a todos cuantos se marchaban.

Todos parecían apurados por irse y Ludovic quería que lo acompañara. Sonreí dulcemente al ver como aun tebía migajas en las mejillas, pero al verlo comprendí que la situación  no era del todo amistosa y no por Lud si no por aquel hombre cuya actitud ligeramente amenazante me quedó clara cuando sujetó a mi compañero.

Suavemente me aparté de Ludovic cambiando mi expresión sonriente por una más seria. Ignorando la tarta que estaba frente a mis narices. No me gustó para nada la forma en que sujetaba a el rubio devorador de tartas.

-Sueltalo- no entendía muy bien la actitud del hombre frente a mi. Su sonrisa no me resultaba cómoda, incluso cuando soltó a mi compañero yo seguía con la guardia en alto pero sin retroceder ni un apice.- La bufanda fue un préstamo  no un regalo, pero si quieres un combate amistoso con gusto voy a dártelo. No me considero una guerrera, más nunca me he negado a un desafío.

Vi como su colmillo asomó y entendí que estaba ante un animal similar a Simba. Intimidar a alguien era imposible con mi metro cincuenta pero si era necesario ponerme de puntitas para mirarlo a la cara lo haría. Aferré con fuerza la canasta entre mis dedos devolviendole una media sonrisa en un intento algo futil por demostrar seguridad, aunque mi instinto decía que corriera en sentido contrario y lo que era peor había algo en su forma de mirarme asi como en su presencia que me resultaba aterradoramente interesante dejandome atrapada dentro de su juego sin saberlo aún.

- Le he plantado cara a una bestia, no me asusta hacerlo con un hombre, amistosamente claro, no me gustaría lastimar a un compañero. ¿Quieres hacerlo aquí o jugamos en otro lugar?

La gente entraba y salía del comedor como una gran comparsa de hormigas en un hormiguero, muchos se habían quedado mirando a @Ruby y Grey, ligeramente enzarzados en una batalla de voluntades. Los ojos del Lobo solo se desviaron unos segundos para observar la espalda de Blancanieves, abandonando el comedor.

El Lobo volvió a clavar sus ojos en la joven cazadora como si fuesen dos cuchillos en el gaznate de un cerdo al ser sacrificado, y luego resopló relajando su postura.

— No te preocupes, joven dama. Podemos combatir mañana, de forma "amistosa". En las afueras de la muralla, a mediodia.

Una vez sentí como Grey me tomaba del brazo abrí en grande los ojos, apartando la mano de Ruby mientras la hacía un puño y la bajaba despacio. No me había asustado ni lo más mínimo, pero estaba muy cerca de cruzar la linea con algo tan osado como eso, nadie antes me había faltado el respeto así además de mis padres cuando me portaba mal claro, pero no dejaría que cualquier animal hiciera eso.

Pero logré calmarme, mirando hacia el frente mientras sentí aquella presión... Menos mal fue que dejó su agarre pronto, porque si seguía con el no dudaba en lanzarlo al otro lado del Comedor. Escuchaba su conversación en silencio, frunciendo leve el ceño hasta que entonces se fue, y al parecer llegaba una chica nueva. -Escucha Ruby, te acompañaré para tu encuentro mañana con él... De ser amistoso fácilmente pudo ser dentro del castillo, pero si hace algo, me aseguraré de arrancarle dedo por dedo a mordiscos.-

Hablé en voz baja para que ella me escuchara, mientras que mi voz sonaba más severa hasta que terminé con aquella amenaza. Entonces solo respiré hondo mientras miraba a la extraña que llegaba... Y la verdad es que era muy hermosa, poseía una belleza exótica. Pero no era momento de quedarme babeando por cuarta vez hoy, solo negué con la cabeza y alcé la voz para que llegara a oirme. -Hey tu, teníamos pensado ir a caminar por allí, ¿No quieres acompañarnos?-

Asentí a las palabras de Grey viéndolo marcharse,  no despegué la vista de su persona ni un segundo hasta que desapareció. Mi corazón acelerado poco a poco volvió a la normalidad. Acaricie suavemente el brazo de Ludovic en la zona dónde aquel hombre quien ni siquiera me había dado su nombre lo había sujetado.

- No te preocupes Lud, se defenderme sola. Aunque En serio agradezco tu preocupación. ¿No te hizo daño verdad? No se que problema tiene él conmigo pero voy a resolverlo.

Al ver a Jazmín entrar la saludé animadamente, mientras ahora si tomaba lo que quedaba de tarta.

- Jaz!!!! Hola, Como dijo Lud vamos a ir a recorrer el castillo creo que al patio interior.

Aunque en lo personal temia ir a aquel lugar encontrarme con Meg y que ella me pidiera explicaciones por lo que dije.

Observo en silencio todo wl episodio de Ruby sin perder detalle de la actitud de Grey, tal vez debería seguir a Ruby mañana, puede que necesite ayuda, aunque ella piense que no es así.

Al ver ingresar a Jasmin, levanto mi mano a modo de saludo.

Señorita ¿Gusta sentarse a almorzar conmigo antes de ir a estudiar?

Caminé presurosa hasta el comedor, con una boba sonrisa y un dedo en mis labios mientras recordaba aquella hermosa e inquietante mirada posada en mi con esa sonrisa, cuando llamaron mi atención 3 personas. Alcé la cabeza y vi a Robin, Ruby y un chico muy guapo al que no conocía aún.

Mi sonrisa se amplió aún más al sentirme animada por el entusiasmo de mis compañeros, me acerqué hasta ellos y les saludé.

-Hola chicos, me encantaría ir con vosotros, estoy deseando descubrir todo este enorme castillo, pero quisiera comer algo primero, Robin y yo acabamos de llegar. Podemos esperar aquí un poco o tomar algo para el camino si Robin quiere e ir a ese lugar que proponéis – dije mirando a mi compañero, ahora no podía dejarle plantado por mucho que deseara salir corriendo a investigar todo, además de que mis tripas empezaban a manifestar la falta de alimento de aquel día lo que me hizo sonrojar un poco,- y después buscar información en la biblioteca, el día seguro que da para todo. – Tomé asiento en la mesa y miré hacia el chico que no conocía, a quien guiñé un ojo divertida, mientras me presentaba, - Soy Jasmin por cierto. – me había propuesto ser más comunicativa y natural con mis compañeros, dejando atrás toda aquella parafernalia de la realeza y florituras innecesarias, al fin y al cabo, todos éramos jóvenes y estábamos allí descubriendo un nuevo mundo. Tenía mucho que aprender de todos ellos.

Si es lo que deseas Jasmin, con gusto te acompañaré, pero primero sírvete algo de comer. - digo con tono amable mientras le aparto una silla a la princesa y la acompaño mientras cena.

Cuando Jasmin me guiñó el ojo de esa forma le di una sonrisa algo divertida antes de inclinar la cabeza con un saludo, de forma servicial por así decirlo. -El gusto es mío Jasmin, me llamo Ludovic.- Respondí a su saludo antes de extenderle mi mano derecha, que en caso de tomarla estrecharía su mano con delicadeza, con cuidado como si fuera una delicada flor, que casualidad...

Dia Uno

hora 22:00

Todos acudís al salón a la hora de cenar, el día ha sido muy largo y agotador para algunos y muy breves para otros.

En la mesa central al fondo está el profesor de esta mañana junto a varios adultos más. En el centro la veis a Ella hablando con un hombre a su lado. Las mesas están todas repletas de manjares y de gente de todos los cursos pero aún no han empezado a comer. Todos hablan animadamente.

Sois los últimos en llegar pero hay una mesa entera libre para vosotros así que os sentáis todos juntos.

Al entrar Ella se levanta sonriendo y en ese mismo momento el parloteo en la sala queda en silencio.  

- Tenemos en la universidad a los alumnos de primero ya entre nosotros. Este año parece que el destino ha tenido a bien retrasar un poco su llegada pero ya están aquí, hoy ha sido su primer día. Ya los habréis visto.

Esto lo dice mirando a todos los demás, luego se centra en vosotros.

- Estoy segura de que echaréis de menos a algunos compañeros, a lo largo del día varios han decidido abandonar la universidad, siempre son libres de hacerlo, aquí estamos para aprender. Me alegra que hayáis decidido seguir. Para todo lo que necesitéis aquí nos ayudaremos entre todos. Ya podemos comenzar.

En cuanto Ella se sienta todos empiezan a cenar tranquilamente.

La pelirroja entró contenta en el comedor. Al final había tenido una tarde muy divertida y agradable. Se sentó, para luego subir el pie al borde del asiento, quedando su rodilla a la altura de su pecho, donde pudo apoyar el antebrazo con dejadez. Observó a todos los que se sentaban con ella y luego al resto de mesas cuando la jefaza habló.

Si que notaba que faltaba bastante gente, pero en un primer momento había pensado que simplemente no habían querido acudir a cenar. Ella sentía la tripa llena de palomitas, pero podía hacer hueco para picar algo más. O beber. Tenía bastante sed, así que se sirvió un vaso de agua y luego alzó la jarra levemente en una pregunta muda por si alguien más quería.

Tras dar un gran trago, se colocó el pelo sobre uno de los hombros y sondeó los alimentos que había sobre la mesa mientras se decidia a ver que escogia - ¿que tal vuestra tarde? - preguntó de forma casual sin mirar a nadie en concreto, aunque una pequeña ojeada iba directa a Aladdin

Al observar al grupo, me sorprende que en tan sólo un día las tornas hayan cambiado tanto, pues si bien es cierto, aún me costaba prcesar que era un personaje de cuento, luego de escuchar sobre el multiverso ese, pues me quedó más claro que lo que era realidad en un lado, no necesariamente era realidad en el otro.

Es por ello que decidí aprovechar al máximo esta experiencia para poder convertirme en la mejor versión de mi mismo y con suerte podría convertirme en un héroe no sólo de mi universo, sino, tal vez de otroa también.

Al llegar a la mesa saludo a todos los presentes con una leve venia y tomo asiento intentando integrarme de verdad al grupo.

Bella entró en el comedor sujetando un nuevo libro bajo el brazo, e interrumpió su paso cuando vio que entre las mesas de primer curso había muchas bajas repentinas. Retomó el paso con cierta tristeza, y se hizo un hueco entre sus compañeros restantes, esperando escuchar las palabras de Ella.

En cuanto finalizó el discurso de la directora, los alumnos comenzaron la cena. Bella se sirvió algo de sopa, mientras echaba atentas ojeadas al libro abierto sobre sus rodillas.